CAPITULO
I
1.1
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
La Ciudad de Huancayo o nación Wanca, nutrida de una población
cosmopolita, que provienen generalmente de la Selva Central de
nuestro país, especialmente de las zonas de Satipo y Tingo María,
inmigrantes en busca de mejores oportunidades de vida, donde los
menores acompañan a sus padres en esa búsqueda, es decir haciendo
una comparación entre inmigrantes de la Ciudad de Huancayo hacia la
capital, parece ser que Huancayo, se convierte en una especie de
capital para los pobladores de nuestra Selva Central, en si de la
Selva de Junín. Oportunidades estas que se ven limitadas debido a
la competencia que hoy en día acarrea nuestra sociedad, donde cada
quien se convierte en el enemigo del otro, retrotrayéndose a la
concepción darwiniana de la selección natural, que se impone cada
vez más, al ser el hombre quien sobrevive contrarrestando a su
propia especie.
La sociedad adulta está tan ocupada en querer
sobrevivir en este mundo que se olvida de un sujeto subliminal (el
menor) que constituye el mismo punto neurálgico de toda sociedad;
este sujeto,
lleno de impersonalidad, con frustraciones
que aún no lo envuelven, quien
todavía no sale al mundo de lobos, que no descubre la razón de su
existencia, quien no se ha preguntado ¿porque existe? y ¿para qué
existe?. Olvido éste que trae como consecuencia, el
resquebrajamiento de la sociedad, presentándose una escisión
entre la sociedad adulta y la minoril, llegándose a aquel conflicto
de generaciones, apareciendo disfunciones hacia la vista de otros,
que catalogan a estos comportamientos como conductas desviadas
especialmente definidas por esa comunidad adulta, quienes toman al
menor como simple objeto, o receptáculo de sus propias
frustraciones, y enalteciéndose de que ellos no son delincuentes, un
anormal, un alienado, un anómico, criminalizando conductas para
“lograr” una sociedad con cierto orden común.
El pensador hindú Chrisna Murti, hablaba, ya en el siglo XVIII,
que para lograr el cambio, sea esta en una sociedad o cultura, se
tiene que hacer revolución, pero no una en masa, sino una
revolución con uno mismo. De ello partimos, para decir que el
problema de la delincuencia juvenil, si nos corresponde y debe ser
estudiado e investigado desde una óptica humanista, no siendo
eminentemente empírica como la Escuela Positivista, sino sobre la
base de un razonamiento dialéctico, a través de su desarrollo
histórico, influencias y tratamiento, para poder llegar a la
comprensión del mismo. Siendo la delincuencia juvenil no solo
problema y competencia institucional del Estado, sino comprende a
toda la esfera social del menor, donde irremediablemente estamos
incluidos, teniendo la posibilidad de acércanos a este problema o
de lo contrario de ser ajenos a aquél.
Nosotros, estudiamos a la delincuencia juvenil, en el ámbito
sociocriminológico con el propósito de identificar los factores
influyentes que la conforman, tomando para el efecto como muestra a
menores de edad, comprendidos entre los doce y dieciocho años del
Centro Juvenil del Tambo de la Ciudad de Huancayo, observando las
causas que permitan la total comprensión de la conducta desviada del
menor, no como delincuente sino por el contrario como seres humanos
sujetos a todos los derechos que un Estado democrático le debe
brindar. De la misma manera, se han realizado estudios y tesis para
la mejor comprensión de la criminalidad juvenil que sin embargo no
se ajustan a nuestra contemporalidad, tesis como la de A. Cohen que
estudia el problema desde áreas subculturales, especializándose
en las pandillas juveniles, más no comprende el carácter individual
de la delincuencia juvenil a través del cual se puede llegar a dar
luces en el tratamiento criminológico del propio menor. Sin
embargo, de las teorías que estudiaremos en el capitulo siguiente,
son rescatables sus postulados para dar inicio al entendimiento del
porque surge y se mantiene la delincuencia juvenil en la Ciudad.
Teorías que datan desde comienzos del siglo XIX con conocimientos
médicos, hasta llegar a la década de 1950 en la que encontramos
teorías sociocriminológicas, bifurcadas de la sociología general,
asentando el pensamiento: que los delincuentes, sean estos menores o
adultos, son producto de la propia interrelación de la sociedad.
Los problemas claros, obtienen soluciones claras,
limpias y bien administradas1.
En el año dos mil uno, en la Ciudad de Huancayo, se puede
observar cotidianamente, tanto en los diarios locales, como en el
propio paso del día, menores que cometen una serie de
infracciones, no solo las consideradas dentro del Código Penal
vigente, sino más bien conductas desviadas –que luego
explicaremos- que traen consigo la propia reacción de su mundo
circundante, optando muchas veces por la indiferencia ante el
problema, viéndolo como un mal necesario y que ha surgido desde
tiempos pasados.
Tanto en las calles, en los barrios y colegios,
se pueden observar a menores de edad superior a los quince años,
que cometen una serie de fechorías, por cambiar él termino de
transgresiones, presentándose incidencia sobre todo en colegios
estatales, sin embargo la cifra no varia si se trata de colegios
privados para estudiantes procedentes de familias de clase media,
quienes manifiestan una especie de delincuencia subterránea, no
concordada por la generalidad de la gente y mucho menos por las
autoridades, comportamientos que escapan a la vista del ojo humano
adulto, pero es comprensible en el propio mundo de pares. Así
tenemos entre los adolescentes, no solo a una subcultura sino a
varias, con cuadros de comportamientos diferentes, así los hay
quienes realizan actos de trasgresión directa a la Ley, como2:
las pandillas, los que actúan solos, por simple juego, incitados
por otros; los hay por necesidad, como los niños abandonados, que
sin embargo en el presente caso, no es de relevancia el sin número
de tipos de delincuencia, sino por el contrario no interesa una étapa
ex ante, descubrir cual fue el motivo o las razones, que incitan,
contribuyen, determinan y condicionan a que el menor tome cierto
rumbo, que le lleve por aquel tunel del cual “parece” no haber
regreso.
Muchas medidas se han tomado, para poder evitar o
minorar la delincuencia generada por menores de edad, debiendo tener
en cuenta que a nivel del Departamento de Junín existe un total de
428.197.00 menores de edad, de los cuales 144.145.00 menores de edad
bordean los diez a catorce años3.
Estos menores se encuentran sujetos a diferentes
circunstancias en el transcurso de su vida, así por ejemplo muchos
de éstos sufren o son víctimas de violencia familiar en sus
hogares, así como victimas de violencia sexual, por ejemplo en el
periodo de Julio a diciembre de año 2001, según nota
periodística, en una entrevista a la Directora del Centro de
Emergencia de Huancayo, se revela que existe un promedio de 1042
casos entre Violencia Familiar y sexual, manifestando el porcentaje
de 51% de maltrato psicológico, el 31% maltrato físico y el 2,9 %
los varones que sufren toda un serie de maltratos, así mismo son
víctimas de violencia sexual, menores de diez años, en un 9.4%
niños y un 1.2% en niñas, sin embargo entre una de sus políticas
de prevención que recomienda la propia Directora del Instituto,
nos dice que es la atención a los afectados, no compartiendo lo
vertido por tratarse de un problema victimológico4.
Así mismo, se puede observar constantemente que
cada 80 de 100 niños trabajan en las calles5,
en diferentes oficios, como: la de lustrabotas, vendiendo caramelos
y limpiando carros, flagelo social que se va incrementando con el
extremo daño que se propicia a través de los medios de comunicación
sean estos, telelvisión, radio, o en lo diarios, así nos dice
los psicopedagogos6
que el modelo de programas que consumen los menores es muy
perjudical al acortar su infancia y guiar a éstos en un mundo
adolescente del que aún no están preparados, señalando entre las
causas más perjudiciales la afrontada entre la relación padres,
hijos y televisión, que genera entre otras cosas una extinción del
diálogo familiar, pérdida de tiempo, crea el consumismo, el
alienamiento cultural, por eso se adoptan moldes extranjeros, que
lógicamente atrae el fortalecimiento de un clima de violencia, es
decir y nos señala que la televisión hace apología de la
violencia, la sexualidad, el terror y el mal gusto.
Constantemente es la misma población la que
protesta o tiene diferentes formas de reacción ante los actos de
trasgresión que cometen los menores, así por ejemplo se unen o se
agrupan en determinados frentes7,
comités de autodefensa, las Apafas de los colegios, la policía se
vuelve más represiva y las instancias oficiales vuelven a
criminalizar cada vez más conductas, pensando que esa es la
solución, asimismo, organismos como el Promudeh que tiene a su
cargo al INABIF (Instituto Nacional de Bienestar Infantil y
Familiar), crean programas de asistencia8,
supuestamente para readaptar al inadaptado, volver a socializar, sin
embargo de que sirve cualquier medida de protección como las
“medidas socioeducativas”9
y su correspondiente internamiento en los Centros Juveniles, como
medida de prevención y rehabilitación, si el menor cuando egrese
de dicho centro, donde encontró una familia sucedánea, muy a pesar
de haber aprehendido un oficio en la cual desempeñarse, encontrará
el mismo o peor clima social del cual se apartó como medida de
fuerza; es decir, de que sirve plantear cualquier programa de
prevención, asistencia, control o similar, si el menor no podría
insertarse a la sociedad como persona honesta, si está lo
discrimina por ser un menor delincuente como lo define, negándole el
acceso a mejores oportunidades, así como de volver a encontrar
aquella banda de la cual se había desligado, encontrar la misma
familia llena de problemas económicos que no puede resolver y que
buscan soluciones en un campo de cólera ante sus frustraciones, si
encuentra un barrio en donde nada ha cambiado, donde siguen los
mismos palomillas que cometen fechorías ¿ entonces sirvió la
medida socioeducativa?.
De los problemas antes descritos, parecerían
estar conectados entre sí y otros tangencialmente separados, pero
existe en la Ciudad de Huancayo una verdadera delimitación de las
causas, los factores, los móviles, que impulsan a la persona en este
caso al menor a cometer determinado acto trasgresor, son acaso
todas ellas las que contribuyen en la psiquis del menor, o sólo
serán algunas de ellas que se mantienen en forma aislada pero a la
vez bien incorporada por el menor, pues entonces el problema no
tanto es ver al menor como objeto de estudio, sino basarse en sus
comportamientos y en el porque delinquieron, entonces ¿Cuáles
son los factores sociales que determinan la Delincuencia Juvenil en
la Ciudad de Huancayo?.
CAPITULO
II
CRIMINOLOGIA
GENERAL: CONCEPTUALIZACION, ANTECEDENTES Y SU RELACION CON OTRAS
DISCIPLINAS
2.- NOCIONES GENERALES.
2.1.
- CONCEPTUALIZACIÓN ADECUADA DE LA CRIMINOLOGÍA
Para efectos del presente trabajo, se deberá conceptualizar
adecuadamente la noción que el criminólogo debe tener acerca de la
ciencia criminológica; por ello nos remitiremos a algunos conceptos
realizados por autores contemporáneos, a partir del nacimiento de
la criminología liberal.
Así tenemos
que la actual denominación de criminología tiene su origen en el
año de 1879, con el autor TOPPINARD; pero en realidad tiene su
conceptualización más reconocida gracias a GARÓFALO en el año de
1885. debiendo de considerar que la verdadera ciencia criminológica,
nace después de los viejos conceptos que se tuvieron acerca de esta
ciencia, por diferentes disciplinas, partiendo desde la antropología
criminal, la Psicología criminal y la Biología criminal, para
después “nutrirse” de la sociología. Así, la ciencia
criminológica se nutre de las antiguas definiciones al ser
demasiadas cortas para la envergadura que importa esta ciencia,
complementándose con las mismas, siendo una ciencia completa con
todo el saber empírico descriptivo que importa; en consecuencia e
aquí algunas de las definiciones más comunes y que abarca en su
totalidad el verdadero objeto de estudio, tenemos:
- Para Raúl Eugenio Zaffaroni
Se tiene que Criminología es el saber o conocimiento que nos
permite explicar como operan los controles sociales punitivos de
nuestro margen periférico, que conductas y actitudes promueven o
que efectos provocan y como se les descubre en cuanto a ello sea
necesario o útil para proyectar alternativas o soluciones
punitivas alternativas menos violentas y más adecuados al progreso
social. (Zaffaroni 1988)
- Para Reyes Echeandía
La criminología tiene por objeto el estudio de la criminalidad, de
las personas a ellas vinculadas y de la reacción social que pueda
suscitar.
- El autor López Rey
Nos dice que el concepto y fin de la criminología están
determinados por el contexto y función que se le asignen.
Conceptualmente cabe distinguir cuatro clases de criminología:
científica, aplicada, académica y analítica. Su separación no es
fácil aunque persigan finalidades diferentes, demandan a veces
métodos distintos que dan lugar a diversos tipos profesionales que
puedan o no coincidir en una misma persona, las cuatro forman parte
de un todo criminológico.
- Para el autor García-Pablos de Molina, criminología:
“Es la ciencia empírica e
interdisciplinaria que tiene por objeto el crimen, el delincuente, la
víctima y el control social del comportamiento delictivo.”10
De los conceptos esbozados el que se acerca más al verdadero estudio
de la criminología se considera a este último, a efectos de
satisfacer el estudio sobre delincuencia juvenil que tocaremos en el
presente trabajo, pues como se pude observar el segundo concepto
engloba al primero, aunque con menos disgregación de conceptos en
su entorno, la conceptualización realizada por García Pablos en su
“Tratado de Criminología” llega a marcar cual es el objeto
especifico en el estudio de esta ciencia, así y en opinión del
mismo autor se tiene que la criminología es una ciencia del ser,
más no del debe ser – a lo cual se abarca las normas espirituales,
o propiamente normativas - es una ciencia fáctica, porque se ocupa
de los hechos, en los cuales predomina la observación de la realidad
sobre la perspectiva normativista y el método abstracto formal e
inductivo, propio de las ciencias penales por ejemplo, asimismo en
cuanto a su objeto la criminología se ocupa del crimen, pero como
infracción individual y como acontecimiento social, así como del
infractor contemplado como ser humano, es decir como complejo
biopsico-social, esto es del delincuente en sus interdependencias
sociales, es objeto de la misma la víctima del delito y del
control social del comportamiento desviado, aspectos estos
últimos, de los cuales en el presente trabajo no lo estudiaremos,
toda vez que el marco teórico se encuentra delimitado al estudio
de los dos primeros, es decir, al estudio del crimen y del
infractor.
2.2.-
CRIMINOLOGÍA COMO CIENCIA EMPÍRICA E INTERDISCIPLINARIA
2.2.1 La criminología como ciencia empírica
El objeto de esta disciplina pertenece al mundo de lo real, de lo
empíricamente demostrable. No al de los valores constituyendo su
ámbito de investigación delimitado y preciso, con un sustrato
ontológico independiente de las normas jurídicas, es decir, es una
ciencia que no se basa en los hechos o en las opiniones sino en la
correcta y objetiva observación que realiza el criminólogo,
analizando estos datos y convirtiéndolos a través de la inducción
en conclusiones valederas.
Así ya desde
tiempos en que Lombroso a través de la Escuela Positiva, asienta
las bases del saber criminológico como método empírico, a partir
de las observaciones que realizo en las cárceles de su país
Italia- sobre la mayoría de reclusos, habiéndose por intermedio
de la observación, análisis y experimentación a la especulación
y el silogismo en el examen de la realidad criminal, dominada hasta
la aparición de la escuela positiva, por el razonamiento abstracto,
formal y deductivo.
Tampoco
debe tomarse a la criminología solamente como ciencia del dato, es
decir no como datos neutros o pacíficos, ya que en la práctica y
sin la guía de una correcta teoría que enmarque e interprete los
resultados obtenidos, deviene que una ciencia rutinaria o de
intuición, convirtiéndose el método empírico en empirismo
craso y las investigaciones en simple
coartada de decisiones ideológicas preconcebidas.
Por lo mismo y en opinión de “Káiser”, en cita de García
–Pablos, “el método empírico fundamental de la criminología
no puede reputarse exclusivo ni excluyente. Es más, la particular
naturaleza de su objeto exige del investigador una actitud abierta y
flexible capaz de comprender el significado de las mismas: El
subjetivismo, la empatía, la intuición no son compatibles con el
naturalismo rectamente entendido, pues este a de asumir la evidencia
de que el hombre trasciende a la causalidad, a la realidad a la
fuerza.
Se tiene entonces, que la criminología por el hecho de ser una
ciencia empírica, los datos analizados en un momento no resultan
del todo exactos a la descripción y análisis de la criminalidad,
toda vez que al igual del desarrollo en la generalidad de la
sociedad, también en el ámbito de la delincuencia, se presentan
constantes cambios en los niveles de interacción social, por ello
con razón Zaffaroni nos dice que “ el horizonte epistemológico
de la criminología se ensancha de tal forma que en poco tiempo
resulta inabarcable o disuelto” y que García Pablos acuña que
“el saber criminológico es por definición un saber abierto y
provisional”, debido al margen de factibilidad que se presentan en
el estudio de los datos observados.
2.2.2
La criminología como ciencia interdisciplinaria.
La ciencia criminológica, si bien en la actualidad se presenta como
ciencia autónoma, logra su emancipación en virtud a un largo
proceso, por el cual se aparta de las otras disciplinas especiales,
afines y auxiliares, como son la biología, la sicología y hasta de
la propia sociología, empero por ser su mismo objeto de estudio el
delincuente, o más bien el ser humano, la ciencia criminológica no
se puede apartar por completo de estas ciencias y que sus distintos
enfoques u órbitas de cada uno de ellos contribuye necesariamente
en la realización de un enfoque global, totalizador, del fenómeno
delictivo, por lo mismo es una ciencia interdisciplinaria que no
puede prescindir de estas ciencias, ya que estos conllevan a un
mejor planteamiento del propio problema de la criminalidad y de su
mejor estudio, a través de un proceso de retroalimentación, en que
cada conclusión particular dada se corrige y enriquece con las otras
conclusiones de las otras disciplinas, propiciándose así resultados
valederos.
Nos
dice el maestro García-Pablos que la interdisciplinaridad de la
Criminología así entendida hoy un principio metodológico
imprescindible tanto desde el punto de vista conceptual como
operativo. (García-Pablos 1999). Esto es
comprensible pues gracias a esta interdisciplinariedad se puede
tomar a la ciencia criminológica como un todo, y es por esta razón
que las investigaciones empíricas se fundan sobre una mejor base
conceptual, a efectos de hacer operativo el propio método empírico
que se propugna.
2.3 RELACIÓN DE LA CRIMINOLOGÍA CON OTRAS DISCIPLINAS
Al ser la criminología una ciencia interdisciplinaria, esta presenta
relaciones estrechas con otras ciencias y disciplinas criminales,
quienes han brindado con sus aportes, a través de premisas e
investigaciones no tan bastas, pero que en suma han contribuido al
encauzamiento de esta gran ciencia autónoma que es la criminología,
así tenemos:
- Relación con la Biología
Dado que la biología es el estudio de la vida, en este estudio
específicamente de la vida humana, siendo un fenómeno de enorme
complejidad, y es justamente esta vida la que se manifiesta de
diferentes formas y procesos, por lo mismo las teorías biológicas
del delito son en suma variadas. Lo que entonces podría estimarse
antropología criminal sin recibir este nombre muestran que autores
establecieron relaciones entre criminalidad, características
físicas, causas biológicas y fisiológicas.
2.3.2 Relación con la Psiquiatría
La Criminología y la psiquiatría, contienen intereses comunes y
diferenciales, así por ejemplo el estudio del crimen, y sus
componentes, como el delincuente; pero se distancia por su
contenido, así la psiquiatría, estudia los comportamientos humanos
psiquiátricamente anormales, cuales han sido sus causas, como estas
se han manifestado y cual es su tratamiento, a través de terapias
estrictamente médicas, viendo esta anormalidad como una alteración
en los centros corticales del cerebro de la persona.
- Con la Sicología
La criminología y la sicología actúan como círculos
concéntricos y como planos secantes, es decir con puntos comunes y
con intereses y valoraciones diferentes. Ocupándose la sicología
marginalmente del crimen, tal como lo demuestra su propia
denominación en sicología criminal habiendo otras
sub-especialidades que la integran, como la psicología del
desarrollo, la psicología cultural y otras; pero es la psicología
forense la que aporta una importante red de conocimientos valiosos
sobre el crimen, pero la criminología desde su óptica
interdisciplinaria trasciende de el enfoque psicológico.
- Con el Psicoanálisis
Esta disciplina médica en torno al inconsciente humano y los
conflictos intrapsíquicos del individuo determinantes de su
personalidad y comportamiento, siendo su principal contribución al
desarrollo de la criminología la de plantear los presupuestos
necesarios para la comprensión del crimen, visto desde los
comportamientos delincuenciales del individuo como consecuencia de
un mal desarrollo en las etapas de su niñez.
- Con la Sociología
Es esta ciencia la que ocupa un papel importante o estelar en el
capítulo de las relaciones con la criminología. Observando al
delito como conducta desviada a cierto tipo de normas que se
establece en un orden común ya determinado por fuerzas formales e
informales. Realizando un análisis sociológico el cual cobra
vital importancia en la criminología, contemplando el crimen no
como expresión de una personalidad patológica, como un hecho
individual, singular y aislado, sino como hecho social, normal, con
magnitud colectiva. Estableciéndose particular idoneidad en las
teorías sociológicas que explican el problema de la delincuencia.
- Con la Etiología
Disciplina esta que contempla el entramado o soporte biológico de
la conducta de las especies vivas delimitando caso a caso el
comportamiento instintivo y el adquirido, a través de la
comparación de la actitud humana y el animal.
Etiología en efecto refiere al origen y al proceso mental que
subyace al acto delictivo procurando un regreso hasta las causas
primeras que determinan que el ser humano incurre en una violación
de una norma legal como delito.
2.4 EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE LA CRIMINOLOGÍA
Si
bien la verdadera ciencia criminológica aparece a mediados del siglo
XIX y conforme a la evolución de las sociedades se tiene que el
origen del crimen se remonta desde la misma historia de la humanidad,
aunque “Carece de sentido, desde luego, la búsqueda del
certificado de nacimiento de la criminología, porque cualquier
intento de poner fechas concretas está condenado al fracaso,”11
pero lo cierto es que cabe destacar una notable proliferación de
teorías criminológicas a partir del siglo XV.
Por lo mismo en el transcurso y desarrollo se fueron gestando
pensamientos y abstracciones de diferentes géneros por lo que se
debe considerar la aportación de diversas investigaciones sobre el
crimen que se realizaron con anterioridad al positivismo
criminológico, sin duda fue decisiva, a la anticipación de los
siglos a la época de la denominada lucha de escuelas “Positivismo
criminológico”.
Por un lado, el autor Gonzáles Berendique indica tres etapas que
encierran la evolución de la criminología: Etapa empírica o
mitológica (hasta el siglo XV), una etapa de Precursores (desde el
renacimiento hasta 1875) y un periodo científico (desde 1876 hasta
nuestros días), considerando nosotros en dos etapas pre-científica
y científica.
2.4.1 ETAPA PRE CIENTÍFICA
Prescindiendo de antecedentes remotos en los diferentes postulados de
la criminología y sus diversas aportaciones, cabe distinguir a dos
fuentes: las de carácter filosóficos, ideológicos y políticos
(utópicos, clásicos y reformistas) y la de naturaleza empírica
(frenología, fisiología, psiquiatría y criminología)
- Tesis procedentes de la ciencia del espíritu
- Del pensamiento Utópico hay que destacar a Tomas Moro (1478-1535), autor de la obra “Utopía”, publicada en 1516, quien asevera que el crimen es una pluralidad de factores, entre ellos la desigualdad en la distribución de riquezas, distanciamiento de la estructura de la sociedad en sus niveles socioeconómicos; condiciones de inestabilidad laboral, el cual trae consigo el desempleo masivo generando el crimen. Así mismo critica la desproporción de castigos al igual que una inflación legislativa. Propugnando por una genuina política criminal de prevención eficaz del Estado y neutralización de las verdaderas causas del delito (miseria, desigualdad). Así establece un derecho premial entendido como aquel premio al buen ciudadano, enraizando la idea que los poderes públicos deben de crear las condiciones necesarias para que el delincuente mediante su trabajo pueda resarcir el daño ocasionado a la víctima. La Criminología Clásica asumió el legado liberal, racionalista de Montesquieu y humanista de la Ilustración, especialmente su orientación iusnaturalista de Puffendorf12 (heredado de la filosofía de las luces)
- Filosofía de la Ilustración llamada también Filosofía de las luces y los Ilustrados, siendo las fundamentales corrientes de la ilustración propugnadas por Montesquieu corriente racionalista, por Puffendorf (Iusnaturalista) y por Bentham (utilitarista), quienes reaccionan contra el derecho y la jurisprudencia del Ancienne Regime del siglo XVIII debido a que este viejo régimen o sistema tenia como medidas una prevención general o de intimidación presentando al delincuente como un ejemplo de los demás reaccionando a la vez contra los modelos inquisitorios de ese entonces.
Entre los filósofos de las luces y cuyo nuevo
pensamiento recae en su precursor César
Beccaria, quien en su libro “Los
delitos y las penas” (1764) denominada en esas épocas como el
manifiesto de la dirección independiente en el derecho liberal su
grito de guerra y programa táctico; parte de la idea del Contrato
Social en el cual fundamenta el principio de legalidad de los
delitos y penas, así explica que “las leyes son las condiciones
con que los hombres aislados e independientes se unieron en sociedad,
cansados de vivir en continuo estado de guerra y de gozar una
libertad que les era inútil en la incertidumbre de conservarla.
Sacrificaron por eso una parte de ella para gozar la restante en
segura tranquilidad.”13Así
mismo, Beccaria propone una política criminal basada en cinco
pilares: leyes claras y simples, predominio de la libertad y la razón
sobre el oscurantismo, ejemplar funcionamiento de la Justicia libre
de corrupciones, recompensas al ciudadano honesto y elevación de los
niveles culturales y educativos del pueblo.
La escuela clásica simboliza el tránsito del
pensamiento mágico, sobre natural, al pensamiento abstracto del
mismo modo que el positivismo representara el paso ulterior hacia el
mundo naturalístico y concreto.14
El objeto de análisis de los clásicos no es el derecho positivo ni
el hombre delincuente o la realidad criminal, sino la imagen del
delito del hombre delincuente, del castigo y de la justicia que
aporta el derecho natural o la razón.
Así también llamada, etapa pre científica fue absolutamente
incapaz de ofrecer a los poderes públicos las bases e información
necesaria para un programa político criminal de prevención y lucha
contra el crimen, planteándose una inseguridad generalizada, por lo
que esta escuela optó por la especulación, por los planteamientos
filosóficos y metafísicos, por los dogmas deduciendo de los mismos
sus principales postulados (libertad e igualdad del hombre, igualdad
de las leyes)
Considera
al crimen como un hecho individual, la misma que refiere el origen
del acto delictivo en una decisión “libre” de su autor,
incompatible con otros factores o causas que pudieran determinarlo.
“El hombre es libre y por serlo es responsable penalmente de sus
actos y en la medida que lo sea.”15
La Escuela Clásica aprecia al delincuente como un
ser que no difiere de los demás hombres y que dotado de libre
albedrío ha optado voluntariamente por la infracción de una norma.16
Así esta ciencia empleo un nuevo método
fragmentario y sectorial, haciendo relucir el método
empírico-inductivo basado en la observación del delincuente y del
medio o entorno de éste, siendo las principales investigaciones las
que se llevaron a cabo en los diversos campos del saber, como en el
campo de la fisionomía de la cual destaca Lavater y Della Porta,
quienes se preocuparon por el estudio de la apariencia externa del
individuo, resaltando la interrelación entre lo somático y
psíquico. Esta concepción viene de la propia praxis desde el
conocido Edicto de Valerio “cuando tengas dudas entre dos presuntos
culpables condena al más feo, o la fórmula procesal que se impuso
en el siglo XVIII por el Juez Napolitano el Marqués de Moscardi
“Odio los testigos de cargo y de descargo, y vista tu cara y tu
cabeza, te condeno,”17concepciones
estas de escaso cientificismo, pero que tuvieron arraigo por las
propias convicciones e idiosincrasia en la práctica criminológica
de aquel entonces. De igual manera en el caso de la frenología.
Así mismo, el delincuente fue pospuesto por los clásicos a un
criterio fundamental objetivo que centró su estudio y análisis en
el delito y en la entidad del daño, lo que implico aislar al agente
del medio y apreciar escasamente su personalidad, contrario a la
escuela positiva que con un criterio subjetivo, atribuye mayor
importancia al estudio del delincuente, tanto en sus circunstancias
personales como sociales, la misma que censura a la Escuela Clásica
al haber desplazado el estudio del hombre delincuente hacia otras
disciplinas, así como en los factores individuales y sociales de la
criminalidad.
- Primeras Concepciones Empíricas
Contribuciones que influyen en el saber criminológico, que ha
diferencia de las primeras no son meras construcciones teóricas,
filosóficas o políticas, sino que cuentan con cierto respaldo
empírico. Destacando la propuesta que formulan los pioneros de la
moderna Ciencia Penitenciaria, basadas en la observación directa de
la realidad carcelaria de la época y sobre todo de la experiencia
empírica y criminológica, que los cultivadores de diversas
disciplinas han acumulado en torno del delito y del delincuente.
Pioneros de la ciencia penitenciaria:
- Howard (1727-1790), con su principal aportación en el ámbito criminológico al priorizar el estudio al hombre delincuente, del recluso y el método de trabajo que prescindieron todas sus investigaciones: contacto directo y la observación de aquel. Howard no solo conoció, describió y denuncio la realidad penitenciaria de Inglaterra en el siglo XVIII sino que consiguió importantes reformas de la misma, a partir de su informe sobre la Geografía del dolor en su libro “Situación de las Prisiones en Inglaterra y en Gales, publicada en 1777.
- J. Bentham (1748-1832) Este autor como discípulo de Howard asumió buena parte de su doctrina poniendo especial énfasis en la atención pública de los reos liberados, así como en la efectiva reforma y corrección del delincuente. Éste filósofo es conocido por su concepción utilitarista del castigo, toda vez que para este jurista inglés dolor y placer polarizan el comportamiento humano, es decir la conducta criminal responde a una ponderación de factores, a un cálculo hedonístico que lleva a cabo el autor del delito, quien como ser inteligente y racional buscara el máximo de felicidad o el mínimo de insatisfacción en todos sus actos. Siendo probablemente Bentham el primero que utilizo el término de profilaxis criminal.
2.4.2 ETAPA CIENTÍFICA
2.4.2.1 POSITIVISMO CRIMINOLÓGICO
Con los positivistas se estructura un sistema de conocimientos de una
realidad específica, enfatizando la necesidad de empleo del método
científico. Logrando delimitar el objeto específico de la
criminología; planteando sus bases a finales del siglo XIX.
Llegandose a considerar la conducta misma del delincuente dentro del
mismo origen de la enfermedad.
Para la Escuela Positiva existen tres dogmas a interpretar así
tenemos la subordinación de los fenómenos sociales a las
inflexibles leyes de la naturaleza; el permanente sometimiento de la
imaginación a la observación; la naturaleza relativa del espíritu
positivo y la previsión nacional como destinos de las Leyes
positivas. Es así, el positivismo cree en la existencia de Leyes
naturales las cuales se originan no en instancias no Iusnaturalistas
y metafísicas sino que estas leyes pertenecen a un orden físico o
social, por lo mismo el positivismo entona una suerte de cosmogonía
del orden y el progreso ya que una ciencia que descubre las leyes que
regulan los hechos permite establecer el orden de esa sociedad y un
progreso constante gracias al previo conocimiento de estas leyes
naturales el mismo que se vigoriza con un respaldo empírico y que no
obstante solamente cumple una cuartada meramente ideológica.
Explica Zaffaroni que “la criminología Burguesa disciplinarista
que imperaba en la Escuela Clásica concebía a la criminalidad como
negativa de un hombre libre a responder a las exigencias de su
conciencia práctica jurídica, es decir a lo que el recto uso de su
razón indicaba que era una acción que no tenía derecho a
practicar”(Zaffaroni 1988), por lo que las elites burguesas han
acostumbrado a desarrollar teorías por las cuales imponen ciertas
leyes “naturales” para que el hombre común haga uso correcto de
sus acciones.
En las tres principales teorías se puede rescatar que las mismas
abarcan o implementan el método empírico inductivo experimental,
toda vez que los métodos científicos son los únicos capaces de
descubrir las leyes inmutables que rigen los fenómenos sociales,
métodos estos que fueron impulsados por el progreso de las ciencias
naturales decimonónicas y la crisis del no liberalismo
individualista ante un nuevo modelo de estado intervensionista.
Al respecto de lo último esbozado, la Escuela Positiva efectivamente
se presenta como superación del liberalismo individualista clásico
en demanda de una eficaz defensa de la sociedad, llegándose a la
necesidad de castigar por parte del Estado para una conservación
social prevaleciendo el derecho de las personas honradas al de los
delincuentes.
1. Principales postulados de la Escuela Positiva:
- El delito no es un ente jurídico abstracto, sino más bien están directamente conectado con su protagonista y su entorno o realidad social, por lo mismo para el positivismo criminológico el delito es un hecho real natural empírico, histórico y concreto.
- Para los positivistas se entiende que la esencia del crimen no se agota en la violación de la norma jurídica y es por eso que se elabora un concepto natural del delito de base sociológica, es decir como sinónimo del comportamiento antisocial de agresión a las condiciones esenciales de convivencia, de igual manera los positivistas asentaron la idea de que no existe el delito sino el delincuente, por lo mismo la persona del delincuente ocupa el centro del sistema, agregando entre sus postulados que el delito es solo un síntoma de la peligrosidad o temibilidad del autor.
- El estudio del delincuente por la Escuela positiva es fundamentalmente fenomenológica entendido como estudio del sujeto el cual no puede estar desligado de su propio objeto. Por lo mismo se da una variedad de tipos criminales y clasificaciones. Al respecto Ferri citado por García Pablos: que la conclusión más importante de la antropología y de la sicología criminal es que el delincuente, más que un tipo único casi algebraico de hombre como los demás, como lo suponía y lo supone la ciencia y legislación clásica presenta, por el contrario, diversas variedades antropológicas por los caracteres orgánicos y psíquicos, con diversa potencia de actividad antisocial.
- “La escuela positiva afirma la exigencia
de una comprensión del delito que no se detenga en la tesis
indemostrable de una causalidad espontánea”18.
2. Principales Representantes de La Criminología Positiva
A) César
Lombroso (1835-1909)
Nace en Berona Italia. Padre de la criminología, quien en 1884 fue
nombrado médico de las Cárceles de Turín, que le permitió un
contacto directo con los reclusos, así también en 1878 organizó un
curso libre de Psiquiatría y Antropología criminal donde asisten
Ferri y Garófalo fundando con ellos una verdadera Escuela en la que
Lombroso es el antropólogo, Ferri es el propagador y sociológo;
Garófalo el estabilizador y jurista.
Las obras de Lombroso son inabarcables tanto por su extensión como
por su amplia temática, entre de sus más de seiscientos cincuenta
publicaciones destaca la Obra “L´uomo delinquente” - El hombre
delincuente - (1876, 1878) basado en las observaciones personales de
múltiples criminales, así también alude a la corrupción de los
poderosos y a su opresión sobre los humildes, justificando el
bandolerismo como una justicia salvaje contra los opresores.
Para la etiología Lombrosiana se considera al
hombre delincuente como una “variedad antropológica con caracteres
específicos entre los cuales destaco ante todo los signos o estigmas
físicos.”19
Así el delincuente es un hombre que ha quedado en un estado
primitivo en el que se presenta un retroceso de evolución:
“involución”, Lombroso llevó el problema de la delincuencia
del terreno jurídico al biológico, por lo mismo en vez de estudiar
los delitos según las definiciones de los códigos considero a los
delincuentes desde el punto de vista psicobiológico.
Lombroso parte de una concepción entre lo bueno y lo malo, siendo
pues a razón del mismo que los feos quienes son los principales
sospechosos; afirmando que el origen del crimen reside en el propio
delincuente como sustento distinto por razones congénitas y
hereditarias.
Entre la tipología Lombrosiana se consolida en su cuarta edición el
Hombre Delincuente (1889) esta integrada por seis clasificaciones,
uno delincuente nato, delincuente loco moral, delincuente epiléptico,
delincuente loco: alineado, alcohólico, histérico, mattoide,
delincuente ocasional: seudocriminales, criminaloides, habituales, y
el delincuente pasional.
César Lombroso en un principio profesó una concepción
exclusivamente atávica del delincuente nato al tenor de la cual
este, no adquiría un sentimiento moral convirtiéndose en un loco
moral; pero después completo este enfoque evolucionista con un
significativo componente morboso o patológico, es decir su fondo
epiléptico, mediante el cual se detiene el normal desarrollo del
individuo y lo convierte en un ser atávico ya que la orientación de
los centros corticales le hará perder lo último que adquirió en su
proceso evolutivo: sentido moral.
De este modo Lombroso sustenta una teoría endógena de la
criminalidad neurofisiológica y de base epiléptica. Sin embargo es
de resaltar que el enfoque antropobiológico Lombrosiano no niega la
relevancia que tienen los factores sociales y ambientales, así en su
segunda edición del Hombre Delincuente analizó de hecho, la
relevancia etiológica que tiene ciertos factores socioeconómicos
como pobreza, migraciones influencias del alcohol entre otros.
Es criticable también de la tesis de Lombroso su
extremado prejuicio positivista, ya que identifica erróneamente
criminal y recluso. Acepta pues acríticamente como objeto de
investigación el resultado o subproducto final siempre
discriminatorio y selectivo del control penal. “Su teoría del
delincuente nato en puridad es una teoría del recluso nato, toda
vez que Lombroso no opero con el correspondiente grupo de control
sino con reclusos para verificar su hipótesis.”20
Zaffaroni nos dice que Lombroso se dejo llevar por una psiquiatría
racista y por los diferentes discursos de justificación de la cárcel
y el maniconnio, es por eso que Lombroso demuestra su alegría cuando
en 1880 se funda en su país nuevos maniconnios judiciales por los
que había luchado.
El autor M.E. Wolfgang, en cita de García Pablos
nos dice “que el enfoque antropológico de Lombroso es más
descriptivo que experimental. Los estigmas y anomalías físicas
constituyen la fuente directa y primaria de información, pero
Lombroso no desarrolla ninguna técnica cuantitativa válida en el
momento de ponderar la carencia o ausencia de asimetrías, sino meras
decisiones subjetivas. Apenas ejerce la necesaria crítica respecto a
la fiabilidad de tales fuentes de información generalizando
indebidamente anécdotas o resultados aislados. Hasta tal punto son
arbitrarios algunos de sus puntos de partida que por ejemplo ni
siquiera tiene en cuenta la edad y estatura del individuo cuando
analiza sus medidas somáticas, pero sobre todo al subjetivismo de su
método anatómico-patológico se une la ausencia de una muestra
representativa y válida, la falta de imprescindible grupo de
control lo que vicia el resultado de las investigaciones cuyos datos
no pueden extrapolarse a la población general, criticas como esta
encontramos también por parte de Zaffaroni quien dice que la
aportación de Lombroso en criminología es más que ingenua; sin
embargo en descargo de Lombroso debe observarse que la estadística
de su época no manejaba aún conceptos hoy casi rutinarios: como
error probable, desviación estándar, coeficiente de variación,
coeficiente de correlación, porcentaje medio contingente, etc.”21
B)
Enrique Ferri (1856-1929)
Nació en San Benedetto Mantúa en Italía.
Retorna como profesor a la Universidad de Bolonia, publicando su
libro “Los Nuevos Horizontes del
Derecho y Procedimientos Penales”
(1880) en el que critica a la Escuela Clásica y se decide por la
corriente Lombrosiana desechando la Teoría del Libre albedrío y
afirmando la responsabilidad por la peligrosidad de la gente. Y en la
tercera edición del libro antes en mención aparecido en 1892 se
denominó “Sociología Criminal”
asentando en este libro los nuevos medios de prevención criminal,
convencidos de que los hechos debe preceder a las teorías y de que
el futuro sistema penal tenia que ser administrado por expertos
conocedores del hombre criminal, señalando a la sociología
criminal como una ciencia única y compleja, la observación
científica por el método experimental del crimen como hecho natural
social y jurídico y de los medios de defenderse contra él, de
prevenirlo y reprimirlo constituyen el objeto de la ciencia.
Uno de los aportes más significativos de Ferri fue en el aspecto
metológico, toda vez que el método experimental inductivo era el
único capaz de amparar el conocimiento necesario para abordar
científica y eficazmente el problema criminal, lejos de la fácil
tentación del fantástico silogismo de la abstracción del
formalismo del pensamiento deductivo escolástico y metafísico, es
así que la psicología positivista, antropología criminal y
estadística social constituyen para Ferri los tres pilares de la
nueva disciplina criminal, de la sociología criminal, de la que el
viejo derecho clásico será mero apéndice.
Así respecto a la negación del libre albedrío Ferri argumenta que
la fisiosicología ha demostrado que el Libre Albedrío es una mera
ilusión, sin fundamento alguno que además repara errores en
detrimento de la defensa eficaz de la sociedad, así el hombre
responde porque vive en sociedad no porque sea o deje de ser libre,
se trata de una responsabilidad legal o social, no moral, que permite
atribuirle las consecuencias naturales y sociales derivadas de sus
propios actos. Para Ferri el delito es producto de una anomalía
biológica, física y social, donde las acciones humanas son siempre
el producto de su organismo fisicoquímico y de la atmósfera físico
social que lo envuelve
La tipología que Ferri adopta como una de las clasificaciones
paradigmáticas del positivismo criminológico, consta de cinco
miembros a las que se une un sexto la que se añade en la quinta
edición de Sociología Criminal, el delincuente nato, delincuente
loco alienado, delincuente pasional, delincuente ocasional,
delincuente habitual y seudo delincuente o involuntario. Pero éste
advierte que dicha clasificación pretende ser un instrumento de
trabajo que sus tipos no eran reales sino ideales.
Debe considerarse a Ferri como fiel exponente del positivismo
criminológico en su orientación sociológica, ya que subraya la
necesidad de una ciencia de observación positiva que se funda tanto
en la antropología, psicología y estadística criminal como en el
derecho penal y los estudios penitenciarios, estableciendo al lado de
la corriente antropológica la sociología como causa de la
delincuencia pero no en forma aislada, sino conjunta, considerando
también los factores físicos.
C)
Raffaele Garófalo (1852-1934)
Nació en Nápoles, en el seno de una familia Aristócrata.
Pertenecio desde muy joven a la carrera judicial, entre sus obras
destaca “Criminología” publicada en 1885.
Entre sus principales postulados se encuentran:
- El concepto de delito natural, partiendo que el positivismo criminológico trata siempre del delincuente olvidando que este concepto presupone el del delito, es por ello que se vio en la necesidad de establecer las pautas para definir independientemente el concepto de delito natural; así para Garófalo, “por natural, se entiende aquello que no es convencional, aquello que existe en la sociedad humana con independencia de las circunstancias y exigencias de una época determinada o de los particulares puntos de vista del legislador. Y concluye así: el elemento de inmoralidad necesaria para que un acto perjudicial se considere criminal por la opinión pública, es la lesión de aquella parte del sentido moral que consiste en los sentimientos altruistas fundamentales: la piedad y la probidad. Ademas, la lesión ha de ser no en la parte superior y más delicada de estos sentimientos, sino en la medida en que son poseídos por una comunidad y son indispensables para la adaptación del individuo a la sociedad. Esto es lo que llamaremos delito natural.”22
- Para Garófalo los factores sociales y ambientales no tienen valor primario en la génesis de la delincuencia e incluso en su prevención, dado que su teoría de la criminalidad es netamente endógena que potencia el carácter congénito o hereditario de la anomalía moral del individuo delincuente; afirmando sin duda las causas externas, consideradas como la tradición, los prejuicios, los malos ejemplos, el clima, las bebidas alcohólicas y otras semejantes, pero de menor importancia. Sin embargo en el verdadero criminal siempre esta presente un elemento específico que es congénito o hereditario –adquirido durante la tierna infancia, en los demás casos- y que deviene inseparable de su organismo psíquico.
- Entre la tipología alcanzada por el pensamiento de Garófalo tenemos que este distingue a cuatro tipos de delincuentes:
- Al asesino
Es el delincuente por excelencia y carece por completo de altruismo,
de sentimientos, de probidad y piedad, de modo que delinque tan
pronto se le presenta la ocasión.
- El delincuente violento
Es un tipo endémico muy condicionado por factores ambientales y
sociales. Pero se trata en todo caso de un sujeto subnormal que por
razones congénitas o hereditarias sufre una deficiencia en su
capacidad moral.
- El ladrón
Como producto de factores sociales, del medio más que cualquier
otra clase de delincuentes, pero a juicio de GARÓFALO algunas de
las manifestaciones del ladrón habría que atribuirles a un remoto
atavismo o incluso a un déficit genérica de energía moral del
individuo.
- El delincuente lascivo
Siendo este de difícil ordenación para Garófalo, ya que algunas
veces se trata de sub tipos del criminal violento y otros el
resultado de meros desordenes mentales.
