martes, 24 de julio de 2018

Manual de Criminología, en Tesis elaborada por Susan Cochachi Rosado y Pavel Bonilla Cáceres.

CAPITULO I

1.1 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

La Ciudad de Huancayo o nación Wanca, nutrida de una población cosmopolita, que provienen generalmente de la Selva Central de nuestro país, especialmente de las zonas de Satipo y Tingo María, inmigrantes en busca de mejores oportunidades de vida, donde los menores acompañan a sus padres en esa búsqueda, es decir haciendo una comparación entre inmigrantes de la Ciudad de Huancayo hacia la capital, parece ser que Huancayo, se convierte en una especie de capital para los pobladores de nuestra Selva Central, en si de la Selva de Junín. Oportunidades estas que se ven limitadas debido a la competencia que hoy en día acarrea nuestra sociedad, donde cada quien se convierte en el enemigo del otro, retrotrayéndose a la concepción darwiniana de la selección natural, que se impone cada vez más, al ser el hombre quien sobrevive contrarrestando a su propia especie.
La sociedad adulta está tan ocupada en querer sobrevivir en este mundo que se olvida de un sujeto subliminal (el menor) que constituye el mismo punto neurálgico de toda sociedad; este sujeto, lleno de impersonalidad, con frustraciones que aún no lo envuelven, quien todavía no sale al mundo de lobos, que no descubre la razón de su existencia, quien no se ha preguntado ¿porque existe? y ¿para qué existe?. Olvido éste que trae como consecuencia, el resquebrajamiento de la sociedad, presentándose una escisión entre la sociedad adulta y la minoril, llegándose a aquel conflicto de generaciones, apareciendo disfunciones hacia la vista de otros, que catalogan a estos comportamientos como conductas desviadas especialmente definidas por esa comunidad adulta, quienes toman al menor como simple objeto, o receptáculo de sus propias frustraciones, y enalteciéndose de que ellos no son delincuentes, un anormal, un alienado, un anómico, criminalizando conductas para “lograr” una sociedad con cierto orden común.

El pensador hindú Chrisna Murti, hablaba, ya en el siglo XVIII, que para lograr el cambio, sea esta en una sociedad o cultura, se tiene que hacer revolución, pero no una en masa, sino una revolución con uno mismo. De ello partimos, para decir que el problema de la delincuencia juvenil, si nos corresponde y debe ser estudiado e investigado desde una óptica humanista, no siendo eminentemente empírica como la Escuela Positivista, sino sobre la base de un razonamiento dialéctico, a través de su desarrollo histórico, influencias y tratamiento, para poder llegar a la comprensión del mismo. Siendo la delincuencia juvenil no solo problema y competencia institucional del Estado, sino comprende a toda la esfera social del menor, donde irremediablemente estamos incluidos, teniendo la posibilidad de acércanos a este problema o de lo contrario de ser ajenos a aquél.

Nosotros, estudiamos a la delincuencia juvenil, en el ámbito sociocriminológico con el propósito de identificar los factores influyentes que la conforman, tomando para el efecto como muestra a menores de edad, comprendidos entre los doce y dieciocho años del Centro Juvenil del Tambo de la Ciudad de Huancayo, observando las causas que permitan la total comprensión de la conducta desviada del menor, no como delincuente sino por el contrario como seres humanos sujetos a todos los derechos que un Estado democrático le debe brindar. De la misma manera, se han realizado estudios y tesis para la mejor comprensión de la criminalidad juvenil que sin embargo no se ajustan a nuestra contemporalidad, tesis como la de A. Cohen que estudia el problema desde áreas subculturales, especializándose en las pandillas juveniles, más no comprende el carácter individual de la delincuencia juvenil a través del cual se puede llegar a dar luces en el tratamiento criminológico del propio menor. Sin embargo, de las teorías que estudiaremos en el capitulo siguiente, son rescatables sus postulados para dar inicio al entendimiento del porque surge y se mantiene la delincuencia juvenil en la Ciudad. Teorías que datan desde comienzos del siglo XIX con conocimientos médicos, hasta llegar a la década de 1950 en la que encontramos teorías sociocriminológicas, bifurcadas de la sociología general, asentando el pensamiento: que los delincuentes, sean estos menores o adultos, son producto de la propia interrelación de la sociedad.