- La teoría de la pena es otro de los principales aportes de Garófalo sobre todo a las ciencias jurídicas, habiendo defendido la pena de muerte, como consecuencia del pensamiento darwiniano social –sobre el proceso de selección natural- debiéndose condenar con los mismos, cuando el sujeto ha demostrado su incapacidad para adecuar su conducta a las exigencias de convivencia social.
Para Garófalo las teorías retributivas no hacen
sino socializar la venganza y carecen de virtualidad para legitimar
el castigo; desconfía de las posibilidades de corrección del
criminal a través de métodos educativos o pedagógicos, “no
obstante debe observarse que Garófalo abrazó el ideal
prevencionista con todas sus insuficiencias con relación a las
infracciones muy numerosas que no encajan en el concepto de delito
natural, ya que esta postura se aproxima considerablemente a la
de los clásicos, por entender que priman las características del
hecho mismo para la identificación del autor y que respecto a los
delincuentes menores, mantiene la necesidad de análisis
psicológicos y antropológicos que especifiquen cuáles son los
tratamientos científicamente adecuados, caso a caso.”23
3. Teorías Criminológicas de Orientación Biológica
En esta concepción Biología Criminal, se encuentran diferentes
desarrollos teóricos, en el campo de la medicina, que tratan sobre
los caracteres intrínsecos de la persona, y el porqué de su
comportamiento delictivo, presentándose de acuerdo a un proceso
histórico, estudios en genética, endocrinología, biotipología,
así como en el campo de la citogenética, en la neurofisiología y
en la bioquímica.
Estudios estos que en realidad no logran afrontar con éxito el
problema de la criminalidad y mucho menos el de la delincuencia
juvenil, sin embargo estos brindan seguros aportes, al momento de
determinar una de los posibles factores a la creación del crimen.
Entre los principales aportes de la biología criminal para una
ciencia “integrativa” o interdisciplinaria como lo es la
criminología y antes de pasar a dar una somera revisión de estos
en cada campo de estudio desde sus respectivos desarrollos
teóricos, cabe resaltar algunos aspectos a tener en cuenta:
1.- Arrojan notoria luz en el área del delito psicopatológico, pero
ciertamente sólo una pequeña cuota del gran universo de la
criminalidad.
2.- Es indudable que ciertas anormalidades o peculiaridades del
individuo puede aumentar su vulnerabilidad de estímulos hacia las
respuestas ambientales.
3.- La herencia, las enfermedades físicas y otros, como también las
drogas, son factores que aparecen interviniendo con relativo
imperio causal en una conducta de carácter delictivo.
Estas disciplinas nacen en los inicios del siglo XIX las cuales
tratan de dar una explicación ya científica de la criminalidad.
Teniendo en cuenta el carácter singular y distinto del
comportamiento delincuencial con relación al comportamiento
adoptado a las normas sociales y jurídicas. En este origen
singular del comportamiento delincuencial está implícita en una
base patológica del individuo. Surgiéndo por eso con esta ciencia
a una separación tajante entre el individuo inadaptado y el
delincuente juzgándose a este como un ser distinto. Por lo mismo,
el hombre adaptado surge como un ser que tiene la hegemonía en el
poder porque es normal como individuo no presenta anormalidades ni
peculiaridades ni trastornos, en consecuencia este hombre “normal”
se apodera de la posición de autoridad sobre el destino del sujeto
delincuente. Remontándonos a principios del siglo decimonónico y
en base a una cultura netamente protestante religiosa, es que se
llega a considerar a la conducta delincuencial dentro del mismo
origen de la enfermedad, en tal razón el delito y especialmente
quien lo comente, entra a la esfera de la patología médica.
Ya ha comienzos del siglo XIX el pobre, el vagabundo y el ocioso
son categorías distintas que se han convertido en individuos
anormales, permitiéndose con el avance de las ciencias que el
pensamiento positivista de carácter estrictamente médico
sobresalieran y tomaran la hegemonía en el estudio y tratamiento del
individuo no integrado a la sociedad.
En consecuencia, y sabiendo que la criminología es una ciencia
interdisciplinaria, cuyos aportes de otras ciencias dedicadas al
estudio de la criminalidad son de vital importancia, para poder tener
mayor claridad de las cosas, se considera necesario realizar una
síntesis de los diferentes aportes desde la biología criminal
hacia la criminología. Así tenemos:
A)
Por la genética criminal
Disciplina que trata de encontrar la relación directa que existe
entre la herencia y la criminalidad, es decir aquellos caracteres
de los padres trasmitidos a los hijos.
La criminología genética, por mejor llamarla, proviene pues desde
tiempos ya lejanos, desde la época de griegos y romanos, quienes se
preguntaban, que material somático se trasmite y cual es su
proceso; así surgen hipótesis como: la de Platón, que predicaba
que todo rebaño debe de concebir su belleza sin degenerarse, la
de Pitágoras al decir que a efectos de la no existencia de niños
débiles, los padres debían de abstenerse de la cópula en estado de
ebriedad.
Concepciones estas que, nos trae al campo de lo irreal, al pensar
que si el padre había sido un delincuente habitual, o lo que en el
medio se llama delincuente común, este carácter lo heredarían los
hijos, o si el padre era drogadicto, pues los hijos nacerían de la
misma manera, explicación que se da sobre el delincuente nato que
Lombroso figuro como teoría.
Una verdadera ciencia genética, aparece y se empieza hablar, recién
a inicios del siglo decimonónico con Juan Gregorio Mendel y
Weismann, Médicos que realizaron y manejaban acorde con su tiempo,
estudios y concepciones meramente médicas, dejando de lado que en
último término las características humanas no solo son físicas
y fácilmente observables sino también fisiológicas y psíquicas.
Caracteres que en suma cuenta son producto del medio que plastifica
las disposiciones y su interrelación que claramente impide aislar
variables y observar con claridad la pureza o trasmisibilidad de
ciertos atributos.
Dentro de las teorías de corte biológico, se puede observar
caracterizaciones como:
- Tipo físico
El cual se adopta a través de la herencia, en base a una cierta
“ley de defensa de la especie”, es decir y en concepción
antigua, que no debería pertenecer a la especie humana que
supuestamente ha heredado ciertas taras de los padres; haciendo esta
postura disquisiciones en las cualidades físicas del sujeto, como
si este es malo o bueno, si es feo o bonito, alto o bajo. Rasgos o
particularidades del sujeto, que solo se acentuarían en
predisposiciones del delito, cuando estos tan solo dependan de su
función para con el centro. Sin embargo, surgen posturas que
abogan por la neutralidad de las disposiciones recibidas por la
herencia, es decir, estos rasgos físicos trasmitidos vía herencia
no tiene y no son factores imperantes en el comportamiento
delictivo.
- Enfermedades físicas
Sin lugar a dudas las enfermedades que se puedan
traspasar genéticamente, solo tienen relevancia criminal según
el sujeto para con sus situaciones vitales encontradas, es decir en
el transcurso de la vida que este pueda llevar, pudiendo generar que
el sujeto se viese frustrado en sus aspiraciones, justamente por
causa de padecer algún tipo de enfermedad física, como cojera,
labios leporinos, etc. Empero cualquier enfermedad cual fuere
depende de la posibilidad de un buen tratamiento.
- Anormalidades psíquicas
Es aquella herencia criminal las cuales incluyen ciertas taras que
presenta el niño desde el nacimiento, debido a que los padres eran
grandes delincuentes; pero debe observarse que si bien, sin lugar a
dudas se transmiten ciertas taras, que en la actualidad pueden ser
superadas desde la concepción en la formación del cigote, pero
que estas taras o herencia criminal son factores trasmisibles que
no necesariamente son parte del carácter, ya que este se forma en
la consecución del desarrollo del menor sujeto a normalidades
físicas, pese a ello el menor ve formado su carácter de acuerdo a
lo que Gonzáles Berendique llamaría pastificación del factor
por el medio ambiente. Lo cual a comprensión nuestra significa, que
se puede dar el factor criminal trasmisible vía herencia, pero que
este será factor precipitante solo en la medida que el
comportamiento se vea influenciado por el medio ambiente que rodea al
hombre.
- Peculiaridades fisiológicas
Características que se concentran directamente con el
funcionamiento del sistema nervioso autónomo, en el cual se ven
aparejados la labilidad o reactividad que la persona siente respecto
al alcohol u otra droga, es decir, es ese desliz o inclinación que
la persona experimenta ante situaciones de ingesta de alcohol o
drogas.
Por lo mismo, ante tal labilidad se presentan siempre ciertas
anormalidades del sistema nervioso central, lo cual reduce la
respuesta al temor del castigo, que debiera tener toda persona y por
lo cual llega a concebir como un hombre adaptado, pero si falta tal
temor, lo que sigue es la concepción criminal o llamada lenta
recuperación electrodérmica.
Presentándose una máxima predisposición del sistema nervioso
autónomo para la delincuencia por implicar una mala capacidad de
condicionamiento social, lo cual surge, si el ser humano
consigue una aproximación integrativa, que va desde la comprensión
de la disposición criminal, la misma que indefectiblemente va unida
al medio en que se desarrolla.
Para concluir sobre la trasmisión genética cabe decir que de
alguno de los caracteres reseñados podría contribuir en el
ámbito biológico a cierta vulnerabilidad especial a los demás
factores que integran el proceso criminogenético. Como es el caso
de la llamada herencia peyorativa, consistente en una herencia
mórbida potencial, débil en los padres y que se trasmite
agravada a los descendientes hasta convertirse en enfermedad a
anomalía grave.
B) Endocrinología
criminal
Esta disciplina explica que son las disfunciones hormonales, las que
por su influencia sobre el temperamento y carácter del individuo,
puedan generar el desarrollo de la delincuencia, es decir, trata de
explicar el fenómeno criminal a raíz de ciertas anormalidades que
se presenta en el sistema endocrino del individuo; así se afirma
por esta concepción que el famoso delincuente nato, tendría un
sistema endocrino peculiar, por no decir especial o diferente al
resto del grupo social, la misma que tiene relación con un trastorno
endocrino temporal.
Sin embargo, parece dudoso calificar el trastorno endocrino
temporal como único elemento interviniente en la determinación
de la conducta delictiva. Por tanto, sólo en algunos casos extremos
se presenta la delincuencia por disfunciones en el sistema
endocrino, tratándose en algunas ocasiones de meros delitos
patológicos.
C) Biotipología
criminal
Por
el contrario esta disciplina, encuentra la correlación entre los
rasgos de la estructura corporal de individuos con ciertos rasgos
psíquicos, llegándose a generar biotipos determinados de
delincuentes; tales como la clasificación que realiza Ktretschemer
al realizar una cierta distribución de biotipos en delincuentes,
dividiéndolos en leptosomático, atléticos, displósicos, quienes
serian la población normal, y además los pícnicos, quienes se
comprenderían dentro de la criminalidad estudiada, realizando una
percepción con ciertos matices, así los leptosomáticos son los que
cometen en su mayoría robos y estafas, delitos que no son
violentos; los atléticos, quienes serían los delincuentes brutales
y serían en su mayoría, mayores a los cincuenta y cinco años de
edad; por otro lado se tiene que los pícnicos, aquellos que bordean
entre los cuarenta y cincuenta años, serían quienes cometen
estafas y hurtos agravados, serían en realidad los leptosomáticos
que han evolucionado tardiamente.
Muy por el contrario el autor Mannheim, llega a la conclusión
pesimista sobre el valor predictivo de la biotipología, al
expresar que no hay combinación específica de constitución
del carácter y temperamento que determine si un individuo llega
a ser delincuente.
Otra de las tipologías más resaltantes de esta disciplina es la
que esboza Sheldon, quien tiene cierta distribución peculiar de
biotipos, así tenemos al mesomorfo, que serían los atléticos; los
endomorfos, quienes cabrían en los pícnicos, ambas tipologías son
los criminales de mayor peligrosidad, y los endomorfos o
leptosomáticos; sin embargo clasifica a determinados individuos en
razón del oficio o profesión que predican, así mesomorfos y
endomorfos son aquellos jefes de negocios, políticos, militares y
hasta novelistas.
E) Citogenética criminal
Esta corriente asegura que existe mayor vulnerabilidad ante los estímulos ambientales de sujetos con una u otra alteración del patrimonio cromosómico.
El estimarse diverso o ser clasificado de diferente por otros, en
alguna medida puede conducir a la profecía que se autocumple, o al
que el individuo en alguna medida autojustifique su comportamiento
desviado en razón de la anormalidad.
En la realidad, se ha observado a pequeños con deficiencia, como
aquellos que sufren del Síndrome de Down, en la que por su misma
condición especial se les aloja en centros de educación diferentes
a los del común de las personas, generando en cierta forma con
este desprecio o rechazo, a que el menor manifieste conductas
desviadas, aunque algunos alcanzan las verdaderas conductas
delictivas. Así también en muchos casos extremos sobre delitos
cometidos, se pueden hablar de delitos psicopatológicos y que
en otros la relativa anormalidad puede mirarse como una de los
factores intervinientes en la dinámica delictiva.
De esta manera viendo como la intervención de estas anormalidades,
se puede decir que potenciándolos con otros, es recién que nos
dará base para una conducta delictiva.
Entre las anormalidades que se presentan en el campo de la
citogenética, tenemos las neurofisiológicas, en las que destacan
las disfunciones cerebrales y las anomalías en el sistema nervioso
autónomo; sin embargo el aporte que se rescata de la
neurofisiología es relativamente modesta, ya que ciertos seres o
individuos por anomalías del sistema nervioso central o con
peculiaridades del sistema nervioso autónomo experimentan una
capacidad de control de su conducta menor que otros seres normales;
es decir tienen una menor capacidad de controlar la conducta o de
prever las consecuencias de una acto, por lo que sin duda junto a
otros talentos acaecerá un relativo imperio criminogenético.
Asimismo, respecto a las peculiaridades bioquímicas correlacionado
con ciertos desequilibrios químicos traen consigo comportamientos
desviados; peculiaridades que se presentan sobre la base de ciertos
factores que tienen incidencia en el comportamiento criminal, como
el hambre que genera en su mayoría irritabilidad, agresividad y
el llamado embotamiento del sentido moral; asi también son
factores la autominocis, la hipoglusemia como los contaminantes
ambientales, que quiérase o no producen trastornos mentales, desde
el mismo stress; del mismo modo, y lo que comúnmente se observa
en nuestra realidad, son las alergias presentadas por substancias
químicas en los alimentos entrando a colación en este punto todas
las diferentes variedades de drogas y estupefacientes,
presentándose inclusive una relación directa entre crimen y
drogas, comprobándose que en muchas ocasiones el delito no se
habría producido sin la droga; porque la droga provocó un daño
intrínseco en la psiquis del sujeto.
4. Psicoanálisis del Crimen
El psicoanálisis nace como un puente entre dos
disciplinas, la sicología y la psicopatología, entendida esta
última como determinadas disfunciones o anormalidades psíquicas,24
los cuales explican ciertos comportamientos antisociales y/o
delictivos. Habiendo sido construidas las teorías psicoanalíticas
sobre diversas clases de desajustes conductuales, siendo la
contribución del psicoanálisis a la criminología una gran
influencia en el estudio de la criminalidad juvenil.
Así la investigación psicoanalítica del comportamiento criminal
se encuentra principalmente en el hecho de que los mismos impulsos
sociales inconscientes en el ciudadano obediente de las leyes son
los que llegan a realizarse activamente en el criminal, en perjuicio
suyo y en menor grado también en la sociedad, esto tomado sobre la
base de la propia disciplina que desarrolla la psicología; como
dijimos anteriormente tomando el fenómeno de la delincuencia
juvenil como algo normal, es por eso que “la tendencia influida
por los descubrimientos del psicoanálisis a considerar las
similitudes entre los delincuentes y los no delincuentes en lugar de
sobreestimar sus diferencias ha sido sobre manera fructífera”.
(Friedlander 1950)
Entre las diversas características del psicoanálisis, así como
sus principales postulados se pueden reducir a los siguientes:
1.-
Se trata de un modelo psico dinámico
2.-
Responde a un determinismo biológico
3.-
Concede un significado capital al instinto sexual (pan sexualismo)
4.-
Se distingue cinco etapas de la libido: oral, anal, fálica, latencia
y genital .
5.-
Topográficamente se divide el psiquismo en tres partes: consciente,
preconsciente e inconsciente.
6.-
El único método que permite captar el significado real de la acción
humana es el introspectivo.
7.- Distingue
tres instancias mentales: el ello, el yo y el super yo.
8.-
Las raíces de las tendencias inconscientes que determinan nuestros
actos se remontan a las experiencias de la primera infancia.
9.-
Aceptación de que el ambiente también ejerce influencia sobre el
individuo a partir de su crecimiento.
A) Estudio
del Psicoanálisis en la Delincuencia Juvenil
Como se dijo anteriormente y siguiendo los principales postulados
(principalmente el postulado “8”), desarrollados en su mayoría
por Sigmud Freud a través de su estudio de sus pacientes adultos,
muchos de estos fundamentos de concepciones teóricas sobre la
criminalidad presentada en los jóvenes delincuentes, traen consigo a
que nuevos autores lleguen a realizar nuevos planteamientos del
problema que el presente estudio pretende desarrollar.
El autor Friedlander nos dice que “si se tiene ante nosotros un
pequeño, éste es exclusivamente gobernado por sus impulsos, en
cuya satisfacción encuentra placer. Muchos de estos impulsos son
antisociales. Pocos años después vemos a una mayoría de estos
niños socialmente adaptados y solo unos pocos continúan mostrando
características que recuerdan al pequeño, no obstante haber
alcanzado intelectualmente el mismo estado alcanzado por los
adaptados. Es evidente que el primer paso a la comprensión de estos
niños debería ser la investigación de los factores que han
originado a la datación social de la mayoría”.(Friedlander
1950)
Esa comprensión de los impulsos que manifiesta
el niño en sus primeras etapas de vida, no es fácil verificarla sin
una correcta medición, el mismo que es tarea y ha sido del
psicoanálisis. Es así que muchos de los impulsos no superados
durante las primeras etapas de crecimiento en el niño luego se ven
manifestadas, debido a otros factores que influyen en la aparición
de aquellas conductas guardadas en el subconsciente. Es decir, el
reflote de esos impulsos primitivos, “...se ha visto que la forma
como se modifican esos primitivos impulsos hallase en gran medida
influida por los factores ambientales”25.
Esta imagen emocional del niño permitirá establecer que factores
ambientales específicos conducen al desarrollo positivo, así como
estimar la importancia de las condiciones ambientales que acusan
relación positiva con la frecuencia de la delincuencia.
1.- Sobre la teoría de los instintos
Los impulsos que se manifiestan en el
comportamiento de los niños tienen que ver directamente con los
instintos de estos, es decir sus “expresiones de necesidades
instintivas”26,
ámbito este explorado sobre todo por psicólogos toda vez que el ser
humano es sumamente complejo, puede presentar diferentes
manifestaciones instintivas, las cuales son abordados por diferentes
teorías, a saber:
a. La Teoría Freudiana de los Instintos
Freud definió al instinto como un estímulo que
se origina en el interior del cuerpo a diferencia de aquellos que
desde el exterior llegan a nuestros órganos de percepción.
Afirmando, que si nace un estímulo en el interior del cuerpo no
puede evitárselo mediante la huída, el mismo que continua
ejerciendo su influencia provocando una tensión que puede aliviarse
por medio de una acción adecuada que produce alivio y que es sentida
por una satisfacción.
b. Teoría de la Fusión de los Instintos
Nos dice que en la salud mental, existe
normalmente una fusión entre los dos instintos primordiales: el
sexual y el agresivo, por lo mismo en el desarrollo infantil hay
estadios en los cuales las tendencias agresivas o las sexuales
hallase más pronunciadas, pero el instinto opuesto siempre está
presente.
2. Maduración de los Instintos
De acuerdo a la concepción freudiana se distingue
cinco fases o etapas de desarrollo, las mismas que se esbozan
mediando la circunstancia que el objeto del presente trabajo no las
incluye sino más que como referencia:
a. Fase oral
A
causa de la importancia de los sentimientos y actividades del niño
durante su primer año de vida, a este estadio del desarrollo
instintivo se le llama fase oral y es la boca la zona erógena de
dicha fase. Así la boca va adquiriendo en estos primeros meses de
vida cada vez mayor importancia como zona corporal de la cual puede
el bebé obtener placer, siendo por tanto la boca el centro del
placer en esta fase inicial del desarrollo de la libido, por lo que
fijaciones y regresiones en esta etapa provocarían luego en la
etapa del adolescente y el adulto a cometer algunos comportamientos
delictivos, siendo “propensos a delitos de expresión verbal.”27
Al momento de examinar la maduración de los
instintos en el niño, es de vital importancia la primera etapa,
en razón que las primeras relaciones del menor deja su impronta en
su personalidad, y cuando estas no resultan a la satisfacción del
menor genera que el niño no alcance un completo desarrollo,
manifestándose en lo futuro con posibles comportamientos
desviados. Gracias a la teoría analizada, se dice que el menor no
cruza el puente hacia la etapa anal, debido a frustraciones en
las relaciones humanas. De ahí que la primera relación del niño
con la madre solo se basa en la satisfacción de las necesidades
materiales, así en el menor de un año se presentan algunos cambios
que al final ejercerán un papel importante en el desarrollo del
mismo:
- Desarrollo emocional
Durante la segunda mitad del primer año se
observa un cambio en la relación del niño con la madre, debido a
que el menor parece ahora advertir que la madre es persona distinta
de los demás seres que le rodean y desea su proximidad aunque no se
sienta cómodo, siendo diversos los factores que contribuyen a
fortalecer esta relación, así tenemos entre ellos:
la gran dependencia infantil de la madre, el acrecentamiento de las
necesidades instintivas del niño, que por vez primera se orienta
hacia el mundo exterior, y el hecho de que las necesidades
instintivas no pueden esperar a ser satisfechas. En la primera
época de esta relación “materno filial es perfecta”28
- Perturbaciones en la relación materno filial
Esta surge por ejemplo cuando el niño ya debe ser
destetado, además de tener que aprehender a estar solo largos
lapsos, e inicia su entrenamiento para la limpieza, también el niño
ya ha percibido que su madre no es el único ser, y que también
existen otras personas, ocurriendo esto generalmente entre niños
desde tres años de edad, conocido como conciencia
de otros individuos29,
pues a esta edad el niño presenta tendencias agresivas y con
cada desengaño reaccionará con ira u odio, presentándose
muchas veces a esta edad las acostumbradas pataletas que el niño
hace a fin de satisfacer sus necesidades, por lo tanto ya el niño a
advertido sobre la suposición errónea central de su relación
para con la madre, percatándose este que no puede ser enteramente
feliz con la madre a causa de sus demandas para con ella son
demasiadas y sus necesidades instintivas antisociales.
b. Fase anal-sádica
Desde el final del primer año hasta
aproximadamente la mitad del tercero, la boca pierde importancia
erógena y los órganos de excreción pasan a ocupar el primer
plano como zona corporal susceptible de brindar placer erótico.
En contraste con la actividad instintiva de la
primera fase, las actividades auto eróticas concentradas entorno al
ano a menudo no son visibles para el mundo exterior; por el mismo
hecho que estas actividades auto eróticas son pocas observables,
ya que a esta edad empieza a cobrar importancia la influencia que
ejerce sobre el menor el medio ambiente en el que vive, el cual se
opone a la satisfacción instintiva, toda vez que estas necesidades
de satisfacción auto eróticas, empiezan a decaer en cuanto a su
satisfacción con el propio cuerpo del niño, centrándose como
objeto a las personas de su entorno especialmente al de la madre,
con quien el niño a empezado a desarrollar ampliamente su
desarrollo emocional y su presencia y cuidado son parte integrante
del mismo, presentándose en los comienzos una proximidad inmediata
con la madre –etapa oral- para luego convertirse en fuertes
tendencias agresivas expresadas en cóleras o en odio, las que se
manifiestan sino se cumple las exigencias del menor, por lo que es
común ver a niños de esta edad haciendo rabietas o “berrinches”
a efectos de cumplir sus necesidades. “ A esta edad el niño es ya
lo bastante fuerte para lastimar a otro más pequeño, pero su
desarrollo emocional no ha avanzado aún lo suficiente como para que
le apene el dolor que pueda inflingir a otro”30
c. Fase fálica
Es hacia la mitad de los tres años en que el
niño empieza por tomar especial consideración hacia sus genitales;
comenzando a observar diferencias el niño en cuento a su cuerpo
para con el resto de su edad, “presentándose en el niño el
complejo edípico y en las niñas el complejo de castración.”31
Las necesidades instintivas de este periodo son para el observador
más ostensiblemente sexuales que las de la fase anterior.
- Sobre el conflicto de Edipo
Según S. Freud, muchos delincuentes jóvenes los son porque no han
resuelto su problema edípico, partiendo de la vieja y celebre
tragedia griega literaria, en la que Edipo, sin saberlo da muerte a
su padre y se casa con su propia madre; en esta etapa fálica el
niño experimenta una atracción sexual hacia el progenitor del sexo
opuesto, unido a un sentimiento de odio hacia el de su mismo sexo.
Es decir, en esta etapa de la niñez otras personas empiezan a
cobrar importancia.
El padre si bien desempeña un papel en la vida
infantil, su presencia pese a ser agradable no es un comienzo
necesario para la felicidad infantil, en razón que este no es quien
satisface las primeras necesidades del niño, es por eso que en
niños de tres años a más las necesidades instintivas no se
orientan ya exclusivamente hacia la madre.
Así tenemos diferencias sobre la actitud del niño, el cual se
muestra imperativa frente a la madre, de quien espera admiración
como varón y ser tratado de forma adulta, entremezclándose una
actitud de amante hacia la madre, y es por lo mismo que surgen celos
para con el padre, llegándose en algunas ocasiones a una cierta
rivalidad con él.
-
Sobre el complejo de castración
Respecto a la actitud de la niña en esta etapa, esta trunca su
primer objeto amoroso, es decir de la madre hacia el padre.
La admiración de la niña para con el padre, empieza aparecer con
más claridad, aparejada con el deseo de la niña de que sea el padre
quien le brinde los cuidados necesarios; apareciendo también en
esta etapa una sombra para la niña al extrañarse respecto a su
sexo, si bien en la primera etapa los niños solo conocen el órgano
masculino genital en esta etapa fálica la niña se extraña de no
ser un varón, naciendo en algunas ocasiones un cierto resentimiento
de la niña hacia la madre por no haber nacido varón..
Tendencias
estas que deben superarse satisfactoriamente, pues de no hacerlo
producen graves disfunciones en la estructuración de la
personalidad, llegando a generar un complejo de culpa criminógeno
“el sentimiento de culpa de este modo induce al individuo a la
comisión del delito porque conlleva un requerimiento auto punitivo,
el sujeto busca la pena, lo necesita.”32
d.
La fase de latencia
Después
del quinto año de vida, es cuando las necesidades instintivas han
alcanzado una fuerza considerable e invadido gran parte de la esfera
intelectual, es darle una firme declinación de la vida infantil
puramente instintiva, es decir en el transcurso de este periodo el
niño deja de lado ciertos deseos orientados sobre todo a los
padres, sobre todo por que su capacidad intelectual ha despertado con
la vivencia que trae consigo la etapa propiamente escolar,
habiendo ampliado su círculo en el cual se desenvuelve, tan solo
presentando necesidades instintivas de segundo plano, con
ocasionales y repentinas apariciones, por lo general las
concretadas en forma de juegos sexuales entre niños de
aproximadamente idéntica edad.
Con
la solución del complejo de edipo a través de los procesos de
identificación y sublimación- el niño ingresa a un nuevo periodo
vital. Es así que, en esta fase se alcanza a un desarrollo primario
del yo y del super yo, habiéndose llegado por primera vez en el niño
a una formación de grupos, con los que comparte intereses y
necesidades de no muy diferencial índole, formación de grupos con
la intención de lograr la aprobación paterna, surgiendo con esto
una verdadera adaptación que luego se vera reflejado en el adulto,
comportamiento de este último que depende del primer prototipo
grupal. Pero el niño, aún no se ha apartado por completo de su
comportamiento instintivo, si bien como dijimos esta pasa a segundo
plano, la mayoría de instintos se presentan a través de los
ensueños que el menor experimenta, retrotrayéndose en el periodo
de latencia al conflicto edipiano.
Por
eso, “la tenacidad en que los niños se aferran a los ensueños
diurnos y el placer que derivan de ellos permiten reconocer su
origen instintivo,”33
es decir en el periodo de latencia el yo infantil se fortifica el
crecimiento intelectual del niño y a nuevas experiencias, pudiendo
tener un mayor control en sus necesidades instintivas. Es en el
periodo de latencia la época durante la cual quienes más tarde
llegarán a ser criminales denuncian por primera vez señales en su
comportamiento antisocial.
e.
Fase genital (instintos en la pubertad)
Con
la maduración de los órganos sexuales en la pubertad, la vida
instintiva vuelve a tomarse en primer plano, unido a las necesidades
sexuales como a las agresivas. En la pubertad con la
reviviscencia del instinto sexual, también los conflictos de la
última fase edípica que habían permanecido más o menos ocultos
en el periodo de latencia despiertan nuevamente el normal
desarrollo de la pubertad, que dependerá de la solución más o
menos eficaz del conflicto de edipo.
Diversos
comportamientos surgen en el púber en el desarrollo de esta etapa.
Tal es así que, por lo común el adolescente ha olvidado todo
cuanto se relaciona con la masturbación infantil y en este
momento vive esa tentación como una experiencia nueva. Así
también, con el renacimiento de los conflictos edípicos, el cambio
de objeto amoroso se torna urgente en la pubertad y su primer signo
puede verse en la rebelión más o menos rancia contra la
autoridad paterna. Lo cual solo se equilibrará con el respeto de
ambas partes o la ruptura emocional, lo que dependerá sobre todo “de
la personalidad de los padres y de su comprensión del conflicto
emocional infantil”34
3.
Crítica a la teoría psicoanalítica
Esta
teoría encuentra sus principales críticas por parte de la escuela
liberal, en la que prima necesariamente el modelo sociológico, como
marco estructural para la explicación de las conductas desviadas,
así tenemos:
1)
Que desde la perspectiva psicoanalítica, se interpretan mediante
estructuras conceptuales meramente subjetivas y psicológicas,
tanto el comportamiento criminal como la reacción punitiva;
asimismo, las relaciones socioeconómicas permanecen extrañas a
la teoría psicoanalítica. 35
2)
De igual forma García Pablos de Molina concluye que:
- No existe en puridad una sola teoría psicoanalítica de la criminalidad, sino varias hipótesis. 36Esto en razón que no sólo existe el pensamiento Freudiano sobre la explicación psicoanalítica del crimen, sino más bien, esta teoría se ve luego modificado sobre todo por corrientes revisionistas en las que destaca Carlos Young, quien hace distinción entre las personas extrovertidas e introvertidas, siendo el postulado más significativo para la criminología la que reside en la idea del “inconsciente colectivo”.37 Otro pensador revisionista a la corriente psicoanalítica es A. Adler, quien concibe a los factores sociales una importancia decisiva en el desarrollo psíquico del individuo38.
- Pablos de Molina (1999) nos dice que “el individuo depende más del ambiente social que de una supuesta organización psíquica general”. Tendencia esta, en la que se connota el cambio de pensamiento sobre el significado etiológico atribuido a ciertos conflictos como el de edipo; la culpa inconsciente, etc., cediendo terreno a las nuevas perspectivas, sobre el proceso de aprendizaje del niño y otras tesis que cobran interés en el análisis de la psicología colectiva.
- Asimismo se le critica al psicoanálisis su escaso método empírico, en poner la mayoría de sus aportaciones en meras especulaciones, por eso mismo “sus proposiciones son irrefutables porque no son verificables”39.
- De igual forma el complejo de culpa como explicación psicoanalítica del crimen es una “ generalización desmedida”40 ya que como se verá más adelante, sobre todo en el menor desviado, se presentan ciertas formas o técnicas de neutralización a este sentimiento de culpa por el acto delictivo efectuado.
- Sin embargo, esta teoría se justifica en sus planteamientos sobre la explicación del crimen si se le observa y analiza desde su propia perspectiva, es por eso que “políticamente el psicoanálisis refleja el marco individualista de la sociedad que lo vio nacer.”41
CAPITULO IIi
TEORIAS SOCIOCRIMINOLÓGICAS
3. GENERALIDADES
Estas
teorías parten de los postulados de una sociología general, en el
año de 1890 se ocupó del estudio de las características de los
hechos sociales, para luego ensalzarse de nuevos aportes,
bifurcándose hacía una propia ciencia que estudie la criminalidad
propiamente, naciendo la sociología criminal, cual tiene por objeto
el estudio del fenómeno de la criminalidad en todas sus
dimensiones.
Para
Comte la sociología “es la ciencia general que demuestra las leyes
generales de la estructura y funciones de la sociedad”,42
es así también quien se preocupó por la naturaleza colectiva del
ser humano, enfocando todos los fenómenos sociales dentro del
concepto general de sociedad.
Sin
embargo fue Adolfo Quetelet, quien antes de Comte es designado como
el primer sociólogo criminalista. 43
Para Emilio Durkheim la sociología general estudia y define el tipo
de sociedad que trata de estudiar, examinando la manera que influye
este tipo en la formación de la diversidad de hechos sociales que
en ella se manifiestan, al influir tales hechos sociales sobre el
tipo mismo de sociedad, poniéndose en evidencia las causas de la
formación de tales tipos sociales.
Para
Spencer la Sociología comienza estudiando los factores intrínsecos
y extrínsecos constitutivos de los fenómenos sociales y luego los
hechos generales de estructura y función de las sociedades, la
evolución de las Instituciones y los hechos sociales mismos,
descubriendo por último la recíproca dependencia de los varios
fenómenos estudiados.44
Toda sociedad, dice Herberto Spencer sea rudimentaria, sea evolutiva,
presenta fenómenos que puedan referirse a los caracteres de las
unidades que la componen y a las condiciones en que existen
subdividiendo estos primeros factores, obtenemos los factores
extrínsecos(clima, suelo y fauna) y los intrínsicos (caracteres
físicos, emocionales, e intelectuales del hombre individuo o de la
unidad social)
3.1 CONCEPTOS DE SOCIOLOGÍA CRIMINAL
La sociología criminal recibe este nombre en el año de 1891
partiendo del tronco de la sociología general.
Para Colajanni en su obra Sociología Criminal, esta tenía que
estudiar los siguientes puntos:
- La génesis y etiología del delito.
- El tratamiento del delito que se subdivide en prevención, o higiene social y represión o derecho penal.
- La misión de la sociología criminal estudia la historia y la marcha de la criminalidad para dar importancia a los medios preventivos y represivos empleados en contra de ella.
En resumidas cuentas, el objeto de la sociología criminal será el
fenómeno de la criminalidad en todos sus aspectos y relaciones: lo
mismo en el objetivo –crimen, delito, infracción criminal – que
en el subjetivo – delincuente y sus elementos de concurso, o de
las causas determinantes del primero- bien sean e carácter
meramente físicos y/o de predominio social.
- Para A. Köhler es la doctrina de las influencias que las relaciones sociales tienen sobre las causas del delito y estudia la lucha misma.46
- Es una rama de la sociología que estudia al criminal como fenómeno social, y el condicionamiento, por el medio, del autor y de su acción criminal, con el fin de lograr el conocimiento de las manifestaciones reales, sus causas y el verdadero alcance del criminal. 47
- Es una ciencia que estudia la criminalidad como fenómeno social entendida la palabra social en el sentido del fenómeno de masa, o fenómeno colectivo, es decir en el conjunto, el mismo que es el resultante de particulares acciones individuales siendo consideradas como un todo y como un complejo unitario.
Por tanto el propósito de la sociología criminal centra su estudio
en la descripción y explicación de las condiciones sociales del
delito y la conducta social, así como sobre las características del
control social.
Estas corrientes sociológicas de fines del siglo
decimonónico es impulsado por Gabriel Tarde (1882)48,
Durkheim (1895) y Tonnies (1895) quienes parten de la normalidad
estructural del delito, acentuando el concepto como normal al
delincuente, porque ser una persona igual al resto de sus congéneres.
3.2 TEORÍA ESTRUCTURAL-FUNCIONALISTA O DE LA “ANOMÍA”
3.
2.1. EMILIO DURKHEIM
Este enfoque estructural funcionalista (enfoque macrosociológico) nace con Durkheim, en un concreto contexto histórico: el de la sociedad francesa del siglo XIX, convulsionada por dos revoluciones –la política de 1879 y la socioeconómica. Siendo sus representantes el Alemán Weber(1864-1920) y el Fránces E. Durkheim (1858-1917), para quien el delito mientras no sobrepase ciertas frecuencias es normal como hecho social. “Un excesivo aumento escaparía a tal juicio para adquirir un matiz morboso”49.
El funcionalismo a la
inversa de las teorías del conflicto, no mira en el grupo social un
mero equilibrio de fuerza, sino una “integración de órganos”50
supervalorándose el orden y el consenso. Teniendo ciertas
utilidades:
- Que cumple una función innovadora, para la evolución normal de la moral y el derecho.
Baratta nos dice que: ...en los límites
cualitativos y cuantitativos de su función psicosocial el delito
no sólo es un fenómeno inevitable sino también una parte
integrante de toda sociedad sana.51
- Y para el mantenimiento de la solidaridad social.
Según
Durkheim, la criminalidad cumple un importante rol en el
mantenimiento de la solidaridad social. De modo que el propio
castigo se justifica, no ya por razones de retribución o de
prevención, como por evitar la desmoralización del ciudadano
honesto.
Durkheim
señala que “el delito es inherente a la sociedad, que es algo
natural, intrínseco a la misma”, 52
y que no existe sociedad donde no hay delincuencia, pues “el
criminal no sería un parásito o un ente morboso, sino un agente
regulador de su vida social”53
y Mannheim
señala que por un lado la normalidad del delito nada tiene que hacer
con la frecuencia de su presentación y que mientras mayor es su
frecuencia la posibilidad que lo estime como anormal es mucho mayor.
Este
autor Francés considera al delito normal, pero dentro de
determinados parámetros o límites, así mismo indica que la
conciencia colectiva es la que determina las conductas delictivas,
siendo esta el conjunto de creencias y sentimientos comunes de los
miembros de una misma sociedad.“El delito es malo porque lo
reprobamos, no lo reprobamos porque es malo en sí”.54
De la tesis Durkheniana sobre la normalidad del delito nos dice A.
García-Pablos de Molina, se puede sintetizar en dos proposiciones:
1.-
La posibilidad de que se produzcan conductas desviadas55
es inevitable, por tratarse de una convivencia reglada.
2.-
Las formas de la conducta anómica están predeterminadas por el
tipo social dominante y su estado de desarrollo.
De
igual manera el doctor T.C.N. Gibbens(psiquiatra) en su investigación
con el tema “Trends in Juveline
Delinquency” rechaza el ideal de la
sociedad “buena” sin delincuentes y prefiere la realidad que
afortunadamente es muy distinta, según este autor muchos datos
concretos manifiestan que la delincuencia juvenil junto a su faceta
perturbadora presenta varios aspectos positivos.56
3.2.1.1
Principales desarrollos Teóricos de E. Durkheim
A) En su obra “La División del Trabajo Social” (1893)
Señala que existen dos formas de sociedad
- La sociedad Mecánica.- Aquella que concibe al delito como fruto de la simple diversidad de los seres, y se expresa frente a la uniformidad de la conciencia colectiva. Es una sociedad más sencilla, no diferenciada, en la que existe una sola conciencia colectiva basada en igualdad de intereses y sentimientos comunes dirigido a todos los individuos.57
- La Sociedad Orgánica.- Aquella que concibe al delito como normal.
Donde hay división del trabajo existe un debilitamiento de la conciencia colectiva porque existen marcadas diferencias individuales que no produce contactos ni relaciones sociales con sus miembros. Son sociedades más complejas a consecuencia de las relaciones entre las personas en una extensa división del trabajo.
Este autor distinguió tres formas anormales de división del trabajo
y en relación con ellas introdujo el concepto de anomie:
- La división forzada del trabajo en las ocupaciones, no siendo igual la distribución de sus talentos.
- Ésta división del trabajo no produce solidaridad porque la actividad funcional de cada trabajador es insuficiente.
- El trabajador no escarole el sentido de participación en una empresa común.
De estos tres puntos Durkheim llamo “anómica” a la falta de
integración o adaptación mutua de funciones a causa de las crisis
industrial; los conflictos entre el trabajo, el capital y la
creciente especialización de las ciencias, es de donde surge la
anomie, pues la división del trabajo no produce contactos lo
bastante eficaces entre sus miembros ni regulaciones adecuadas de las
relaciones sociales.
B) En su libro “El Suicidio” (1897)
El
concepto de anomie en la obra División del Trabajo, desempeñaba un
papel relativamente pequeño, en cambio en esta obra Durkheim le dio
más importancia.
Al señalar que el suicidio se presenta en periodos de depresión
económica y aumentan las tasas de suicidio, existiendo una ruptura
con el modo habitual de vida en el que estaban acostumbrados y en
esta inestabilidad se produce un derrumbe de las normas y aparece la
anomia, que causa un debilitamiento de la conciencia colectiva, en
conclusión indica que la anomia es el fracaso o falta de un sistema
de convicciones morales arraigadas colectivamente. Dándose tales
hechos como resultado del cambio repentino de las personas en su
forma de vida, produciéndose un estado de inadaptación en la cual
la inesperada prosperidad económica era tan desastrosa como la
pérdida repentina de la misma, resultando en ambos casos un
sentimiento de confusión y las personas se desorientan de su mundo.
TIPOS
DE SUICIDIO:
- Suicidio Anómico
Es la perdida de control sobre los deseos del hombre en una sociedad
y de las normas y pautas socialmente aprobadas, en especial si el
cambio es abrupto, provocando situaciones o conductas que puedan
conducir al suicidio.
- Suicidio Egoísta
Es el producto de una independencia extrema del individuo en la
sociedad. Es la desintegración del orden social en que los
individuos quedan liberados de vínculos grupales e incurren en el
suicidio por razones personales como solución a los mismos. No
siendo producto de una sociedad firmemente integrada, sino por el
contrario a una en que las relaciones con otras personas no son ni
estrechas ni orientadas hacia el grupo.
- Suicidio Altruista
Es
la extrema integración social. Estos suicidios abundan como
resultado de presiones de grupos que fuerzan a la autodestrucción.
Siendo exteriorizado
cuando la persona se mata con la idea de que tal acción beneficiara
a otros, se considera como una obligación y se relacionan con
sociedades de solidaridad mecánica (organizaciones militares
disciplinarias)
- Suicidio Fatalista
Son el resultado de una excesiva reglamentación por la cual el
porvenir queda obstruido y las pasiones violentamente ahogadas por
una disciplina tiránica, como en el caso de los esclavos.
Considera
Durkheim que el suicidio no era un fenómeno individual sino que se
relacionaba con ciertas características de la organización social.
Según él “la sociedad no es tan solo algo que atrae los
sentimientos y las actividades de los individuos con fuerza desigual.
También es un poder que los controla. Existe una relación entre la
manera en que se realiza esa acción reguladora y la tasa social del
suicidio”58
C)
En su obra “Las Reglas del Método Sociológico” (1895)
Durkheim
señala una comparación entre el delito y la salud social, dolor y
enfermedad. Pues el delito concebido como normal en términos
sociológicos no implica la ausencia de salud social de igual manera
que el dolor no siempre es enfermedad. Calificar al delito como
anormal sería confundir la fisiología y lo patológico.
“El
delito es un factor de la salud pública una parte integrante de toda
sociedad sana”. 59
Así también, indica que los fenómenos sociales deben estudiarse
dentro del campo social y no organicista, psicológico o de otra
índole, de ahí la necesidad de un método propiamente sociológico.
Así, Durkheim de las reglas del método sociológico llega a la
conclusión de que el delito es un fenómeno social normal porque se
encuentra en toda sociedad y tiene un valor porque colabora a la
selección de sentimientos y permite cambiar y transformar la
sociedad, tomando como sustento los siguientes puntos:
- Que la criminalidad es un fenómeno normal, porque deriva de la estructura de la sociedad, en un producto cultural.
- Que la criminalidad como producto normal de toda sociedad evoluciona y se transforma en la misma medida que lo hace la propia sociedad.
- Y que el estudio de la criminalidad solo se podrá realizar analizando la cultura que lo ha producido en un tiempo y espacio determinado.
D)
Teoria de La Anomia60
Una de
las tesis para explicar la conducta desviada proviene de Durkheim,
quien plantea esta teoría, la cual significa: la falta de normas en
su concepción original y en otras más recientes la incapacidad de
la estructura social de proveer a ciertos individuos lo que será
necesario para lograr las metas de la sociedad.
Durkheim
llamo anomie a un estado de falta de normas, y este estado se da
cuando la desintegración del orden colectivo permite que las
aspiraciones del hombre se eleven por encima de toda posibilidad de
cumplirse.
Según
Sebastián De Grazia definía a la anomie como “el estado
desintegrado de una sociedad carente de un conjunto de valores
comunes o preceptos morales que gobiernen de modo eficiente la
conducta...el estudio de la anomie es el estudio de los factores
ideológicos que debilitan o destruyen los lazos de lealtad que
constituyen la comunidad política”.61
Éste autor
además distingue a dos tipos de anomie:
- Anomie Simple
Aquella que se ve en el arte y la literarura contemporánea y la
competencia en la búsqueda del afecto.
- Anomie Aguda
La que incluye desórdenes mentales, suicidio y movimientos en masa.
Durkheim dio el término anomie porque este se refería a las
cualidades de un grupo de la estructura social y no a las de
individuos.
3.2.2 ROBERT KING MERTON (1964)
Éste
autor concibe a su teoría como de nivel medio, esto es aplicable a
cierto tipo de conductas desviadas y no a todas. Expuso la
explicación social y cultural de la conducta desviada en función de
la anomie.
Merton
postulo una separación entre las metas culturales y los medios
institucionalizados. Para ello dividió la realidad social en
:
Estructura Cultural
Es aquella serie organizada de valores normativos que gobiernan la conducta que es común a los miembros de una determinada sociedad o grupo. La que enfatiza ciertos objetivos, propósitos e intereses por las cosas que vale la pena esforzarse. Es en verdad un Cuerpo organizado de valores normativos comunes que gobiernan la conducta. Baratta la define como el complejo de las representaciones axiológicas comunes que regulan el comportamiento de los miembros de una sociedad o de un grupo.62
b. Estructura Social o sociedad
Consiste en normas institucionalizadas que definen y regulan el modo aceptable de alcanzar aquellos objetivos. Esto representa una serie organizada de relaciones sociales en que los miembros de la sociedad o de grupos sociales se ven implicados de distintas maneras.
Limita el acceso a tales metas, mediante el uso de medios institucionalizados, procedimientos permisibles legítimos o lícitos para alcanzar tales objetivos culturales.
Cuerpo organizado de relaciones que mantienen entre si los integrantes de un grupo dado. Siguiendo el pensamiento de Baratta, no dice que “ es el complejo de las relaciones sociales en que los individuos de una sociedad o de un grupo se hallan diversamente insertos.63
3.2.2.1 Entre los
principales postulados de la teoría de la Anomía Mertoniana son:
- Merton hace hincapié al desequilibrio entre las metas culturales y las normas institucionales en una sociedad; concibiendo a la anomia como la caída o derrumbe de la estructura cultural que acaece cuando existe una discrepancia aguda entre las normas, metas culturales y las capacidades sociales estructuradas de los miembros del grupo de accionar en concordancia con aquellas.
- La mala integración de cultura y estructura social producirá el derrumbe de las normas y una situación de falta de normas.
- Para este autor su teoría se refería a la estructura cultural por una parte y social por la otra, pues aunque la sociedad y el individuo estén relacionados, es necesario separarlos para los fines de un análisis detallado.
- Mertón admitió que la teoría de la anomie no explica todas las formas de conducta criminal o delincuente y pensaba que su propia teoría no sostiene que la conducta desviada sea racional y deliberada, su interés se concentra sobre las presiones agudas dentro de la estructura social y Albert Cohen la considera atomista y individualista.
Al igual que sucede con Durkheim, el maestro Antonio García – Pablos de Molina, resume a dos proposiciones el planteamiento de la teoría Anomica de Merton:
Las contradicciones de la estructura cultural (objetivos) y la estructuras social (medios institucionalizados).Toda sociedad traza sus objetivos y metas culturales que constituyen el marco de referencia de las expectativas y ambiciones de sus miembros. Las cuales están sometidas a los cauces institucionalizados como medios para llegar a alcanzar aquellas expectativas y ambiciones, cauces que la propia sociedad está obligada a definir, regular y controlar, como modos admisibles para su alcance. Sin embargo nace la anomia, precisamente cuando los individuos no alcanzan esa felicidad esperada, debido al desequilibrio entre las necesidades y medios legítimos.
Que la presión de las estructuras sociales sobre el individuo da lugar a tipos cónico de adaptación a las que el individuo está inmerso y que logra de manera inconsciente, siendo el primero de ellos el conformismo, pero siendo las formas más manifiestas de desviación las que se presentan en los procesos de adaptación: innovación, ritualismo, retraimiento y rebelión, no siendo como dijimos necesariamente todas estas adaptaciones ápices para presentar conductas delictivas, pero si desviadas.
3.2.2.3 Conducta Desviada
Merton define a la conducta desviada como síntoma de disociación entre las aspiraciones culturales prescritas y los caminos sociales estructurados para llegar a dichas aspiraciones, ganar el juego y no de ganar de acuerdo a las reglas de juego; tratándose entonces de una desviación innovadora, toda vez que el comportamiento criminal típico corresponde al segundo modelo de adaptación, al de innovación, partiendo del principio de la discrepancia entre fines culturales y medios institucionales.
Según
Merton la conducta desviada “se refiere a una conducta apartada en
forma significativa de las normas establecidas para las personas de
acuerdo con su status social...y ha de relacionarse con las normas
socialmente definidas como apropiadas y moralmente obligatorias para
personas de distintos status”.64
Y es por eso que Merton al explicar la anomie y la conducta
desviada enfocaba no al individuo sino al orden social.
La conducta desviada se da en respuesta a las presiones culturales,
desviación es algo mucho más amplio que conducta criminal.
La
proporción de la conducta desviada varía según la clase social, el
status étnico o racial y otras características; es así que esta
conducta dependerá de la accesibilidad de los medios legítimos para
alcanzar los objetivos y el grado de asimilación de metas y normas
por los diversos estratos en una sociedad, pues no todos aquellos que
están sujetos a presiones en sus esfuerzos por alcanzar las metas
llegan a desviarse65.
En consecuencia la conducta desviada es una reacción normal
(esperada) a las contradicciones de la estructura social, por tanto “
la conducta desviada es la reacción normal en modo de adaptación
individual a las contradicciones de la estructura social66.
Dos dificultades en el
análisis de la desviación puramente estructural de Mertón se da
en:
- Los actos de individuos que incorporan valores aprendidos simbólicamente y transmitidos como parte de la cultura durante la niñez, mayormente por intermedio de grupos primarios
- Y actos que son productos de valoración contingente.
Alvaro Pérez
Pinzón considera como conductas desviadas a:
“1.-
Aquella que se aparta de las normas jurídicas o sociales, por
exceso o por defecto cuantitativa o cualitativamente. Es un punto
de partida estadístico y su base es la falta de aproximación a
las mayorías o al alejamiento de ellas.
2.-
Desviación respecto de las normas que
se refieren a la posición social. La pertenencia a cierto
estado (status) implica un determinando comportamiento (rol).
Desviación significa entonces, falta de armonía este status y rol.
3.-
Conducta desviada como comportamiento
así definido por los otros. El que una acción u omisión
sea divergente depende de aquello que los demás piensan de ella.
Así la desviación es un problema de descripción hecha por las
mayorías.
De otra parte , en general
se afirma que la desviación puede ser predicable de:
1.-
Individuos que se diferencian de los modelos físicos, fisiológicos
o intelectuales predominantes, como los enanos o gigantes, los
deformes, los débiles mentales, etc.
2.- Personas que
infringen reglas religiosas o ideológicas mayoritarias y que
rechazan la ortodoxia como los apostatas, los herejes, los
traidores, etc.
3.- Sujetos que
vulneran las normas jurídicas como homicidas, estafadores, etc.
4.- Individuos cuyo
comportamiento no corresponde a la definición cultural de salud
mental como los sicóticos, neuróticos, sicópatas, etc.
5.- Personas que
rechazan los valores dominantes, bohemios, suicidas toxicómanos,
etc.”67
3.2.2.4 Tipos de Adaptación
Existen cinco tipos individuales de adaptación para alcanzar las
metas de éxito culturalmente prescritas y abiertas, a aquellos que
ocupan diferentes posiciones en la estructura social. Estas
adaptaciones no son elegidas por el individuo sino que surge de
tensiones del sistema.
- Adaptación Conformista.- Es la más común, sigue la secuencia y uniformidad de la sociedad, estando los individuos conformes con las metas culturales y los medios institucionalizados, por lo que se da una estabilidad en la sociedad.
El conformismo es
un fenómeno o forma de adaptación colectivo y no individual.
- Adaptación Innovadora.- Se presenta cuando el sujeto asimila la importancia cultural de la meta sin internalizarla, de igual suerte, las normas institucionales que regulan modos y medios de alcanzar aquella. Mertón señala que “la pobreza como tal y la consiguiente limitación de oportunidades no bastan para producir una proporción muy alta de conducta delictiva”,68opinión similar es la expuesta por el sociólogo Sorokin quien afirma que “no en todas partes ni siempre muestran los pobres, una mayor proporción de delincuencia”.69
Las
sociedades en las que la cultura se resalta en el éxito pecuniario y
de donde la estructura social impone limitaciones indebidas a los
medios aprobados, presentan numerosas situaciones que fomentan el
desarrollo de apartamientos socialmente desaprobados de las normas
institucionales, en forma de prácticas innovadoras.
Por
lo que la utilización de medios ilegítimos como es el crimen para
alcanzar metas culturales prescritas de éxito, poder y riqueza,
llegan a ser comunes en nuestra sociedad.
No
todas las desviaciones en forma de innovación son disfuncionales
para la sociedad.
Las funciones positivistas latentes de la desviación tales como la
innovación fueron desarrolladas por Lewis Coser, quien señalo que
el desviado ayuda a traer a la conciencia de la comunidad, las
consecuencias de la violación de las normas, y que desde este punto
de vista la desviación puede presentar los aspectos de la
normalidad.
El innovador por lo
menos es “vivo” y se esfuerza activamente.
- El ritualismo.- Es la reducción de las metas hasta el nivel alcanzable, con respeto casi compulsivo a las normas institucionales.
Consiste en abandonar o rebajar las metas alcanzadas del éxito
pecuniario y de la rápida movilidad social hasta un punto en que
puedan satisfacer sus aspiraciones, sujetándose a las normas
institucionales aunque rechace la obligación cultural.
Pudiendo englobarse esta conducta sobre la siguiente frase: “no
aspires a demasiado y no tendrás desengaños”. Es en suma, la
conciencia real de las cosas, y si el ser humano carece de esta
condición, se acrecentrá su nivel de frustración al no poder
alcanzar la meta añorada pudiendo llegar a conductas desviadas.
Este tipo de adaptación se da generalmente en las clases medias
bajas donde la presión de los padres hacia los hijos es constante
con el propósito de respetar los mandatos morales de la sociedad.
Esta adaptación según Merton tiene poca relación con la
desviación, excepto con alguna de las formas de neurosis compulsiva.
- Retraimiento.- Sucede cuando el sujeto asimila metas culturales como prácticas institucionalizadas, pero que no lo han conducido al éxito, conllevándole a la adaptación de medios y metas alternativos teniendo que optar por una de ellas. Es de gran importancia este tipo de adaptación para la comprensión de ciertas formas específicas de conducta desviada, pero podría decirse que no se trata de una adaptación sino de un rechazo a las metas culturales y medios institucionales, aunque sin embargo es justamente con este rechazo que el sujeto se adapta a su realidad objetiva.
El individuo internaliza las metas culturales de éxito, pero
encuentra inaccesibles los medios institucionalizados para lograrlos,
bajo la presión de no obtener tales metas por medios ilegítimos,
tal como la innovación, este individuo se frustra; adoptando por lo
tanto el derrotismo, el quietismo y el retraimiento, como los vagos,
bebedores crónicos, psicóticos, autistas, toxicómanos, las
personas excluidas de las ventajas que gozan los demás, llamados los
parias, y los desterrados (proscritos)
Este tipo de adaptación es condenable porque es improductiva, no
competitiva, no atribuye valor alguno a la meta de éxito de una
sociedad y no hace uso de medios institucionalizados.
Según Mertón este retraimiento implica una represión internalizada
del uso de medios ilegítimos, en cambio Cloward indica que los
individuos que se retraen son con mayor frecuencia aquellos que
fracasan en el uso tanto de los medios legítimos como los
ilegítimos, es decir que han fracasado en dos mundos, por lo que
Mertón describe el proceso de retraimiento en las posiciones
sociales altas, donde la socialización de los medios institucionales
es frecuente.
El que se retrae por los menos acata las costumbres, siendo esta
adaptación de forma particular y no colectiva.
- El mecanismo de rebelión.- Son aquellas personas que rechazan la estructura social convencional y tratan de establecer otra nueva o muy modificada, surgiendo esta forma de adaptación cuando consideran al sistema institucional como un límite contra la satisfacción de metas legítimas.
Según Merton esta adaptación es distinta a las demás. Su meta es
cambiar la estructura social y cultural, pues trata de
institucionalizar nuevas metas y nuevas respuestas transitorias a fin
de ser compartido con otros miembros de la sociedad.
Supone el rechazo de metas y normas calificadas de arbitrarias y
tentativa de imponer una estructura social nueva, para una estrecha
relación entre el mérito, el esfuerzo y la recompensa.
Condena la rebelión, el anhelo mismo, hay
descontentos y resentidos.
Merton dice
que ciertos sujetos innovadores pueden transformarse en ritualistas
bajo el peso de sentimientos de culpa, de igual manera algunos
ritualistas llegan a ser rebeldes, consecuentemente el nivel de
progresión del paso de una forma de adaptación a otra es
generalmente en forma ascendente.
En un estudio posterior, Merton modificó su anterior apreciación
de ser una conducta desviada la rebelión, así como el conformismo y
el ritualismo, por el contrario clasifico la conducta desviada en dos
tipos:
- La no conformista.- manifiesta públicamente su disentimiento, sin ajustarse al pensamiento de los otros.
Niega
la legitimidad de las normas sociales que rechaza, trata de cambiar
las normas y podrá aspirar a una moralidad superior. Se aparta de
las normas por motivos desinterados, este refiere sus objetivos a los
valores básicos primarios de la sociedad.
- El aberrante.- Reconoce la legitimidad de las normas que viola, se esconde detrás de su apartamiento de las normas, quiere escapar de la fuerza sancionadora de la sociedad. Se desvía para servir a sus propios intereses, sus intereses son particulares, egocéntricos y definidamente antisociales.
3.2.2.5. Planteamiento de la anomia con Merton.
La
anomia desde la línea de Durkhein es un concepto sociológico como
la ausencia de normas a causa de la desorganización social solo a la
división del trabajo y al suicidio. Y como un concepto psicológico
R.M. MacIver llamó “anomy” al estado mental en el cual el
sentido de la cohesión social del individuo (el resorte principal de
su moral) esta quebrado o definitivamente debilitado; y por parte de
David Riesman el tipo anómico es una persona inadaptada.
Retomando
a Merton, el concepto de anomie para tratar de desarrollar una teoría
general del comportamiento desviado, indica que la aparición de la
anomia y su desarrollo se deben observar como resultado de procesos
sociales, siendo así que su planteamiento ha sido concebida como la
quiebra o caos de la estructura cultural conexa con la estructura
social presentada como una desorganización social donde las normas
ya no funcionan, pero ello no en virtud de la falta
de cohesión moral, a que se refiere Durkheim,
sino a la
falta de oportunidades que la estructura social no concede las
posibilidades de ascender en la obtención de mejores condiciones de
vida debido a los diversos estratos sociales que en ella se dan, al
grado tal que conociéndose las variables entre la disociación
sociocultural y estratificación social es posible conocer las tasas
diferenciales de criminalidad de las diversas capas sociales.
*
Consideraciones a tenerse presente en el
estudio de la anomie
- La relación entre la ruptura de la solidaridad de grupo y la conducta desviada, quebranbo la solidaridad y cohesión del grupo que pueden conducir a alguna desviación individual.
- La separación de normas culturales e institucionales
- La uniformidad de los valores culturales que representa la sociedad.
- La evidencia de variaciones de la clase en la distribución de la conducta desviada, en este aspecto Lemert objeta a Mertón de poner énfasis en los aspectos de la estructura social, respecto al acceso de los medios limitados según la clase a la que pertenezca el individuo, para explicar la conducta desviada por lo que se debería utilizar un concepto más discriminatorio que el de la clase social para explicar como la estructura social influye sobre la desviación, además de no existir suficientes pruebas de que la desviación sea el resultado de adaptaciones individuales.
- El rol del actor según Lemert el individuo no actúa libremente en su elección de valores, sino que se encuentra restringido por las presiones de los distintos grupos a los cuales pertenece.
- La relación entre el control social y los roles sociales desviados, partiendo que no es el único problema el origen de la conducta desviada, sino como ciertas desviaciones conducen a una reorganización simbólica en el nivel de las actitudes y los roles con respecto a sí mismo, mientras otras no lo hacen, pues estos roles sociales se desarrollan y llegan a ser medios de defensa, ataque o adaptación a problemas creados por la reacción a la conducta desviada, en efecto las causas originales de la desviación desaparecen y ceden el lugar a la importancia central de las reacciones de desaprobación, degradación u aislamiento de parte de la sociedad.
- Lemert sostiene que la teoría de Mertón es demasiado estructural, pues la desviación debería considerarse como una consecuencia del grado y forma del control social, este concebido como una variable independiente y no como una reacción constante o meramente recíproca de la sociedad frente a la desviación, este control social muchas veces llega a ser una causa y no un efecto de la desviación, es por eso que Lemert da importancia a los que Garfinkel llamó como reglas constitutivas de la interacción social, siendo imposible determinar como se considera normal o desviado mientras no se den las reglas que constituyen la base de la interacción social dentro de lo que podría llamarse un proceso de normalización, por tanto la anomie se presenta cuando las personas son incapaces de descubrir significados alternativos aceptables para no apartarse de las reglas.
- La conducta desviada y la posibilidad de la acción de control surgen cuando se asignan significados inaceptables a la conducta en la interacción.
El control social activo es un proceso continuo donde los valores se
examinan y se toman para establecer los valores de importancia siendo
estos la base de la acción colectiva.
Cuando surgen presiones desde el interior de la estructura social,
tienden a manifestarse de acuerdo con la imposición de estigmas
dentro del sistema social, la elección de un modo de adaptación
varia según las alternativas ofrecidas por la sociedad.
Comparación de los Fundamentos de Durkheim y Merton:
- Aunque el concepto de anomie haya derivado de Durkheim, el de Merton es más específico en su aplicación.
- Durkheim opina que la falta de normas puede hacer surgir un conflicto entre aspiraciones y un desmoronamiento de normas reguladoras, planteamiento este que Merton la descarto al indicar que las estructuras sociales ejercen una presión más definida sobre ciertas personas en la sociedad induciéndolas a una conducta de rebeldía antes que de conformidad.
- Merton puso énfasis en las estructuras normativas al igual que Durkheim que consideraba conductas tales como el crimen como una respuesta “normal” a ciertas situaciones sociales, las presiones hacia la desviación en una sociedad podrían hacer que las formas de conducta desviada fueran psicológicamente tan normales como la conducta conformista.
- Durkheim limitaba su aplicación de la anomie principalmente al suicidio, en cambio Merton trataba de explicar no solo el suicidio sino también el crimen, la delincuencia, los desórdenes mentales, el alcoholismo, la toxicomanía y muchos otros fenómenos, considerando como conductas desviadas como por ejemplo al exagerado, conformista, al extremista y al revolucionario.
- A diferencia de Durkheim, Merton no consideraba la naturaleza biológica del ser humano como un factor importante para explicar la desviación.
- Durkheim consideraba como deseo innato del hombre la ambición de lograr sus objetivos inalcanzables, y en opinión de Merton estos objetivosd eran inducidos por la estructura social.
3.2.2.7 La Teoría de
Merton con otras Teorías:
La teoría estructural funcionalista constituye el punto de partida
de otras teorías ajenas a la misma, que sirve de marco
referencial para el desarrollo de los enfoques subculturales, las
del aprendizaje y de las teorías de la oportunidad diferencial.
Así, el estructural funcionalismo supone una visión del orden social, en nexo con la teoría subcultural a las diversas formas de vida o adaptación que aludan a comportamientos “subculturales”.
Con la
teoría de las oportunidades diferenciales de Cloward y Ohlin, aquí
Merton igual que esos autores desarrolla las reducidas posibilidades
de logros por medios lícitos
*
Ampliaciones y refundiciones de la
teoria de merton
- Por Talcott Parsons.
Quien amplió la formulación de la anomie de Mertón y la incorporó
en una teoría más amplia de análisis de la interacción, la
relación entre el desvio y la conformidad constituye la mayor parte
de su teoría general de la acción social, contrario a Merton quien
se refiere solo a la tensión entre medios institucionalizados y
metas culturales, en cambio Parson desarrolla otras formas:
- La tensión que se produce cuando la persona es incapaz de establecer adhesiones a objetos institucionalizados aceptados, así como con el sexo opuesto.
- Cuando falla en reconciliar las expectativas de sí mismo con las que otros tienen respecto de él.
La tipología de Parsons respecto a la conducta desviada utiliza un
conjunto de tres variables en vez de dos como Merton y llega a dos
tipos de conducta desviada, su tipología no esta limitada al
reconocimiento de estructuras culturales y sociales únicamente, sino
que intenta caracterizar tipos de respuesta motivacional en función
de orientaciones activas y pasivas, necesidades, disposiciones
alienantes o conformistas dentro de la estructura motivacional y la
relación de la persona con objetos sociales y pautas normativas.
- Refundición de tipos de Robert Dubin
Criticó a Merton por no definir completamente los resultados de sus
operaciones, señalándo que los modos desviados de adaptación de
Merton no siempre tienen resultados negativos para el orden social,
sino que la respuesta dada por una persona tendría un valor que
contribuiría en forma constructiva a la sociedad, sobre todo si es
seguido por el éxito o la aprobación, no siendo necesariamente la
conducta desviada disfuncional para la sociedad
- Si Merton analizaba las acciones de las personas con relación a las metas culturales y medios institucionalizados, Dubin considera las relaciones de la persona con el grupo.
- Merton definía los medios institucionalizados como conducta legítima, Dubin subdividió esta categoría en normas institucionales que son límites entre la conducta prescrita y la proscrita dentro de un sistema institucional particular y medios que son la conducta real de las personas, las cosas se hacen llevando a cabo funciones dentro del sistema institucional en el cual están actuando. Y desde el punto de vista del actor distinguió la conducta de los valores por medio de los cuales hizo elecciones preferenciales entre alternativas.
- Así también distinguió entre normas institucionales y conducta real, aquella que con sus actitudes las personas pueden enfrentar normas de distinta manera, sea positiva o negativamente, así las normas pueden ser tomadas de acuerdo a las expectativas morales de los miembros de un grupo.
La distinción que hace Dubin, no lo hace entre normas de conducta
sino entre actitudes frente a normas de conducta, además de no
considerar la importancia de la posición social en su influencia
sobre la capacidad de seguir metas y medios institucionales o normas
y no toma en consideración las proposiciones comparativas de las
adaptaciones desviadas identificadas por Merton y este señala que la
revisión de Dubin resulta mas bien una tipología del conformismo
que de la conducta desviada.
- Richard Cloward
El agregado que realiza Cloward, versa sobre los medios y estructuras
de oportunidad ilegítimos. Según Merton la conducta desviada es un
producto de diferencias pautadas en el acceso a las metas de éxito
mediante el uso de medios institucionales legítimos o sancionados.
En cambio Cloward indica que existen diferencias en el acceso a los
medios ilegítimos y esas diferencias de oportunidad son importantes
en la distribución de las adaptaciones desviadas.
Los distintos estratos sociales ofrecen una variedad de oportunidades
de adoptar papeles desviados, por el acceso que dan a subculturas
desviadas y la oportunidad de realizar tales conductas sociales
desviadas una vez adoptadas. El acceso a tales oportunidades varía
en función de las variables que rigen las diferencias en el acceso a
los medios legítimos.
Y Merton indica que la conducta innovadora puede resultar de una
socialización imperfecta con respecto a las normas institucionales,
con aspiraciones frustradas por los que implica que los medios
ilegítimos estarian libremente disponibles con el agregado que el
individuo no tiene acceso a todos los medios ilegítimos por igual,
por lo que estos varián según la capa social.
Para Cloward el término medios sean estos legítimos o ilegítimos
se dan según dos aspectos:
-Que existan las posibilidades de aprendizaje apropiadas para la
adquisición de los valores y habilidades relacionadas con la
realización de un papel determinado.
-Que el individuo tenga oportunidades de desempeñarse una vez que
haya quedado preparado para él.
Por lo que el
término medios abarca tanto estructuras de aprendizaje y estructuras
de oportunidad. Queriendo
Cloward aclarar la explicación de conductas innovadoras.
3.3 ESCUELA DE CHICAGO TEORÍA ECOLÓGICA
El nacimiento de la Escuela de Chicago data desde el año de 1960, en
el último tercio del siglo XIX, siendo sus pioneros Benjamín
Franklin (1936-1938), Charles Pierce (1839-1914), William James
(1842-1917) y Jhon Dewey (1859-1954), desarrollándose dentro de un
contexto histórico determinado, por la cantidad de emigrantes tanto
europeos como Latinos a la Ciudad de Chicago, donde se aprecia mayor
acentuación de este fenómeno que originó toda una confluctuación
de razas, religiones y cosmovisiones que unido al vertiginoso
proceso de institucionalización, crean también un preocupante foco
de problemas, derivados del cambio social y el conflicto cultural.
Esta
teoría considera la tendencia a la distribución de la criminalidad
en función de las áreas o zonas que existen en una Ciudad71.
Teniendo presente la búsqueda de localizaciones espaciales de
los actores del conflicto y la desorganización social.
La
tradición de esta Escuela de Chicago proviene en realidad del
espíritu pragmático en el que buena parte de la cultura
norteamericana tiene sus bases.72
Las ciudades pueden dividirse en zonas concéntricas y que la
criminalidad intraurbana se reduce sistemáticamente mientras mas se
aleja la zona del centro de la ciudad.
Sutherland indica que la tasa de la delincuencia es más una función
de las presiones sociales en el área que los rasgos biológicos o
psíquicos de las personas que allí residen.
Así
también, David J. Bordua,
al análisis del desarrollo urbano como al estudio de las
motivaciones particulares, señala cinco perspectivas:
- La dimensión ecológica.- Implica relacionar variaciones espaciales de la delincuencia con desarrollo funcional de la ciudad, los focos de delincuencia surgen como resultado de procesos urbanos de ubicación, en los centros de negocios y centros industriales.
- Dimensión demográfica.- Percibe en las zonas de transición o intersticiales baja densidad poblacional, heterogeneidad o ingresos bajos.
- La perspectiva de la desorganización social.- Las poblaciones intersticiales son heterogéneas, inestables y de alta movilidad horizontal, con la falta de cohesión comunitaria, de valores culturales, en si una comunidad nominal que mal puede ejercer un control social aceptable, ante tal desorganización la delincuencia responde con una organización.
- La organización del delincuente.- Considerado como un fenómeno de grupo, con un sistema cultural o un código de normas diferenciado y integrado que va a ser transmitido de generación en generación por medio de contactos personales entre los muchachos mayores y menores73.
- La perspectiva de las características individuales.- Al asimilar el sistema cultural de las características de un delincuente, al compartir emociones, aventuras, reconocimientos se convierte en un delincuente.
La
mayor representación de la Escuela de Chicago esta a cargo de sus
precursores (Quetelet, Guery) y de sus pioneros como Park, Burguess
y Mckenzie74.
Siendo el principal aporte de estos últimos, que el crecimiento de
las ciudades industriales responde a la fuerza expansiva de su zona
de negocios y riqueza que invade los barrios residenciales de
acuerdo a un modelo radial de desarrollo en forma de círculos
concéntricos.
Otro
de los aportes más importantes de la Escuela de Chicago es C.R.
Shaw, quien en el año de 1929, y partiendo del convencimiento de
que el delincuente es un individuo esencialmente normal como los
demás, logra plantear los siguientes aportes75:
- Los delincuentes no difieren en términos significativos del resto de la población.
- En las áreas criminales las tradiciones convencionales y demás mecanismos que permiten el control sobre el comportamiento del niño se hallan muy desintegradas.
- Los barrios ofrecen numerosas oportunidades e incentivos para la actividad delincuencial. Aquella se inicia en el niño como un juego callejero más.
- El comportamiento delictivo se aprende y trasmite. Los mecanismos oficiales de control social son incapaces de frenar este proceso.
- La genuinas carreras criminales se consolidan cuando el individuo se identifica con su mundo delictivo e interioriza los valores del grupo criminal de su entorno.
- La tasa de delincuencia más elevadas son en las zonas de transición, debido a que la movilidad social juega papel importante, ya que no se puede propender a un control social estable o seguro.
3.4 EL
CONFLICTO DE CULTURAS
El
conflicto es uno de los principales y más importantes procesos
sociales que depende la marcha continua de la sociedad. Existe un
conflicto entre la conducta del individuo y la norma, y este se
presenta porque el individuo no ha logrado un suficiente proceso de
aculturización, es decir la absorción de ideas, que como elementos
culturales llegan a integrar la personalidad del sujeto. Así
también, se entiende como cultura al modo o estilo colectivo de vida
plena de significados: valores sociales, intereses y normas.
Y
el representante de esta teoría breve es el autor Thorsten Sellin,
quien refiere “el conflicto de culturas como generador de conductas
anormales distanciadas de la norma, tomando el término de cultura
como un conflicto de culturas o códigos culturales en una acepción
antropológica y sociológica indicando que se vincula a un sistema
de símbolos o significados incorporados en las costumbres,
creencias, artefactos y relaciones con los demás y con las
instituciones sociales y que se traduce, obviamente en juicios
sociales sobre lo que puede, debe y no debe hacerse”.76
Por el contrario, Manuel López Rey a la concepción de Cultura dada
por Sellin la considera como un peligro por la imagen de una
estructura sociopolítica determinada, de índole superior dada por
la clase social dominante.
Sellin
(1938) en su obra “Conflicto de
culturas y delito”, enfoca diversos
puntos de vista en el fundamento de su teoría:
- Como un subproducto de un proceso de crecimiento cultural, el conflicto se da como:
- Un subproducto del crecimiento de la civilización, considerando a
las sociedades primitivas, que son armónicas, solidarias con normas
bien integradas y consistentes.
- Sociedad moderna industrial y mercantil con multitud de grupos,
intereses competitivos, relaciones interpersonales pobremente
definidos.
Entonces, si se da una serie de reglas en conflicto estas
conllevarian a quebrantar las normas de algún grupo por parte de
algún sujeto o del mismo grupo.
- Como resultado de la migración de normas de un complejo cultural a otro.
Las tasas de criminalidad entre hijos de
extranjeros y entre hijos de naturales serían relativamente
similares y que algunas diferencias o similitudes se debería a los
conflictos culturales, sobre todo en el caso de los nacidos en el
extranjero.
- Como un conflicto mental, siendo considerado de esa manera empleando la técnica de la historia vital por psicólogos y psiquiatras, como la lucha entre los instintos y reglas culturales que los reducen al inconsciente, de donde surgen bajo disfraces socialmente aceptables, como conductas anormales cuando los mecanismos inhibitorios fracasan o cuando aquellos trabajan convenientemente y por parte de sociólogos como colisión de normas de conducta antagónicas que se incorporaron a la personalidad.
- Como una colisión de códigos culturales, siendo estos de gran importancia:
- Cuando estos códigos chocan en el límite de áreas culturales contiguas.
- Cuando la ley de un grupo cultural pasa a cubrir el territorio de otro.
- Cuando los miembros de un grupo cultural migran a otro.
Esta teoría plantea que el hombre nace en una cultura para recibir y
adaptar conocimientos sobre sí mismo y sobre sus relaciones con los
demás, incorpora formal o informalmente ideas que implican
significados atribuidos a costumbres, creencias y relaciones con sus
semejantes y con instituciones sociales.
Existe un conflicto de normas cuando las reglas de conducta más o
menos divergentes gobiernan la específica situación vital en la que
una persona puede encontrarse. Cada grupo tiene normas para
determinadas circunstancias.
- Clasificación de personalidades desviadas:
- Sujetos que no sienten la resistencia del grupo, para quienes la norma no es un elemento de personalidad por:
- La incapacidad para recibir la norma por deficiencia o enfermedades mentales
- La falta de posesión por el grupo que dio origen a los elementos de personalidad, de la norma del grupo que juzga la conducta.
- Definición de la situación vital por el grupo que el sujeto es producto en forma diferente a la del grupo que juzga, lo normal o anormal de la conducta según la percepción.
- Sujetos que no sienten resistencia del grupo, quienes violan accidentalmente una norma.
- Sujetos que perciben una resistencia del grupo reducida, aqui se da un conflicto de conductas, el individuo asimiló una norma como elemento de su personalidad, pero que frente a ella existe otra que surgió de algún grupo que contribuyó a la estructura de la personalidad, definiendo una respuesta diversa a la misma situación vital.
- Sujetos que perciben una total resistencia del grupo, el individuo posee una norma en relación a la situación vital concreta.
3.5
TEORÍAS DEL PROCESO SOCIAL.
3.5.1 TEORÍAS DEL APRENDIZAJE SOCIAL “SOCIAL LEARNING”
3.5.1.1 TEORÍA DE LA ASOCIACIÓN
DIFERENCIAL
Esta
corriente tiene sus orígenes desde finales del siglo diecinueve,
en los postulados de Gabriel Tarde, sobre las leyes de la
imitación77para
luego ser revisados y aumentados en la teoría de la Asociación
Diferencial en 1974 por Sutherland y Cressy, quienes conciben que
el comportamiento criminal es siempre comportamiento aprendido.
Esta
teoría parte de las clases de la conducta humana, buscándola no en
el desarrollo cognitivo de patrones modelo del comportamiento
durante la infancia, en determinados rasgos inconscientes, sino en el
aprendizaje que la experiencia vital diaria le depara al individuo;
entonces el delincuente aprende normas, valores, y conductas
asociados a la actividad criminal; esto es que el aprendizaje social
incluye no solo pautas delictivas, sino también las técnicas
adecuadas para llevarlas a cabo y una gama de mecanismos
psicológicos de auto defensa y aseguramiento.
3.5.1.2 La Teoría de la Asociación diferencial de Edwin
Sutherland
La
asociación diferencial “es el proceso causal de la conducta
criminal sistemática. El comportamiento delincuencial se aprende
mediante la asociación o sobreabundancia de asociaciones con pautas
criminales. Se aprende sobre todo al interior de un grupo de
relaciones personales y no por medios impersonales”.78
Sutherland
parte de que la desorganización social es la causa de la
delincuencia y que una mejor organización social disminuiría la
criminalidad, pues él afirma que “la conducta criminal sistemática
es consecuencia inmediata de la asociación diferencial dada en una
determinada situación en la que existen conflictos culturales y en
última instancia una desorganización social”.79
Así mismo indica que la conducta criminal se explica por un
conflicto cultural partiendo de dos clases de culturas:
- una que ejerce influencia sobre el individuo.
- y la asociación del individuo más a una que a otra.
Resaltando una de estas culturas que fija los valores a comparación
con la otra que es minoritaria con sus particulares valores pero que
pueden estar en contradicción con la primera.
Este individuo se asocia a una u otra cultura por un proceso de
aprendizaje al asimilar los valores culturales, por lo que la
conducta criminal se asimila o aprende como cualquier otra forma de
comportamiento, pues la educación no es más que un lento y
constante aprendizaje de ideas, conceptos y sobre todo conductas.
Además de ello Sutherland pretende enlazar la corriente psicológica
con la sociológica, al decir que su enfoque esta inmerso en la
teoría sicológica conductista la que toma a la conducta como la
manifestación de mecanismos adquiridos por la experiencia, de donde
disgrega que su teoría sobre el aprendizaje de la conducta del
delincuente afirma que está se produce por mecanismos psicológicos
motivados por las estructuras socioeconómicas. Lo que se puede
soslayar de la siguiente manera:
Orientaciones
Multifactoriales
Elemento
psicológico
Elemento
psicosociológico
Teoría
de la Asociación diferencial
+ +
=
Esta
teoría fue planteada en el año de 1939 en la obra “Principles
of Criminology”.
Esta responde en el nivel ideográfico a una organización
diferencial de grupo, al señalar que en la sociedad existen
diferentes grupos con diversos intereses y metas, y si de uno de
estos grupos se dan elementos diferentes a los de la gran sociedad se
da una differencial group association, de donde se da inicio al
porque de la criminalidad como fenómeno de masa.
Edwin H. Sutherland sustenta el origen de su teoría en ocho
postulados básicos, disgregados de esta manera en razón de una
mejor comprensión de la real envergadura de la teoría del
aprendizaje diferencial o contacto diferencial; así tenemos:
1.-
La conducta criminal se aprende como también se aprende las
conductas virtuosas. Es decir cualquier tipo de comportamiento es
aprendido por idénticos mecanismos.
2.-
Que la conducta criminal es aprendida en interacción con otras
personas en proceso de comunicación, no se toma interés a los
medios masivos.
3.-
Este aprendizaje ocurre dentro de grupos personales (íntimos: la
familia u otro similar), es decir con una cierta relación que los
une. Así García Pablos de Molina, apunta que esta influencia
criminógena sobre todos en los grupos de control primario depende
del “grado de contacto interpersonal”80
que la persona aún no desviada presenta para con su familia.
4.-
El aprendizaje del comportamiento criminal incluye el de las
técnicas de comisión del delito. En consecuencia también se
aprende el modus operandi o aquellas técnicas de ejecución del
delito. En consecuencia la persona desviada aprende inclusive: el
argot, la actitud matonesca, se aprende las triquiñuelas de las que
se valen los otros miembros del grupo y se internalizan en esos
moldes para después practicarlos.
5.-
La conducta criminal adoptada se da en mérito a los motivos de
impulsos que son aprendidos en base a las definiciones de las normas
jurídicas favorables a su cumplimiento o a su violación, de las
personas que rodean al individuo. La Asociación Diferencial esta en
base a las situaciones favorables a la violación de la ley con
valores antisociales por el grupo al que se ha adherido el individuo.
6.-
Esta teoría del aprendizaje según Sutherland depende de procesos
complejos de interacción y comunicación social los mismos que
varían de acuerdo a su frecuencia, duración, prioridad e intensidad
de los mismos.
7.-
Este proceso es el mismo que asegura el aprendizaje del
comportamiento delictivo y no delictivo, es decir ambas conductas
conllevan el de todos los mecanismos inherentes a cualquier proceso
de aprendizaje, es decir el método es el mismo, tanto para el
aprendizaje de comportamientos desviados como no desviados.
8.-
Si bien la conducta criminal es un conjunto de necesidades y valores
generales, sin embargo no puede explicarse como concreción de los
mismos, ya que también la conducta conforme al Derecho responde a
idénticas necesidades y valores, en sí, lo que produce el
comportamiento criminal es tan sólo el aprendizaje de normas y
valores desviados a través de un contacto diferencial en el que
prevalecen las definiciones favorables del crimen.
Para esta teoría la conducta criminal es el resultado del
aprendizaje por la experiencia, tesis que para algunos autores sigue
la hipótesis enunciada por Tarde sobre la transmisión social de los
esquemas de conducta de persona a persona.
Se
dice que un individuo puede llegar a delinquir cuando las conductas
que lo han rodeado se orientan a la violación y al no cumplimiento
de la ley, pues el comportamiento criminal se aprende, así como
cualquier otra forma de conducta.
Sutherland
en su teoría da solución al problema de la delincuencia en términos
sociológicos, afirmando que es el fruto de excesos de asociación de
modos de comportamientos delictivos, respecto de conductas normales
no criminales.
Los que delinquen no solo son sujetos de estratos bajos sino también
de clase alta, afirmación contraría a la teoría estructuralista y
la de Chicago quienes aplican su intereses en el estudio de las
clases bajas.
*
Criticas y aportes a la Teoría del
Aprendizaje social.
Algunas
críticas de esta teoría fueron descritas por el discípulo de
Sutherland, Donald R. Cressey, de los autores Vold, Clinard, Glaser y
los Glueck, quienes al revisar los postulados de la teoría de la
asociación diferencial, han analizado, criticado, modificado y hasta
han aportado nuevas lucen para la mejor comprensión del
comportamiento criminal.
a.
Vold, Señaló
que no todos los individuos en contacto con la criminalidad adoptan
un modelo criminal, se llega a una explicación de las asociaciones
que tienen los individuos, estando estas determinadas en un contexto
general de la organización social, desarrollando las siguientes:
- Que la teoría del aprendizaje no diferencia entre conducta criminal y no criminal, pues ambos tipos de conducta pueden ser aprendidos.
- Que, algunos cometan delitos sin haber tenido antes contacto con otros delincuentes.
- Que, esta teoría pone énfasis solo del como se transmite el delito, pero no como se origina éste.
- Las agencias impersonales de comunicación como el cine y los periódicos desempeñan un papel relativamente poco importante en la génesis del comportamiento delictivo.
Al
respecto Manuel López Rey afirma que esta teoría de la
desorganización-organización y crimen, no pasa de ser un postulado
excesivamente general con escaso fundamento tanto en lo sociopolítico
y económico como en lo criminológico.81
Sin
embargo quienes prestan una real contribución a los postulados de
la teorioa del contacto diferencial, recae en los autores Cressy y
Glaser, cada quien en su tiempo y espacio concreto:
b.
Cressey, empieza
por decir que la teoría de la Asociación diferencial de
Sutherland, no explica porque una persona expuesta a la influencia de
modelos criminales sucumbe a la misma, mientras otras personas en
idénticas condiciones tienen la capacidad de superarlo; es decir
que las pretensiones generalizadoras de la teoría Sutherliana
constituye sin duda el talón de aquiles de la misma, porque no todo
crimen es producto de un aprendizaje social normal.
c.
Daniel Glaser,
(1956-1960) en su teoría de identificación82;
nos dice que la criminalidad se produce por “sutiles mecanismos
de identificación con determinadas personas”, pues “una persona
sigue el camino del crimen en la medida en que se identifica con
personas reales o ficticias, desde cuya perspectiva su conducta
criminal parece aceptable”.83
Identificación equivalente a elección de otra persona o grupos,
desde cuya perspectiva observamos nuestra propia conducta y una vez
elegido toma sus valores, actitudes y modelos. Asimismo Glaser
incorpora la Teoría de los roles al esquema inicial de Sutherland.
Teoría esta última que parte del concepto de Self,
como
forma de conciencia el individuo de los roles que desempeña desde
la infancia hasta la edad adulta. Por lo que cabría la pregunta
¿cuál es el rol que el individuo toma en la sociedad y cual es su
posibilidad de responsabilidad?.
d.
Sykes y Matza, estos
dos autores implantan por los años de 1964 las teorías de la
neutralización, por la que estiman que la mayor parte de los
delincuentes comparten valores convencionales de la sociedad de
modo que lo que aprenden son ciertas técnicas de neutralización,
tratando de auto justificar su conducta. El maestro Pablos de
Molina, resalta que las técnica de neutralización serían
fundamentalmente cinco84,
a saber: la exclusión de la propia responsabilidad, la negación de
la ilicitud y nocividad del comportamiento, descalificación de
quienes han de perseguir y condenar a éste; apelación a la
supuesta inexistencia de la víctima del mismo e invocación de
instancias y móviles superiores; técnicas estás que se
desarrollarán en apartado especial, debido a su gran relevancia,
en el comportamiento de los delincuentes juveniles quienes, a
temprana edad ya presentan estas.
e.
La de Salomón Kobring en 1951, quien
trata de explicar su teoría de la dicotomía de Valores, la cual no
está separada de la realidad, según lo cual en estratos sociales de
clases bajas, los valores de conformidad y los criminales existen
conjuntamente, concluyendo de esta premisa que existe un sistema dual
de valores en toda sociedad. Parte pues este autor de una
reformulación a la teoría de Sutherland, ya que se debe propender
a una dicotomía de valores, en lugar de la preponderancia, sólo de
normas o valores criminales, “lo que significa que en tales zonas
hay o existe interrelación entre delincuentes y quienes no lo
son”85,
teoría esta que explicaría en cierto sentido la critica a
Sutherland por parte de Cressy, sobre el porque de ciertos
comportamientos de algunos individuos en zonas delincuenciales no
presentan conductas delictivas o desviadas.
f.
Wolfgag y Franco Ferracuti, al
tratar sobre la subcultura de la violencia, nos dicen que la
asociación diferencial o bien otra reformulación psicológica de
la misma, puntualizando en los términos del aprendizaje, podría
servir para describir la intensidad del choque sociopsicológico,
su duración, su repetición y frecuencias. “Así mientras más
plena sea la identificación del individuo a esta subcultura, más
intensamente habrá de adherirse a sus prescripciones de
comportamiento y normas de conducta integrándola a la estructura de
su propia personalidad”. 86
3.5.1.3 Teoría de la Identificación
Diferencial de Glaser
Esta
teoría es una reconceptualización de los estudios de Sutherland de
quien considera que la asociación diferencial es la más
sobresaliente teoría criminológica integrativa, pero que estudia a
una imagen de criminalidad mecanicista que se produce por la
interacción o los contactos sociales distinta al campo
multifactorial más aún a la “identificación” que él propone,
dándose esta con la elección de otra persona.
Siendo
así, este autor inicia su estudio desde un enfoque psicológico y
sociológico, indicando que las Teorías Criminológicas están
divididas en:
a.
Monísticas.-
Aquellas que tan solo apelan a una sola imagen conductual, en mérito
a esta denominación Glaser las clasifica de la siguiente manera:
- Imagen espontánea, aquella basada en el libre albedrío “puro”, pues se da en la elección del bien y el mal.