Los problemas claros, obtienen soluciones claras, limpias y bien administradas1. En el año dos mil uno, en la Ciudad de Huancayo, se puede observar cotidianamente, tanto en los diarios locales, como en el propio paso del día, menores que cometen una serie de infracciones, no solo las consideradas dentro del Código Penal vigente, sino más bien conductas desviadas –que luego explicaremos- que traen consigo la propia reacción de su mundo circundante, optando muchas veces por la indiferencia ante el problema, viéndolo como un mal necesario y que ha surgido desde tiempos pasados.

Tanto en las calles, en los barrios y colegios, se pueden observar a menores de edad superior a los quince años, que cometen una serie de fechorías, por cambiar él termino de transgresiones, presentándose incidencia sobre todo en colegios estatales, sin embargo la cifra no varia si se trata de colegios privados para estudiantes procedentes de familias de clase media, quienes manifiestan una especie de delincuencia subterránea, no concordada por la generalidad de la gente y mucho menos por las autoridades, comportamientos que escapan a la vista del ojo humano adulto, pero es comprensible en el propio mundo de pares. Así tenemos entre los adolescentes, no solo a una subcultura sino a varias, con cuadros de comportamientos diferentes, así los hay quienes realizan actos de trasgresión directa a la Ley, como2: las pandillas, los que actúan solos, por simple juego, incitados por otros; los hay por necesidad, como los niños abandonados, que sin embargo en el presente caso, no es de relevancia el sin número de tipos de delincuencia, sino por el contrario no interesa una étapa ex ante, descubrir cual fue el motivo o las razones, que incitan, contribuyen, determinan y condicionan a que el menor tome cierto rumbo, que le lleve por aquel tunel del cual “parece” no haber regreso.

Muchas medidas se han tomado, para poder evitar o minorar la delincuencia generada por menores de edad, debiendo tener en cuenta que a nivel del Departamento de Junín existe un total de 428.197.00 menores de edad, de los cuales 144.145.00 menores de edad bordean los diez a catorce años3.

Estos menores se encuentran sujetos a diferentes circunstancias en el transcurso de su vida, así por ejemplo muchos de éstos sufren o son víctimas de violencia familiar en sus hogares, así como victimas de violencia sexual, por ejemplo en el periodo de Julio a diciembre de año 2001, según nota periodística, en una entrevista a la Directora del Centro de Emergencia de Huancayo, se revela que existe un promedio de 1042 casos entre Violencia Familiar y sexual, manifestando el porcentaje de 51% de maltrato psicológico, el 31% maltrato físico y el 2,9 % los varones que sufren toda un serie de maltratos, así mismo son víctimas de violencia sexual, menores de diez años, en un 9.4% niños y un 1.2% en niñas, sin embargo entre una de sus políticas de prevención que recomienda la propia Directora del Instituto, nos dice que es la atención a los afectados, no compartiendo lo vertido por tratarse de un problema victimológico4.
Así mismo, se puede observar constantemente que cada 80 de 100 niños trabajan en las calles5, en diferentes oficios, como: la de lustrabotas, vendiendo caramelos y limpiando carros, flagelo social que se va incrementando con el extremo daño que se propicia a través de los medios de comunicación sean estos, telelvisión, radio, o en lo diarios, así nos dice los psicopedagogos6 que el modelo de programas que consumen los menores es muy perjudical al acortar su infancia y guiar a éstos en un mundo adolescente del que aún no están preparados, señalando entre las causas más perjudiciales la afrontada entre la relación padres, hijos y televisión, que genera entre otras cosas una extinción del diálogo familiar, pérdida de tiempo, crea el consumismo, el alienamiento cultural, por eso se adoptan moldes extranjeros, que lógicamente atrae el fortalecimiento de un clima de violencia, es decir y nos señala que la televisión hace apología de la violencia, la sexualidad, el terror y el mal gusto.