- Imagen de posesión, esta reside en la misma persona que determina su conducta.
- Imagen de racionalidad, conducta que pasa de lo espontáneo a un cálculo racional.
- Imagen de fuerzas externas, se incluye el extremo determinismo cultural.
- Imagen de mecanismos internos, la variedad de personalidades en los delincuentes así como en los no criminales.
- Imagen de rol, aquí las personas dirigen sus acciones en mérito a como conciben que otros los vean, siendo este un proceso de identificación.
b.
Pluralísticas.- Estas se dan de dos a
más imágenes distintas.
c.
Integrativas.- Recurren a una sola
imagen conductual relativamente completa.
Dando
mayor realce a la teoría de roles la misma que da un enfoque
particular al aspecto económico, a las frustraciones y a la
participación en grupos, en si del desenvolvimiento personal de cada
individuo con grupos con los cuales se identifican, pues son de
referencia remotos o imaginarios, como en “las relaciones cálidas
dentro de la familia que refuerzan las identificaciones con
ella....”87,
las mismas que compiten con los contactos de los delincuentes.
Asumiendo
un aporte importante sobre la importancia de los medios de
comunicación en la conducta del individuo, opinión contraria a la
de Suthreland y Vold, quienes no le dieron un sustento positivo a
este aspecto.
3.5.1.4
Teoría
del Refuerzo Diferencial de Jeffery y del Condicionamiento Operante
Robert
L. Burguess y Ronald Akers en su ensayo (1968) “Una
Teoría de
Asociación Diferencial-Refuerzo”
amplian las fuentes del aprendizaje llamados refuerzos como elemento
diferencial dado cuando la conducta es aprendida por un
condicionamiento operante88,
aquel aprendido por las consecuencias de la propia acción, que son
el mecanismo como elemento impulsador de la conducta como el botín,
las gratificación sexual, la desaparación del dolor físico o
psíquico que representa el homicidio de un rival y otras conductas
de similar actitud, son controladas por una serie de estímulos. Así
también, consideramos a Clarence J. Jeffery, autores que se basan de
un condicionamiento operante, este ultimo con su ensayo
(1965)“Criminal Behavior and learning
Theory” y en 1979 amplia su tesís al
tratar de explicarla desde un punto de vista conductista, que la
conducta criminal es aprendida, considerada como un proceso
“biosocial”, es decir la interacción de factores físicos y
ambientales, teniendo como causas las bases hereditarias, las
experiencias personales y las condiciones biológicas y
medioambientales, siendo un continuo proceso de interrelación con el
medio, incorporando los factores biológicos y bioquímicos, pues
según la sociobiología no existen dos personas idénticas.
Por lo
que Jeffery da la siguente fórmula, al tratar de sintetizar sus
fundamentos teóricos dentro de ella:
El
código genético y el cerebral son de naturaleza y estructura
bioquímica que comprenden los genes de transmisión nerviosa al
cerebro, el tipo de comportamiento (respuesta) que exhibe un
organismo, depende de la naturaleza del medio (estímulo) y de como
se transmite, siendo descifrado por el cerebro y el sistema nervioso,
pues no heredamos el comportamiento como sí la estatura, pero si la
capacidad de la interacción con el entorno. Siendo este un sistema
de información que fluye del ambiente al organismo.
Criticando Jeffery la
efectividad del castigo(más jueces, más policias, más cárceles).
3.5.1.5
Teoría de la Neutralización
Esta
teoría nace como consecuencia de la revisión que realizaron
Gresham M Sykes y David Matza en su obra
“Techniques of neutralization: A
Theory of delinquency” (1957),
entendida como las técnicas de neutralización, aquellas formas de
racionalización del comportamiento desviado que son aprendidas y
usadas a la par con otros modelos de comportamiento no necesariamente
desviado, es decir mediante el uso de valores alternativos, tanto
la conducta habitual de las personas como las delincuenciales es
producto del aprendizaje en un proceso de interacción social por
medio de la experiencia, pues estos delincuentes comparten los
valores establecidos por la sociedad, siendo contrario a otras
teorías de la misma rama las cuales se basan en el aprendizaje de
los valores, conductas o modelos, por lo que según Sykes y Matza lo
que se aprende son técnicas de neutralización, en si una
autojustificación a sus conductas al extremo de legitimarla.
Estiman
que la delincuencia juvenil no trata de expresar los valores
propios de una subcultura autónoma, supuestamente enfrentadas a las
normas convencionales de las clases medias, a los valores homogéneos
y uniforme de la sociedad oficial. Sino que ven en la misma un
conflicto generacional que hace surgir a la superficie unos valores
subterráneos de las propias clases medias, es decir, los valores
propios de los jóvenes sobre todo de clases medias bajas y bajas,
no están apartados de las normas o valores de la cultura dominante,
más por el contrario el joven presenta ciertos tipos de
comportamiento, como agresión, odio, destrucción etc. Que sin
embargo estos coexisten con los de la sociedad global. Es por eso
que “el mundo de los delincuentes no está netamente separada de
la sociedad dominante son más bien inserta en ella”89.
Entonces por el mismo hecho de que estos valores estén insertos en
la cultura dominante o convencional, es que el joven, reconoce al
menos en parte el orden social dominante en la medida en que
advierte sentimientos de culpa o vergüenza cuando violan las normas
de tal orden, e inclusive este sentimiento se acentúa cuando el
joven es detenido. Empero, este joven a la vez no puede realizar
nada en contra de este comportamiento desviado, por lo cual se
autojustifica, creando racionalizaciones mentales para neutralizar
las normas sociales interiorizadas y que entran en conflicto con su
comportamiento social.
Así
pues, estas técnica de neutralización son:
1.
La exclusión o negación de la propia
responsabilidad,
aquí el delincuente considera sus actos como “accidentes” o
como producto de alguna circunstancia externa que no pudo controlar,
al ser impulsado a realizarlos.
El
jóven delincuente se excusa de su responsabilidad, porque tan sólo
ha sido objeto de las circunstancias que la propia sociedad le ha
brindado, es decir ha sido arrastrado por las circunstancias, de tal
modo que prepara la vía para la desviación del sistema normativo
dominante sin la necesidad de un ataque frontal a las normas.
2.
La negación de la ilicitud o daño y nocividad del comportamiento,
el delincuente ve sus actos como
ilegales o prohibidas pero no como dañosas o inmorales, acentuando
su interés en redefinir sus comportamiento; así un acto vandálico
es definido sólo como una simple perturbación, un robo como un
simple préstamo, etc.
3.
La descalificación o condenación de quienes lo han de perseguir y
condenar, esta
técnica afirma que la incorrección de un acto no se puede dar
porque las personas que asumen las funciones de transmitir o
reafirmar las normas sociales dominantes no las pueden ejecutar al
ser considerados con calificativos en contra de su verdadera función.
Pues su
comportamiento desviado, no tiene porque ser condenado, o mal
visto, ya que en la misma sociedad en la que coexiste, también
hay otros comportamientos que inclusive son más desviados que las
de él. Así por ejemplo, aquellos ciudadanos obedientes de las
leyes son meros hipócritas, que la policía es corrupta, al igual
que los maestros que no practican lo que enseñan y que los padres
generalmente desahogan sus frustraciones en el maltrato que le
propinan a los hijos.
4.
La apelación a la supuesta
inexistencia de la víctima,
identifica a la víctima como desviado
y es él quien asume las funciones de vengador, buscando justicia al
margen de la Ley, es decir la persona que merece el efecto sufrido,
la victima para el
sujeto desviado, representa tan sólo alguien quien ha recibido un
castigo justo, como por ejemplo hurtos a comerciantes deshonestos.
5.
Invocación a instancia y móviles
superiores o el llamado a más altas lealtades,
se da cuando hay un conflicto de roles
y el delincuente adopta otras normas que para él tienen mayor
importancia, como las de su grupo de amigos al que pertenece, sin
negar las normas sociales imperantes en las que vive.
Entendiéndose por instancias superiores aquellas en la que el
individuo desviado, a internalizado sus normas y en las cuales es
aceptado como es él, en donde ese comportamiento desviado es
normal, sacrificando aquellas expectativas y deberes que imperan
en la sociedad matriz.
Así, al ser una Teoría que corrige a las
subculturales también se integran a estas, en la medida que las
técnicas de neutralización son un componente del comportamiento
desviado. Tanto Sutherland como A. Cohen, hacen notar de que el
elemento de justificación y la de racionalización del
comportamiento desviado esta presente, es decir latente en el
joven, entonces estas técnicas de neutralización constituyen en
verdad una parte esencial de aquellas definiciones que son
favorables a la violación de la ley, cuyo aprendizaje por medio de
la diferenciación de los contactos sociales es objeto de la teoría
de Sutherland. La diferencia está en el hecho de que Sykes y Matza
consideran que precisamente mediante el aprendizaje de estas
técnicas llega el menor a ser delincuente y no tanto por medio
del aprendizaje de imperativos morales, valores u otros actitudes.
Por lo mismo se hace de relevancia el hecho de que en toda
subcultura, las técnicas de neutralización conceden al menor una
capacidad enorme de atenuar sus escrúpulos y de procurar un apoyo
contra sus remordimientos o sentimientos de culpa.
3.6 TEORÍAS SUBCULTURALES
Sobre
estas teorías se han desarrollado varias tesis, que en realidad
sólo sirvieron como marco referencial para posteriores
investigaciones como la de A. Cohen y su teoría de las
subculturas, desarrolladas especialmente para el estudio del
fenómeno de la delincuencia juvenil, así como la investigación
sobre zonas delincuenciales en la tesis de las subculturas de la
violencia por Wolfgan y Ferracuti, en 1967. Así en entre los
principales investigadores teóricos que anteceden a los nombrados
encontramos a Thorsten Sellin , en su libro “Culture
Conflict and Crimen” (1938) asimismo
por parte del criminólogo Alemán Kaiser, además de Grunfld y
Shoman.90
3.6.1
Conceptualización previa de Cultura.
Sobre
el desarrollo subjetivo de la
definición de subcultura debe expresarse que si bien existe
variedad en sus definiciones, estas confluyen dentro de un mismo
patrón: “comportamiento humano”.
E.B. Taylor en 1871, acentúa que cultura es una totalidad compleja,
que abarca: conocimientos, creencias, artes, moralidad, leyes y
costumbres, en suma hábitos adquiridos por el hombre como miembro
de la sociedad.
En
realidad el razonamiento de Taylor,
se puede reducir que cultura es aquel conjunto de patrones
generadas por una serie de ideas tradicionales y valores inherentes.
Asimismo,
Selenik plasma la idea de cultura como conjunto de experiencias
simbólicas compartidas, como todo aquello capaz de mantenerlo. Sin
embargo estas opiniones de carácter vago se ven matizadas por una
disgregación de conceptos. Y esto se comprende con la
conceptualización sobre cultura de Lola Aniyar de C. definiendo a
esta como:
“...conjunto de
símbolos de significados, de creencias, de actitudes y de valores,
que tienen como característica el hecho de ser compartidas , de ser
trasmisibles y ser aprendidos.”91
Entonces, se dice que existe una disgregación y aplicación de
conceptos, porque esta definición se origina con el estudio de
las teorías criminológicas de los procesos de aprendizaje llegando
a los procesos de criminalización y variedad que entre ambas
existen.
Para nosotros. Cultura
es aquella confluctuación de normas de carácter objetivo y
subjetivo internalizadas por el individuo a través del aprendizaje
en su interrelación e interacción con la realidad objetiva en
que habita. En sí son las formas de vida de las que parte la persona
al ensalzar su conducta.
3.6.2 Las Subculturas
3.6.2.1 Origen y delimitación del vocablo subcultura.
Como se dijo anteriormente el término subcultura al igual que la
teoría en la que eclosiona, recién aparecen en la década de 1940,
en un marco especializado de la Sociología Criminal para lograr una
mejor explicación de la criminalidad de ciertas minorías, como
la criminalidad de los jóvenes y adolescentes de clases bajas.
Origen
que está estrechamente ligado al contexto histórico por la que
atravesaba Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial,
época en la que recién se propaga el término de subcultura; así
Wolfgan y Ferracuti apuntan que fueron en las teorías de Alfred
Mc. Glung Lee en 1945 y Milton Gordon en 194792.
En la década del 40 una de las primeras definiciones de Subcultura
de Miltón Gordon es: “la subdivisión de la cultura nacional que
resulta de la combinación de factores o situaciones sociales tales
como la clase social, la procedencia étnica, la residencia regional,
rural o urbana de los miembros, la afiliación religiosa y todo ello
formando, gracias a su combinación, una unidad funcional que
repercute integralmente en el individuo miembro”,93en
sí una cultura dentro de otra.
Entonces
debe entenderse por subcultura aquella que guarda relación con la
cultura dominante; es decir, una subcultura implica juicios de
valor dentro de un sistema social de valores, la cual no es parte de
un sistema más amplio y central, sino que se ha cristalizado
aparte.94
Puntualizando
diremos que dentro de las subculturas surgen valores compartidos
que sus miembros aprenden, adoptan e inclusive exhiben y que
difieren en cantidad y cualidad de la cultura dominante;
diferenciándose las subculturas sólo parcialmente de la cultura
generatriz; ya que aún sociedades que se diferencian mucho desde un
punto de vista político, étnica o religiosa tienen de todas
maneras algunas normas comunes. Por lo mismo hay normas
de una subcultura que no solamente difieren de los de la cultura
dominante y que pueden chocar u oponerse.
Hall
Williams95
en cita de Antonio García – Pablos de Molina describe ciertas
características que corresponderían a las subculturas; así
tenemos:
- la subcultura es un grupo de rasgos diferenciales respecto a la sociedad oficial porque institucionaliza particulares formas de ver el mundo o cosmovisiones.
- Su código axiológico o sistema de valores cuenta con una cierta autonomía, si bien o llegan a independizarse por completo de la cultura dominante.
- La subcultura tiene también una organización interna que regula las relaciones de sus miembros. Estructuralmente se aprecia de la misma un grado de cohesión y un entramado de relaciones similar que puede existir en la sociedad convencional.
Igualmente partiendo del concepto o axioma principal de las teorías
subculturales del sistema de valores de índole particular, al
margen de la cultura general o nacional. En mérito a este concepto
se dan varias apreciaciones del mismo:
- Que no todas las sociedades tiene los mismos valores, creencias y normas.
- Al hablar de una contracultura como lo toma Miltón Yinger, al ser una oposición a la cultura dominante y no tan solo una diferencia a ella como la subcultura.
- Que el solo hecho de hablar de subcultura no es la proximidad geográfica entre los que la siguen.
- Que al ingresar o conformar una subcultura lo hacen más por integrarse a un grupo humano que por seguir sus patrones normativos.
- Si se ha formado una subcultura el comportamiento puede estar dado en base a las situaciones o en virtud de sus normas.
Habiéndo sentado las
bases de lo que es o se define por el vocablo subcultura y como se
ha dicho repetidas veces esta tuvo mayor uso en las áreas de la
delincuencia juvenil y de adultos. Desarrollándose precisiones a
la teorías subculturales por la más diversa cantidad y calidad de
investigadores, de los cuales sólo abordaremos algunos, así
tenemos:
- Albert Cohen (1955)
- Scott ( 1956-1957)
- Sykes y Matza ( 1957)
- Miller (1958)
- Bloch y Niederhoffer (1958)
- Kitsuse y Dietrich (1959)
- Cloward y Ohlin (1960)
- Wilkins (1960)
- Mays (1963)
- Bordua (1961)
- Mizruchi (1964)
- Neuman e Irurzum (1968)
Sin embargo, la subcultura de la delincuencia si bien surge
tardiamente, en la década de los cuarenta, adquiere recién
connotación con gran relevancia criminológica en la obra de
“Delinquet Boys” de Albert Cohen.
- Las Subculturas de los Delincuentes Juveniles Por Albert Cohen
Este autor en su calidad de director de orientación del Indiana
State Institute for Juvenile Delinquentes, se preocupa en averiguar
porque se observan tasas de criminalidad desproporcionalmente
elevadas, en las estadísticas oficiales entre los jóvenes de las
clases bajas de los barrios pobres.
1.
Para Albert cohen la subcultura es un “sistema de convicción y
valores que se forman en la infancia en un proceso de interacción
comunicativa..”96
Con Albert Cohen el alcance de las teorías de las subculturas
criminales se amplía desde el plano de los fenómenos del
aprendizaje al de la aplicación misma de los modelos de
comportamiento; por lo mismo el concepto de subcultura criminal, no
se funda sólo en un grupo atómico de teorías, sino que
encuentra aplicación combinado con otros elementos dentro de un
marco de teorías complejas.
2.
Cohen a través del estudio de pandillas juveniles llega a sentar
conclusiones de una subcultura antisocial juvenil la que se origina
según las siguientes condiciones:
- Porque la socialización en el ambiente cultural de la clase obrera baja no proporciona los elementos necesarios para movilizarse hacia arriba en la escala social.
Planteamiento que está estrechamente ligado a la insatisfacción
de hombre hacia los medios institucionalizados de creación de
oportunidades, es decir proviene de la teoría mertoniana de la
anomia.
- Que las pandillas juveniles se forman en base a los jóvenes de clase baja que se hallan frustrados por su falta de status.
“La
constitución de subculturas criminales representan la reacción
de minorías desfavorecidas y su tentativa de orientarse dentro
de la sociedad, no obstante las reducidas posibilidades legitimas
de actuar de que disponen”97.
c)
Al ver frustrada el joven sus necesidades por no poder alcanzar un
status superior en el nivel de clases socioeconómicas, se inserta
en el grupo social que lo acepta, formándose las subsiguientes
subculturas, las cuales poseen un sistema de valores directamente
enfrentados a los de aquella; es decir una subcultura no
utilitarista, maliciosa y negativa, que “toma las normas de la
sociedad convencional para darle vuelta”.98
3.
Para Albert Cohen la subcultura criminal se caracteriza por varias
situaciones (García-Pablos 1999):
- La subcultura es gratuita, maliciosa y destructiva.
- Gratuita, ya que los hechos delictuosos cometidos por estos jóvenes no persiguen la obtención de un beneficio económico, sino tan sólo satisfacer una actividad a la que se le atribuye valor, audacia y prestigio.
- Maliciosa, por cuanto esa satisfacción deriva precisamente por estar disconforme con la otra cultura.
- Negativa o destructiva, porque en realidad estos actos resultan no sólo negativo para la sociedad sino con mayor importancia para el mismo joven.
- Una actitud valorativa ambivalente.
Ambivalente
en el sentido de que el menor o joven dentro de la subcultura en
que vive toma los valores y normas de la cultura dominante y éste
los invierte; por lo mismo, dentro de las subcultura la conducta
delictiva es justa porque es aceptada y hasta practicada por los
restantes miembros. Produciéndose así un hedonismo ya que
la satisfacción que persigue el joven es inmediata.
- Para Cohen la subcultura criminal es una subcultura de grupo y no una solución privada o individual; esto debido que ha Cohen no le interesa como el jóven entra en esta subcultura sino más bien como se forma esta subcultura.
4.- Valoración final.
Cohen al analizar la subcultura de las bandas juveniles las describe
como un sistema de creencias y valores que extraen su propio
origen de un proceso de interacción de jóvenes que dentro de la
estructura social ocupa lugar similar.
Esto pues, se explica debido a la estratificación y el pluralismo
de los grupos sociales, así como las reacciones típicas de grupos
socialmente excluidos del acceso pleno a los medios legítimos
para la consecución de fines institucionales dan lugar a un
pluralismo de sub grupos culturales, algunos de ellos rígidamente
cerrados ante el sistema institucional de los valores y las normas,
caracterizado pues precisamente por esos valores, normas y modelos de
comportamiento alternativo a aquel.
En relación a la frustración Baratta
nos dice que: “estas subculturas representan la solución a
problemas de adaptación para los cuales la cultura dominante no
ofrece solución satisfactoria” agregando que, “ son las
condiciones sociales, las estructuras y los mecanismos de
comunicación y aprendizaje los que determinan la pertenencia de
los individuos a sub grupos o subculturas”99
3.6.2.3 La Subcultura de la Pobreza
Según
Walter B. Miller, en su obra “Cultura
de clase baja por un medio generador de delincuencia en pandillas”
y las reservas formuladas de
J.Miltón Yinger,
norteamericano precisan una importante distinción entre:
- Subcultura, considerada desde el punto de vista sociológico, como un grupo de personas que tiene un lenguaje peculiar, valores, religión, estilo de vida y otras características similares, siendo que su relativo aislamiento físico o social impide una completa asimilación por la sociedad.
- Contracultura, desde el ámbito sociopsicológico, es el conflicto con los valores de la sociedad.
Concluyendo
que, “la pobreza puede generar tanto subculturas como
contraculturas y evitar una generalización ofensiva que haga
concebir a todos los pobres como serios candidatos a la conducta
desviada”100,
ya que la contracultura depende de la primera para su propia
expansión, más no así podra surgir si la subcultura no se
encontrase presente.
3.6.2.3.1 La Contracultura de los Delincuentes Habituales
Se destacan varios elementos:
Un sistema de estratificación, aquel que se le da diversos niveles de prestigio a la actividad criminal, con especialización y modalidades para su realización, siendo verificado este aspecto al denominar la conducta ilícita de distintos modos que el formal, pues a una persona que roba se le puede denominar de diversas maneras.
Un conjunto de valores peculiares de esta contracultura:
- Un orgullo profesional, el delincuente se siente orgulloso respecto a su conducta ilícita.
- Los delincuentes tienden hacia una eficiencia profesional, de no robar a cualquier persona, sino a la que tenga dinero u otras cosas de valor.
- La lealtad que se da entre los mismos delincuentes, al no ser delatados por ellos mismos a sus demás compañeros
de la misma actividad ilícita.
- La solidaridad que debe existir entre el delincuente y sus compañeros de fechorías.
Y si no se cumpliera con estos “valores” se hacia merecedor a una
penalidad severa (la eliminación entre los mismos delincuentes por
el denominado ajuste de cuentas)
- Un conjunto de creencias, también peculiares
- La idea del fracaso, y de no reinvindicarlo
- La superstición
- Un cierto estilo de vida
- Vivir el momento
- Vivir con intensidad
- Por el lenguaje típico se da a conocer:
- La identificación del sujeto como integrante de la contracultura.
- Una valoración positiva de los demás.
3.6.2.4 Teoria de la Oportunidad Diferencial.
Es
en 1959101
en que Cloward expone la Teoría mertoniana de la anomia y las de
Sutherland y de Cohen sobre las subculturas criminales, proponiendo
una síntesis de ellas, la misma que obtiene a partir del estudio
del concepto de distribución social de las oportunidades de
acceso a los medios legítimos ya utilizados por Merton al acceso
de los medios ilegítimos.
Pero,
es en el año de 1960 en la obra “Delinquency
and Opportunity”102
en la cual Cloward y Ohlin elaboran la teoría de oportunidad
diferencial, afirmando que las subculturas desviadas de los jóvenes
surgen cuando el acceso a los medios legítimos de lograr los
éxitos sociales están obstruidos, tales como las oportunidades
educativas y económicas. Elaborando la tesis que las subculturas
criminales basadas en la diversidad estructural de las “chances”
que tienen los individuos de servirse de medios legítimos para
obtener sus fines o satisfacer sus necesidades. En consecuencia es
este acceso a las chances que tiene el individuo de poder acceder
a la satisfacción de sus necesidades por la vía o utilización de
medios legítimos, la cual está directamente relacionado con los
medios de estratificación social, la que da origen a creación de
las subculturas criminales.
La
obra de Richard A. Cloward y Lloyd Ohlin subyace de la formulación
de la anomie por Mertón, con la teoría de la Transmisión Cultural
y Asociación Diferencial de Edwin H. Sutherland, Clifford Shaw,
Henry Mckay, Solomon Kobrin y otros de la Escuela de Chicago,
agregando un nuevo concepto de “oportunidad diferencial”.
El
maestro Antonio García-Pablos de Molina citando a Pitch, expresa
el pensamiento de Cloward y Ohlin de manera más sensata, aseverando
que concretamente “...el origen de la conducta desviada, depende
no de variables como la edad o el sexo, sino del tipo de ambiente
social que tienen lugar: de la efectiva organización social del
slum103
y del mayor o menor número de oportunidades (legítimas o
ilegítimas) que éste depare a sus miembros”.104
Entonces a diferencia de Cohen, estos autores
plantean tres tipos de respuesta colectiva, como medios idóneos de
las subculturas para la satisfacción de sus fines, las cuales
proporcionan medios u oportunidades a sus miembros, presentándose
entonces tres tipos de subcultura:
a.-
La subcultura criminal, es
una sociedad altamente delincuencial, que se vale del prestigio de
los mismos que delinquen para el aumento de aquellos, estando
motivadas las personas a obtener lo que quieren por medios
ilegítimos; es decir este tipo de cultura se presenta en los slums
integrados ya por una criminalidad adulta estratificada según la
edad de los mismos, los cuales tienen estrecho vínculo,
desarrollándose una organización convencional. Clima social, que
el joven internaliza a través del aprendizaje, creándose un marco
efectivo de oportunidades, en las que el joven aprende de los
delincuentes adultos, las técnicas adecuadas para llevar a cabo
con éxito sus actividades preparándose para toda una carrera
delictiva, esto debido a que los “miembros de esta sociedad se
encuentran motivados hacia el logro de ganancias materiales
mediante procedimientos ilegítimos”105.
b.-
La subcultura conflictiva,
es aquella donde no se observan modelos legítimos como ilegítimos
–porque no hay una organización criminal-, pero pese a ello se
integran en pandillas caracterizadas por la violencia, la
manipulación de la fuerza y la agresión. Es decir, este tipo de
subcultura representa al slum desorganizado donde la movilidad
social y geográfica es muy elevada y existe una alta tasa de
precariedad en todos los componentes de la vida social. En
consecuencia nos dice A. García-Pablos de Molina que “la
criminalidad de estas áreas es marcadamente individualista poco
remunerativa, sin cobertura”106.
Siendo por la misma desorganización existente, que los jóvenes
optan por una cultura de violencia y constantes agresiones, sobre
todo con miembros de otras bandas, a efectos de adquirir un status
o la representación de alguna banda juvenil, toda vez que el
joven está siguiendo patrones sociales como las que ocurre en el
primer tipo de subcultura, pero va moldeándose y creando su propia
status, es lo que Clowar y Ohlin llama el “booper” como el
individuo que esgrime armas para ganarse el respeto de sus demás
pares.
c.-La
subcultura de retraimiento,
donde no se da incentivo a hechos ilícitos ni conflictivos
presentándose el consumo de droga y un fracaso doble al no estar
inmersos en acciones legítimas y/o ilegítimas. Existe otro grupo de
jóvenes que no pueden manifestarse a través de la violencia, son
más retraídos en sus comportamientos, y si bien pueden vivir o
no dentro de una subcultura criminal estos no se superan ni por
medios legítimos como tampoco ilegítimos, presentándose un doble
fracaso; así pues el que participa de esta subcultura
abstencionista, se refugia generalmente en la droga y el alcohol
para permanecer insensible e indiferente a su mundo convencional
del que se evade, siendo quienes componen esta subcultura menos que
de los otros dos tipos.
3.6.2.5 La Subcultura de la Violencia
Por
Marvin E. Wolfgang sociólogo norteamericano discípulo de Sellin y
Franco Ferracutti, médico y psicólogo, en su obra “La
Subcultura de la violencia”, indica
que la cultura dominante margina los valores que forman la
subcultura, dando lugar a conflictos, aquella cuando esta impregnada
en el núcleo de valores que marcan el estilo de vida en los procesos
de socialización y las relaciones interpersonales de los individuos
que viven bajo las mismas condiciones.
Esta
teoría viene a ser una combinación, una mixtura o una fusión de
las teorías anteriormente analizadas, sobre todo las del
Aprendizaje y la de subcultura de Cohen, tomando como referencia
las teorías psicoanalíticas, así por ejemplo en el planteamiento
de su tesis –Subcultura de la Violencia- no deparan en aceptar
que “uno de los acercamientos teóricos más solicitados para dar
una explicación de la violencia es el propuesto por la Escuela
Psicoanalítica”107.
Es decir acepta los postulados del Psicoanálisis, sobre las etapas
del desarrollo de la personalidad, el carácter del menor y las
repercusiones del inconsciente en la transición de joven a adulto;
teoría ésta que se matiza con conocimientos netamente sociológicos,
determinando también que es el ambiente social exterior de donde
debe buscarse la llave causal de la agresividad. Esto desde la
evolución del pensamiento criminológico de la Escuela de Chicago
y sus investigaciones sociales empíricas. Llegando así a la
aplicación de la teoría de las subculturas sobre la frustración,
la cual sabemos es luz de la anomia, ambas complementadas con las
teorías del aprendizaje social. Teoría Mixta realizada por el sólo
motivo de dar cuenta de la diversidad de reacciones que experimenta
el individuo.
Lo
dicho se verifica en una cita en “La subcultura de la Violencia”
al referirse sobre el proceso transmisor de los valores
subculturales:
“...la diversidad de las diferencias
individuales en la fuerza de adhesión de dicho valores y el hecho
de que no todos individuos que guardan vecindad ecológica y
comparten las mismas motivaciones y valores de cultura ambiental. El
proceso de aprendizaje social, a través de variados mecanismos que
van desde el contacto repetido hasta otras formas más sutiles de
imitación e identificación, supone la adquisición de sistemas
culturales de la niñez temprana y su integración dentro del
complejo sistema de rasgos-valores-motivos de la personalidad el
cual constituye la individualidad global del adulto”108.
La
explicación a la subcultura de la violencia viene desde un problema
epistemológico. Debiendo ser entendida desde el campo mismo de la
metodología seguida en el trabajo de investigación, además de
tener gran hincapié en la población encogida y la muestra
seleccionada, pues se asegura que la existencia de la subculura de
la violencia queda demostrada al examinar
individuos y grupos sociales, cuyas vidas registran las tasas más
elevadas de violencia externalizada. Comprendiéndose que los
estudios criminológicos nunca llegan a ser exactos, y esto debido a
la fuerza de la ciencia social, dada toda esa complejidad de
comportamientos de nuestra sociedad actual, que ya a estas alturas
del camino no asombran ni al mozalbete, pues las desviaciones al
comportamiento se van tornando consuetudinarias a fuerza de la misma
masa en movimiento y el cambio social intangible.
1.-
Ninguna subcultura puede divergir totalmente de la cultura de la
que forma parte, ni tampoco contraponerse en conflicto.
2.-
Para dejar establecida la existencia de un subcultura de la
violencia, no es preciso que los actores partícipes de estos
valores fundamentales exterioricen manifestaciones de la violencia
en todas circunstancias.
3.-
La violencia como recurso potencial o la destreza para recurrir a
ella en diversas situaciones, indica el grado de difusión y
penetración de esta corriente cultural.
4.-
La afinidad subcultural con la violencia es compartible por todos los
miembros de una subsociedad sin importar edades, pero dicha
afinidad se resalta más notablemente en los postreros años de la
adolescencia y hasta la edad mediana.
5.-
La contranorma la abstención de la violencia.
6.-
El desarrollo de actitudes favorables hacia la violencia y el
hábito de las mismas, dentro de las subculturas implican por lo
regular un aprendizaje del comportamiento y un proceso diferencial
de aprendizaje, de asociación o de identificación.
7.-
Dentro de una subcultura, el recurso de la violencia no se
considera necesariamente ilícito y quienes la emplean por ende
no tienen que confrontar sentimientos de culpa por razones de sus
agresiones.
3.6.2.6 Las Subculturas Criminales como Teorias de Mediano
Alcance
El
maestro criminologo y jurista Alessandro Baratta, en su obra
“Criminología Crítica y Crítica del
Derecho penal”, al analizar las
teorías subculturales nos dice que estas son teorías de “mediano
alcance” fundamentando su raciocinio en que “las teorías de
las subculturas detienen su análisis en el nivel sociopsicológico
de los aprendizajes específicos y de las reacciones de grupo, y
llega sólo a indicar, de modo por demás vago, la superficie
fenoménica de los procesos de distribución como momentos
económicos correlativo de los mecanismos de socialización que
ella pone en evidencia...estas son de esa manera postuladas
acríticamente como marco estructural dentro del cual se inserta y
funciona una teoría criminológica de mediano alcance, es decir una
teoría que parte del análisis de determinados sectores de la
fenomenología social, para permanecer en el propio contexto
explicativo, dentro de los límites del sector examinado”110.
Lo
aseverado por Alessandro Baratta, no deja de ser cierto, toda vez que
esta corriente subcultural, es producto de determinado momento
histórico Norteamericano, en la que predominaban las bandas
juveniles como factor de zozobra y preocupación en una sociedad
ligada por migraciones constantes, formándose pequeñas sociedades
con otros y sistemas de valores asentadas en ciudades satelites, en
las cuales como se sabe, puebla la sociedad de condiciones
económicas más bajas (sociedad obrera), realizándose esta
corriente especialmente para el estudio fenomenológico de la
delincuencia juvenil, no siendo de asombro no encontrar explicación
a ciertas conductas delictivas manifestadas en una sociedad en
desarrollo por parte de las teorías subculturales de la
criminalidad.
3.7 TEORIAS
DEL CONTROL SOCIAL
Entre los autores
que estan inmersos en esta teoría en la década del 50 y el 80
tenemos a D.S. Elliot, R.Hirschi, J.F. Sheley y Adler-Mueller,
considerando que el control social vendría a ser la adecuación a
las normas por el temor al castigo, pues “si todo invididuo cuenta
con el potencial necesario para violar las leyes y la sociedad le
ofrece numerosas oportunidades para hacerlo ¿por qué,..muchos de
ellos las obedecen”,111
ahondando este problema en los factores “pro delito” o de las
motivaciones para la realización de una conducta ilícita, otros en
contraposición a está estudian ¿el porque no delinquimos?, y por
último unos indican que la comisión de un delito esta en base a una
“situación concreta” y no general.
Dando una
relación de factores que limitarian al delito:
a.-
Una identificación con los valores convencionales de la sociedad.
b.-
Una autoestima y autoimagen que superen
expectativas propias.
c.- La aprobación
de las conductas que realizamos por las personas significativas
que nosotros respetemos.
d.- El temor al
descubrimiento de un delito y por tal ser rechazado por la comunidad
que nos rodea.
e.-
La contención interior y exterior de las influencias hacia el
delito.
f.- La amenaza al
castigo.
Algunas de las teorías
tratadas en el enfoque de Control Social estan dadas desde dos
perspectivas:
- Macrosociológica, estudia las influencias en el sujeto del sistema legal (policía, tribunales y centros de internamiento), de los grupos de poder y las directrices socioeconómicas de las autoridades gubernativas.
- Microsociológica, estudia los sistemas informales de control y los propios mecanismos reguladores internos.
3.7.1 Teoría del Arraigo Social o Vinculo
Social
Teniendo
como autor a Travis Hirschi destacado en la perspectiva
microbioógica, por su obra “Causes of
Delinquency”(1969), quien indica que
toda persona es pasible de cometer un delito y tan solo el miedo de
cometerlos rádica en el daño que pudiera ocasionar en sus
relaciones interpersonales e institucionales como en su escuela y
amigos, por lo que la causa de su conducta ilícita es debida a las
relaciones quebrajadas que tiene con la sociedad.
Así, la vinculación del individuo a la sociedad depende de:
- El apego a los padres – maestros y la consideración a las personas gratas para él.
- El grado de identificación y compromiso con los valores convencionales, para internalizarlos forjando aspiraciones y expectativas aceptadas, como la educación, el trabajo y otras actividades de similar contenido.
- La mayor o menor participación en actividades sociales de gran ayuda hacia su formación (la escuela, la familia lugares de esparcimiento educativos)
- Las propias creencias del individuo en el sistema social de valores.
Estando estas interrelacionadas para adoptar una adecuada conducta
lícita.
3.7.2 Teoría de la Contención
Planteada
por Walter C. Reckless, en su obra “The
crime problem”, indica que en la
tendencia europea criminológica se admite la existencia de un
conjunto de condiciones biopsíquicas que conducen a la admisión de
una naturaleza constitucional con
predisposición
al delito, y que en los Estados
Unidos por el contrario la orientación es social, siendo más
factible modificar el medio social que las conductas constitucionales
individuales.
Esta teoría de contención se apoya en la existencia de factores de
carácter externo e interno que actúan sobre el individuo, a fin de
no caer en conductas delictivas, siendo las siguientes:
a.-
Los Factores Externos, que influyen
para frenar la actividad criminal: la familia, el núcleo social al
que pertenece o convive, las costumbres, el Estado como regulador de
la sociedad a través de las leyes, reglamentos; y los mecanismo de
presión criminógena dentro de este factor estan subclasificado en:
- Presiones, que son las malas condiciones de vida, así como las oportunidades limitadas (la pobreza)
- Tirones, son la malas compañías que pertenecen a las subcutluras criminales y la influencia negativa de los medios de comunicación
Entrando en apogeo estas subclasificaciones cuando existe
descontento, intranquiliad y sentimiento de inferioridad.
b.-
Los Factores Internos, lo forman:
- la imagen favorable de sí mismo es decir un buen autoconcepto, que Göppinger la denomina “el concepto de si mismo” como “el componente diferencial de reacción, que explica porque algunos caen en la tentación y otros no, porque algunos tienden hacia conductas socialmente inaceptables, mientras que otros se alejan de ellas..”112 .
- la facilidad de amoldarse a las normas sociales.
- la adhesión a los valores de la comunidad, se alude a un autocontrol.
Y los mecanismo de presión criminógena dentro de este factor esta
subclasificado en:
*
el descontento individual e inestabilidad.
* la hostilidad
* la revelión
* conflicto psicológico, ansidedad.
Cuando los factores internos o externos no son suficientes para
lograr que una persona contenga o refrene su conducta que vaya en
contra de los valores aceptados por la sociedad, el hombre se
convierte en un delincuente.
3.7.3 Teoría del Control Interior o
Controles Personales y Sociales
Planteada por Albert J. Reiss en su tesis
“Delincuencia como fracaso de
controles personales y sociales”
(1951), quien denota gran importancia en la influencia de los
controles sociales frente a los pesonales así también de los
grupos primarios (la familia), aquellos que son capaces de proveér
roles sociales no delincuenciales, ampliando técnicas para la
efectividad de las normas antidelito, pues el niño debe
identificarse con parientes que representan los roles de conformidad
con las normas sociales, considerando como no adecuadas las
siguientes:
- Las familias desintegradas.
- La mala relación del padre con la madre.
- Técnicas educativas inapropiadas, como la severidad y el descuido.
- Un ambiente despersonalizado en instituciones tutelares.
Así, Reiss clasifica tres tipos de controles en la conducta del
proceso del concepto de uno mismo en la formación del “yo”:
- Controles del yo y del super-yo (fuertes)
- Controles del yo relativamente débiles (personalidad inmadura o baja autoestima)
- Controles del Super-yo relativamente débiles (personalidad socialmente deteriorada o orientada a la delincuencia)
Este autor considera que “la delincuencia es el
resultado de una relativa falta de normas y reglas internalizadas, de
un desmoronamiento de controles elegidos con anterioridad y/o de un
conflicto entre reglas y técnicas sociales”113,
dada una conducta ilícita por los controles personales y sociales
débiles, en sí por los fracasos de los grupos primarios.
3.8
TEORÍAS DEL ETIQUETAMIENTO “LABELLING APPROACH”
Las teorías hasta aquí esbozadas y anteriores a las que hoy nos
ocupa, confluyen en poner enfasis en el estudio de los siguientes
aspectos:
a)Pone
el asento sobre las características particulares que distinguen la
socialización y los defectos de socialización a las cuales
están expuestos muchos de los individuos que llegan a ser
delincuentes.
b)Esta
exposición no reside tanto en la disponibilidad del individuo como
en la diferenciación de los contactos sociales y en la participación
en culturas.
c)Dependen
a la vez en su influjo sobre la socialización del individuo, según
el contenido especifico de los valores, de las normas de las
técnicas que los caracteriza de los fenómenos de estratificación,
desorganización y conflictividad ligados a la estrucura social.
d)
Muestran también que al menos dentro de ciertos límites, la
adhesión a valores, normas, definiciones y el uso de técnicas que
motivan, y hacen posible el comportamiento criminal no son fenómenos
diversos que de los encontrandos en casos de comportamiento conforme
a la ley.
e)
Por otro lado, la dirección que tiene el Labelling Approach “parte
de considerar, que es imposible comprender la criminalidad sino se
estudia la acción del Sistema Penal que la define y que reaccione
contra ella comenzando por las normas abstractas hasta llegar a las
instancias oficiales”. 114
Instancias oficiales que ejercen un semejante control a través de
la llamada reacción social, que en suma consiste: la respuesta
aprobatoria que el grupo o la audiencia social da al comportamiento
humano que se aparta de las expectativas sociales.
3.8.1 Antecedentes y Origen Teórico
1.
La teoria de la Reacción social o Labelling Approach tiene sus
primeras manifestaciones en los años treinta, aunque viene a
desarollarse con mayor fervor por la decada del setenta;
implantándose una explicación interaccionista del hecho delictivo,
partiendo de los conceptos sociales de la conducta desviada y
reacción social, siendo esta corriente netamente norteamericana,
sin tener o contar con el rango de una teoría etiologista (como las
primeras), tratándose pues en
puridad de una explicación científica de los procesos de
criminalización.
Los antecedentes y principales postulados del Labelling approach
se encuentran a partir del desarrollo de las teorías del
etiquetamiento –desarrollado por Becker, Erikson y Kitsusi-, por
las teorías de estigma de Goffman; por la teoría del esteriotipo
de D. Chappman; así como, y de más relevancia por el pensamiento
de organización y sofisticación del poder de la delincuencia
desarrollado por Turk..
Así
también, se sostiene que las primeras bases del Labelling approach
se dió en 1938 con la obra de Frank Tannenbaum llamada “Crime
and the Community”,
la misma que indica sobre la
dramatización de lo malo en que incurre el Sistema Penal a la
colocación de etiquetas que influyen en el concepto que el
delincuente se forme de sí mismo, así como en el avance de su
trayectoria criminal, por lo que Tannenbaum refiere que es preferible
decir lo menos posible frente al delincuente en todas las etapas del
proceso penal.
2.
Los origenes a los que podemos remitirnos del labelling approach,
se encuentra involucrada con la epistemología positivista la cual
da nacimiento a la criminología del “Paso al Acto”, entendida
esta como aquella definición que realiza el orden legal de los
comportamientos, diferenciandolos entre conductas ilícitas por
delincuentes y las lícitas por los no delincuentes.
Asimismo es gracias al construccionisno social, por el que se da paso
a las escuelas interaccionistas, siendo esta nutrida con los
planteamientos sociológicos de la conducta desviada, más el
aporte de la psiquiatría. Es decir de una criminología del paso al
acto a una criminología interaccionista.
Por otro lado entre la unión de la fenomenologia y la teoría
crítica del Derecho penal se da nacimiento a la llamada
criminología critica o Radical es decir a la Nueva Criminología.
Uniéndo
todas estas ciencias y formulándose la pregunta ¿cómo se
producen los mecanismos de creación de las normas penales sociales
que dan origen a la conducta desviada? Es que entenderemos a la
reacción social como teoría macrosociológica. Es decir, gracias a
la fusión que se presenta, entre el construccionismo115,
la fenomenología y la teoría crítica del Derecho Penal; en su
estudio de las posiciones, interéses y valores de la sociedad en
conflicto, tenemos como resultado a la criminología de la Reacción
Social.
3.8.2 Planteamiento Teórico.
La Criminología Interaccionista o Teoría del
Etiquetamiento.
Entre
los representantes de esta teoría tenemos: Howard S. Becker,
Lemert, Kitsuse, Shaw, Erikson, Gesfiel, siendo el más reconocido
por sus planteamientos Becker, en especial en su obra “Outsiders.
Studies in the Sociology of Deviance”,
traducida al castellano en 1971 con el nombre de “Extraños.
Sociología de la Desviación”.
Esta
teoría parte del principal y básico postulado de: “La
desviación es producida por la sociedad”.
“Los
grupos sociales producen la desviación al crear las reglas cuya
infracción constituye la desviación”.116
Existe el planteamiento que las leyes cobran vida o sentido cuando
estas son acatadas o cuando son infringidas. Así en el Labelling A.
se plantea que si los delincuentes son catalogados como tales, es
porque existe algún tipo penal en el cual su conducta se inserta;
entonces, que pasaría si esta conducta no se subsume dentro del
tipo penal esperado, quiere decir que no son delincuentes; por lo
mismo ¿quién crea la etiqueta del delincuente?, son los medios
institucionalizados del control social., los mismos que dan paso
al establecimiento de un orden establecido, en el cual el
comportamiento o conducta desvidada se produce cuando se infringen
normas preestablecidas.
Sin
embargo, el planteamiento interaccionista es limitado al quedarse
en el plano de una criminología microsocial adquiriendo nuevos
aportes a nivel macrosocial con la ednometodología y la crítica
del derecho penal, es decir se va catalogando al comportamiento como
desviado por la misma colectividad; conducta desviada, es la
conducta que la gente cataloga como tal. “Inspirándose dentro de
una dirección como la psicología social y la sociolingüística,
en la que se condideraba que la realidad social estaba construido
por infinidad de interacciones concretas entre individuos a quienes
un proceso de tipificación confiere un significado”117,
sin embargo esta expresión de Alejandro Solis Espinoza, no es sino,
en su última parte, un agregado al planteamiento de Baratta, ya que
esa interacción de individuos “continua extendiéndose por medio
del lenguaje”118,
lo que explica la dirección sociolingüística del interaccionismo
simbólico.
Así la conducta desviada se debe a la crucial influencia del
lenguaje y otros medios de comunicación simbólicos en las
relaciones sociales.
*** Es
a partir de Becker en los años de 1980 cuando se puede recién
hablar ya de un enfoque del etiquetamiento.
Las
principales conclusiones a las que arriba Becker son:
a.-
Los desviados no conforman una categoría homogénea.
b.- No pueden
darse como cierto, pues los procesos de señalamiento no son
infalibles.
c.-
No todo desviado es transgresor.
d.-
Lo único común es que todos son catalogados como extraños.
e.-
Existe una transacción entre grupos.
f.-
Ambos grupos son extraños.
Asimismo la desviación depende:
-
Del grado de reacción frente al desviado.
- El grado de
reacción depende de quien ha cometido el hecho y los que se sienten
lesionados.
-
El punto de vista es variable.
El grado de veracidad de lo antes expuesto se vería menoscabado si
en el siguiente ejemplo esto no se cumple. Así tenemos:
Año dos
mil uno, Ciudad de Huancayo; calle principal, una pareja de varónes,
en edad juvenil caminan comodamente por la calle agarrados de la mano
y dándose besos de rato en rato.
Sin duda
estos jóvenes optan por una actitud diferente del resto de la
colectividad que no ha menudo o casi nunca se obsevan esas
conductas, menos en público; pero derrepente sólo estan jugando
y no son en realidad homosexuales; sin embargo, el homosexualismo
no es un delito por tanto no son transgresores, pese a ello quienes
vieron esta conducta se asombraron, entran en conmoción general, se
crean un prejuicio y etiquetan a los jóvenes como tales,
desviados- criminales.
*
En
realidad, la sociedad es quien etiqueta a sus miembros.
Sin embargo,
el labelling Approach se preocupa más en los efectos del
etiquetamiento que en la creación de la etiqueta, por lo cual se
interesa en los aportes de la Interpsicología, estudiando los
procesos de imposición de reglas.
Al respecto, Becker agrega que la imposición de reglas es una
cuestión de poder político y económico (notándose que los razgos
de las teorías conflictuales) y que la existencia de una regla
determinada no garantiza que vaya a ser impuesta, toda vez, que la
actitud de la propia audiencia social es la que determinará la
imposición efectiva de tal. Consituyéndose recién con esta
conclusión una real Criminología de la Reacción Social.
3.8.3 Procesos de Criminalizacion
Tal como se había dicho, la teoría del labelling Approach no se
construye como una teoría meramente etiológica como en el pasado,
sino más bien como una teoría científica sobre la explicación de
los procesos de criminalización, dividiéndolos en tres estamentos:
un proceso de criminalización de la conducta, un proceso de
criminalización del individuo y un proceso de criminalización del
desviado. Siendo este último el inicio y foco de atención de la
escuela interaccionista, al querer descubrir el proceso psicológico
social por el cual el desviado llega a ser delincuente.
Debe
entenderse que para llegar a las conclusiones del labelling
approach los procesos de criminalización se estudian desde la
criminalización del desviado llegandóse a la criminalización de
las conductas, las mismas que son desarrolladas por diversos
autores, quienes plantean los principales aportes a la explicación
de los procesos de criminalización del labelling.
3.8.3.1 El proceso de Criminalización del Desviado.
Según Payne (1973) “El etiquetamiento sería el proceso por el
cual un rol desviado se crea, se mantiene a través de la
imposición de etiquetas delictivas las cuales pueden ser positivas
o negativas y estas pueden ser ciertas o falsas, pero que al final
acarrean una desviación en el comportamiento”(Lola Aniyar, 1977)
La comprensión del proceso de criminalización del desviado se
encuentran circunscritos dentro de los mismos atributos de las
etiquetas, a saber:
a)
Las etiquetas son el principal elemento
de indentificación, por lo mismo su
imposición convierte al individuo por un lado sumamente visible,
pues ya es diferente a los demás; y por otro lado, en ser
invisible, ya que la verdadera identidad del supuesto desviado se
pierde, toda vez que al etiquetarlo como desviado, sus demás
características se obscurecen y se esconden.
b)
Las etiquetas crean autoetiquetas,
las personas se perciben a si mismas como las ven los demas. Es
decir es la autopercepción de acuerdo a la percepción de otros.
En realidad este atributo es lo que suele llamarse la Sympathetic
introspection la cual permite captar el sentido que para el
delincuente tienen las definiciones de sí mismo.
Así
afirma Antonio García-Pablos de Molina, al referirse sobre la
INSTROSPECCION SIMPATETICA “Que ciertas conductas desviadas
(desviación expresiva), determinadas estrategias del delincuente
(técnicas de neutralización) e incluso el tránsito de la
desviación primaria a la secundaria puden explicarse a través de la
imagen que tiene el delincuente de sí mismo. Bien como intento de
proclamar una determinada imagen, bien como esfuerzo significativo
por conservar a ultranza la imagen convencional a pesar del
carácter delictivo de su comportamiento, bien como mecanismo de
autodefensa frente a la reacción social”119.
c)
Las etiquetas crean expectativas,
una vez etiquetada la conducta e etiquetado el individuo como
desviado, se crean expectativas en la sociedad para con ese
individuo, del cual se espera determinado comportamiento.
d)
La etiqueta puede perpetuar el comportamiento,
el padre y teólogo Huberrs Lansiers, en su libro “Los
dientes del Dragon” públicado en el
año de 1995 en nuestro país, apunta con acierto que al procesado
por tanto decirle que ya es un criminal y tratarlo como tal, este
termina por volverse en verdad un criminal. Así cuando el desviado
es etiquetado como tal este asume dicho estigma, lo internaliza y se
unde en él e inclusive no pude o no quiere poner fin a su
trayectoria criminal.
e)
Las etiquetas producen desviación secundaria,
entendiéndose por Desviación Secundaria según Lemert “como
aquella que tiene su origen en una redefinición que hace el
sujeto de su propia imagen, asumiendo la etiqueta de criminal e
identificándose con ella”.120
Consituyendose como un sutíl mecanismo de autodefensa a la reacción
social; pero lo que el desviado reorganiza es su imagen en función
a tal desviación. Es por eso que Lola Aniyar citando a Erikson
alega que “las formas desviadas de conducta extraen muchas veces
su elemento de las mismas agencias que han sido creadas para
inhibirlas”121.
f)
Las etiquetas se generalizan y se contagian,
pues en efecto estas se contagian por la simple asociación de
individuos, por su misma interacción, pero se generalizan
etiquetando a todos los miembros de una subcultura, es por eso que
se dice: las etiquetas llevan un exceso de equipaje.
g)
Las etiquetas dirigen la actividad social,
en los procesos de criminalización, el desviado va recorriendo un
pasadizo, en la que se encuentra la propia audiencia social, quien
dirige al individuo hacia una conducta enérgica y solitaria, por
eso “tratar a una persona como si fuera desviada en general y
sólo específicamente, entra una profesia que se cumple ella misma
–profesia autorrealizable122-
que puede empujarlo al ingreso en un grupo organizado de
desviados”123.
h)
Las etiquetas producen subculturas, las
cuales se cumplen cuando ya se han desarrollado los atributos que
trae consigo las etiquetas en los procesos de criminalización del
desviado, que al ingresar a una subcultura, es cuando ya el desviado
a mutado a un ser probablemente delincuente.
3.8.3.2 Proceso de Criminalización del
Individuo
Lola
Aniyar de Castro citando a Austin Turk, nos dice que “la
criminalización no es algo que alguien quiere hacer sino más bien
algo que sucede en el curso de la interacción entre varias partes
(incluyendo a todos los que hacen las normas, los interpretes, los
que la ejecutan, el infractor...”.124
A) El
proceso de criminalización de los individuos se da gracias a esa
interacción existente entre agrupaciones y diversidad de
categorías de personas, lo cual es indudable que generen un
conflicto entre quienes hacen cumplir las leyes y quienes cometen
actos tipificados125
como ilegales.
Conflicto surgido: Grupo que hacen leyes / grupo que las
infringe.
1. Las
posibilidades de criminalización del individuo dependerá del grado
de probabilidad que exista para la instauración del conflicto; así:
- El conflicto es más probable mientras más organizado estén los que realizan actos ilegales. Esto sobre todo a nivel de grandes mafias.
- Pero el factor que afecta la probabilidad, es la “sofisticación”; la cual versa en el sentido del conocimiento de los patrones de conducta de los demás; conocimiento que puede ser utilizado para manipularlos; a efectos de optar medidas de prevención, por ejemplo, si el término “manipularlos” lo transformamos en “evitar el crimen”.
El conflicto es más probable mientras más sofisticados son los
sujetos. Aunque esta sofisticación es variable según las agencias
de control social.
2. Lola Aniyar de
Castro, divide varios subgrupos, desde el punto de vista anterior,
así según la profesora venezolana, tendríamos:
- Organizados sin sofisticación (gangs)
- Desorganizados sin sofisticación (delincuentes inexpertos)
- Organizados sofisticados (sindicatos del crimen)
- Desorganizados sofisticados (estafadores y otros)
3. Siguiendo la linea conceptual de Turk, encontramos que para él: “ser criminal no es realizar actos delictivos, sino el producto de la interacción entre autoridades y sujetos, dependiendo de una serie de variables que determinarán la asignación definitiva del status126 de Criminal.
Siendo estas variables:
- Opera la prioridad y significado que las autoridades tengan.127
- Mayor significación que tenga la norma de la oposición provocará mayor probabilidad de sanción.
- Oportunidad de actuación de las autoridades (esto esta inserto en el numeral a)
- Mayor número de niveles de aplicación de la ley que esten de acuerdo sobre el carácter realizado.
- Las diferencias del poder entre las partes.
- Significativo es tener una posición realista, por parte de ambos bandos. Así:
f.1 Por parte de la oposición,
se debe tener la posición realista para mejorar sus comportamientos
desviados que:
- Debe experimentarse un aumento en la visibilidad de su conducta.
- Un aumento de efensividad.
- Aumento del consenso entre los niveles del control social.
- Aumento del poder del control social.
f.2 Por parte de las autoridades,
una posición real a efectos de frenar el crimen, tiene que:
- Evitar un debilitamiento de bases del consenso.
- No se debe generalizar.
- No debe aumentar el tamaño y poder de la oposición.
- Tampoco debe realizar un aumento de tributos en el desviado, es
decir generalizándolo.
3.8.3.3 Procesos de Criminalizacion de las Conductas
Este proceso se ve nutrido con la teoría del estereotipo
desarrollado por Denis Chapman, entre sus principales postulados
tenemos:
1.-
Todo comportamento desviado se puede manifestar también en formas
objetivamente identicas que son sin embargo aprobadas o recibidas
sin indiferencia. Esto sobre todo a nivel de las subculturas de las
cuales la teoría del labellin, aunque sus teoricos lo nieguen,
extraen conclusiones valederas, sobre todo a nivel de menores, estos
se sienten como en familia, con propios valores y conductas,
subculturas del lumpem, donde matar a alguien con verduguillo es
natural.
2.-
Los comportamientos se dirigen hacía determinados objetivos, para
alcanzarlos pueden escogerse conductas objetivamente idénticas,
aunque unas sean aprobadas, otras desaprobadas lo cual dependerá
del azar, del conocimiento, del aprendizaje, de la educación y de la
oportunidad.
3.-
No hay más diferencia entre criminales y no criminales que la
conducta. Pues en esto rádica la etiqueta realizada por los medios
de control formal, influencia principal de la criminología del paso
al acto. Trayendo consigo los procesos de criminalización antes
referidos, en orden de prelación inversa, de Turk a Payne.
4.-
El comportamiento criminal es general. Y tiene mayor incidencia en
las clases pobres.
5.-
El delito es un comportamiento definido en el espacio y en el
tiempo. Concepción
netamente epistemológica, pues los fenómenos se generan en un
determinado espacio y tiempo.
6.-
Sirve para seleccionar de entre un número mayor de individuos a
algunas personas con comportamientos idénticos, objetivos y
simbólicamente individualizados. Siendo esta la funcionalidad del
esteriotipo.
7.-
El delito es un comportamiento funcional del sistema social, ya que
justifica otros comportamientos. A algunos enaltese no ser ladrón o
famélico.
8.-
Se da una cierta impunidad para ciertos grupos, lo que se llama
procesos sociales subterráneos. Aquí se encontrarían los que se
enaltecen de no ser ladrón famélico, pero sin embargo, cometen
actos delictivos llamados de cuello blanco, que muchos de ellos no
son sancionados o reprimidos por la ley penal, quedando dentro del
cifra negra.
9.-
El sistema Judicial como institución tiene por objetivo crear los
crímenes.
3.8.4 Definición de la Criminalidad
Uno de los problemas que se presenta en la teoría del Labelling
Approach es la validez de la definición que se adopta sobre
criminalidad, lo cual es importante en todo planteamiento teórico.
Definición ésta que se plantea en tres planos diferentes:
1.-
Es un problema metalingüístico, entre:
- Validez de las definiciones de criminalidad que se adopta entre las ciencias jurídicas y las ciencias sociales, de acuerdo a la competencia de estas, así se juega entre el crimen, criminalidad y criminal.
- Validez de definición de la criminalidad, la misma que se presenta por la adscripción de la cualidad de criminal a ciertos comportamientos y a ciertos sujetos en el plano del sentido común y por parte de las instancias oficiales del sistema penal.
2.-
Es un problema Teoríco que concierne a la interpretación
sociopolítica del fenómeno.
- Establecer que delitos deben ser perseguidos,
- Establecer qué personas deben ser perseguidas.
Ambos
se explican porque es través de la legislación penal en que se
ejerce el mayor poder de definición, por tanto los delitos
persegibles y quienes deben ser perseguidos serán los individuos
sometidos a este poder de definición.
3.-
Es un problema fenomenológico, toda vez que se debe avizorar los
efectos de la aplicación de una definición criminal a algún
individuo.
3.8.5 Micro y Macroperspectiva del Labelling.
1.-
El primer cometido del labelling es el análisis del impacto del
etiquetamiento en la identidad del sujeto y sobre todo en su
conducta presentada, es lo que se llama la microperspectiva del
labelling, así bajo expresiones que hemos considerado en los
primeros títulos de este capitulo, se presenta un serio estudio
sobre las aplicaciones de los procesos de criminalización sobre
todo del individuo, ya habiéndolo esteriotipado y etiquetado,
mediante los proceso constantes de conflicto que surge entre los
individuos, es decir, se basan en el marco de una perspectiva
psicosocial; se estudia sucesos sociales guiados por los elementos
de la interacción que reaccionan y se definen recíprocamente y
que los teóricos del labelling examinan como es lógico, en el
marco de los que primeramente explicamos, el interacionismo
simbólico.
2.-
El segundo ámbito por el contrario pertenece
al plano social general, es decir una
macroperspectiva labelling, encontrando en el interaccionismo y por
ende en los esquemas conflictuales, un modelo explicativo
especialmente propicio, observándose en este ámbito macro, dos
procesos especiales: el de definición
y de selección, presentándose en el
proceso de selección la denominada criminalización primaria y en
el proceso de selección, el comportamiento esperado por el control
social, las que son proclíves a tesis radicales.
Este último punto de vista es el que más
interesa para el desarrollo de una criminología de la reacción
social129,
toda vez que quienes plantean un modelo puramente de interacción
simbólica, mediante el análisis el impacto del etiquetamiento en
la identidad del desviado adopta un modelo “moderado” de la
reacción social. Que sin embargo es muy útil, al poder escoger
entre una y otra perspectiva, dependiendo de la investigación de
campo a realizar, según sus objetivos planteados. Es decir se puede
adoptar una óptica del mismo punto neurálgico en la creación o
génesis de las normas legales y el proceso de aplicación de las
mismas a la realidad social.
3.8.6 Tres
niveles del Enfoque Labelling130
Partiendo
de las perspectivas anteriormente explicadas, se tiene que el
labelling approach se desplaza de una optica macro a una
micropespectiva labelling, toda vez que para esta teoria conflictual
el individuo deja de ser objeto de estudio prioritario,
desplazándose pues al estudio de los procesos sociales de
criminalización. Así K. Erickson (1962)131
“ la desviación no es una propiedad inherente a ciertas formas de
comportamiento, sino una propiedad conferida a las mismas por la
audiencia que directa o indirectamente las observa”. Pero
reconocen también que “el proceso de rotulación o etiquetamiento
se inicia en la esfera microsocial para llegar luego a la esfera
macrosocial”132,
esto porque se parte de una conceptualización de delito como
definitorial más no ontológico.
Entonces decisivo no es investigar porque una persona comete
determinado delito, sino:
- Porque ciertas conductas se definen como socialmente desviadas (criminalización primaria) estudiando concretamente el proceso de creación de las normas legales.
- Que concretos procesos sociales explican la selecta aplicación de tales normas.
- Etiquetando como delincuentes a las personas a quienes se les asigna el status de desviado (selección)
- Y como experimenta el indiviuo en su identidad, el nuevo status de desviado que la propia audiencia social le ha atribuido (desviación secundaria)
En
definitiva nos dice García –Pablos, “En puridad no procede
extraer del labelling approach diagnostico sobre la etiología del
delito ya que sus teóricos se despreocupan de la desviación
primaria, de sus factores y variables, comenzando el análisis del
crimen en su fase terminal: en la de la reacción social.”133
Partiendo de este concepto, A. García-Pablos de Molina desarrolla
tres niveles explicativos del labelling approach, cuyo orden lógico
– advierte- ha sido invertido para su comprensión; así:
3.8.6.1 Impacto
de la atribución del status criminal en la
identidad del desviado.
La
atribución del status criminal a determinados individuos, tiene dos
efectos concretos, siendo uno la estigmatización y por otro lado
la alteración sustancial de su identidad.
1.
Sobre el proceso de estigmatización.
La persona al ser asignada con determinado
status de desviado por la propia sociedad, genera a que a este
–individuo- se cree un estigma la cual le será imposible
superarla, ya que una vez creada no podrá remediarla, presentándose
una redefinición en su personalidad, preguntándose el individuo
porque el resto de la gente le considera como especial y de quien
esperan ya un determinado comportamiento, lo esteriotipa y por ende
le hace caer denuevo en la comisión de algun acto desviado.
Consolidándose el proceso de estigmatización
del individuo, mediante la redefinición de la personalidad,
interpretándose el individuo de manera retrospectiva, basada pues
en el esteriotipo que nos hablaba Turk, el cual es asumido por el
sujeto mediante el proceso de instrospección simpatética;
esteriotipo implantado por medios de control social, sean estos
informales o formales, pero que a la larga conllevan a que el
individuo caíga o sea más propenso a la criminalidad, porque así
lo determina la misma interacción de los sujetos y sus relaciones,
llegándose pues a aquella profesia de autocumplimiento.
Ya
habiéndose presentado la estigmatización del individuo y
consolidado ésta, entonces el proceso de interacción entra en otra
fase de desarrollo, gracias a aquel sello que imprimen las
instancias oficiales de control social, al crear las normas penales
o aquellos llamados Cliches Sociales, sin tomar en cuenta muchas
veces aquel impacto que tiene en el individuo y más aún en la
sociedad, al criminalizar demasiadas conductas, sin el carácter de
ultima ratio que debe tener el proceso penal; que sin embargo al
implantarse los nuevos tipos penales en la normativa abstracta se
está procediendo a completar aquel círculo vicioso. En la que
están implicados todos los procesos de criminalización, desde el
individuo a las conductas, según la corriente interacionista
simbólica, para luego convertirse el labelling, en un planteamiento
teórico macrosociológico, donde el individuo a perdido la
confianza de ser estudiado y es el Estado quien ha pasado a primer
plano, éste y todas sus Instituciones creadoras de criminalidad.
2.Sobre
la alteración sustancial de la identidad del individuo
Este
proceso se da cuando el individuo ya representa un concepto de
sí mismo (self - identity), habiendo sido esteriotipado, asume ese
status que se le ha sido asignado, se identifica como tal, entonces
empieza a redefinirse o reestructurar su personalidad de acuerdo a
ese nuevo modelo de status adquirido, a efectos de poder diferenciar
entre aquellos que han sido estigmátizados en el devenir de la
vida, y aquellos que ni siquiera son presentados como desviados,
esto de acuerdo al nivel subcultural.
De
esta manera surge, un status que tiende a eclipsar a cualquier otro
y por lo general sin retorno; es decir el individuo al ser etiquetado
como desviado, deja en el lado oscuro aquellas carácterísticas o
virtudes que podría tener y que seguro los tiene, ya que nadie es
completamente criminal, así como nadie es completamente bueno, la
variabilidad dependera de factores como el punto de vista desde
donde se realice el estudio; entonces una vez que se haya asumido
el status mediante su internalización e instrospección
simpatética, el desviado se ve en la necesidad de darse acogida con
otros etiquetados, uniéndose así irremediablemente a niveles
subculturales, no teniendo retorno muchas veces.
3.8.6.2 Proceso de atribución del status criminal
1.
Este proceso llamado también de selección, corre a cargo
directamente del Estado como órgano de control formal, más
eficaz, represivo y dañino, pero necesario al mantenimiento del
orden común. Así pues dado lo complicado que resulta identificar
todos los modelos de comportamiento desviado, es imprescindible que
la instancia respectiva, asigne o califique a ciertas conductas como
delictivas mediante el mecanismo de creación de las leyes
abstractas, para que al llegar al proceso de criminalización
primaria, ésta se transforma en norma concreta. Así la ley
configura tan solo un marco abstracto de decisión, en cuyo seno los
agentes de control social formal llevan a cabo una función
creadora, propiciado por el carácter definitorial de la criminalidad
y la inaccesibilidad de la esfera interna de delito. Entonces el
labelling se ocupa del estudio del proceso de cirminalización de
conductas representado por parte de los agentes formales de control
social, quedando el interaccionismo simbólico relegado a segundo
plano.
Para
Melossi en cita de García Pablos de Molina, la Teoría del
Labelling rectamente entendida, es aquella que se ocupa de los
comportamientos individuales, y la interacción entre quien asigna
la etiqueta y en quien recae la etiqueta, pero también aquella
que está nutrida por otros elementos socioestructurales variables,
existiendo por lo cual las probabilidades de que determinado acto
se pueda observar como normal o como desviado, adoptándose que
el Estado es una variable dependiente; esto porque, los
cirminólogos del labelling se han nutrido especialmente de la
criminología y la sociología marxista.
2.
Otro aspecto importante a tratar en el proceso de atribución del
status criminal es el papel que tienen en este, los agentes de
control social formal, como es el caso de la Policía, los Fiscales
y Jueces, recayendo en ellos el papel importante de asignación de
determinada etiqueta al joven desviado, lo cual dependerá de
muchos aspectos con su propia estructura organizativa a nivel de
sus instituciones, cual es el papel que estos medios de control se
asignan a sí mismos, teniendo que ver inclusive la determinación
de una política criminal adecuada, que vaya en unión constante
con los factores ambientales que determinan la propensión a la
criminalidad.
3.-
Sin embargo es de imperativo categórico, aquella selectividad o
discriminatoriedad que realizan los teóricos del labelling en sus
procesos de atribución del status criminal, llegándose a
generalizar a la criminalidad, especialmente a quienes ya viven en
subculturas que pueden o no ser conductas desviadas, pero por solo
el hecho de vivir o cohabitar con aquellos que sí manifiestan
conductas desviadas, el labelling les atribuye determinado status, y
como se sabe este etiquetamiento recae sobre todo en las sociedades
de economía social baja, cerrándose de esta manera aquel círculo
vicioso, por el cual, el estigmatizado, se ha convertido en un
criminal o delincuente, asumiendo el rol que la sociedad le ha
impuesto.
3.8.6.3 El proceso de Criminalización primaria.
Este
proceso se adopta porque en una sociedad plural y diversificante
como la actual, las variables verdaderas de todo proceso de
definición deben localizarse en las relaciones de poder existente
entre los diversos grupos, es decir este proceso tendrá la
magnitud que se quiera adoptar según la “estructura de dominio y
poder”134.
Es
este punto donde el rol del Derecho Penal juega un papel importante,
toda vez que al normativizarse las supuestas conductas criminales,
estas se realizan siempre a favor de las clases sociales más
privilegiadas o que tiene el mayor poder en su estructura, para
afianzarse en él a través de la criminalización de las conductas
que ellos creen o adoptan como desviadas.
Para
la criminología el labelling con posición más radical, la
conducta delictiva se presenta única y llanamente por que ésta se
encuentra prohibida por las leyes, la cual define a determinado
comportamiento como delictivo, y es por el intereses de determinados
grupos de poder.
Presentándose
pues, la criminalización primaria cuando toda la prohibición que
se realice, consolida las relaciones de poder existente entre los
diversos grupos sociales, ya que sólo, el que tiene más poder
es capaz de definir a los demás como desviados.
3.8.7
Consideraciones Finales
Una
vez planteado los diferentes pocesos sociales de criminalización
como estudio enfático que realiza el labelling approach, diremos
que:
a. La dirección
del labelling parte de considerar que es imposible comprender la
criminalidad sino se estudia la acción del sistema penal que la
define y que reacciona contra ella comenzando por las normas
abstractas hasta llegar a las instancias oficiales.
b. Ocupándose el
labelling hasta ahora, de las reacciones de las instancias oficiales
de control social, consideradas en su función constitutiva
respecto de la criminalidad.
c. Se estudia el
efecto estigmantizante de la acción de la policía , de los
órganos de acusación pública y de los Jueces. Poniendo en claro
el labelling el hecho de que el poder de criminalización y el
ejercicio de este poder estan estrictamente ligados a la
estratificación y a la estructura de la sociedad.
d. Los teóricos
del labelling, ya no ponen el acento en los procesos etiológicos de
la crimnalidad quedando este relegado por los procesos de
criminalización, imponiéndose el paradigma del control social en el
que se pone de relieve que las definiciones de la conducta desviada
no pueden disociarse de la reacción social y que en todo caso la
interacción social, los factores procesales o las comunicacionales
y los procesos de criminalización desempeñan un papel
importante.
e. El labelling
approach a sabido llamar la atención sobre el impacto criminógeno
de la propia reacción social, sugiriendo la conveniencia de
trasladar el centro de las investigaciones, de los factores que
propician la conducta desviada a los procesos psicosociales que
consolidan y amplifican ésta.
3.9 TEORIAS CONFLICTUALES
Estas
teorías nacen desde un punto de vista macrosocial considerando, que
cualquier tipo de desviación del comportamiento hacia el orden
social imperante y por ende la aparición de la criminalidad tiene
explicación; y es que su aparición se debe a los conflictos
existentes en cualquier sociedad, peor aún si esta presenta modelos
económicos bastos. Existiendo la criminalidad gracias a
las“contradicciones internas de cultura”135en
esta propia sociedad, sobre todo en las de orden económico
capitalista, en las que su interacción es de constante lucha de
clases antagónicas, surgiendo indudablemente conflictos de poder
entre estas, por su desequilibrado reparto entre ambas; trayendo en
consecuencia la desviación como reacción a ese desigual e injusto
reparto de poder y riqueza en la sociedad.
Existen posiciones diversas que abarca las teorias conflictuales,
así tenemos:
1.- Las teorías del conflicto social, todo el crimen es producto
de los conflictos históricos existentes en la sociedad.
2.- Teorías del conflicto de corte Marxista. Asentadas con los
nombres de Criminología crítica o Criminología radical y Nueva
Criminología.
3.9.1 Teoria del Conflicto Social
3.9.1.1
Generalidades
Esta
teoría se enmarca históricamente en la sociedad Norteamericana en
la decada de 1950, haciendo frente a las teorías consensuales y
hasta utópicas, actitud que toma conociendo sus postulados, desde
Durkheim y Comte, tomando como principal referencia la posición
controvertida y macrosociológica de las teorías estructural
funcionalista y del etiquetamiento, superando las teorías de mediano
alcance, visorándose un comportamiento criminológico no
comprometido. Así mediante el método de recolección de datos a
través de encuestas se fue planteando postulados sobre la
ubicuidad del crimen, resultando positivo saber que el crimen no es
monopolio de las clases sociales bajas, sino una conducta presente
en la totalidad de la sociedad.
Las
Teorías del Conflicto, como se dijo hacen total frente a las
teorías consensuales en razon de la parsimonia de ésta última, al
tratar el problema de la criminalidad, muchas veces coludidos con
el tipo de gobierno que impera y que criminaliza conductas; así
pues existe la “controversia a la concepción tradicional de que la
ley penal debe ser un instrumento de protección de la sociedad
mediante la afirmación de que aquella, es más bien el resultado
de los intereses y los deseos de unos pocos que logran imponer su
voluntad sobre la mayoría...”136.
Durkheim manifiesta en sus pensamientos de la teoría de la anomía
una orientación netamente conservadora que tuvo implicancias en su
teoría sociológica; así se le critica:
- Que estaba fascinado por el estudio de la cohesión social, descuidándo el examen de los fenómenos del conflicto .
- Descuidó al individuo y sus demandas porque se concentró en la sociedad y sus exigencias.
- Asentuó la función cohesionante de la religión sin considerar sus rasgos decisivos.
- No apreció debidamente el sentido de la innovación y del cambio social, porque estaba preocupado por el orden y el equilibrio.
- Dejando de analizar el poder y la violencia en el cuerpo político, porque se interesaba demasiado por los factores que contribuían a la armonía.137
En
realidad no solo se parte del supuesto apego de la Durkheim hacia el
modelo de gobierno, que también como es lógico se preocupa por
frenar y hasta extirpar de completo a la criminalidad, visión por
demás utópica, sin embargo las teorías conflictuales hacen
oposición con sus ideas a la concepción ontológica de la
criminalidad y al rompimiento del principio de la igualdad, siendo
de conocimiento y deseo la totalidad de la población, que no exista
el crimen, lo que conlleva como es natural a la criminalización de
conductas, toda vez que “los intereses protegidos por medio del
derecho penal son intereses comunes a todos los ciudadanos“138,
y es verdad que cualquiera desea que exista menos criminales en las
calles; pero se debe dejar de lado la percepción de una criminalidad
como cualidad ontológica de ciertos comportamientos o individuos
(delito natural)
Las Teorías Conflictuales, después de dejar pasar esta concepción,
rechazándola y superándola, se nutre de los postulados del
labelling, sobre el carácter definitorial del delito, toda vez que
la desviación no es algo que precede a las definiciones y las
reacciones sociales, sino más bien es una realidad construida;
partiendo de este punto de vista el delito no es pues una cualidad
ontológica sino un status social que es atribuido a través de
procesos de definición y mecanismos de reacción.
3.9.1.2 Ralf Dahrendorf y el modelo sociológico del
conflicto(1957)
Nos
dice este autor en su obra “Las
clases sociales y su conflicto en la Sociedad Industrial“,
que “el fenómeno del conflicto se origina en torno a la
autoridad”139.
Para comprender la realidad es menester proceder a una revolución
copernicana en el pensamiento sociológico, esto es, entender el
cambio y el conflicto, no ya como desviación de un sistema normal y
equilibrado sino como características normales y universales de
toda sociedad. Dahrendorf acentúa la idea que la sociedad y las
organizaciones sociales existen y se mantienen no a merced de un
conscenso o un acuerdo universal, sino a causa de la coacción y la
presión de unas sobre otras en una constante lucha por la
supervivencia140.
Siendo el objeto del delito para este autor las relaciones políticas
de dominación de unos sobre otros. Así el objeto en la sociedad
capitalista, no son las relaciones materiales de la propiedad, de
producción y de distribución, sino la relación política de
dominio de algunos individuos sobre otros.
Cambio,
conflicto y dominio son los tres elementos que concurren a formar
el modelo sociológico del conflicto que se contrapone al del
equilibrio o de la integración. “La relación del dominio crea el
conflicto, el conflicto crea el cambio y en un sentido altamente
formal, es siempre la base del dominio la que está en juego en el
conflicto social”141;
y este dominio se produce en la esfera política, siendo este el
punto de partida para la aplicación del modelo sociológico.
Así, el cambio es de hecho el estado normal de toda sociedad, se
produce continuamente y en todos sus niveles, entonces siempre hay
individuos que no comparten el orden social y se encuentran en
condiciones de tratar de sustituirla, pues en realidad se debe uno
preguntar si el conflicto es normal o anormal en la sociedad,
teniéndose que el conflicto es normal en toda sociedad, más
debiéramos asombrarnos o cuestionar a la sociedad que no manifestase
conflictos, porque entonces no habría evolución.
Ralf Dahrendorf y el modelo sociológico del conflicto
- Toda sociedad está sometida continuamente a un proceso de cambio.
- Toda sociedad muestra disenso y conflicto por doquier. El conflicto social es omnipresente.
- Todo elemento de una sociedad aporta su contribución a la desintegración y al cambio de aquella.
- Toda sociedad se basa en la coerción de algunos de sus miembros sobre otros
3.9.1.3
Lewis A. Coser y su Teoría de la Función Positiva del Conflicto
(1956)
En
su obra “The Functions of Social
Conflict”, este sociólogo plantea la
función positiva del conflicto; así sí Darendorf plantea la
normalidad del delito, Coser nos da su funcionalidad; para Dahrendorf
el conflicto es sólo reducible al poder o dominio, mientras que para
Coser no solo el poder es uno de los objetos del conflicto sino que
este va unido a otros biene materiales.
Coser
nos dice que “el conflicto es funcional, porque además de
asegurar el cambio, también es funcional por la integración y
conservación del grupo social, sin embargo no todo los conflictos
tienen esta función positiva para la estructura social”.142
Para Lewis el conflicto es una lucha que versa sobre valores y
sobre pretensiones a status sociales escasos, sobre el poder y
sobre los recursos, una lucha en que los fines de las partes en
conflicto son los de neutralizarse, lesionarse o eliminarse
recíprocamente.
3.9.1.4 Criticas
a las Teorías del Conflicto.
En suma, si bien independientemente de todo criterio intrínseco
ambos autores han preferido dirigir su atención a los fenómenos
que se explican con el modelo del conflicto, su análisis se
insertan como se observa en una teoria general de la sociedad, a
nivel superestructural, que por ende no puede generalizarse como
teoría el conflicto, porque solamente ve y analiza el posible
conflicto surgido, entre quienes detentan el poder y quienes no,
obteniéndose de todas maneras mayor dominio por quien posee el
primer atributo, pues que en realidad lo que hacen estas teorias es
una integración de lo que es el principo de la armonía con el del
conflicto.
Baratta nos dice, que estas teorías tienen un insuficiente nivel
de abstracción, ya que “el defecto fundamental de estas teorías,
está en la incapacidad de descender de la superficie empírica de
los fenómenos a su
perspectiva
sesgada, no se puede apreciar realmente la dimensión del problema.
Estas teorías conflictuales sin embargo, no han superado los
límites del labelling, toda vez que la existencia eminentemente
legal-político de la discriminación no puede prescindir de un
examen de los comportamientos discriminados en su heterogeneidad y
en su compleja relación con la estructura social global.
Sin embargo, las teorías conflictuales han preparado instrumentos
útiles para el estudio de algunos sectores de la criminalidad,
como es la criminalidad en esferas políticas poderosas.
3.9.2 CRIMINOLOGÍA CRITICA
Esta
tiene como base el pensamiento de Marx y Engels así como de W.
Bonger, G. Rusche y O. Kircheimer, estos últimos en su obra “Castigo
y Estructura Social” (1938), así
como en las obras de F. Sack y König “Nuevas
Perspectivas en la Sociología Criminal”
(1968), I. Taylor, P. Waltón y J. Young “La
Nueva Criminología. Hacia una teoría social de la desviación”
(1973), B. Krisberg “Crimen y
Privilegio. Hacia una Nueva Criminología” (1975).
Autores de esta corriente en Europa (Sack, Massimo Pavarini y
Alessandro Baratta), en los Estados Unidos (Krisberg, A. Platt,
Herman y Julia Schwendinger, Richard Quinney, W. Chambliss), y entre
los latinoamericanos Roberto Bergalli(Argentino), Enrique Castillo
Barrantes(Costa Rica), Lola Aniyar de Castro y Rosa de
Olmo(Venezuela)
Esta
teoría es denominada Crítica, radical, marxista o Nueva
Criminología, la que desarrolla un enfoque radical del etiquetaje, y
rechaza en todo su contenido al aspecto etiológico por ser
positivista, así como la tesis funcionalista,reemplazándolo por el
del control social, que apela a un consenso colectivo tanto para la
adecuada estructura social como para su progreso.
3.9.2.1 La Nueva Criminología por Ian Taylor, Paúl Waltón y
Jock Young
Estos autores analizan las consideraciones del delito y control
social en la obra de Marx, Engel y Bonger, pues expresan que los
primeros subsumen los aspectos de la humanidad en razgos de economía
política, y el último de ellos refiere a la constitución del
derecho penal por las clases dominantes para la protección de sus
propios intereses, más no al castigo que afecte la conveniencia de
la clase dominante y dominada, siendo así como Taylor, Waltón y
Young describieron la teoría de Marx, Engels y Bonger no
inclinándose al contenido de aquellas sino a otras teorías del
conflicto no marxistas, como:
- Ralf Dahrendorf “Class and Class Conflict in Industrial Society” (1959), autor que toma como base las asociaciones imperativamente coordinadas, aquellas denominadas como unidades básicas de la organización social en posiciones de dominación y sometimiento las mismas que acarrean un conflicto, que va mucho más alla de un conflicto de clases de la teoría marxista, siendo rechazada por ser expresiva de un funcionalismo del conflicto, al considerar este autor que contribuye al desarrollo mas justo de la sociedad.
- La de Austin Turk, en su obra “Criminality and Legal Order” (1969), quien indica que el problema del delito obliga a estudiar los status y roles de las autoridades y de los súbditos, debiendo aceptar creaciones e interpretaciones de norma en que no participan, así también rechazarón este sustento al no enfatizar su estudio en la persona del desviado, a quienes se resisten a las normas si desaparecieran las relaciones de autoridad y al ser inútil las desigualdades sociales hechas por éste autor.
- El Constructivismo Social de Richard Quinney, en su obra “The Social Reality of crime” (1970), este autor adopta una línea subjetivista, al considerar al mundo como producto de la interacción social subjetiva, y a delito como fruto de imágenes que de él se crean los segmentos que detentan el poder y que imponen sus peculiares concepciones y realidades a través de diferentes órganos de control social. La realidad Social del delito derivaría así de peculiares definiciones formuladas por unos e impuestas a los otros, junto a segmentos organizados de la población, y quienes cometieran crímenes integrarían segmentos sociales con peculiares códigos normativos, del mismo modo es rechazada por no ser creible la realidad social del delito a que hace mención este autor, pues trata de mantener un cambio permanente en el mundo externo y los mundos sociales subjetivos de sus actores.
Siendo así, Taylor, Paúl Waltón y Jock Young en su obra “La
Nueva Criminología” (1973), describen que la criminología crítica
esta en función a los siguientes aspectos:
- Que el acto desviado debe darse en función a la situación económica y política, de la que se podría denominar economía política del delito.
- La elección de una conducta desviada, como solución a los problemas de una sociedad contradictoria.
- Que la nueva criminología debe ser una teoría normativa capaz de resolver los problemas sin distinción alguna.
La criminología crítica tras denunciar al Derecho Penal, a la
criminología y al control social, formula proposiciones políticas y
penales, describiendo cada uno de ellos:
a.- En lo
político:
Tenemos
a Richard Quinney con su obra “Control
del Crimen en la Sociedad Capitalista: una filosofía crítica del
orden legal, en Criminología Crítica”,
quien sostiene que tan solo con el derrumbe de la sociedad
capitalista y la creación de una nueva, pero con un rango
socialista, recien habría una solución para el crimen.
b.- En lo
penal:
Al
autor Alessandro Baratta “Criminología
Crítica y Política Penal Alternativa”
(1978), quien critica al derecho penal por la desigualdad de la ley
penal, aduciendo que “la criminalidad es un bien negativo
distribuido desigualmente según la jerarquía de los intereses
reflejada en el sistema económico y según las desigualdades
sociales entre los seres”.
Según García Pablos los criminólogos críticos tienen como
culpable de los males de la sociedad al sistema capitalista,
sobrevalorando la economía, hechando de menos a las concepciones del
mundo, olvidándose de una sociedad heterogénea.
CAPITULO
IV
SOCIOCRIMINOGÉNESIS
DE LA DELINCUENCIA JUVENIL
4.1 DELINCUENCIA
JUVENIL-TERMINOLOGÍA.
Sin duda mucho se ha especulado y/o estudiado sobre el fenómeno
criminal manifestado por niños y adolescentes; determinándose
conceptualizaciones para poseer un determinado marco al momento
de asignar un nombre o una definición al comportamiento que
escapa de los cauces normales normativos de la sociedad. En la misma
que el menor es simple receptáculo de todas aquellas asignaciones
llenas de estigmas, que se puedan realizar al momento de explicar la
conducta desviada.
Fue desde la década de 1950, cuando se empieza a tomar connotación
las definiciones para la conducta desviada dada en algunos
menores, inclusive esta impera como su propia forma de vida. Así
mucho antes que se diera la importancia debida al fenómeno de la
delincuencia juvenil se adoptaban definiciones que no contrastaban
con la criminalidad adulta, es decir no se obtenía diferencia
alguna entre crimen, criminal, delincuente, delincuencia y otros
términos para asignar a las conductas irregulares.
Confusión
esta última que versa desde los primeros tiempos, debido a
diferentes circunstancias que hicieron olvidar que el niño o
joven constituye el punto neurálgico que toda sociedad debe dar
importancia, así por ejemplo Gonzáles del Solar en 1860, nos dice
que los comportamientos desviados, surgen -o se acrecientan- desde “
aquella quiebra del orden moral cristiano...la reforma protestante,
el racionalismo y el espíritu liberatorio que inspira a las
revoluciones de nuestra era, sucedía con fuerza, los pilares que
sostenía la convivencia occidental y afectó de modo gravitante
la familia”.143
Este
autor, encuentra en aquellas manifestaciones ocurridas por el siglo
XIX, un factor gravitante, para el surgimiento de una cierta
manifestación de crisis moral, es decir de delincuencia juvenil.
Asimismo –reseña Gonzáles del solar- que en el año de 1815 se
empezó a hablar de delincuencia juvenil “como motivo de la
condena que impusiera el tribunal de Old Boley en Inglaterra, a
cinco niños a quienes se les condena con pena de muerte”. 144
Correspondiendo esa pena a la realidad social en que vivía el país
Anglosajón, respondiendo a su propia cultura y idiosincrasia,
habiéndose juzgado a menores como si fuesen adultos.
El concepto de delincuencia juvenil, tomado en muchas ocasiones
sólo en el estudio que realizan jurisconsultos en materia de
menores, adoptando en el siglo pasado concepciones de diversos
matices, cabe recordar a López Rey, quien realizaba un estudio
pragmático sobre delincuencia juvenil hablándonos de su proceso
de desarrollo: así en 1956, se tiene la concepción que la
delincuencia es la conducta resultante del fracaso del individuo de
adaptarse a las demandas de la sociedad donde vive. En el mismo año
en la India, Ciudad de Bombay, la sociedad de Asistencia Infantil,
define “que la delincuencia juvenil, denota cierta forma de
conducta en una persona menor de una determinada edad, que no es
conforme al tipo de conducta generalmente aceptada en una sociedad
y tiempo dado”. Concepto este que se aparta considerablemente de
lo opinado en 1954 en el Primer Seminario de Estados Árabes que
concebían la no distinción entre jóvenes vagabundos y menores
que necesitaban asistencia, otorgándole a ambos la calidad de
delincuentes.
Concepción ésta, que se vio superada y enriquecida en el año
de 1959 con la realización del Segundo Seminario, donde se
implanta por primera vez la verdadera directriz a seguirse en años
posteriores, asentándose que la desadaptación y delincuencia no
son términos intercambiables, por tanto los menores delincuentes
constituyen un problema, muy aparte de los menores necesitados de
asistencia o protección, lográndose incorporar que por
delincuente juvenil debería entenderse al que comete un acto, que
de ser cometido por un adulto sería estimado como delito.
Desembocándose después de este año la concepción como
delincuencia juvenil a la criminalidad surgida por jóvenes, que
incluye a menores; determinación esta que trajo consigo a
personalizar el término delincuencia juvenil en delincuente
juvenil.
Entendiéndose
por la locución de delincuencia, como: operador genérico,
comprensivo y más legal y adecuada para designar la calidad que
tiene un acto voluntario de ser delictuoso, esto es, contrario al
Derecho, que infringe, mereciendo por tanto una pena al que lo
comete.145
Siendo muy parecida a esta definición la utilizada por los
compiladores académicos de la Enciclopedia Omeba, la que resume
como delincuencia a la conducta antisocial del hombre reprimido por
la Ley Penal.
Los conceptos utilizados son correctos, siempre y cuando se hable
de una criminalidad general, en razón que al ocuparse de temas de
gran importancia sobre la criminalidad juvenil, no debe de ser tomada
la delincuencia de manera general, sino de forma especifica,
especial–sui generis- porque no se trata de delincuentes comunes o
de mayores adultos reacios al cambio, sino de menores cuya
personalidad aún no descubren y es por lo mismo que nos apartamos
de la opinión de Gonzáles del Solar al expresar que prefiere
transferir los eufemismos al ámbito pedagógico donde la protección
de la misma podría interferir al tratamiento, considerando
necesario volver a revisar los efectos del tratamiento negativo
estigmatizante, que se adopta, para el menor que delinque y es que
el término -a nuestra opinión, no debe ser delincuente.
Es el efecto estigmatizante en la utilización del término
delincuente lo que en verdad preocupa, sobre todo tratándose de
estudios criminológicos, en el que sin duda, la locución
“delincuencia juvenil”, incluyen en ella todas las
manifestaciones de disconformidad social advertible en el menor de
edad, desde los hechos delictuosos más graves hasta las
irreverencias en el trato con los demás, es decir desde un
interaccionismo simbólico, manifestado en aquel trato al menor,
tanto en la escuela, familia, como en cualquier ámbito social y
como éste se llega a internalizar en esa realidad, asumiendo el
papel que se le asignado, sin mediar solución intermedia, hasta
ser definido como delincuente porque sus actos han transgredido
Leyes penales tipificadas.
Si
el término delincuente resulta estigmatizante y etiquetante para
el adulto, quien asume este estigma y lo internaliza, del cual ya
no habrá retorno; pues entonces, es más perjuidicial146
para el menor que aún no ha asimilado el verdadero quid de la
vida, en virtud de ello en 1960 en la Ciudad de Londrés se estimó
que el término delincuente y por ende delincuencia deberá
utilizarse teniendo en cuenta ciertos límites que no agraven en
demasía aquel factor disocializador que genera la imposición de
ciertas terminologías, que por demás tienen meramente un carácter
peyorativo; así en este Segundo Congreso de la Naciones Unidas
sobre Prevención del Delito y Tratamiento del Delincuente se
llegó a las siguientes conclusiones:
1.-
Que el significado de la frase, delincuencia de los menores, se
limite lo más posible a las transgresiones del Derecho Penal.
2.-
Que no se creen, ni siquiera con fines de protección, nuevas formas
legales de delito que castiguen las pequeñas irregularidades o
manifestaciones de inadaptación de menores, pero por las cuales no
se procesaría a los adultos.147
De aquella confusión al delimitar la definición correcta para la
criminalidad juvenil y sus ciegas visiones al confundirla con la
criminalidad adulta, tal vez, por falta de atención, la misma que
no acontece justamente por aquellas prerrogativas impartidas en
1960 en Londrés, sobre todo porque acarrea consigo una
conceptualización de aquel comportamiento que quebranta una norma
penal constituyéndose en delito (delictum), sustituyen –sin
percibirlo- aquella violación por una trasgresión de normas.
Encontrando así el adjetivo calificativo para el menor con
conductas desviadas prohibidas por la Ley, que si hubiere sido
cometido por un adulto seria delito, denominándole trasgresor.
Sin
embargo, acaecemos en otra tipología que en este mundo actual y
global, está prohibido por la misma colectividad que se ha
desarrollado desde 1960, por lo mismo y en contribución a la no
estigmatización del menor se preferirá seguir evitando
tipologías, dejando a salvo que la locución delincuente juvenil
se utiliza para fines que encierra pura labor académica.
4.3 CONDUCTA
DESVIADA Y CONDUCTA DELICTIVA
La conducta desviada, de signo valorativo distinto de la conducta
de conformidad, es intrínsecamente desvaliosa, y no un producto de
la sanción. Así diversos doctrinarios consideran que los grupos
sociales crean las conductas desviadas, estructurando las normas por
cuya infracción ésta se constituye, aplicando las mismas normas a
ciertas personas en particular y marcándolos como extraños. Desde
este punto de vista, la desviación no es una cualidad del acto que
la persona comete, sino más bien la consecuencia de la aplicación
por otros, de normas y sanciones a un ofensor. Entonces, el desviado
sería aquel a quien tal calificativo ha sido exitosamente
aplicado y conducta desviada es aquella que la gente ha marcado de
tal modo. Sin embargo, para la comprensión completa de la conducta
desviada, es de imperativo análisis, su origen de ésta.
4.3.1 Origen de la Conducta Desviada.
La
teoría de la conducta desviada tiene como antecedente los
postulados planteados por la sociología general en forma mediata, e
inmediata como antecedente a la sociología criminal; siendo Augusto
Comte a quien se le atribuye convencionalmente la creación del campo
estrictamente sociológico148
y como se sabe, existen varios apartados de la Sociología General
que traen consigo el estudio de diferentes ámbitos generados en las
relaciones sociales, existentes en cualquier tipo de sociedad,
existiendo así una sociología económica, jurídica y política,
entre otros, en la que se incluye, la propia Sociología del Derecho;
teniendo en consideración que se define por sociología como aquella
doctrina acerca de la sociedad y las leyes de su desarrollo, siendo
ésta el tronco común del cual parte cualquier otro saber
sociológico que estudie los diferentes problemas, niveles y leyes de
desarrollo de la sociedad. Siendo entonces un problema, de gran
relevancia en la evolución de la sociedad, aquel que se plantea en
la génesis, desarrollo y mantenimiento de la criminalidad, surgiendo
la Sociología criminal, ya que “ciertamente el desenvolvimiento
de la teoría sociológica general, marca el desarrollo de la
investigación sociocriminal; como lo accesorio sigue al
principal”.149
Es la
concepción doctrinaria de Sociología Criminal, la que trae consigo
el planteamiento de las conductas desviadas. Teniendo ésta un doble
origen. Por una parte de acuerdo al pensamiento filosófico de Jean
Jacques Rousseau, quien plantea un modelo racionalista en el estudio
de comportamientos criminales, asentando en el año de 1749, la idea
que en el Estado de naturaleza los hombres son iguales y buenos; la
sociedad es quien los ha pervertido, acuñando el influjo del factor
social en el crimen.
Y por otro lado se da origen a la Sociología Criminal a través del
pensamiento de Adolphe Lambert Quetelet, quien plantea a través de
la Escuela Cartográfica, el uso debido de métodos estadísticos
para la comprensión del factor criminalidad en la sociedad,
incluyéndose en los estudios de éste doctrinario la palabra
“evolución”, que es estudiado posteriormente por Herbert
Spencer poniendo en acento, que la evolución es la integración de
materia y concomitante dispersión de movimientos, durante este
proceso la materia pasa desde una homogeneidad indefinida e
incoherente a una heterogeneidad definida y coherente, y el
movimiento retenido sufre una trasformación paralela.
Pese a lo anteriormente esbozado, se considera que el verdadero
nacimiento científico de una sociología como rama aparte,
autónoma e independiente, con propios postulados y estudio, se debe
a la aparición del positivismo, especialmente por el estudioso
Enrico Ferri, quien empieza con una tradición de trabajos
unilaterales en la comprensión de la sociología criminal.
El nacimiento de las teorías de la desviación o de conductas
desviadas, se comprende gracias a una doble canalización del
estudio sobre el problema que crea el comportamiento humano
antisocial, teniendo esta doble canalización alcances distintos.
Así estos dos grandes sistemas en las que se canaliza la fuente
de la conducta desviada son: la Continental – Europea, basado en
estudios radicales del marco conceptual que brinda la Ley Penal, es
decir basado en estudios netamente positivos; esto por un lado y por
otro, tenemos la corriente Anglosajona, que centra sus estudios en
la denominada conducta antisocial, entendida como cualquier clase de
conducta que viola algún interés social.
1. Corriente
Continental – Europea.
Es sobre todo en el continente Europeo, donde la sociología criminal
alcanza su pleno desarrollo, sobre todo en la etapa de la post
guerra –después de la 2da. Guerra Mundial- en la que se logra una
real eclosión en el estudio de las ciencias sociales,
desarrollándose estos estudios en la década del cuarenta, para
posteriormente ubicarse en las investigaciones anglosajonas.
a)
Con los positivistas se estructura un sistema de conocimientos de una
realidad específica, enfatizando la necesidad de empleo del método
científico. Logrando delimitar el objeto específico de la
criminología; planteando sus bases a finales del siglo XIX.
Llegándose a considerar la conducta misma del delincuente dentro
del mismo origen de la enfermedad. Para la Escuela Positiva existen
tres dogmas a interpretar así tenemos la subordinación de los
fenómenos sociales a las inflexibles leyes de la naturaleza; el
permanente sometimiento de la imaginación a la observación; la
naturaleza relativa del espíritu positivo y la previsión nacional
como destinos de las Leyes positivas.
Dentro de la Escuela Positiva cabe recodar a
Enrico Ferri, quien logra tener la tentativa de querer convertir
el método jurídico aplicable a las normas del Derecho Penal en una
experimental, sin embargo esta escuela tiene la desgracia de haber
estado siempre comprometida con los gobiernos de turno en la
sociedad Italiana, tanto igual como Lombroso y Garófalo, quienes
plantean sus pensamientos, no sólo desde la óptica de la medicina,
sino también son acólitos a la filosofía, sin embargo sus
postulados dieron origen a la internacionalización del método
científico.
b)
Luego de la Escuela Positiva, por la
cual se implanta el método científico en toda investigación de
carácter antropológico, se sigue con esta línea, pero ya, desde
una visión mucho más sociológica, practicando una sociología
general pura, siendo E. Durkheim quien brinda nuevos alcances del
método positivo, en el estudio de los hechos sociales, acentuando
las maneras de actuar, de pensar y de sentir, exteriores al individuo
y dotados de un poder coercitivo, en virtud de la cual se imponen.
Durkheim, perteneciente como es natural a está corriente
Continental Europea, realiza estudios puros de sociología
criminal, a través de la sociología general aplicada a este
fenómeno, estableciendo ciertas reglas relativas a la observación
de hechos sociales, ya que dice, que hay ciertos actos de carácter
exterior, es decir que se da en el mundo circundante de los hombres,
las mismas que determinan según sean estos hechos, gravosos o
dañosos, la reacción social cuando estos actos externos se
vuelven en contra de las reglas sociales comúnmente aceptadas, y
otras de carácter delictivo, por consiguiente es la propia reacción
social la que ha contribuido a imponer una penalidad, por estos
actos, constituyéndose pues los realizadores de estos, en un grupo
Sui Generis con rubrica común.
c)
Después de la teoría anómica de Durkheim, se llega a un
determinado desarrollo del estudio en el ámbito de la sociología
criminal, en países de corte político socialista comunista,
adoctrinados por concepciones socialistas Marxistas, unido a un
darwinismo social, en la conservación de las especies por
selección natural; y se llega a plantear lo que en el Primer
capítulo se denomino las teorías sociológicas del conflicto,
empezándose analizar conductas sociales desde una óptica de la
Criminología radical o Nueva Criminología, entre lo principales
aportes se encuentran tanto el pensamiento de William Bonger y
George Bryan Vold; así el primero analiza a Ferri en 1883,
aceptando que los factores físico-antropológicos también juegan
un papel importante como factores que predisponen a la
criminalidad, a parte claro está, de los factores sociales; el
segundo de ellos nos dice que el conflicto es uno de los
principales y más importantes procesos sociales de los que
dependen la marcha continua de la sociedad.
Tanto el primero como el segundo de los nombrados,
se consideran enemigos de cualquier forma de compromiso, es decir
no se casan con ningún gobierno, esto justamente a raíz de la
doctrina que se intentaba practicar, quienes desarrollan sus teorías
basándose en el estudio del desarrollo y desenvolvimiento de las
sociedades capitalistas.
La criminalidad para estos teóricos es
algo normal en cualquier sociedad, por ese mismo nivel de
conflictualidad en la que se desarrolla; y es más, uno no debería
de asombrarse porque existe el crimen, sino más bien cuando este no
exista, así “gran parte de la criminalidad representa la
respuesta normal y natural de unos seres normales y naturales que
luchan en situaciones también naturales, por conservar un modo de
vida que se ha trazado”.150
2.Corriente Anglosajona.
Como el término mismo lo vislumbra, esta
corriente se origina en la sociedad de los Estados Unidos de América,
en el que se realizan otros tantos estudios en Sociología
Criminal, y de la cual nace propiamente la teoría de la conducta
desviada, no sin antes haber tomado en cuenta, muchos de sus
teóricos planteamientos desarrollados por la corriente Continental
Europea.
a.-
En la primera parte de la presente
investigación se ha desarrollado la contribución que realiza la
Escuela de Chicago en la explicación de las conductas criminales;
sin embargo, los primeros estudios fueron realizados nos dice
Bergalli, no por criminólogos o sociólogos, sino por asistentes
sociales o periodistas, situación que se presentaba de imperativo
estudio, toda vez que para los anglosajones la corriente
sociologista criminal Continental-Europea, tiene un ámbito de
estudio microscópico, en cambio en los Estados Unidos, estos no
pueden concebir, porque en una sociedad ya industrializada en los
albores del siglo XIX, se presentan problemas más específicos,
como la migración de otras razas, entre negros libres,
asentándose entonces, estudios específicos según el problema
social. En sí nos dice Bergalli que “en general el interés de
las Escuelas Norteamericanas por los problemas empíricos y el
progreso técnico y estructural tuvieron mayor impulso que en
Europa y ayudaron en modo significativo al desarrollo de la
sociología criminal que siguió las evoluciones de la sociología
general considerada como ciencia empírica”.151
b.-
Uno de los sociólogos representantes de la conocida Escuela de
Chicago, es Edwin Sutherland, quien con su teoría de la
asociación diferencial, nos enseña, la adquisición de los
comportamientos humanos, a través del contacto social que se
experimenta en el transcurrir de la vida del hombre, con relación
al resto de congéneres; así si esas relaciones sociales, depende
mucho en la formación del menor, que aprehende conductas y
comportamientos, generalmente acorde con el mundo en que se
desenvuelve. Explica Sutherland, que si el menor se desarrolla, en
un clima social de libertinaje, pues entonces no parecerá extraño
que también éste en el futuro, presente los mismos
comportamientos, la cual dependerá a la vez de la frecuencia y la
consistencia que estos tengan para el contagio que envuelve al
menor.
c.-
En la primera parte del siglo XX, por el año de 1950, aparece el
mayor científico social considerado por la propia doctrina
sociológica, y que marca el punto de partida de los grandes
sociólogos contemporáneos, este es Max Weber, quien fue nutrido de
concepciones básicas, la idealista, que concebía al mundo solo
como objeto de conocimientos y la neoidealista, que observa el mundo
como campo de acción. Este autor dio las bases para el empleo de la
sociología en la comprensión del mundo histórico o en la
resolución de problemas que aparecen en el presente, es decir se
paso de una sociología meramente estática, a una dinámica,
conocida como sociología aplicada. Entendiendo por sociología a la
“ciencia que se propone la comprensión interpretativa de la
acción social para llegar a ella a una explicación causal de su
curso y efecto”.152
d.-
Thorsten Sellin, expone una contrapartida al primitivo estudio del
delito social de masas, llegado a un estudio legal con base
jurídico penal, planteando problemas de conductas consideradas
socialmente aceptables y las no aceptadas, las cuales vendrían a
ser las conductas antisociales, haciendo hincapié en la diferencia
que no todas estas conductas, son delito, basando esta conclusión en
las estadísticas por él realizadas, en la que las conductas
antisociales no delictuales no pasan de la media normal. Con este
autor en vez de hablar de una sociología criminal, se empieza a
esbozar lo que es la sociología de la conducta desviada, es decir
ya no antisocial, llegando así Sellin a realizar una sociología de
la desviación, que luego sería recogido por criminólogos para el
estudio de los comportamientos criminales en menores, tales como las
teorías subculturales.
Siendo pues una conducta desviada, aquélla que
escapa o contraría las normas de conducta, que es la actitud social
del grupo hacia las varias formas en que una persona puede actuar
bajo ciertas circunstancias; actitud que se cristaliza en una regla;
y cuando esta se viola provoca la inmediata reacción social, que
ya le ha catalogado como un desviado.
Llegando,
después de todo lo expuesto, de una sociología general, pasando por
una sociología criminal para finalmente llegar a la teoría de las
conductas desviadas, que como vimos no es otra cosa que aquella
conducta calificada como tal y aplicada exitosamente al individuo
que tiene el carácter de desviado, conducta desviada es “aquélla
conducta que la gente ha marcado de tal modo.”153
3.3.2 Conducta
Desviada y Delictual.
Como el mismo Sellin asentó, no todo comportamiento antisocial o
mejor dicho desviado, significa que sea delito. Es decir, todo delito
es comportamiento desviado, pero no todo comportamiento desviado es
delito.
1.
Formas de comprender a la conducta
desviada.
Las conductas desviadas se pueden comprender de
varias formas según el planteamiento teórico que se le puede dar;
por lo mismo si se estudiase el comportamiento desviado desde un
punto de vista netamente estadístico, puede ser conducta desviada
tan sólo la variación de un determinado promedio normal de
conducta, es decir que no siguen la media convencional, pero esto
puede variar según el tipo de sociedad y cual sean los actos
socialmente aceptados o normales porque puede ocurrir que no sea
desviado, pudiendo presentarse el promedio normal de esa conducta la
comúnmente aceptada por la sociedad, es decir, que la mayoría
presenta esa conducta desviada.
De igual forma desde un punto de vista labelling,
el desviado es una persona a quien se le etiqueta como tal y que se
le ha sido exitosamente aplicada, siendo la conducta desviada la
conducta que la gente cataloga como tal; Pedro R. David, nos dice que
“una de las etapas cruciales en el proceso de establecer pautas
de conducta desviada es la circunstancia de haber sido descubierto
e identificado públicamente como alguien así caracterizado. A
partir de allí la persona que en virtud de un acto determinado ha
sido identificada como desviada, es tratada socialmente como una
categoría especial de persona humana y todos sus demás actos, su
personalidad toda, recibe el impacto del tal hecho”.154
Un punto importante acerca de lo antes dicho,
de que desviado es quien es catalogado como tal, trae a colación,
la revisión del trabajo que realiza el profesor Gonzáles del Solar
en su obra “Delincuencia y Derecho de Menores”, quien nos
propone, la utilización de un neologismo que hace alusión a una
conducta carente de honradez como delito, llamado propiamente
“delicción” y al agente comisivo “delictor”, planteamiento
este que una vez más reúne otra forma de tipología acaecida en
la explicación de los comportamientos desviados.
Los
comportamientos desviados, no necesariamente son delictivos. En la
variedad de la cultura de una sociedad determinada que impone sus
propias reglas a través de usos y costumbres, se presentan
conductas socialmente aceptadas como desviadas pero que no generan
la determinación de considerarlas como delitos, porque aún no
tiene la suficiente gravedad y dañosidad social que permita una
criminalización de conductas por parte del ente coercitivo que es el
Estado. Entonces se llega a la conclusión, que así como es la
propia sociedad la que determina cuales son o no las conductas
desviadas a través de un interaccionismo simbólico, es decir del
paso al acto, solamente el Estado a través de su poder de
definición puede sintetizar conductas como desviadas delictivas,
que sin embargo también varían según el análisis de los pueblos.
Para
efectos de la presente investigación, se consideran estas últimas,
es decir sólo las conductas desviadas delictivas, en razón de que
si se analizase todas las conductas desviadas, estaríamos
incurriendo en un error epistemológico, porque se analizan actos
propiamente considerados como delitos o trasgresiones, por tratarse
de menores de edad.
4.4 ETAPAS EVOLUTIVAS
DEL CRECIMIENTO DEL MENOR.
Al
hablar de etapas evolutivas, se quiere poner énfasis en el
crecimiento propio del menor, desde su nacimiento, hasta que alcanza
la mayor capacidad para enfrentarse a su realidad subjetiva y
objetiva. Estas etapas de evolución del menor se ven compilados u
encuadrados en lo que es conocido como edad, entendida por “aquellas
etapas de vida, caracterizada por un conjunto de hechos anatómicos y
fisiológicos, producidos durante el desarrollo del organismo y que
continúan imprimiendo su huella de este hasta el momento de la
muerte”155,
conceptualización ésta enteramente médica, utilizada sobre todo
en el marco de la disciplina médico legal, sin embargo, es un
dato importante a través del cual, se elabora ya un concepto
jurídico de edad, es decir ha sido elaborado bajo un contexto de
la Ley que rige el orden comprensivo de toda una etapa de la vida
humana, como es la minoridad, donde prima el insuficiente desarrollo
de la personalidad.
Los
mayores estudios realizados en la comprensión del desarrollo tanto
físico como fisiológico, han sido realizados desde sus orígenes
por las ciencias propiamente médicas, especialmente por la
psicología infantil, que se detuvo, en el estudio de los
comportamientos juveniles para la comprensión de las actitudes de
los adultos. Gonzáles del Solar, apunta que “el desenvolvimiento
de la psicología, y en particular de la psicología evolutiva, hizo
posible descubrir en los menores de edad un universo propio de los
seres y acontecimientos, y ello acarreó un cambio muy significativo
en las demás ciencias del hombre, alcanzando en sus últimas
estribaciones a la legislación”156,
lo cual no deja de ser cierto, ya que como se dijo al principio de
la obra, al definir a la criminología, como ciencia
interdisciplinaria, también se vale de la psicología, para la mejor
comprensión de la criminalidad, siendo indudable que para llegar
al entendimiento de cómo el menor llega adaptarse a la sociedad en
que vive, no sólo se basa en el comportamiento exterior que éste
pueda manifestar por dentro, en forma oculta, existe todo un conjunto
de caracteres que el menor ha venido forjándose desde su nacimiento,
contando o no con el apoyo de algunos pocos que los circundan
haciéndose este círculo más amplio a medida que se fortalece en
su crecimiento de conciencia, hasta llegar al cuestionamiento de
algunas conductas que él creía valederas pero que luego, las
combatirá, presentando algunas veces comportamientos de inadaptación
visto desde fuera, pero de normalidad por quien lo realiza.
Antes de proseguir, es de preciso análisis la clasificación
médica que realiza el profesor Francisco Lacassagne, en cita de
Ricardo Díaz, así los clasifica en periodos característicos de
las etapas de la vida humana como:
“1.
Vida fetal, que corresponde al período íntegro de la fecundación,
desde su comienzo hasta el parto. Adolece del grave defecto de no
poderse determinar el momento de la concepción.
2.- La
primera infancia, comprendida entre el alumbramiento y los primeros
meses de la vida del ser humano.
3.- La
segunda infancia, de los 7 meses a los 2 años.
4.- La
tercera infancia, de los 2 a los 7 años.
5.- La
adolescencia, de los 7 a los 15 años.
6.- La
pubertad, entre los 20 y los 30 años.
7.- La
virilidad, entre los 30 y 40 años.
8.- La
madurez, entre los 40 y los 40 años.
Como se habrá podido apreciar, este autor Lacassagne, realiza una
clasificación no muy apartada de la realidad, como se verá más
adelante, sino más bien deja un vacío en su clasificación que
comprende de la adolescencia a la pubertad, no comprendiéndose los
dieciocho y diecinueve años, vacío que consideramos, no fue
realizado por olvido, sino que es a esta edad, donde el menor
comporta actitudes de menor comprensión, especialmente por la
sociedad adulta.
Álvaro
Navarro de Placencia en su obra
“Sociología Criminal” complementa
a juicio propio, que el concepto general de la niñez comprende en
este periodo biológico lo que la fisiología clásica define con
los nombres de infancia y puericia, esto es, desde el nacimiento del
ser hasta su ingreso en la adolescencia que se inicia entre los
trece y quince años”158,
debiéndose agregar que para el estudio de la delincuencia juvenil en
el presente trabajo, se tomará en consideración tanto estás dos
etapas, como la más conflictiva, la juvenil, con límite a los
dieciocho años.
1.- La Infancia.
Tal y como se esbozó en los primeros apartados de este trabajo, es
el psicoanálisis la disciplina que se encarga del estudio completo
del menor desde su entrada a la vida, es decir desde su
nacimiento, el cual como sabemos, denominado etapa oral, es
aquella en la que el menor se rige especialmente por el principio del
placer, es decir lo placentero resulta lo bueno, lo no placentero
lo malo, teniendo una directa relación entre recién nacido y la
madre, de quien este depende para la satisfacción de sus
necesidades.
Luego ya en la mitad del segundo año, el menor va
reconociendo a nuevas personas a su alrededor, sabe que hay muchos
objetos que él no conoce y que siente inquietud por ellos, por eso
es común ver bebes de dos o tres años, que constantemente realizan
actos de pillaje no nocivos, ocultando cosas, o tomándolas como
su posesión; es decir el menor ya ha adquirido o vive dentro del
principio de la realidad, desarrollándose ésta hasta los primeros
periodos de latencia, alrededor de los cinco años, en que el
principio de realidad se establece con mayor fuerza.
Como ya el menor empieza a regirse por esa realidad que le circunda,
la familia va jugando un papel importante en la adquisición de
nuevos comportamientos y es el primer ambiente social donde el menor
forma su carácter, luego de ese primer componente de socialidad que
significa la familia, la constituye la escuela, en donde ya el menor
ha aprendido a desarrollarse al igual que el resto de su edad,
adquiriendo nuevos conocimientos, donde no solamente confluye la
educación sino que esta se ve complementada con la instrucción, en
la que incluye su formación de valores, manifestándose un
desarrollo del discernimiento ético a partir de las normas de
conducta que el menor va internalizándo, porque ya se ha apartado
de la esfera propia de su educador, y ahora pertenece a un círculo
más amplio de personas, que se rigen quieran o no por normas
comunes y que el menor toma conciencia que su infracción le traerá
como consecuencia un castigo, pero que no trasgredirla le implicará
un premio. Este último apartado se puede notar claramente con las
medidas socioeducativas que se imparten en los colegios. Así, esa
tendencia a equilibrar al premio y a la compensación, se puede
observar ya desde temprana infancia, sea positivamente en el sentido
de la gratitud, o sea negativa en forma de una satisfacción
punitiva.
Gonzáles del Solar, plantea de que “a los seis
años de vida, el ser humano experimenta un significativo adelanto
por el tránsito de la heteronomía a la autonomía de la voluntad.
Es cuando se marca en lo más profundo de la conciencia humana el
sentimiento del bien y de lo justo, es cuando se produce un
auténtico despertar de la vida moral.” 159
Sin embargo este dicho, dependerá según otros factores que
acreciente o que minoren esa capacidad del ser humano de captar
ciertas circunstancias que le harán ver luces, acerca de lo bueno y
lo malo, porque como ya se sabe, existen cosas buenas que son malas
para otros y viceversa. Pero hablando genéricamente, lo dicho por
el profesor Gonzáles parece ser cierto, debido a la frecuencia con
que se presentan los actos buenos.
Entonces la diferencia que se podría encontrar entre un niño de dos
años y otro de ocho es una cuestión de conciencia. Ya que en tanto
el de dos años juzga sus acciones sólo por el placer y el dolor
que le proporcionan, el de ocho años sabe que está bien y que
está mal, aún cuando no siempre sea capaz de ajustar sus actos al
conocimiento.
En el periodo de latencia o mejor dicho en la tercera infancia es
cuando se pueden observar los primeros signos de delincuencia, en
razón de haber desarrollado su conciencia moral, así la importancia
de los primeros años aquellos englobados entre la primera y segunda
infancia, tienen un papel importante, porque si no se llega a
superar algunos signos de desviación social, no solo por los padres,
también por los hermanos u otros amiguillos que a los cinco y seis
años cuentan con estos, entonces si “la plataforma sólida”
que se debe tener para el desarrollo integral del menor es carente
de influencias buenas, pues entonces se dará la probabilidad que a
esa edad se forme en el niño una delincuencia latente, que es la
antesala a la vida delictiva.
2.- La
Adolescencia.
Se presenta de diferentes maneras, según el género, así en las
mujeres es a partir de los doce años y en los varones a partir de
los catorce, presentándose la pubertad después de dos años de
transcurridos según también el género.
La adolescencia es una fase en la que se pueden presentar
episodios, inclusive prolongados de disfunción de identidad o sean
graves frustraciones, las cuales a menudo se presentan por la simple
disfunción de las relaciones entre el adolescente que ya presenta
nueva inquietudes en el desarrollo de su vida, por la misma
interrelación de la cual es objeto, tanto en la familia como en la
escuela, adoptando muchas veces actitudes de antisocialidad y de
hundimiento, en sus propios pensamientos, deseando cada vez tener
propia autonomía. Es la etapa en el cual el menor empieza a
cuestionarse muchos de los sinsabores que le ha dejado su educación
impartida por sus padres, llegando inclusive a contradecir o
transigir los valores que le habían enseñado en sus primeras
etapas infantiles.
El adolescente, así con todas sus inquietudes y el no poder dar
satisfacción a sus necesidades, muchas de ellas sobre todo de
carácter económico, empiezan a cometer sus primeras
trasgresiones a la ley, siempre y cuando no tengan los principios y
valores formados con exaltitud, presentando también otras conductas
desviadas, que en realidad son catalogadas, por los mismos padres,
los amigos y en general la sociedad, toda vez que el menor empieza
ya a confabular sus inquietudes entre su propio grupo de pares donde
comienza a encontrar las satisfacción de sus necesidades, sean
éstas cuales fueren.
En suma todas estas posibles desviaciones que no
son otra cosa que simples conductas normales presentadas por la
generalidad de menores, debido al propio conflicto que éste tiene
para consigo y peor aún para el resto de personas, es en razón de
Canestari, una “crisis de identificación, una crisis de
identificación ambigua o conflictual del adolescente de parte de su
familia y de la sociedad más amplia”160,
esto es lo que los sociólogos y criminólogos toman como un
conflicto de identidad por el status del adolescente, que no es
igual al de los adultos, quienes aún no consideran que estos
necesitan un espacio para el desarrollo de sus emociones, y el menor
en cambio piensa que es el adulto quien no lo comprende y no le da
suficiente responsabilidad, como dueño de sus actos. Es por eso que
manifiesta comportamientos de rebelión o de retraimiento,
originados por el carácter de adaptación innovadora que el menor
experimenta.
En realidad todas estas disfunciones presentadas
por el menor adolescente, no es otra cosa que aquel “síndrome de
adolescencia normal”161
entendida esta como una contradicción necesaria, ya que el menor
presenta siempre sus comportamientos como algo patológico o semi
patológico, que vuelve a aquella como algo normal, es esa
frecuencia en que se manifiesta por la que la desviación se vuelve
como el normal de los comportamientos, ya que la “cultura de la
juventud es un fenómeno universal”162
4.5 FACTORES QUE INTERVIENEN EN LA GÉNESIS DE LA DELINCUENCIA
JUVENIL
Para el estudio de la delincuencia juvenil se dieron tres
interpretaciones:
- La explicación “místico-precientífica”, dando como causa de la conducta ilícita a cierta fuerza ajena al individuo como los malos espíritus.
- Explicación “particularista moderna”, atribuyendo un acto específico a algún factor particular, como la herencia, el hogar destruido o alguna anormalidad física.
- La explicación “empírico-cuasi-científica moderna”, la que pone de relieve y sustento la interrelación de todas las fuerzas o condiciones que afectan la conducta.
De las cuales la última de ellas es la que tomamos en cuenta en este
capítulo, teniendo presente que la delincuencia no surge en
cualquier instante ni se desarrolla de un día para otro.
Así
mismo, en la delincuencia se dan secuencias como una empresa
antisocial en que el sujeto ha encaminado su vida, originándose
como producto de diversos factores entrelazados. Siendo más
específico Tomas Moro (1478-1535) quien resalta la conexión del
crimen con los factores socioeconómicos, con la estructura de la
sociedad y Shakespeare quien indica que “los harapos enseguida
denuncian el crimen entre sus agujeros, más el oro lo oculta y
defiende”163
Así
también Ferri perfecciona su Teoría y estudia los factores como
causas de la delincuencia y propone una serie de medidas alternativas
a la pena de prisión, entendiendo que los problemas eran de orden
social, económico y político, por el contrario, Hermann Mannheim
dice que en la Criminología Moderna “No hay causas del crimen que
sean a la vez suficientes y necesarias. Hay solo factores que
pueden ser necesarios para producir el delito en conjunción con
otros factores”.164
Ya más precisos Shlomo Shoham, Giora Rahaw y A. Kreizler en el libro
Delincuencia Juvenil (1948), señalan tres niveles de análisis:
- Las causas del proceso por el cual una persona comete su primer delito.
- El problema de la reincidencia y de la transformación de un delincuente primario en delincuente persistente, profesional o incorregible.
- El fenómeno del delito en el nivel social.
Siguiendo los pasos del autor que le precide, Cuello Calón en su
obra Problema de la Infancia Delincuente indica tres factores
importantes que determinan el origen del delito:
- La influencia del medio ambiente en que viven y el género de vida de sus familiares.
- La perturbación moral que este género de vida produce en ellos necesariamente.
- El influjo de los relatos periodísticos y de las películas sensacionales que convierten en héroes a los criminales más vulgares.
De
ello se desprende que, el concepto de causa, como antecedente
necesario en asignar la aparición de la delincuencia en una manera
manifiesta; así también, es considerada como un antecedente que
amedita una consecuencia, así mismo, López-Rey considera que la
causa y sus derivados ya no denotan importancia como tradicionalmente
se les había asignado en la explicación de fenómenos, no siendo
factible su aplicación ya que es imposible atribuir con
exclusividad a determinado fundamento el origen de la delincuencia
juvenil, por lo mismo debemos recurrir al denominado “factor”165,
al dejar de ser la criminología una ciencia explicativa-causal y
transformarla en una ciencia comprensiva, entendida esta por la
empatía, al tratar de saber porqué alguien realizó determinado
acto, partiendo de la propia vivencia y de comprender mediante una
trasposición esta vivencia fuera de nosotros, a fin de devenir en
configurantes de su antisocialidad, haciendo una clasificación de
factores internos (en el mismo ser humano) y externos los cuales
trataremos a profundidad.
4.5.1 Factores
sociales externos:
Son aquellos que actúan desde un emplazamiento exterior al sujeto,
siendo José Antonio Encinas, quien en su Tesis Universitaria indica
que las causas de la criminalidad indígena en el Perú son de
orden social, por la expansión de tierras, la falta de salario, la
explotación del indio, la miseria, el concepto de ahorro y el
alcoholismo como los principales.
Según Paúl R. Miller en su obra “A Múltiple System Theory of
Juveline Delinquency”, D.J. West “the Young Offenders”, Martín
H. Neumeyer “Juvelinen Delinquency in Modern Society”, indican
que los factores de la delincuencia están enmarcados dentro de tres
coordenadas de la cual la más importante es:
Que la delincuencia juvenil proviene de un conjunto de focos y
ambientes criminógenos, influyentes según las circunstancias, como
la evolución social, religión, familia, medios de comunicación
social y el sistema económico
Los delincuentes
obedecen no tanto a la mala disposición de los menores, sino al mal
ambiente que les circunda por todas partes. Lacassagne indica que un
delincuente es el microbio y el ambiente su caldo de cultivo,166-
pues otros autores opinan que no se debe pretender pensar que el
medio cree la degeneración del menor, sin embargo este puede ser
instruido y preparado en ese ambiente.
Debe entenderse que lo
vertido no se refiere a idea original de Gabriel Tarde, quien
explica que el delincuente considerado como aquel microbio que al
encontrar el adecuado caldo de cultivo se desarrolla; no porque
el ambiente lo conmine sino que el sujeto debe tener o contar con
una cierta predisposición hacia la criminalidad, es decir que tenga
una criminalidad latente, que en explicación de la ciencia
psicológica esta se adquiere en la niñez temprana. Cabe resaltar a
la vez, que el uso de terminología ambigua se remonta todavía a
Enrico Ferri y otros exponentes de la escuela antropológica, que ya
en esta era no es recomendable a la luz de nuevos principios
garantístas de la dignidad del ser humano.
Las
conductas antisociales o desviadas, que pueda presentar el menor se
deben así a todos aquellos factores externos, que si bien no puedan
ser determinantes contribuyen, aunque sean de relevancia nimia, tanto
en la modelación de su carácter como en la formación de la
personalidad del menor. Moras Mom nos dice que, “durante el
desarrollo de este proceso formativo de la personalidad, las
acechanzas de todo orden que puede brindar, y efectivamente brinda,
el mundo circundante, son de una peligrosidad tal que pueden producir
el desvió hacia lo anormal de la personalidad”167;
esto debido al libre juego que se presenta entre aquellos factores
los que están determinados a actuar de conformidad con los usos,
costumbres, hábitos y demás manifestaciones sociales conductuales
que puedan imperar en esa sociedad.
La presente
investigación, cuenta entre sus objetivos el determinar cuáles son
los factores sociales que predisponen, intervienen, ayudan o
determinan a que el menor cometa una infracción, teniendo el
paradigma si acaso se podría individualizar cada factor social,
tomando en cuenta que existe una infinidad, cómo poder organizarlos;
he aquí una contribución para evitar el desmembramiento inocuo de
lo distintos factores, no sin antes sé priorice cuales son los que
tienen más relevancia y quienes sólo son mero añadido de los
primeros.
4.5.1.1 La familia
La familia es un sistema de normas y
procedimientos aceptados para la ejecución de ciertas tareas
fundamentales para la sociedad, como una agrupación de parentesco
que cría y educa a los niños nacidos en su seno y satisface otras
necesidades humanas168,
siendo así los patrones familiares revelan una fascinante diversidad
en las distintas sociedades, y los individuos de una sociedad que se
encuentran complicados en las pautas familiares de otra, suelen
reaccionar etnocéntricamente, pues son aquellas que deberían
suministrar los medios indispensables para la formación del menor,
siendo el grupo más cercano a él, quien espera amor y autoridad de
sus padres, pues si se diera una familia completa conformada por los
principales valores, se reuniría las mejores posibilidades
educativas hacia el menor, y si en caso contrario no se dan estos
supuestos, la influencia sería negativa en la tierna personalidad
del menor orientándolos a adoptar actitudes y comportamiento de
personas mayores o huir de su núcleo familiar a otro que estimen
conveniente.
También una familia completa puede incitar a este tipo de conducta
si no cumplen cada uno de los miembros los roles que les corresponde;
sin embargo actualmente la sociedad tiene otro estilo de vida
distinto, al alejarse uno de los padres del menor por motivos de
trabajo o pero aún que ambos tengan que trabajar, dando menos tiempo
de atención a su hijo, siendo criados por terceras personas
(familiares o extraños), siendo necesaria ambas imágenes paternales
para su desarrollo, pese a ello existen madres solteras, quienes
asumen la tutela del menor. Empero, según la teoría
Psicoanalítica, quien a lo largo, en el transcurrir de su vida,
no habrá podido superar su etapa edípica, pudiendo manifestar en
la edad adolescente ciertas conductas desviadas que no
necesariamente pueden ser conductas delictivas, pero que si afecta
a la psique del menor, por lo que la falta de uno de los padres si es
causa condicionante para la génesis de comportamientos delictivos.
Las características de moralidad y buenos principios éticos que
debe reunir la familia deben estar ligadas a un adecuado entorno
físico, concretado no solo en una adecuada vivienda, sino también
el barrio o comunidad en su integridad deben brindar servicios
indispensables para facilitar la cohabitación, pues la promiscuidad
y el hacinamiento fomentan a menudo la aparición de malos hábitos
en los menores al no permanecer en sus hogares, prefiriendo salir a
la calle a jugar u optar por la actividad que prefieran no siendo
guiados por sus padres, dando como consecuencia el vagabundeo de los
menores en las calles. Al respecto la antigua escuela cartográfica,
nos demuestra que esta tesis es cierta desde la óptica de las
grandes ciudades, que sin embargo en la nuestra no necesariamente se
cumple en su integridad, toda vez que la mayoría de población de
escasos recursos económicos adoptan la costumbre de vivir en
casas hechas de barro mediante el apilamiento de tapias. Y no es
necesariamente, toda vez que los menores que en el viven sobre todo
su primera infancia, y luego se comunican u observan que en su
realidad objetiva, existe mucho de lo que él puede aspirar y al no
conseguir satisfacer sus deseos de elites, entonces vendrá aquella
frustración de la que nos hablan las escuelas subculturales, que
lógicamente determinará a que el individuo cometa delitos.
Por otro lado, en los niveles de hacinamiento, existe la falta de
privacidad para lo más elemental, pues los padres duermen con los
niños en la misma cama, observando desde muy temprana edad, V.gr.
las relaciones sexuales de sus padres, repercutiendo esto en su
desarrollo psicosexual, Way J. Mac. Cord, señala que la familia
emerge como una decisión del factor de conducta antisocial, ya que
los mismos factores que condicionan la delincuencia juvenil son los
que producen la disolución de la familia, como factores
desequilibrados, aduciendo con esto a una regresión que se presenta
por los factores que condicionan la aparición de delincuencia desde
la familia al menor y viceversa, como:
- La disociación familiar y ambiental, pues el menor carece de una adecuada atención paternal, siendo esta indispensable para vivir en armonía con los demás.
- Perturbaciones afectivas, como el fallecimiento o separación de los padres.
- La identificación de modelos personales del menor hacia uno de los miembros de su ente familiar o caso contrario al de su entorno social.
Esta tesis no se manifiesta en la comunidad Huancayna, y tampoco en
las familias peruanas, ya que las causas o factores que conllevan
a la delincuencia juvenil no implica la desunión familiar, sino
por el contrario, en razón que la familia ya se encuentra
escindida, en la que cada uno de sus miembros realizan sus
actividades en forma separada e independiente, no interesando los
problemas o contingencias a los que los menores están sujetos
presentándose entonces los presupuestos necesarios para que el
menor caiga en estado anómico, separándose por completo de
aquella cultura de hogar que le impartieron tal vez en sus primeros
años, pero al verse envuelto en un clima de desorientación para
con sus mayores, pudiendo o no buscar la compañía de sus pares y
llegar al suicidio.
En realidad se considera a la familia como aquella que debe preparar
al menor para adoptar conductas positivas frente a las normas y
valores de la comunidad a la cual pertenece, requiriéndose de una
adecuada política familiar, bajo la protección del Estado. Así
según Harry M. Shulman la familia debe tener tres funciones básicas
para la formación del niño:
a) Proveer un
sustento y habitación bajo la supervisión paterna.
b) Que,
constituya un campo primario de asociación para la experiencia de
las relaciones interpersonales.
c) Debe darse la
mayor fuente de transmisión de valores y conocimientos de cultura.
Algo que debe entenderse sobre la familia, es su ligazón con
aquella fuente de amor y de afecto continuo de uno o varios de sus
miembros, relacionada a una casa-habitación, lo que se conoce como
“hogar”, entendido como aquel ambiente material que hace
referencia a la existencia de una habitación que obra de domicilio,
donde la familia, se forma, crece y desarrolla. Y como el ambiente
Teórico que está en la capacidad de sus integrantes de reunir las
condiciones de educación transmisibles que armonicen con la vida
social del grupo.
Sobre la institución familiar que es el hogar existen diversas
razones que contribuyen a la desnaturalización de las
características probas que guarda una familia, se dividen en
distintos modos:
a)
Modos antiguos
- La muerte de
uno o ambos padres, en el primero de ellos trayendo consigo la
posterior unión con otra persona, quien ocupara el puesto que el
esposo o esposa ha dejado, de donde surgen las figuras de padrastro y
madrastra, trayendo generalmente más conflictos que una armonía
familiar, como la huida de los menores de sus casas. Manifestándose
esto en la ciudad de Huancayo en un mínimo porcentaje que no hace
variar a otros factores eternos (Véase anexos)
- El
confinamiento por enfermedad prolongada o prisión, este último
origina la desintegración del hogar, siendo más grave que el menor
se percate de la conducta antisocial de sus padres pudiendo ser
imitado, más aún por el reconocimiento del medio social en que vive
el menor, este es humillado hasta aislado, otros padres en cambio
optan por guiar a sus hijos en la recta de la delincuencia. Sin
embargo en nuestra localidad son escasos los padres que hallan
delinquido, toda vez que ninguno de los menores delincuentes sigue
patrones de conducta de sus padres por el mismo hecho de que estos
no se encuentra en su entorno.
b)Modos
clásicos,
- La miseria
- El trabajo de la madre fuera del hogar, en jornadas completas o en
un lugar distinto de su domicilio.
- El vicio(la bebida, el juego)
- El maltrato psicológico y físico hacia el menor
c)Modos modernos,
- Las migraciones internas, sobre todo en la ciudad de Huancayo,
arriban procedentes de la selva central. (Ver Anexos)
- La diversidad de estilos de vida, es una sociedad cosmopolita en
la que vivimos. Quienes en su mayoría delinquen provienen de
familias de comerciantes u obreros de trabajos eventuales.
- La falta de trabajo bien remunerado.
Tipos
de hogares capaces de condicionar los modos de conducta en el menor,
según Carlos Alberto de Pierris, en su libro “Delincuencia
Juvenil”:
El
niño como resultado de:
1.
Menores sin hogar (domicilio, casa,
hogar), se tiene:
- Abandonados.
Aquí tenemos a Quetelet, quien indica que así como los microbios
necesitan de un ambiente especial para su desarrollo y reproducción,
así también lo necesitan todos los seres humanos. Encontramos a
niños sin hogar quienes jamás recibieron el dulce beso de su madre,
desconociendo la existencia de su familia, lanzado a una vida
callejera, obligado a dormir a la intemperie, y con muchas
necesidades, sin instrucción sin creencias religiosas, sin sentido
moral, destinado probablemente a la senda del vicio.
Aquí enfocamos otro problema contrario al tratado pero al menor en
estado de abandono al haber huido de su casa, talvez por problemas
familiares, por algún pedido no cumplido o por los maltratos
constantes que recibía, denominado como el fenómeno “Gazmín”
entendida como el adolescente que ha abandonado su hogar y deambula
por las calles, sin oficio, y de la posterior agrupación que realice
con jóvenes en su misma situación o similar o pero aún con
delincuentes. Manifestándose los niveles subculturales a los que
hace alusión Mertón.
b)
Alojados en centros tutelares y hogares
transitorios o interrumpidos (hijos de enfermos terminales,
hospitalizados, en las cárceles), y que son recogidos por los
parientes o amigos. Siendo en la primera institución donde se
encuentra la mayoría de menores que ha sido desamparados o vienen
de familias cuyos comportamientos no son favorables para el
desarrollo del menor.
Thomas W. J., indica que la delincuencia surgiría de la familia al
no lograr satisfacer las necesidades infantiles (seguridad,
reconocimiento social, posibilidades, experiencias nuevas), en el
niño, quien buscará éstas satisfacciones fuera de la familia, y en
esta búsqueda independiente terminará por adquirir con facilidad
costumbres que la sociedad desaprueba. En efecto, ni la familia de la
que se aleja, ni los eventuales sustitutos de ella, difícilmente
adecuados y de los que se desconfía, consiguen a menudo disciplinar
su iniciativa.
Profundizando más el tema, Alejandro Solís considera como un factor
criminológico a la familia, denominándola “Familia problema”,
como aquella que transmite valores, actitudes, y modelos de conducta,
no acordes a los lineamientos de una buena familia. Sin embargo no
toda familia problema origina delincuentes, siendo factible recién
cuando va acompañado de otros factores de similar negatividad,
teniendo en cuenta la clasificación de familias que realiza como:
a. Familia
incompleta, conocida también como hogar deshecho o familia rota
ocasionando un desequilibrio en la familia.
b. Familia
numerosa y promiscua
c. Familia
delincuente o hogar maleante, al considerar aquí que uno de los
miembros del hogar tenga como hábito la actividad delictiva, la
misma que influiría negativamente en la conducta de los menores de
la familia.
d. Familia
inmoral o deshonesta, modelos de comportamiento reprochables como la
prostitución, la mendicidad falsa, la venta de drogas y similares
conductas.
e. Familia
viciosa, aquí se toma en cuenta el uso y consumo de drogas, alcohol
y los juegos de azar entre los más destacados.
4.5.1.1.1 La Familia en la Ciudad de Huancayo
Una de las principales actividades a las que se
dedican la mayoría de familias que radican en la Ciudad de Huancayo,
disgregadas en sus Distritos, es la comercial, actividad que data
desde tiempos pasados169,
por ser meramente una Ciudad ubicada en el mismo centro de la Nación
y que constituye una vía necesaria para el traspaso de productos de
primera necesidad que provienen de la misma selva con destino a las
Ciudades costeras, así como los productos alimenticios que se
producen en la misma Ciudad; circunstancia ésta que marca el modo o
estilo de vida de las familias Huancainas de cuyo seno han de surgir
jóvenes con características que si no son de delincuencia lantente,
lo son de una delincuencia manifiesta.
Movimiento económico que trae como consecuencia una disgregación
familiar, la cual no es causa del conflicto interior que pueda haber
en la familia, sino precisamente es factor predeterminante aquella
necesidad de poder dar satisfacción netamente económica a los
integrantes de la familia, por lo que los padres como ejes normativos
de la familia tienen que realizar diferentes clases de trabajo para
obtener ese lucro que le dará satisfacción a sus primeras
necesidades. Búsqueda de trabajo ésta que marca el ausentismo de
los padres, durante el transcurso del día en su hogar, y
consecuentemente la desatención de sus hijos sobretodo menores.
Siendo la familia el primer grupo informal de control social, esta
carencia de atención genera que el menor que aún presenta una labil
personalidad, ocupe la mayoría de su tiempo en actividades, primero
que no le traerán ningún beneficio para su educación y segundo
ocupa su tiempo en mayor compañía con sus pares, dentro de los
cuales encuentra aquella familia que si le brinda la atención
necesaria, no por una falta de interés afectivo, sino por una
necesidad económica. Así se demuestra esto por los datos
recopilados de las propias declaraciones del menor infractor, cuyos
padres presentan una economía inestable, fluctuando la ganancia
mensual de ambos padres en un aproximado de trescientos a ochocientos
soles, circunstancia esta que se ve desvalorada por la carga familiar
que se pretende solventar, así:
Las familias Huancaynas en su generalidad son legalmente
constituidas, presentándose que todos estos menores infractores
provienen de familias de los cuales los padres son legalmente
casados, teniendo una mínima frecuencia con padres convivientes.
La Educación en la Familia
Se ha encontrado del análisis de los datos que la
educación de los padres170
como miembros cultivadores de una educación prolija para con sus
hijos, es factor determinante en la génesis de cualquier tipo de
desviación, pues en los casos de infracción estudiados estos
menores así como la carencia de interés que presentan por parte de
su propia familia esta se acrecienta con la poca o mínima
instrucción de sus progenitores, siendo en la mayoría de veces la
madre, quien al parecer de procedencia campesina u humilde,
manifiestan un grado de instrucción cuyo promedio no sobrepasa de la
primaria completa, caso contrario al del padre, cuya media estándar
sobrepasa la secundaria incompleta e inclusive con estudios
universitarios. Entonces se concluye que la educación de los padres
y demás miembros de la familia constituye en factor determinante en
la génesis de la delincuencia.
El factor educación como cualquier otro aspecto social esta ligado
indiscutiblemente a un sin número de otros factores de estudios
eminentemente sociales, toda vez que se presentan casos de
infracciones de extrema dañosidad social provenientes de menores
cuyos progenitores, presentan estudios universitarios, así por
ejemplo existen casos de homicidio. La falta de instrucción trae
como correlato que los padres se desempeñen en diferentes oficios,
siendo el papá, quien presenta una variedad de ocupaciones
(carpintero, mecánico, Soldador, agricultor y otros), distinto al de
la madre que opta por uno u otro oficio específico, siendo en su
mayoría trabajadores de restaurantes, ya sean como cocineras o
meseras y siendo un porcentaje extremamente mínimo que son amas de
casa; demostrándose con esto que la ausencia de la autoridad
paternal en el hogar constituye un factor determinante a la
delincuencia juvenil.
Todo es correlato al parecer desde el factor educación debido al
aprendizaje al que está sujeto el niño cumpliéndose así con la
teoría del aprendizaje social, porque justamente, desde el
ausentismo que presentan los padres en la familia, el niño no tiene
aquel modelo de imitación del que nos hablaba Gabriel Tarde en la
Escuela de Lyon, y que luego Sutherland acentuaría que aquellos
comportamientos se van adquiriendo a través del aprendizaje
social, que el menor experimenta sobre todo ante sus nuevos grupos
sociales y que a la larga traerá aquella profecía autorrealizable,
cayendo el menor en ámbitos subculturales y de los cuales
internalizara sus moldes, aceptando el rol que juega de acuerdo
al status social, que a sido asumido, debiéndose considerar a que
el decaimiento en aquella subcultura no es debido pues a la pobreza
en que vive la familia sino a su ausentismo.
4.5.1.2 La Escuela
Para una adecuada educación, se debe tener
presente que educar proviene etimológicamente de educare, que
significa “sacar de”, “llevar de un estrato a otro”. Educar
sicológicamente significa socializar, sacar del individualismo e
introducir a la sociedad. En si es “desarrollar lo germinal de la
persona en cuanto persona”,171
así J. Stuart Mill definía a la educación como el sistema que
conduce al hombre a la perfección.
Del mismo modo, Wolf Middendorf, comenta que todo valor de la
institución educativa es modelador en la vida de los jóvenes,
desarrollando a la vez el desafió para cada uno de ellos que acude
a sus aulas por primera vez, así como de formarse y compartir con
sus compañeros. Siendo la escuela el segundo órgano de control
con el que cuenta el menor y, es precisamente en las escuelas
públicas donde se presenta una estructura caracterológica
antisocial, así como en la dificultad de comprender los derechos
ajenos, un desinterés al estudio y sobre todo una fuerte actitud de
rebelión contra la autoridad próxima(el profesor o el Director de
la escuela)De donde, uno de cada cuatro niños no asiste y uno de
cada cinco deserta rápidamente antes de concluir la primaria. Los
padres conscientes de la necesidad de la educación, exigen a sus
hijos la asistencia a la escuela y esto ocasiona frecuentes
conflictos.
Sykes refiere que la educación no es la que
otorga cierta inmunidad, sino que ésta empuja al individuo a una
situación en la cual pierde ya significado el empleo de medios
criminales,172por
lo que la carencia de educación o la educación insuficiente no
constituye tampoco por sí mismo un factor determinante, susceptible
de ser considerado excluyente, si bien ello ocurre casi con todos los
factores que venimos considerando, es menester destacarlo
expresamente, pues algunos autores otorgan a la educación como un
elemento generador absoluto del accionar desviado.
Y es el caso, que si el menor en su vida familiar a sido irregular,
seguramente tendrá conflictos entre sus compañeros de estudio, más
aún si en su familia no encuentra cariño y comprensión éste se
juntara con otro compañero que demuestre ser mejor que los demás
pero en malos hábitos y decidirá imitarlo, a fin de obtener
notoriedad y de sentirse apreciado por el grupo de compañeros,
llegando involucrarse en actividades que su compañero realice. Lo
dicho parecería la formación de una subcultura, lo cual es cierto,
sin embargo no apunta al mismo planteamiento de Cohen, en razón que
en la Ciudad de Huancayo ésta formación de grupos no es a
consecuencia de las clases sociales a los que pertenecen, porque los
mismos factores que afectan a uno, también pueden afectar a los
demás, en mayor o menor grado, considerando que toda la humanidad
se encuentra inmerme a las relaciones sociales, y porque no, a su
Interaccionismo.
Es más fácil encontrar resultados enseñando a golpear al enemigo
propio que enseñando a perdonarle, y es aún mucho más fácil
enseñar que hay que vengarse del malvado por el mal que haya
cometido, que enseñar que debemos contentarnos con colocar al
malvado en situación de aislamiento que le impida volver a dañar,
siendo lógica natural que el ser humano siempre propenda inclinarse
a las cosas que son más fáciles en su realización, y en nuestra
sociedad son las acciones malas las que son más pasibles de su
realización.
La desigualdad en el acceso a la escuela, origina
frustraciones en los padres sobre sus aspiraciones hacia sus hijos,
siendo transmitidos por ellos en forma consciente o inconsciente
hacia ellos ocasionándoles deserción o fracaso. Más aún si los
planes de estudio no tienen relación con las necesidades concretas
de la población, trayendo dificultades en los jóvenes que desean
incorporarse a la sociedad por medio de su trabajo, por las altas
tasas de desempleo. Uno se preguntaría y porqué sucede esto, pues
la respuesta gracias a lo teórico corresponde a la teoría de la
Oportunidad diferencial desarrollado por
Cloward y Ohlin, quienes apuntaban
que es precisamente esa escasez de medios legítimos para alcanzar
las metas que el ser humano se propone (por ejemplo: el menor que se
propone tal vez sacar a su
familia de la miseria) para satisfacer sus necesidades, que lo
conlleva a optar por buscar otros medios ilegítimos.
En el Perú a pesar de existir planteles escolares de instrucción
primaria y secundaria (que dependen del Estado, no siendo totalmente
gratuitas), los menores solo concurren unos años, teniendo que
retirarse ante la necesidad imperiosa de contribuir con el
sostenimiento económico familiar, creciendo en un medio
desfavorable, llegando incluso a estar enfermos y raquíticos por su
mala alimentación, así como la falta de vestidos adecuados y sobre
todo sin el calor del hogar separados de sus padres desde muy
temprana edad, con poca o nula instrucción, lanzados a las calles a
su suerte, estando predispuestos a cometer algún delito.
Esto se aprecia de nuestra muestra donde es considerable el número
de menores que alcanzan como base de instrucción sólo hasta el
primer año de secundaria (que alcanza el rango de frecuencia de
cinco), él cual se explica, si se toma la ficción de existir una
buena instrucción en la escuela, el rango promedio no debe pasar
de uno, sino es preocupante.
Nuestra muestra presenta una generalidad, en la que el menor ha
participado en su formación mediante la instrucción por parte de
escuelas públicas, de la cual se puede deducir que es por la
carencia de control y disciplina que manifiestan nuestras escuelas
públicas, las que contribuyen a una poca o mala formación en el
menor, e inclusive se encuentran experiencias en las que los menores
sobre todo adolescentes estén coludidos o emparentados con sus
propios maestros, quienes les permiten la participación de estos
menores en actividades antisociales con conductas desviadas. Así
mismo, es problema de gran relevancia la instrucción de los mismos
maestros presentándose cuadros que dejan mucho de merecer, inclusive
por los propios directores, quienes más se ocupan de lograr sus
fines lucrativos que de impartir una real y valedera enseñanza.
En realidad este apartamiento de los verdaderos fines culturales en
los que se presenta aquel conflicto generacional, en la que por
una parte se encuentran involucrados los maestros y del otro lado
los alumnos, presentándose aquella dualidad de valores que nos
hablaba Kobrin, respaldado en las escuelas subculturales; para
explicarlo mejor, diremos que los unos se encuentran en permanente
rechazo de los otros porque no se comprenden y son los alumnos los
que generalmente toman las medidas de agrupamiento que les puede
permitir la defensa y lucha ante su mayores y/o profesores.
La
totalidad de los menores considerados en nuestra muestra, presentan
un nivel educativo muy por debajo de su edad cronológica, que
inclusive se ha visto afectada por su misma interrelación del menor
desde su temprana formación. El problema del grado de instrucción
que pueda o no tener el menor no implica que éstos no sepan
diferenciar entre lo bueno y lo malo, lo cual como sabemos se
presenta desde la etapa de latencia, la que seguramente no ha sido
enteramente superada manifestando en el futuro posibles conductas
desviadas, factor educativo este que encuentra íntima relación con
la carencia de buenos roles y material educativo que se pueda brindar
al menor y que son los padres, luego los maestros, quienes tienen el
deber de impartir, una buena educación los primeros, y una adecuada
instrucción los segundos.
Gran relevancia tiene la teoría del aprendizaje social, del cual
es parte todo menor, al ser integrante de las escuelas públicas o
privadas de las cuales no se excluye las conductas desviadas. Así
en los centros educativos, esto por experiencia de la generalidad
de personas, se presentan una cosmopolita unión de estudiantes y
maestros, cada quien con sus creencias, hábitos y costumbres,
dependiendo a la vez de su procedencia geográfica; así, no todos
los maestros educan de la misma forma, aunque si pueden instruir
la materia homogéneamente, sin embargo el receptor lo percibe de
distinto modo, sobre todo los adolescentes. Del mismo modo, se
encuentran las relaciones entre los propios alumnos, en las cuales
siempre existirán modelos a seguir por parte de uno y rechazo
por otros; pero como se dijo la cultura de la juventud implica una
subcultura que de acuerdo a sus interrelaciones el menor a
internalizado distintos moldes que ahora lo caracteriza.
4.5.1.3 La
Sociedad
Según M. Mathis “considera al delincuente como
un grupo social marginal, atribuyéndole tal carácter porque la
sociedad no les provee de valores morales, de sentido de autoridad, y
el menor crea sus propios valores: dinero, placer, violencia y
sexualidad sin amor”,173partiendo
de un ejemplo clásico sobre la vida de una planta la que es traslada
a distintos lugares de determinados territorios, la misma que va a
sufrir distintos cambios; de donde parte la importancia del ambiente
en el menor, al ser considerado como el medio donde el niño nace,
crece y se desarrolla, pues las condiciones ambientales influyen en
la conducta y costumbre de los pobladores, dando como resultado la
influencia en el aumento de la criminalidad, por ser este el lugar
donde se realiza el delito, pudiendo ser la ciudad o el campo, por
tanto es necesario establecer cierta distinción:
- Ambiente rural.-
Donde la población es menor, teniendo costumbres distintas, por ser
así, también las condiciones de vida, ambiente y organización
misma, presentándose, mayores lazos de familiaridad entre ellos,
entre hijos putativos o compadrazgos, generándose poco nivel
delictual.
-Ambiente urbano.-
Aquella caracterizada por la densidad de población, comercio,
industrias, organizaciones políticas o administrativas, que traen
consigo la inmediata aparición del delito en proporción mucho mayor
que en los centros rurales. Así la urbanidad cuenta con
diferentes factores que pueden determinar la génesis del delito.
Las teorías conflictuales nos enseñan que en la sociedad las
relaciones humanas son esencialmente dinámicas e interdependientes
y se hallan sometidos a un continuo cambio, representando el
conflicto del proceso social básico.
Se puede observar en este amplio mundo social en la que vivimos que
a diario se presentan notas periodísticas sobre masiva
delincuencia juvenil, que sin embargo no es tomado con seriedad
por el resto o mayoría de la población, considerándolo como el
peor mal de la humanidad, es decir se presenta un cierto
desinterés al momento de tocar el tema teórico de la delincuencia
juvenil, que pese a ello alcanza grandes márgenes de pensamiento y
reacción cuando el afectado es propiamente ese mundo circundante
del menor.
Y es que en la actualidad no sólo en la Ciudad de Huancayo, las
personas están acostumbradas a practicar el hábito de juzgar a
sus congeneres sean estos de diferente raza o etnia, no importando
que se trate de otro ser humano, siendo más grave para el menor
que aún no se ha formado al manifestar una lábil personalidad.
Es aquí donde entra a tallar algunos postulados del Labelling
Approach; nos dice el interaccionismo, que el ser humano actua de
acuerdo al significado que tienen respecto de las cosas y que este
significado surge de la interacción de unos con otros; de esta
manera se puede dar explicación a la mayoria de actitudes en las
que se sumerge cada una de las personas. Por ejemplo dada la
generalidad con que el menor procedente de bajos estratos sociales,
se viste de una manera acorde con su ambiente en que se viene
forjando, quienes sienten desprecio o lo “miran mal”, son en
la mayoría muchachos de clases sociales medio o alto, e
inclusive se prohíbe la empatía en sus grupos. Y de repente al
menor se le considera como andrajoso, situación que este ya
internalizo de una manera relativa, ya lo estigmatizaron y tanto
decírselo, a llega a aceptarlo. Igual circunstancia llega a suceder
con el menor que ha trasgredido las leyes, y ha sido merecedor de
una medida socioeducativa. En las afueras, cuando le dicen que es el
más palomilla de la banda, éste por una cuestión de virilidad lo
acepta y se comporta como tal.
A) El Barrio
Determinado por el entorno del hogar o en sí el desenvolvimiento del
menor con la sociedad, desde el momento que a su corta edad va al
nido y confraterniza con sus compañeros, así como con sus vecinos.
Aspecto
negativo: Vivir en un ambiente de
promiscuidad y hacinamiento de vicios y de miseria, que imposibilita
las posibilidades de su normal socialización.
No debe ser considerado como aquel slum del que hablan las teorías
subculturales, es decir de aquellos barrios bajos que siempre
propugnan por elevarse a la clase media y al no lograrlo se
frustran y delinquen. Sino más bien como aquel conjunto de
personas de diversas manifestaciones conductuales donde el menor
aprende a congeniar con sus pares de distintas edades;
dependiendo en gran parte, del contacto social que el menor tenga
para formarse un carácter firme con la personalidad. Lo
recomendable es que el barrio sea lo más prolijo posible, pero
dadas las circunstancias de vida de una u otra sociedad global,
siempre habrá barrios donde el menor encuentre climas delictivos.
- Las aglomeraciones humanas, los centros urbanos de población densa, son lugares más apropiados para que el delito se origine y se mantenga. Como es el caso de los mercados, ferias y zonas de mayor circulación de personas.
Es por eso, que la calle es considerada como un influyente corruptor,
al ser en principio peligrosa de donde se aprende, o se observa
conductas desaprobadas por la sociedad en que se vive, al extremo de
no diferenciar lo bueno de lo malo.
Lo dicho anteriormente se puede corroborar con los datos recabados de
acuerdo al método utilizado, así es en el Distrito de Huancayo la
zona más propicia para la proliferación de conductas ilícitas,
debido a que ésta presenta dos mercados mayoristas, donde por el sin
número de personas que a diario circulan realizando diferentes
actividades comerciales, creándose un clima propicio para la
delincuencia juvenil. Así se demuestra que un 75% de infracciones
juveniles son cometidas en el área urbana del Distrito de Huancayo,
y solo un 25 % en el Distrito de “El Tambo”.
- Como ocupa su tiempo el menor, en centros de diversión, como los salones de máquinas electrónicas, discotecas, billares y otras que los menores acostumbran a frecuentar, pero con el requisito de obtener tal diversión a costa de cometer un ilícito, que contribuyen a que la criminalidad sea mayor, por ejemplo cuando van a una discoteca y no tienen recursos para hacerlo optan por robar o hurtar alguna pertenencia ajena.
Así también, estos lugares donde concurren los menores, son
ambientes propicios para que aprenda nuevas conductas ajenas a lo
aprendido en su familia o escuela, toda vez que en los pimballs
confluyen personas de distinta clase social, cultura y edad,
aprehensión que empieza por la imitación del mismo lenguaje vulgar
a la vista del exterior, pero muy normal e interiorizada por el
menor; es en este tipo de ambientes también como en los billares,
donde el chico se relaciona tanto con sus propios pares como con
adultos, esto último debido a la propensión del menor de sentir
curiosidad, por cualquier situación de la cual pueda sentir asombro.
Entre los lugares de más frecuencia, que los menores asisten en la
Ciudad de Huancayo son los pimballs las que manifiestan mayor
frecuencia, seguido por discotecas y terminando por los billares.
- La edad de sus compañeros, la mayoría de adolescentes tratan de identificarse y relacionarse con personas de su misma edad o superior a ellos, con el propósito de imitarlos hasta llegar aún a admirarlos, llegando a compartir diversas actividades en desmedro de su desarrollo.
Es una generalidad que se presenta en los menores, que al cursar la
etapa de la adolescencia, tienden a manifestar comportamientos que
hacen presumir una cierta peligrosidad latente, la cual puede o no
explotar debido a que el menor aún mantiene relaciones amicales con
niños menores a él. Sin embargo, al ingresar a la etapa de la
pubertad, es decir a partir de los dieciséis años, los menores, por
su misma interacción con otras situaciones sociales como las
descritas precedentemente (lugares que frecuentan), van adquiriendo a
la vez una nueva personalidad, en la cual aquellos moldes de
comportamiento que les manifestaban aquellos niños menores a él con
los que sentía empatía, van extinguiéndose, buscando el púber
nuevos moldes acordes con su edad, o que les satisfagan hasta en lo
más íntimo de su inconsciente, por eso a esta edad, el joven
empieza a tener los primeros conflictos con su familia, manifestando
aquel síndrome de adolescencia normal, que luego se transforma en
una apartamiento de aquellas conductas enseñadas por la familia, por
lo mismo toda esa aglomeración de jóvenes en la misma situación
van creando aquel nivel subcultural en el que encuentra la
satisfacción a sus necesidades. Grupo éste que se rige por sus
propias normas, las cuales se han ido moldeando a fuerza de
costumbre, en las que impera el mandato del líder. Grupo que no
necesariamente debe traslucirse a un nivel de pandillaje, sino que se
quiere explicar que ese conjunto de jóvenes, estén juntos o
disgregados, son los que forman el ámbito subcultural.
En la pubertad y al ver el joven insatisfecha su vida familiar, va
buscando el apego a un determinado molde con un status que gusta y
encanta, a efectos de seguir esos mismos patrones, empezando por la
misma imitación de las modas. Es por eso, que en esta etapa el
muchacho concibe relaciones con otros de mayor edad, quienes son los
únicos que le pueden satisfacer en sus expectativas, aduciendo
muchas veces frases para expresar esta satisfacción cuando dicen
¡qué buena onda!.
- La escuela y el barrio otorgan al menor experiencias de adaptación social extra-familiar, y de ello parte o surgen dos grandes males de la sociedad, que entre ellos se consideran:
- El consumo de alcohol
Problema social que tiene mayor arraigo en esta
Provincia, debido a las celebraciones de fiestas costumbristas, las
mismas que ameritan un alto índice de consumo, debiendo tan solo
estar inmersas dentro de estos grupos personas mayores de edad, sin
embargo los comerciantes que expenden bebidas alcohólicas hacen caso
omiso a la reglamentación que sindica sobre la prohibición de la
venta de tales productos a menores de edad, de ahí el gran rebrote
de muchachos que ingieren alcohol, considerado éste como un
producto derivado hidroxilado de un hidrocarburo parafínico o
cicloparafínico en los que el grupo OH está ligado a un átomo de
carbono saturado174.
El problema del consumo de alcohol resulta manifiestamente,
perjudicial para el menor que por un lado aún no sabe manifestar
actitudes de buen comportamiento al momento de beber presentándose
en la mayoría de veces ciertas conductas desviadas que no son
delito; por otro lado es un daño directo a la psiquis del menor,
quien si antes del consumo no tenia una percepción real de las
cosas, mucho menos las tiene al realizar este consumo. Inclusive a
sabiendas del daño que le propende el menor utiliza con fines
benéficos para cometer sus fechorías, determinándose con este
estímulo la propensión de delincuencia manifiesta a la que ha
incurrido el menor. Así un 71% de nuestra muestra presenta un cuadro
extremo de consumo de alcohol, no pudiéndose determinar si se
cometió el acto delictivo bajo los efectos de éste, pero es común
ver a menores bajo los efectos del alcohol que presentan conductas
delictivas, incurriendo en la generalidad de veces en el delito de
lesiones y en otras ocasiones en los delitos de homicidio, robo y
violación, surgiendo éste último después de que el menor ha
compartido momentos agradables libando licor en compañía de amigos
y féminas.
-
Consumo de drogas
Entendiéndose por droga a toda sustancia química
capaz de alterar el organismo, ejerciéndose su acción psíquica,
especialmente sobre la conducta, la percepción y la conciencia. El
efecto que puede producir una droga, esta dado fundamentalmente por
tres factores: a) la droga, la que depende a su vez de la pureza de
concentración de la dosis, de la frecuencia de su uso y la vía de
suministro; b) el individuo, el cual depende de la estructura básica
de su personalidad desde sus antecedentes biográficos y clínicos,
de sus expectativas y fantasías, así como de su estado anímico en
el momento del consumo; c) el grupo, ya sea la conformación o estado
anímico de aquel que co-participa de la experiencia, como también
el más amplio panorama sociocultural e histórico en el que se
desarrolla175.
De ello cabe distinguir alguna de las drogas más conocidas por su
consumo en la sociedad, como:
* Marihuana,
arbusto que puede alcanzar los tres metros de alto, su nombre
científico es cannabis sativa, teniendo variedades, como la linneo
(cáñamo) y la indiaca lan (cáñamo indiano), siendo ésta última
la que se produce a nivel mundial. El compuesto químico que contiene
el alcaloide, el cuál produce estímulos en la personalidad, es el
delta9 tetrahidrocannabidól, compuesto éste que también es el
penado. Esta droga tiene varios derivados los cuales pueden ser
suministrados al cuerpo de diferentes maneras, así se puede ingerir
fumando, inhalando e inyectándose. Siendo las variedades más
conocidas, la marihuana hembra de la cual proviene la ponzoña, la
red cannabis, el scan, el jachis, entre otras variedades obtenidas a
través de procesos de beneficio; inclusive se han detectado
compuestos como el delta1, tetrahidrocannabidól, que se presenta en
compuesto líquido.
Los pares que consumen o tiene la habitualidad de ingerir cannabis la
presentan a estas en diferentes locuciones, así para referirse a la
marihuana, y para pasar desapercibidos optan por llamarla “ganja”,
“marimba”, “macoña”, “grifa”, “cacho”,
“porro”,
“joins”, entre otras denominaciones dependiendo del lugar donde
se consuman.
*Clorhidrato de
cocaína, esta es una droga
estimulante del sistema nervioso central y anastésica de mucosas y
raíces nerviosas, al procesarlas químicamente a partir de la hoja
de coca, su incorporación al organismo, se hace por una vía que no
exige mayor preparación, pues se absorbe a través de la mucosa
nasal, de donde pasa al torrente circulatorio por los plexos de la
submucosa. Incorporación ésta que es conocida en nuestro medio como
“snifar”, que no es otra cosa que aspirar o jalar, siempre por la
vía mucosa, es por eso que por su prologando uso se produce aquel
estigma de cocainomanía que es la aparición de focos irritativos,
úlceras y perforaciones en el tabique nasal.
* Pasta básica de cocaína,
esta es una de las drogas más consumidas, tanto por menores como
adultos, debido a razones meramente económicas, por su bajo costo en
el tráfico, es una droga que presenta cuadros mucho peores al de la
cocaína, por ser precisamente una etapa intermedia de la elaboración
de ésta, es decir, cuando ya la hoja de coca se ha desintegrado
habiendo brotado el alcaloide por consecuencia de su remojo, en ácido
sulfúrico, kerosene y otros compuestos químicos, teniendo una
presentación similar al queso cajamarquino, la vía para ingerirla
es a través de pequeños quetes del tamaño de un cigarrillo y
mezclado con el tabaco de éste, denominado en el argot de los
drogadictos “tola”, “clavo”, o sino mezclándola con
marihuana, quete que recibe el nombre de mixto.
*El terokal, droga
alucinógena cuya creación no ha sido realizada para el consumo
humano, sino por el contrario para fines industriales, especialmente
para el pegado en la industria del calzado, sin embargo su venta
indiscriminada ha traído como consecuencia que este producto se
expanda en el ámbito de toda la colectividad, siendo aprovechado por
su bajo precio, especialmente por menores que habitan en las calles.
Su forma de administración es mediante la inhalación del terokal
contenido en una bolsa plástica.
Si bien las drogas descritas, por su efecto psíquico en la persona,
puede generar delincuencia, lo que sucede generalmente en todo
ámbito, esto no ocurre en la Ciudad de Huancayo, pues de las
encuestas realizadas se observa que los menores infractores, si bien
han probado por única vez alguna de estas drogas especialmente el
terokal y la marihuana, su frecuencia de consumo no varia en demasía,
apreciándose tan solo una unidad de rango entre su consumo y no
consumo.
B) El aspecto económico,
Es sin duda el sustento económico aquel factor
que se vislumbra como la base de todo problema social, sin embargo
es de preguntarse ¿si en países de modelos económicos capitalistas
desarrollados, no se presenta estadísticas de delincuencia juvenil?
planteando una comparación entre Estados Unidos de Norteamérica
con nuestro Sistema Peruano, es decir, de rey a gobernado, tenemos
que en el primero se presenta la delincuencia juvenil mucho más
compleja, e inclusive con más casos de esquizofrenia sufridas por
menores de edad, los mismos que no se observan y no se han dado en
la Ciudad de Huancayo de manera pública. El problema se presenta con
más frecuencia desde, el asentamiento de la influencia del
industrialismo y el fenómeno de la competencia, donde se manifiesta
el forcejeo entre las personas por encontrar trabajo aunque los
salarios sean más bajos, ocasionando otro fenómeno como es el
desempleo, la misma que determina el vagabundismo de donde surgen con
mucha facilidad los delincuentes. Más aún si en las ciudades se
presentan deseos de satisfacer necesidades como el lujo, el buen
vivir despertando en el individuo aspiraciones de grandeza, y ante la
impotencia de lograrlo con un trabajo honrado, recurren a formas
deshonestas.
Una circunstancia que pasa a veces desapercibida por el menor y
también de los investigadores, es el que se genera por la lucha
constante surgida entre grandes potencias, una guerra suscitada
ya no en forma bélica sino más bien, una guerra económica, en la
cual indiscutiblemente no estamos ajenos, aunque no seamos
partícipes directos si lo somos activamente, ya que con un dólar
también se contribuye “ahora” a la economía global,
dependiendo de ésta, para el desarrollo futuro tanto en los países
con mayor tecnología como en los de menor industria, acaece el
mismo problema. Guerra del siglo XXI, que se ve manifestada
directamente por tres potencias, los Estados Unidos de América, La
Comunidad Europea y Japón, vislumbrarse una y otra alternativa de
éxito para la comunidad Europea. Es decir estamos en pilar básico
–la economía- para la explicación de cualquier tipo de violencia
generada, por la sociedad, desarrollada y manifestada en ella misma,
no sólo por nuestros muchachos, sino por la comunidad generalizada
que cada día va en peor, por el mismo consumismo que manifiesta.
- La pobreza.
West al
referirse a la pobreza, la toma como la falta de elementos básicos
necesarios, aquellos que sin duda considera como un factor
concomitante importante en la delincuencia juvenil, específicamente
en zonas de represión económica. Es así que, mucho se relaciona a
la delincuencia con barrios pobres, sin embargo no delinquen tan solo
personas de recursos económicos bajos sino también menores que
gozan de una buena educación además de vivir en adecuadas
condiciones, así también interviene la influencia de la situación
económica en el país, pues el hombre esta como un perro hambriento
que acosado por la miseria en que vive exterioriza una conducta
inadecuada hacia sus semejantes.
Pero Sánchez Tejerían dice que casi siempre la miseria es
consecuencia del vicio (alcoholismo, vagancia, mendicidad), el
delito, el vicio y la degeneración las cuales se desarrollan en el
núcleo de la miseria, es así que en el país se ha olvidado los
ideales de los griegos, quienes pensaban que el Estado combatía a
dos enemigos, tanto a la pobreza y la riqueza. Sin embargo ya no
estamos en la vieja Grecia que muchos de sus pensamientos hemos
recogido, seguido y cultivado, ahora estamos en el siglo XXI, y por
lo tanto uno se debe ajustar a la época, ya no es solo la pobreza,
la que juega un factor determinante en la génesis de la
delincuencia juvenil, si ésta se encuentra aislada no es nada, no
tiene un papel determinante ni condicionante, existe ahora en esta
era la delincuencia producida por la pobreza cuando esta se genera
por su carácter famélico, pero en nuestra Ciudad la pobreza no es
y no ha sido algún factor causal explicativo de la génesis de la
delincuencia, pues como se puede observar de nuestros datos
estadísticos analizados, es la generalidad de menores que trabajan,
para satisfacer las necesidades que sus padres no les pueden brindar,
ya que al parecer si tiene el sustento necesario en “parar la
meza”, como vimos ya, todos los padres, trabajan, acumulando un
capital de seiscientos soles por familia, lo que unido a lo que
puede o no ganar el menor que trabaja en trabajos eventuales o
perennes que les genera un aproximado de veinte soles al día.
Claro
que para afrontar las necesidades que genera esta sociedad del
consumo, siendo un elemento principal, también la ausencia de
trabajo teniendo consigo a los bajos sueldos que se da en este país,
de donde se desprende la diversidad de trabajitos “cachuelos”, se
da un incremento de niños que trabajan desde muy pequeños en
oficios a veces muy arriesgados para sus edades, pues los menores
antes de ingresar al Centro Juvenil tenían las siguientes
ocupaciones: como canillitas, negociantes, pastores, ayudantes,
mozos y soldadores.
Así, el factor de la pobreza, como se dijo no presenta problemas al
considerarse como una variable aislada o independiente, sino más
bien esta tiene que estar unida a otra como puede ser, las libres
aspiraciones del joven que busca mejores oportunidades, que las
obtenidas en su seno familiar, teniendo que salir en busca de trabajo
a temprana edad, es así que la generalidad de nuestra muestra,
presenta, que antes de su ingreso al Centro Juvenil estaba
trabajando, y es que en una Ciudad, donde impera, aún el
conformismo por los padres, y la ambición de los jóvenes, quienes
no esperan que se le asigne algún dividendo por parte de los
adultos sino que desde los doce años, según lo permitido
legalmente, ya el menor ha buscado trabajo, que le genera una
economía a temprana edad, que lógicamente no sabrá administrar por
su falta de capacidad, teniendo el lucro necesario para satisfacer
sus necesidades, generalmente sus apetitos de juego, sobre todo en
juegos
de video, como ya lo comprobamos. Así pues, el joven entra en la
senda de lo insólito, donde inclusive llega a utilizar el dinero
para comprar bebidas alcohólicas a falta de una adecuada
administración de su dinero, que también se observa a nivel de
clase media alta y alta, en las que no es asombro ver a muchachos
que aún no terminan la escuela, pero que ya frecuentan bares o zonas
de promiscuidad sexual.
Entonces no necesariamente, la pobreza es factor determinante, sino
más bien es la generadora de otro, que es la que opera desde un
marco netamente individual del menor, que aún no madura
emocionalmente, aunque puede estarlo económicamente, es decir factor
es la temprana obtención de lucro y su mala administración.
Se difiere del carácter teórico de la subcultura criminal
esbozado desde Cohen a Clowar y Ohlin e inclusive a Ferracutti, cuyos
postulados pueden haberse verificado en su momento histórico, que
sin embargo en la Ciudad de Huancayo, no se expresa de la misma
manera, ya que el factor económico no fue causal para que los
menores delincan, es decir no es determinante, puede que sea
coadyuvante toda vez que si no hubiera tenido que salir a buscar
trabajo de repente no se hubiese visto envuelto en actos
delictivos.
C) Los Medios de Comunicación
Estando comprendidos, la prensa, radio, televisión y el cine, y
dentro de las ramas de la comunicación a la publicidad, considerados
estos como el cuarto poder del Estado por la influencia abismal hacia
el comportamiento de la sociedad, conforme lo indica Glaser en su
Teoría de la Identificación al tomar a los medios de comunicación
como una herramienta de aprendizaje hacia el televidente, más aún
si tenemos presente los antecedentes que rodean a los principales
medios de mayor audiencia, los cuales fueron manipulados por el
gobierno del Ex-Presidente Alberto Fujimori.
Pues hasta la fecha muchos estudiosos en el análisis de los
programas que se transmiten en este país, llegando a la conclusión,
que los programas de televisión deforman y destruyen la idea que se
tiene de familia y todo lo que les rodea, al no transmitirse
programas educativos así como de escribir vulgaridades en los
diarios, los cuales estimulan un ambiente de pública inmoralidad
(como el aborto, el abandono infantil u otros problemas sociales
similares), así también la publicidad que a veces resulta
engañosa, puesto que el único fin de éste es posicionar en el
consumidor el producto por tanto acceder a su compra, y así como el
de los medios es el de tener raiting o un alto índice de lectores.
Y para esbozar mejor este problema explicaremos cada uno de ellos:
- La prensa
En este medio son muy pocas los periódicos que realmente cumplen su
verdadera función que es el de informar, por el incremento de
diarios sensacionalistas denominados “chichas”, los cuales
manejan un lenguaje muy simple (jergoso) el que ha llegado a
estimular al crimen y peor aún a logrado que un delincuente se
sienta orgulloso del delito que hubiere cometido, al tratar a la
información como el chisme del día y no así como una conducta
reprochable.
Pues
de la muestra obtenida, ninguno de los menores tiene un hábito de
lectura, razón ésta por la que no se encuentran dentro del grupo de
lectores, a fin de establecer la influencia de los diarios que recae
sobre ellos.
- La radio
Medio
muy variado, sin embargo se aprecia la escasa programación de temas
educativos. Así como la mínima inclinación de los menores por los
programas radiales al no considerarlo como su favorito, pese a estar
más al alcance de ellos por la edad que presentan.
- La televisión
Similar a la radio tan solo le interesa tener alta tele audiencia,
aunque transmita programas no saludables y peor aún que denigran la
dignidad de la persona humana, como en el caso de un programa de
Laura Bozo con el título de “Todo por dinero”, pues el Perú
sufre una grave crisis de valores, llegando a su cumbre en el
gobierno anterior, con las historias en los vladivideos.
En la XXXVIII Conferencia Anual de Ejecutivos-CADE 2000-2001, se
tocaron diversos puntos entre los cuales el expositor, León
Tratenberg, señaló que los niños pasan más tiempo frente a este
medio que ante un maestro escolar, pues el calendario escolar anual
consta de 900 horas de las cuales sólo se dictan en muchos colegios
públicos unas 600 horas, entonces los niños Peruanos ven en
promedio de 3 a 4 horas diarias de televisión, es decir entre 1100 y
1500 horas al año, teniendo presente que cada persona por día ve
aproximadamente mil imágenes, llegando con esto al extremo a
sustituir a sus padres, observando diariamente en la pantalla
comportamientos distorsionados denominada “televisión basura”.
Este expositor planteó varias soluciones, entre una de ellas, está
la de constituir un organismo ad-hoc como en el caso de Chile
denominado Consejo Nacional de la Televisión, que entre una de sus
funciones está la de verificar las transmisiones acordes con los
horarios, sin embargo en el Perú no es solo luchar contra los
medios sino contra el mismo público que prefiere y gusta de la
vulgaridad y el escándalo que transmiten muchos programas, sin
interés alguno por la cultura y educación, no siendo del todo
general, pues cuando se transmitió el programa de Alejandro Guerrero
sobre diversos lugares del Perú y del mundo, éstos tuvieron una
alta tele audiencia, pero más allá que el gobierno asuma un rol
adecuado, la sociedad también debe censurar los programas que
exceden en su contenido, ya que el Perú esta enfermo pero esta
enfermedad no es irremediable, si bien los valores pueden tomar
generaciones en cambiar, se debe de comenzar, con el apoyo
mancomunado de la televisión, cumpliendo su principal función, como
vehículo de la formación de valores que contribuyan al desarrollo
nacional.
Siendo así de la muestra obtenida, se disgrega
que los menores se inclinan más por éste medio que por los demás,
dado por la programación variada que brinda, más aún si en la
mayoría de hogares de esta Provincia hay por lo menos un televisor,
razón más que suficiente para que los menores permanezcan por
varias horas viendo diversos programas durante el día, teniendo
presente que sus padres no se encuentran conjuntamente con ellos por
motivos de trabajo, logrando el menor espectar los programas que
deseé, sin restricción alguna, no siendo muy asiduos en los
noticieros televisivos u otros de similar contenido, optando por los
programas de dibujos animados que por otros como los deportes, o
series (centinela) entre otros. Pasando su mayor tiempo frente a la
televisión, siendo de su preferencia los dibujos como dragón
ball-Z, los caballeros del zodiaco, pokemón y otros de similar
contenido, de los cuales las historias representadas por cada uno de
ellos son eminentemente violentos al extremo de ser imitado por los
televidentes, creando furor en los menores al querer representarlos
entre juego y juego, tomando tales conductas (venganza, odio, rencor,
peleas) como normales, pues aquellos programas no representan
comportamientos adecuados a imitar, por el contrario tratan de
llamar la atención de los espectadores por medio de personajes
ilusos e irreales capaces de transformarse en otro ser con distintas
características, pero siempre con el toque de violencia, logrando
así que los menores tomen las armas (cuchillos, revólveres) como su
principal defensa similar a los personajes de ficción, siendo una
realidad que no podemos negar, que la televisión transmite violencia
conllevando a la realización de comportamiento ilícitos para con la
sociedad.
Es
así que, Joseph Klapper en el estudio que realizo comprobó el
aumento e influencia de violencia trasmitido por este medio, pese a
ello otros autores lo tomaron desde tres puntos de vista distintos:
-
Algunos consideran que la violencia no ejerce ninguna influencia
sobre el menor.
- Que
al ver tales imágenes tienen un efecto catártico o librador de
tales impulsos.
- Y por
último opinan que da un efecto generador de violencia, dando origen
a un proceso de imitación y/o instigación, así como Albert Bandura
considera a la televisión como una fuente de aprendizaje.
Del mismo modo, el Centro de Desarrollo de la
Universidad Carolina del Norte en los Estado Unidos, tomó como
muestra a diez parejas de niños con los mismo hábitos de televisión
y juego, que después de once días, se mostró a uno de ellos un
programa de televisión con alto índice de violencia, en tanto que
su pareja veía otro de naturaleza no violenta, teniendo como
resultado que los cinco que vieron programas violentas se hicieron
más agresivos, triplicando en algunos casos su arranque de
violencia, como patear y golpear, caso contrario a sus demás
compañeros quienes permanecieron más o menos igual. Y de ello parte
el doctor Jesse L. Steinfeld, quien señala “que la relación entre
la violencia televisiva y un comportamiento antisocial queda probada
ampliamente como para garantizar una inmediata acción correctiva”176.
- El cine
Es otro
vehículo de comunicación que divulga situaciones individuales o
sociales con contenidos criminales, de violencia a ser aprehendidos,
siendo muy pocas películas que en su contenido inculcan valores a
ser inculcados y trasmitidos. Pues según Stephan Hurwitz las
películas criminales a veces actúan como ejemplos y modelos
directos y con mayor frecuencia impulsan a la imaginación
indirectamente por caminos delictivos de suerte que frente a esta
sugestión no tiene importancia el hecho de que el criminal sea
debidamente castigado al final,177dándose
el caso que las secuencias de un hecho criminal proyectadas a veces
son aplicadas en la vida real, más aún cuando el delincuente
aparece como un héroe y su perseguidor como un tonto.
CAPITULO
V
REFLEXIÓN
NORMATIVA SOBRE MENORES INFRACTORES
- Antecedentes
Toda
legislación que verse sobre derecho de Menores debe contar por la
protección integral de sus derechos, si en la actualidad cualquier
derecho en el menor es considerado como derecho social, toda vez que
todos los seres humanos viven inmersos en una sociedad de la que
surge aquella relación estrecha donde el vinculo hombre-sociedad
tiene su fundamento en la libertad, la que debe ser entendida entre
lo permisible y lo prohibido en el comportamiento del hombre, quien
se encuentra encerrado en situación de una comunidad regida por
normas preestablecidas, e aquí el límite de la libertad absoluta.
Pero, si en esta época se considera al menor como sujeto de derechos
antes tan solo era identificado como mero objeto de derechos que
implicaba una protección como cualquier bien real, la data más
antigua de protección de los derechos del menor se remonta al
derecho Romano Justiniano, en el cual, sin embargo se legisla no por
una protección al menor sino a la sociedad ante el menor,
encontrándose márgenes de penalidad, de acuerdo a tres periodos de
la edad de la persona, así tenemos que hasta menos de los siete
años, el menor contaba con una irresponsabilidad absoluta, de la
misma manera a los diez años y medio en el varón y nueve años en
la mujer, el niño o menor era un incapaz de pensamiento criminal. Y
es a partir de los catorce años en el hombre y doce en la mujer,
edad en la que los menores estaban prohibidos de engendrar debido a
su incapacidad de pensamiento, siendo castigados ante tal
trasgresión, obteniendo una responsabilidad relativa.
La responsabilidad penal,
lo tenían los menores de dieciocho años hasta los veinticinco;
estableciéndose meras diferencias entre la penalidad del menor y las
de los adultos criminales en la naturaleza y dosificación de la
pena.
Con relación a los
antecedentes encontrados en el ámbito de nuestra Legislación
Peruana los textos refieren que se empieza a legislar con respecto a
la conducta del menor no por sus actos delictuosos, sino por la
situación precaria o de abandono en que ellos se encontraban siendo
aún para la época del virreinato los menores sancionados por
delitos al igual que los adultos. Así en ésta época, Carlos V en
el año de 1535 dispuso que se recogiera a niños vagabundos,
huérfanos y a los que tenían una edad adolescente o juvenil se les
entregase a los encomenderos para la realización de distintos
trabajos. Durante ésta época en el Perú tuvo gran importancia la
caridad cristiana sobre el tratamiento del menor, que sin embargo
solo era visto como un objeto de libre disposición de la clase
dominante.
Es en
la etapa Republicana en 1821 donde por primera vez se da nacimiento
al Derecho de Menores gracias al Ministro Hipólito Unanue,
alcanzándose con tal idea revolucionaria una línea de pensamiento,
con el propósito de alcanzar la obligación del Estado de prevenir y
aliviar los sufrimientos de los menores. De esta etapa a la
actualidad se ha motivado a la realización de distintos eventos
académicos con el único fin de lograr la protección integral del
niño y del adolescente, teniendo un gran apogeo a inicios del año
de 1900, como el Primer Congreso celebrado en Buenos Aires (1916)
A raíz de las innovaciones
obtenidas en nuestra legislación se logra un avance con las
disposiciones contenidas en las Constituciones de 1920 y 1933,
aportando otra realidad jurídica sobre menores infractores en el
Código Penal de 1924, al establecer la jurisdicción especial de
menores, así mismo el Código Civil de 1936 elimina la desigualdad
que existía en la calificación de los hijos. Es en el Código Penal
(1924) en el que por primera vez se señalan medidas de seguridad
social y educativas a favor del menor que ha realizado un acto
reprimido por la Ley como delito en caso de haber sido cometido por
un adulto, medida ésta que tiene como antecedentes según Luis
Bramont Arias, el proyecto del Código Penal Italiano de 1921, el
apéndice de la parte general del Código Peruano y en los proyectos
Brasileños de Sa. Pereyra de 1927 y de Machado en 1938, sin embargo
la regulación del Código Penal de 1924, conserva aquel sello
impuesto al menor de “criminal”. Con respecto a la jurisdicción
de menores el principal antecedente mundial, es la creación del
Primer Penal de Menores en Chicago (1899) En nuestro Código Penal de
1924, la jurisdicción de menores estaba a cargo de un juzgado de
menores compuesto por un Juez, un médico y un secretario,
constituyendo como Segunda Instancia el Tribunal de Apelación de
Menores o a falta de esta la Sala Civil, no pudiéndose resolver
procesos contenciosos que refieran a menores en la Corte Suprema.
El
Código de los Niños y Adolescentes nace en la necesidad de que
exista una normativa especial que regule la vida del menor en
situación social irregular, corriendo a cargo de su elaboración
sobre todo el cuerpo médico de los Tribunales. Es en el año de
1939, que se presenta el Primer proyecto de Código de Menores, toda
vez que no era suficiente lo estipulado por la Constitución de 1920
y 1933; este código trajo consigo el total respeto a los derechos
del menor y la salvaguarda de los mismos, al estipular en su Título
Preliminar, que todo menor en el Perú tiene derecho a vivir una vida
sana y llegar a su completo normal desarrollo ético, intelectual y
físico, así mismo prevé que el Estado asumirá la función de
asegurar el desarrollo normal y la vida del menor mediante un sistema
de asistencia jurídica, médica y social que garantice la eficacia
de esta medida hacia menor.
Mediante
Ley 2851 se promulga el primer Código de Menores dos de Julio de
1962, con el mismo que se puede afirmar el surgimiento en forma
positiva y coherente de los derechos del menor, dejando de tratar a
la minoridad como mero caso patológico, adoptándose una perspectiva
sociológica, sobre todo respecto a los actos antisociales del
menor, éste código es derogado mediante Decreto Ley 26102, de fecha
veintiocho de diciembre de 1992, con los nuevos lineamientos que
prevé la Convención sobre los Derechos del Niño, celebrado el 20
de Noviembre de 1989, en cuyo articulo cuarenta esboza los principios
y garantías en la administración de Justicia de Menores,
respondiendo el nuevo código de 1992, tanto a este carácter
proteccionista de la convención como a una actualización necesaria
por parte de la norma, con respecto a las nuevas Instituciones
jurisdiccionales.
5.2 Reflexión
Criminológica
La
Legislación Peruana provee un específico marco legal cuando se
trata de juzgar y sancionar a los menores que participan en un hecho
punible tipificado como delito o falta en la Ley penal, así es el
Código de los Niños y Adolescentes (promulgado el ocho de abril de
mil novecientos noventa y nueve, mediante el Decreto Supremo
004-99-JUS) que en su Capítulo Tercero, del Título Segundo legisla
sobre el adolescente infractor y de la Ley Penal, considerando su
normatividad dentro de las Leyes en blanco, toda vez que este código
no prevé que conductas deben ser consideradas como faltas o delitos,
teniendo que recurrir al Código Penal Peruano; sin embargo en el
Código de Niños y Adolescentes se establece una serie de derechos
que cuentan con un debido marco constitucional, a partir de los
principios de igualdad de las personas como del principio de
legalidad, situación importante es la que indica el artículo
doscientos uno cuando normativisa que los adolescentes que son
privados de su libertad deberán ser separados de los adultos,
respondiendo esto a cuestiones político criminales, basado en
estudios criminológicos, ya que no se puede pretender encerrar en un
mismo círculo a aquel menor que cuenta con labil personalidad, y que
de repente la infracción cometida puede haber sido ocasionado por
factores externos que lo impulsaron al menor a cometer el delito o
falta, no siendo pasible de juntar al menor con el adulto cuya
conducta delictual deviene en su conocimiento pleno y del uso de sus
facultades, como persona adulta, así mismo en el capítulo sexto del
citado código también encontramos una política sana al momento de
juzgar al menor cuando en el artículo doscientos treinta y cuatro,
se establece sobre la remisión del proceso que consiste en la
separación del adolescente infractor del proceso judicial, con el
objeto de eliminar los efectos negativos de un procedimiento, esta
norma apunta a minorar las posibles consecuencias de una
criminalización secundaria, toda ves que el efecto estigmatizante
que tiene un proceso judicial, es más efectivo cuando se trata del
juzgamiento de un menor, por lo que se debe evitar que el infractor
se envuelva en un etiquetamiento por parte no solo del criminal sino
de la sociedad en su conjunto, siendo un papel importante para el
cumplimiento de este dispositivo la actitud que puedan tener los
magistrados y otros operadores de justicia, toda vez que son ellos
quienes deben velar por el efecto socioeducativo para la completa
socialización del menor infractor.
En la
separación que debe existir entre el menor infractor y el adulto
delincuente se han establecido órganos de apoyo y ayuda para
realizar una supuesta rehabilitación del infractor comprendiéndose
entre sus órganos a los Centros Juveniles que están a cargo de la
Gerencia de Operaciones del Poder Judicial, los cuales acogen al
menor cuando es sujeto de una medida socioeducativa de internamiento
brindándole diversos servicios para su educación e instrucción,
que sin embargo se acoge al menor dotándolo de una nueva familia
enseñándole principios y valores que debe seguir en el devenir de
su vida cuya ficción aparentemente acaba cuando este cumple la
medida o cuando alcanza la mayoría de edad, egresando del centro
juvenil para insertarse de nuevo a aquella sociedad, que uno ya sabe
que ha sido un infractor, tratándolo como tal; es decir el menor
vuelve a aquel núcleo que lo formo en la senda de la delincuencia,
por tal motivo no sirve de mucho o de nada adoptar cuales fueran las
medidas socioeducativas si no se disminuye aquellos factores sociales
que contribuyeron a que el menor delinca, si bien la criminología a
través de sus estudios y teorías contribuye a dar luces sobre los
factores que determinan a que la persona delinca, su estudio no es
completo cuando se trata de obtener soluciones para la disminución
de la delincuencia y la rehabilitación, resocialización y
reeducación del menor delincuente, es por ello que entra a tallar
conjuntamente y en ayuda de la criminología, políticas sociales que
contribuyan a dar freno y poner límite no solo para que el menor no
delinquir, sino también para protegerlo de aquel mundo social que lo
condena.
CAPITULO
VI
6.1.
CONCLUSIONES
- Reconocer que la delincuencia es un problema social, por la descomposición y desorganización de la sociedad que éste origina, descartándo ser un mal necesario en su origen como lo manifiesta Durkheim, pues el desarrollo de una sociedad no depende del de la delincuencia, sin embargo se ha vuelto funcional a la misma, por lo que no se puede visorar el exterminio de ésta, dada la circunstancia histórica que ha marcado en todos los tiempos, con la instauración de diversa legislación e institucionalización. Estando reconocido el delito como normal en una sociedad por la lucha de contrarios que se da en ésta, desde un aspecto teórico conflictivo, toda vez que mientras más convulsionada resulte la interacción de los individuos en la sociedad se dará como resultado la aparición de la delincuencia.
- La conducta rebelde que presentan los menores, según los datos recabados, demuestran la falta de amor familiar en sus hogares, tratando de satisfacerse con otras compañías, al grado de ser identificados con ellas y peor aún imitar conductas inapropiadas para sus edades, teniendo aceptación las teorías del aprendizaje, ya que cada conducta a determinada edad es siempre aprendida, más aún si son menores que recién se está formando su propia personalidad, moldeando su carácter acogiéndose a grupos subculturales de los cuales devendrá el etiquetamiento que denota a la generalidad de los integrantes de está subcultura, pudiéndose presentar un carácter defintitorial por parte del Estado sin obtener la protección debida al menor y volviéndose un mero inquisidor de cualquier conducta desviada.
- La pobreza no es factor determinante en la delincuencia, es decir ésta no opera desde un marco netamente individual sobre el menor, que aún no madura emocionalmente, pudiendo tener en el transcurso de su vida carencias económicas, que sin embargo no contribuirá a que éste delinca, toda vez que la pobreza tiene que actuar conjuntamente y en interacción de otros factores sociales, como por ejemplo la carencia de principios y valores para que pueda actuar como un agente que predispone a la comisión de la trasgresión. Negándose con esto la base teórica de la Subcultura de Cohen, ya que éste parte de la concepción de que es ante la frustración de las clases pobres por o llegar a una clase media que aspiraba por la que surge la delincuencia, este factor pobreza se ve ligada hacia el menor, podía o no satisfacer sus necesidades, lo que en el trabajo empírico se demuestra en su generalidad que quienes cometen transgresiones son menores que contaba con un trabajo, así como de una remuneración acorde con su costo de producción; sin embargo se puede apreciar que es más por la carencia de medios legítimos que por las clases sociales en que el menor llega a cometer actos ilícitos, explicación ésta última que surge a partir del planteamiento de la Teoría de la Oportunidad Diferencial, lo que unido como una nueva criminología, es el estado, quien debe proveer los medios necesarios para que las clases sociales de más bajo nivel económico, puedan obtener satisfacción a sus aspiraciones
- No solo se debe tomar en cuenta el ambiente que rodea al menor, sino su desarrollo y aprendizaje que recibe de éste, que sirve como nexo a una posible conducta desviada, así nos lo enfoca la teoría de la Escuela de Chicago, siendo las zonas urbanas las mas asechadas por los delincuentes según los reportes periodísticos de esta Provincia, existiendo cierta distribución de la criminalidad en la Ciudad de Huancayo, teniendo alto margen en el Distrito de Huancayo y Chilca. Dado que en ésta parte de la Provincia están siendo denominadas como “peligrosas”, al grado de ser identificados los lugares de mayor incidencia de actos ilícitos, tanto en horarios diurnos como nocturnos, no teniendo relación con los domicilios de los menores infractores, quienes se trasladan a los citados distritos a cometer conducta delictivas.
- El menor como un integrante de la sociedad adquiere los conocimientos y motivaciones de este mundo circundante, desde que nace, al tener a uno de sus primeros contactos a “su familia”, pues despierta en él su mente y adecua su conducta a está, y a todo ello añadimos la importancia de los factores interrelacionados que intervienen en su comportamiento, así como el más importante y destacado es el ambiente económico como factor influyente al igual que el factor social del cual se rodea.
- Los medios de comunicación son también un factor importante en la conducta del menor, en si por el aprendizaje e imitación que de él proviene, así como lo considera Glaser en su Teoría de la Identificación, contrario a las tesis de Sutherland, siendo la televisión el medio preferido por los menores dada la diversidad de la programación que se transmite, específicamente en la categoría de dibujos animados, los que en su mayoría tienen contenidos violentos, más aún cuando el menor se identifica con alguno de los protagonistas de su serie favorita, trayendo consigo desequilibrios emocionales por caracterizar estos personajes conductas ilícitas imitadas por los menores.
- No basta etiquetar al delincuente por su mera conducta. La sociedad debe comprender que toda conducta es adquirida a través de diversos mecanismos de interacción entre los mismos. Así, se demuestra que es la sociedad la que forma sus moldes de comportamiento, algunos generalizándose y adecuándose al orden común, sin embargo se debe observar que la delincuencia si bien es un fenómeno que sobrepasa a este orden, también se encuentra generalizado en diversas capas sociales. Pues entonces, deviene aquí la supuesta normalidad del delito, por ende la sociedad es quien, por la reacción que presenta, adopta costumbres de etiquetamiento sólo con el afán de sentirse satisfecho con la conducta “buena “ que manifiesta; no inmiscuyéndose en el problema porque no es el suyo, adoptando tan sólo moldes de rechazo.
6.2.
PROPUESTAS
- Poner al tema de la Delincuencia Juvenil como una prioridad en los problemas sociales en los que atraviesa nuestro país. Así uno de los problemas sociales es la escasez de justicia que pide el pueblo, cabria preguntarnos acaso, es la administración de justicia impartida en la ciudad, respecto a menores infractores justa. Pues la criminología juvenil en este caso, asegura ciertos aportes al momento de administrar justicia, tan ansiada por quienes cayeron en el grave error de la senda del vicio y la delincuencia. ¿Se debe tomar acaso los conceptos de criminología para una correcta elaboración, de las leyes penales que aseguren el respeto a los principios naturales y constitucionales que protegen al ser menor de edad? Pues creemos que sí debe tomarse en cuenta cualquier aporte no solo de la criminología sino también en sistemática organización y contribución con otras ciencias, con otras disciplinas, todo en aras de contribuir con lo justo. En esta era se propende por la protección del ser humano, y sus derechos que lo dignifican como tal, es real también que los menores infractores son objeto de etiquetamientos tanto por parte de la sociedad como por parte de las autoridades, no diferenciándolos en absoluto, quitándoles o restándoles la importancia que se le debe brindar cuando estos menores presentan conductas desviadas, tratándolos con desigualdad, alguna veces en extremos discriminatorios, y es que tal cual enseña las teorías subculturales, precisamente existe una generalización de las conductas adolescente, por ende se tiende a catalogarlos u definirlos como mejor parezca, se tenga o no tenga razón, ¿es entonces esto Justicia?. De otra parte el mundo adulto por así llamarlo, no diferencia edades. Se tiende a solicitar comportamientos que ellos consideran como aptos para su entorno o para su vista y que considera buenos. Un ejemplo saltante de cómo se cumplen las conductas de rebelión del adolescente como técnicas de neutralización, es la que concibe a raíz del reclamo que realiza el padre, a su hijo de dieciséis años que consume bebidas alcohólicas y consumo de cigarrillos, neutralizando el menor este reproche con el reclamo que este mismo hace a su progenitor, porque él también, bebe y fuma. Una de las medidas de evitar aquella técnica muy utilizada por el común de adolescentes y menores, es la sapiencia de que esta existe y que se puede eliminar con el simple buen comportamiento del padre como ejemplo hacia sus hijos. Entonces cuando el ser humano empiece a actuar con justicia para consigo mismo y luego expandirla, recién podremos decir que el trato al menor que cuente con justicia, igualdad, solidaridad y demás valores que dignifiquen al menor, se ha dado. Sin embargo, la situación no es fácil, esa de inculcar la tarea a todos de tratar al menor, tanto en la vida cotidiana como cuando es objeto de proceso judicial por infracciones, con justicia Y no es fácil, debido a la complejidad que presentan los sistemas sociales llena de tabúes, prejuicios, rabia, de indolencia, cuando se trata de un menor infractor y es que no se conoce que nosotros mismos los hemos generados, sea por acción un omisión, siendo el olvido por esta última causa.
- Poner en evidencia las causas de las variaciones y transformaciones de la delincuencia. Debido a que lo que paso en un segundo no volverá a pasar, así si la sociedad desarrolla, como ahora, con su mercado capitalizante donde el hombre vale si tiene respaldo económico, donde el hombre se ha convertido en un ente más del proceso económico. He inclusive la delincuencia juvenil también contribuye al mecanismo económico, dado el carácter funcional que tiene la delincuencia en general. Los pueblos sean cual fuere su connotación evolucionan o más bien se desarrollan, toda vez que una evolución debe de ser equilibrada, pero el desarrollo no, porque de todas maneras la vida de un pueblo como la vida del hombre se desarrolla por simple transcurso del tiempo; así, en Huancayo, en el año de 1959 se realizaban ferias costumbristas, en la actualidad también se desarrollan pero en forma organizada y bajo el precio de impuestos, entonces quiérase o no se desarrollo. Haciendo un margen con la delincuencia juvenil, esta también se desarrolla, pero su evolución no consiste en el aumento de la misma sino más bien en su disminución, presentándose contradicciones que se guían en líneas paralelas, debido a que si la sociedad se evoluciona, esta crece ascendentemente desarrollándose para el bien, en cambio si la delincuencia evoluciona esta crece descendentemente desarrollándose también para bien. En la realidad sucede lo contrario ambas crecen en líneas paralelas ascendentes, pues mientras más evolucionadas sean las sociedades, generarán mayor delincuencia, la misma que involuciona y se sofistica.
- Considerar al menor como eje principal en la sociedad, no solo en teoría sino en practica, mediante programas de asistencia educacional. Se dice comúnmente y es casi ya una profecía que no se cumplirá, que el menor es el futuro de la sociedad. Debiendo preguntarse ¿en que sociedad vive el menor?. Pues la respuesta es latente a la vista del común de la gente, solo basta abrir los ojos y ponerse a observar en detalle lo que pasa, como es que nos interaccionamos, como hemos aprehendido a vivir con los demás, si en las escuelas se les instruye y educa, si dejamos de ser verdugos en vez de juzgadores con justicia, solo cuando hayamos analizado lo que nos circunda nos daremos cuenta que el principal receptor de toda esta actividad es el menor que se formal que crece, que razona sin limites objetivos, aquel menor que no cometió una trasgresión porque estuvo confundido, es aquello que adquirió sin saber o que adquiría, porque no hubo nadie al lado que sea su preceptor, no son todos pero son muchos los que sufren este tipo de maltrato, el olvido. Debe dejarse de lado viejos estigmas y conductas que sólo nos semejan al primitivismo comunista, en el que cada quien va por su lado y decir no es mi problema, que sin embargo luego definen como la mayor aberración de la sociedad a la delincuencia, es labor especialmente de todos los profesionales y técnicos realizar labores de lucha de revolución en ideas propias, en actitudes en trabajo, tratando de conservar ese objetivo primordial de ayudar al menor a que viva en una sociedad que le garantice que después no sea su propio verdugo.
- Implantar una Política Criminal adaptada a nuestro tiempo, con un marco teórico netamente criminológico. Como ya se dijo en el trabajo, la criminología brinda grandes aportes, no solo para el control de la criminalidad como pude ser la mera estadística, sino que apunta aun objetivo primordial que es brindar conocimientos teóricos para la elaboración de planes en política criminal que contribuya a que el Derecho penal sancionador como ultima fase de resolución de conflictos donde se aprecie el menoscabo de cualquier bien jurídico, sea un derecho idóneo, que ya no contribuya a la mera penalidad sino que por fin se de paso al objeto especifico de esta rama del derecho que es la prevención de los delitos. Si bien la criminología es una etapa ex ante al del derecho penal, ambos se encuentra vinculados porque se ocupan de similar estudio, uno de los delitos como acción final y otros de las conductas delictuales y los factores de su configuración. Por eso la Política Criminal que se adopte en determinado ordenamiento penal, debe estar basado no solo en conocimientos teóricos criminológicos y de dogmática penal sino también basado en investigaciones científicas, que hagan presumir la verdadera identidad del delito en un momento determinado.
- Implantar centros de investigación especializados en temas de criminología. Uno de los objetivos principales de la universidades es la investigación, sin embargo tato en nuestra localidad como, al parecer a nivel nacional, no se han elaborado nuevas tesis sobre el conocimiento criminológico. Esto se refleja en la marcada influencia de tesis y teorías extranjeros, que si bien sirven como marco teórico no presenta una realidad adecuada a la nuestra por lo mismo sus conclusiones en la mayoría de veces son ajustados a sus realidades, sin embargo por provenir estos estudios de ciudades en las que se presentan géneros de delincuencia con mayor sofisticación a la nuestras pues entonces sus teorías devienen en aplicables y ciertas. Entonces a efectos del tratamiento de la delincuencia juvenil, que se debe efectivizar la creación de centros de investigación criminológicos, para lograr precisamente esos objetivos que tanto se anhela, esto es observar al menor trasgresor con justicia, estudiando los factores que lo conllevan; respetándolo porque es el eje de la sociedad y sólo así se lograra en mucho prevenir los delitos.
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- ZAFFARONI, Eugenio Raúl; “Criminología Aproximación desde un Margen” Editorial Temis; Bogota-Colombia; 1968; p.p.320.
1
Thurow, Lester; “La Guerra del Siglo
XXI”; Javier Vergara Editor S.A.;
Buenos Aires-Argentina; P.299.
2
* En el Colegio Estatal Politécnico
Tupác Amaru, intervienen a menores organizados en pandillas
incautándoles armas punzo cortantes; * Titular: Isabelino apuñala
a amigos y mata a uno; Rosario Rodríguez V; Diario
“Correo”, Sección Policial; p. 18
y 19; Huancayo-Noviembre del 2001.
* Un menor de 17 años acompañándo a un
amigo de 33 años de edad asalta a un taxista con extrema violencia;
Rosario Rodríguez V; Diario “Correo”;
Sección Policial; p. 19; Huancayo-Setiembre del 2001.
3
Fuente INEI. Cuadros Estadísticos pag web.
WWW.inei.gob.pe/biblioinei.
4
Homicidas en su infancia fueron niños agredidos; Elizabeth Gómez
R.; Diario “Correo”,
Sección Policial; p. 18; Huancayo-23 de Enero del 2002.
5
Niños en abandono llegan al 50%; Aydee Palian Sullca; Diario
“Correo”, Sección Informe; p. 16;
Huancayo-17 Agosto del 2001.
6
¿Porqué se pudre la televisión?; Rafael Amoros; Diario
“El Peruano”, Sección Tribuna
Libre; p. 12; Huancayo-16 Agosto de 1999.
7
- Rechazan Delincuencia, pandillaje y prostitución; Yuri Lara
Pérez; Diario “Correo”,
Sección Local; p. 9; Huancayo-7 de Setiembre del 2001.
- PNP aplica plan “Delincuencia 2001”;
Rosario Rodríguez V.; “Diario
Correo”, Sección Policial; p. 18;
Huancayo-8 de Setiembre del 2001.
8
Acercar el Código del Niño y Adolescente a la realidad; María
Teresa Montes Rengifo; “Vistos”;
Sección Local; p. 13; Lima-6 de Setiembre del 2000.
9
- Colegio especial para adolescentes infractores. Sara Montesinos;
“Vistos”;
Sección Actualidad; p. 16; Lima-9 de Junio de 1999.
- Sistema de rehabilitación de menores es
altamente humanitaria; Fernando Lazo Manrique; “Vistos”;
Sección Locales; p. 3; Lima-30 de Agosto del 2000.
10
García-Pablos de Molina; “Criminología”,
Edit. Tirant Lo Blanch, 2da Edición, Valencia-España, 1994, P.19.
11
García-Pablos de Molina; “Tratado de
Criminología”; Edit. Tirant Lo
Blanch; 2da Edición; Valencia-España, 1999, p.298.
Ibid, p. 94.
13
Idem, p. 304.
14
García-Pablos de Molina; “Criminología”;
Edit. Tirant Lo Blanch; 2da Edición; Valencia-España; 1994, p. 95.
15
Molina Arrubla, Carlos;
“Introducción a
la Criminología”;
Colombia; Ediciones Jurídicas Dike; 1994, p. 154.
16
Gonzales Berendique, Marco A; “Criminología”;
Editorial Jurídica de Chile; 1998; T. I; p. 192-193
García-Pablos
de Molina; Op. Cit. p.96.
18
BARATTA, Alessandro; “Criminología
Crítica y Crítica del Derecho Penal”;
Siglo XXI Editores; Madrid-España; 1986; p.32.
Rojas,
Nerio; “Medicina Legal”;
11ava edición; Edit. El Ateneo; Argentina; 1976; p. 256.
20
García-Pablos de Molina; 1994, p. 395.
21
Ibídem; p. 395.
Ibídem; p.
412.
23
Op.cit.p.418.
24
Al respecto Barrata en su obra “Criminología
Crítica y Crítica del Derecho Penal”,
nos dice que la teoría del psicoanálisis tiene sus raíces en el
postulado Freudiano de la neurosis y en la aplicación que ha
hecho el mismo Freud, para explicar ciertas formas de
comportamiento delictivo. P.45.
25
Friedlander, Kate;
“Psiconanálisis
de la Delincuencia Juvenil”;
Edit. Paidos,
Buenos Aires-Argentina; 1950; p. 28.
26
Idem, p. 29.
27
García-Pablos de Molina; 1999, p.563 .
28
Friedlander, Kate; 1950; p. 40.
29
FRIEDLANDER, Kate; “Psiconanálisis
de la Delincuencia Juvenil”;
Edit. Paidos, Buenos Aires-Argentina;
1950. p 40.
30
Ibídem; p. 33.
31
García-Pablos de Molina; 1999; p.563 .
32
Ibídem; p. 564.
33
Friedlander, Kate;
“Psiconanálisis
de la Delincuencia Juvenil”;
Edit. Paidos,
Buenos Aires-Argentina; 1950; p. 74.
34
Ibídem; p. 78.
35
Baratta, Alessandro; “Criminología
Crítica y Crítica del Derecho Penal”;
Siglo XXI Editores; Madrid-España; 1986; p.54.
37
Entiéndase por inconsciente colectivo, el conjunto de vivencias
de la humanidad, acumulados a lo largo de la historia a modo de
legado cultural que cada hombre recibe en su persona y se
transmite por herencia.
38
Ibid, p577.
39
Idem, p.582
40
Ibídem. p.584.
41
Ibídem; p.585.
43
“Quetelet adelantándose a Comte, hizo notar el aumento de la
criminalidad en forma de reincidencia y su regularidad, de la
cual se dedujo la probabilidad de leyes, también posible , para
su producción, entre las que indica la famosa Ley térmica del
delito” Navarro de Pacencia, Alvaro; “Sociología
Criminal”; Edit.
Reus; Madrid-España; 1929; p.06.
45
Ibid, p.109.
46
Idem, p.109.
47
Cantera Murillo, Andrés; “Criminología
y Ciencias Sociales, La Sociología Criminal”;
Editorial Dericht S.A; Madrid-España; 1948; p. 143.
48
Gabriel Tarde (1843-1904). Este autor expone la tesis de la
imitación, a través el cual, el hombre emite a los otros una base
a la proximidad de sus actos, expresándose esta tenencia social de
la imitación desde las clases bajas hacia las altas, por lo mismo
ante los dos modelos quienes apuntan a uno, pueden desplazar a los
otros.
49
Zaffaroni, Eugenio Raúl; “Criminología
Aproximación desde un Margen”;
Editorial Temis; Bogota-Colombia; 1968; p.p.320.
50
la sociedad es mirada como una superestructura que integra capaz
de sistemas y subsistemas, algunos aparentes y otros con cadenas
estructurales que es necesario descubrir.
52
Marco del Pont; “Manual de Criminología”; Ediciones Jurídicas;
Lima-Perú; 1997; p.78.
53
Gonzales Berendique; 1998; T. II; p. 704.
54
Marco del Pont; 1997; p. 81.
55
Se debe hacer hincapié de la diferencia entre conducta desviada
y conducta delictiva, a efectos de mejor comprensión de las
diversas teorías, ya que el término conducta desviada es cuño
propio de los enfoques sociológicos de explicación a la
criminalidad, Así Lola de Anivar de Castro nos da la diferencia
existente entre ambas: “aparentemente se asemejan, pues hay
dentro de la colectividad una serie de valores fuertemente
desaprobados por exceder el límite de tolerancia de la comunidad
y que sin embargo , no llegan nunca a formar parte de la
conducta reprimida legalmente, o sea, que es conducta desviada
nada más, pero no conducta delictiva, la que se convierte cuando
es atribuido como tal por el ordenamiento penal. En
Criminología de la Reacción Social. Lola Aniyar
de Castro 1977. p.23 .
56 Horacio Viñas, Raùl; “Delincuencia Juvenil y Derecho Penal de Menores”; Edit. Ediar; Buenos Aires-Argentina; 1983; p. 96.
57
Para Durkheim, el crimen es normal, en cuanto manifestación de
la diversidad, inevitable, incluso en una sociedad mecánica y
uniforme.
58
Clinard, Marshall B; “Anomia y
Conducta Desviada”; Editorial
Paidos; Buenos Aires-Argentina; p.20.
59
Gonzales Berendique; 1998; T. II; p. 703.
60
Robert Merton (1964) precisó
las diferencia que existe entre los términos anomie y anomia,
siendo la primera a la propiedad de un sistema social, no al estado
anímico de éste o aquel individuo dentro del sistema, es decir,
anomie es la escasa cohesión social. Anomia
según Merton es para designar el estado animico del individuo.
Cita de
SOLIS ESPINOZA,
Alejandro; “Criminología
Panorama Contemporáneo”;
Lima-Peru; 1988; p.p.211.
61
Clinard, Marshall; p. 22.
63
Ibídem; p.p.60-61.
64
Clinard, Marshall; “Anomia y Conducta Desviada”; Editorial
Paidos; Buenos Aires-Argentina; p.24.
65
Así West, en cita de A. Solís Espinoza, señala que al
organizarse de tal forma, que suscita en la clase baja aspiraciones
para frustrarlas después, es por eso que “la Sociedad obtiene
los delincuentes que se merecen” Solis Espinoza; 1988; p.212.
67
Pérez Pinzón, Álvaro Orlando; “
Curso de Criminología”; 1994, en
cita de Antonio José Martínez López en “Criminología
Juvenil, Comportamiento Juvenil Desviado o Irregular”;
Ediciones Librería del Profesional; Edit. Linotípia Bolivar; Santa
Fe de Bogotá-Colombia; 1997. pp. 1-2.
68
Gonzales Berendique; 1998; T. II; p. 716.
69
Marco del Pont; 1997; p. 89.
70
Siendo criticada aquí la posición de Mertón respecto al acceso
limitado sobre las metas de la sociedad por medios legítimos para
los grupos socieconómicos inferiores sea una de las fuentes
principales de la desviación.
71
Así Roberto Bergalli en “El pensamiento Criminológico” (1982)
expresa que esta, se aprecia mejor al revisarse las conclusiones a
las que arribaron en el año de 1925, los investigadores R.E. Park;
E.W. Burguess y R.D. Mckensie, quienes nos dicen “que los
comportamientos que podrían denominarse pre delictivos (perdida de
arraigo social, debilitamiento del vinculo social etc.), tienden a
concentrarse en las llamadas “delinquency Areas”; Edit. Temis;
Bogota-Colombia p.p. 115-116.
72
Bergalli, Roberto, Op. Cit; p.113.
73
R.E. Park, Burguess y Mckenzie, donde aparece introducido la
noción de “contagio Social” para describir el proceso típico
de la vida urbana, mediante el cual los comportamientos
reprochables tienden a transmitirse entre individuos de iguales o
similares características sociales.
75
Ibídem; p.p. 657-658.
76
Gonzales Berendique; 1998; T. II; p. 758.
77
Los hombres imitan a los otros en base a la proximidad de sus
contactos. Saffaroni.
García
Pablos de Molina; “Tratado de
Criminología”; 1999; p. 745.
82
Según esta teoría el aprendizaje del delito es más
identificación con roles criminales que asociación o contactos
con delincuentes. A. García - Pablos de Molina; 1999; p. 752.
84
García-Pablos de Molina;1999; p. 759.
86
Wolfgag, Marvin E. y otro; “La
Subcultura de la Violencia”; Edit.
Fondo de Cultura Económica; México; 1971; p.193 .
88
Según Antonio García Pablos, es el aprendizaje por las
consecuencia derivadas de la conducta que experimenta personalmente
el autor.
91
Aniyar de Castro, Lola; “Criminología
de la Reacción Social”;
Instituto de Criminología Facultad de
Derecho de Zulta, Maracaibo-Venezuela, 1977; p. 19.
93
Gonzales Berendique; 1998, T. II, p. 763.
94
Así también es definida la
subcultura como un conjunto de valores que se oponen en ocasiones en
forma grave, a los valores de la cultura nacional o central, y de
ello resultan las conductas delictivas.
Orellana Wiarco, Octavio A;
“Manual de
Criminología”;
Edit. Porrua S.A.; México; 1993; p.181.
“Es un sistema
de convicciones y valores que se forman en la infancia en un proceso
de interacción comunicativa..”.
(Solis; 1988; p. 204).
García
pablos de Molina; “ Tratado de
Criminología”; 1999; p. 717.
datos extraídos de: Roberto Bergalli , Juan
bustos Ramírez y Teresa Miralles. “El
pensamiento Criminológico I”; 1983;
p.123.
96
Solís Espinoza; 1988; p. 204.
98
García-Pablos de Molina; 1999; p. 720
99
Baratta; 1986; p.p. 71-67.
100
Gonzales Berendique; 1998; T. II; p. 774.
101
Baratta; 1986; p. 68.
102
García-Pablos de Molina; 1999; p. 725.
103
el término netamente en lengua inglesa, significa “barrio bajo”.
104
Ibídem; p. 726.
106
García-Pablos de Molina; 1999; p. 727, en cita a Cloward y Ohlin.
108
Ibídem; p. 182.
109
Wolfgang y Ferracuti; 1971; p 200.
110
Baratta Alessandro; 1986; p. 80-81.
111
García-Pablos de Molina; 1999; p.p. 761-762.
112
Ibídem; p. 766.
113
García-Pablos de Molina;
“Criminología: Una introducción a sus fundamentos teóricos para
Jusristas”; Edutorial Tirant Lo
Blanch; Valencia-España; 2da Edición; 1994. p. 225.
Baratta;
1986; p. 84.
115
El construccionismo social no es otra cosa que el constructivismo
social, sin embargo diversos autores prefieren utilizar una y otra
denominación en forma indiscriminada. Entendiéndose por
constructivismo aquel que nace de la edificación arquitectónica,
para expandirse luego a la edificación social.
116
Aniyar de Castro, Lola; 1977; p. 144.
117
Solis; 1988; p.217.
118
Baratta; 1986; p. 85.
119
García Pablos de Molina; 1999; p. 785.
120
Ibídem; p 787.
121
Aniyar de Castro; 1977; p.120.
122
Ibídem.p.219.
123
Solis Espinoza; 1988; p.219.
124
Aniyar de C; 1977; p. 125.
125
Baratta, no dice que el proceso de tipificación se debe a que
“trascender los límites de la teorias de mediano alcance implica
un desplazamiento del punto de partida para la interpretación del
fenómeno criminal; el fenómeno mismo, a la estructura social
historicamente determinada en el cual se inserta”; 1986; p. 100.
126
Sobre el estatus, García-Pablos de Molina nos dice que “para el
labelling approach, el delito tiene naturaleza definitorial no
ontológica. Es una cualidad atribuida a ciertas conductas, un
status asignado a su autor. Como afirma K. Erickson, la deviación
no es una propiedad inherente a ciertas formas de comportamiento,
sino una propiedad conferida a las mismas por la audiencia que
directa o indirectamente observa”. A.G.Pablos de Molina ; 1999; p.
787.
127
a) Por
ejemplo que se espera de una sociedad, donde los medios de control
formal primario, consienten demasiados actos delictivos a su vista
y paciencia o algunas veces estan insertos en la transgresión del
orden.
b)
La probabilidad de sanción depende mucho de las estadísticas en
criminalidad registrada tanto a nivel policial como judicial, y es
el talón de aquiles en toda investigación empírica, la cifra
negra o el alto grado de fabilidad en sus investigaciones.
c)
La actuación esta estrechamente subsumida dentro del interés y
el significado que deben prestar las autoridades a ciertos tipos de
desviación que luego será acto delictivo, según el
interaccionismo.
d)
En realidad toda legislatura sobre infractores debe hacerce previo
estudio del campo, del verdadero elan vital de la criminalidad,
sino se corre el riesgo de adoptar medidas que en nada satisfacen
las expectivas ahora de la audiencia social –en la que se incluyen
los desviados, delincuentes como se les etiquete, hacía las
autoridades, puediendo acentuar la criminaidad, en vez de
aminorarla.
e)
Es lógico que mientras ambas partes crezcan a igual medida, el
conflicto será más agravado, sino hágase un recuento de la
historia, comparándose niveles de criminalidad en el tiempo.
f)
Sin embargo la posición realista, es variable, toda vez que nunca
los bandos fueron iguales en lucha, además el bando de quines
infringen las leyes, muchas veces no lucha por crecer, crece porque
es inevitable.
128Aniyar
de C; 1977; p. 129.
129
Baratta.- “porque han transportado el enfoque de la reacción
social de las estructuras paritarias de los pequeños grupos y de
los procesos informales de interacción que se desarollan en su
interior, a las esructuras generales de la sociedad y a los
conflictos de interés y de hegemonía y por tanto a las relaciones
de poder entre grupos; es decir desde una perspectiva
microsociológica a una perspectiva macrosociológica” ; 1986; p.
149.
130
El presente título es desarollado en su integridad a partir del
plantemiento del maestro Antonio García Pablos de Molina; 1999;
p.p.787-802.
131
Ibídem, p. 787.
132
Baratta; 1986; p. 113.
García
Pablos de M; 1999; p.788.
134
Ibídem; 1999; p. 801.
135
Ibídem; p. 813.
136
Abunda Roberto Bergalli que la criminología del conflicto social es
una posición opuesta a la del consenso, toda vez que “refleja
una tradición intelectual diversa (...) la sociedad no está
basada en el consenso sino en el conflicto originado por el interés
de los distintos grupos que luchan para imponer sus pretenciones”.
“El pensamiento Criminologico I Un
análisis Crítico”; 1983; p. 141.
137
Ibídem; p.141.
138
Baratta; 1986; p. 121.
139
Solis; 1988; p.222.
140
Puede afirmarse: que los que juegan un papel decisivo en la
genésis de la ley y fijan condiciones para su ejecución, están
más ansiosos que los que disienten para ver cristalizados sus
intereses y sus concepciones de cómo debe ser la sociedad.
141
Baratta; 1986; p.127.
142
García Pablos de Molina; 1999; p. 728.
143
Gonzales del Solar, José H; “Delincuencia
y Derecho de Menores”¸ Ediciones de
Palma-Buenos Aires; 1986; p.2.
Ibídem, p.2.
145
Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo Americana. Espasa Calpe
S.A. Madrid-Barcelona; T. XVIII; p 1455.
146
Es perjudicial, también porque “es notorio que la acepción
delicuente implica por sí algo más grave que la comisión de un
hecho penalmente ilícito”, Hugo de Antonio, Daniel; “El
menor ante el delito”; Edit. Astrea
de Alfredo y otro; Buenos Aires-Argentina; 1978, p.41.
147
Ibídem; p. 26.
148
Es a Augusto Comte a quien se le debe el término de sociología,
quien intentó crear sobre una base netamente idealista una
sociología científica, la cual debía descubrir las leyes eternas
e invariables de la sociedad humana, análogas a las leyes de
ciencia natural.
Ibídem ;
Vold en cita de Bergalli, p.26.
Ibídem; p.
3l..
152
Op.cit; p. 28.
155
Elias, Ricrado y Aparicio; “Criminología”
; Edit.G.C. y P; citando al Doctor Emilio Baldizan; p.240.
157
Elias, Ricardo y Aparicio; p. 241.
Navarro de
Pacencia, Alvaro; “Sociología
Criminal”; Edit. Reus; Madrid
España; 1929; p. 60.
Gonzales del
Solar; p. 33.
160
Canestari – Battacchi. “El menor Inadaptado”(copias); p.207
161
Gonzales del solar, José; p.39.
162
Ibídem; p.40. Cabe apuntar que la cultura juvenil como fenómeno
universal ha sido utilizado por diferentes autores, tanto como
psicólogos, sociólogos y por ende criminológos, pero sin embargo
nos dice Raúl Horacio Viñas que en esta universalidad,
“comienzan los jóvenes a inventar colectivamente su mundo”, es
por eso que “esta cultura de la juventud es una subcultura frente
a la sociedad, como en un todo”, en su obra “Delincuencia
Juvenil y Derecho Penal de Menores”;
Edit. Ediar; Buenos Aires; 1983; p.p. 81-82.
163Gonzales
Berendique, Marco; 1998, T. II; p.887-888.
164
Ibídem; p.234.
165
Mayorga (hijo) define el factor como un estímulo endógeno, exógeno
o mixto que concurre a la formación del fenómeno criminal. Pinatel
es uno de los pocos autores que trata de establecer distinciones
entre causa, factor y condición, indicando que el término factor
es una de las expresiones más corrientes en criminología y tan
vaga como la de factor determinante, como conclusión de su examen
define al factor criminógeno como todo elemento objetivo que
interviene en la producción del fenómeno criminal. López-Rey,
Manuel y Arrojo. “Criminología”;
Edit. Aguilar; Madrid-España; 1975; p.p 296-297.
166
López Riocerezo, Jose; “Delincuencia
Juvenil”; Edit. Victoriano Suárez;
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Edit. Argibay Molina, Ediciones Pannelille, Buenos Aires-Argentina,
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168
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Edit. Mac Graw-Hill Latinoamericana S.A, 2da Edición, México, p.
154.
170
Para una adecuada comprensión conceptualizaremos a educación de
instrucción, siendo el primero de ellos “el conjunto de reglas
costumbres o modales que rigen en la sociedad”, y el segundo
“aquel conjunto de conocimientos adquiridos” . Diccionario
Enciclopédico Básico Salvat/Uno;
Editores Salvat S.A, Barcelona-España, 1986; p. 520 y 800.
171
Beristatin Ipiña, Antonio; “Jóvenes
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Universidad de Guanajuato-México; 1996; p. 21.
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Hugo D´Antonio, Daniel; “El menor
ante el delito. Regimen Jurídoco, Prevención y Tratamiento””;
Edit. De Palma; Buenos
Aires-Argentina; 1978; p. 85.
173
Horacio Viñas, Raúl.; 1983; p. 48-49.
174
Díaz Rosas, Julia y otra; “Como
influye la actitud de los familiares en la rehabilitación del
alcohólico anónimo y opinión del apoyo que reciben en su núcleo
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la Salud-Universidad Nacional “Daniel Alcides Carrión”;
Tarma-Perú; 1993; p. 29.
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Astolfi, Emilio y otros; “Toxicomanía”;
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