Constantemente es la misma población la que protesta o tiene diferentes formas de reacción ante los actos de trasgresión que cometen los menores, así por ejemplo se unen o se agrupan en determinados frentes7, comités de autodefensa, las Apafas de los colegios, la policía se vuelve más represiva y las instancias oficiales vuelven a criminalizar cada vez más conductas, pensando que esa es la solución, asimismo, organismos como el Promudeh que tiene a su cargo al INABIF (Instituto Nacional de Bienestar Infantil y Familiar), crean programas de asistencia8, supuestamente para readaptar al inadaptado, volver a socializar, sin embargo de que sirve cualquier medida de protección como las “medidas socioeducativas”9 y su correspondiente internamiento en los Centros Juveniles, como medida de prevención y rehabilitación, si el menor cuando egrese de dicho centro, donde encontró una familia sucedánea, muy a pesar de haber aprehendido un oficio en la cual desempeñarse, encontrará el mismo o peor clima social del cual se apartó como medida de fuerza; es decir, de que sirve plantear cualquier programa de prevención, asistencia, control o similar, si el menor no podría insertarse a la sociedad como persona honesta, si está lo discrimina por ser un menor delincuente como lo define, negándole el acceso a mejores oportunidades, así como de volver a encontrar aquella banda de la cual se había desligado, encontrar la misma familia llena de problemas económicos que no puede resolver y que buscan soluciones en un campo de cólera ante sus frustraciones, si encuentra un barrio en donde nada ha cambiado, donde siguen los mismos palomillas que cometen fechorías ¿ entonces sirvió la medida socioeducativa?.

De los problemas antes descritos, parecerían estar conectados entre sí y otros tangencialmente separados, pero existe en la Ciudad de Huancayo una verdadera delimitación de las causas, los factores, los móviles, que impulsan a la persona en este caso al menor a cometer determinado acto trasgresor, son acaso todas ellas las que contribuyen en la psiquis del menor, o sólo serán algunas de ellas que se mantienen en forma aislada pero a la vez bien incorporada por el menor, pues entonces el problema no tanto es ver al menor como objeto de estudio, sino basarse en sus comportamientos y en el porque delinquieron, entonces ¿Cuáles son los factores sociales que determinan la Delincuencia Juvenil en la Ciudad de Huancayo?.


CAPITULO II

CRIMINOLOGIA GENERAL: CONCEPTUALIZACION, ANTECEDENTES Y SU RELACION CON OTRAS DISCIPLINAS

2.- NOCIONES GENERALES.

2.1. - CONCEPTUALIZACIÓN ADECUADA DE LA CRIMINOLOGÍA

Para efectos del presente trabajo, se deberá conceptualizar adecuadamente la noción que el criminólogo debe tener acerca de la ciencia criminológica; por ello nos remitiremos a algunos conceptos realizados por autores contemporáneos, a partir del nacimiento de la criminología liberal.
Así tenemos que la actual denominación de criminología tiene su origen en el año de 1879, con el autor TOPPINARD; pero en realidad tiene su conceptualización más reconocida gracias a GARÓFALO en el año de 1885. debiendo de considerar que la verdadera ciencia criminológica, nace después de los viejos conceptos que se tuvieron acerca de esta ciencia, por diferentes disciplinas, partiendo desde la antropología criminal, la Psicología criminal y la Biología criminal, para después “nutrirse” de la sociología. Así, la ciencia criminológica se nutre de las antiguas definiciones al ser demasiadas cortas para la envergadura que importa esta ciencia, complementándose con las mismas, siendo una ciencia completa con todo el saber empírico descriptivo que importa; en consecuencia e aquí algunas de las definiciones más comunes y que abarca en su totalidad el verdadero objeto de estudio, tenemos:

  1. Para Raúl Eugenio Zaffaroni

Se tiene que Criminología es el saber o conocimiento que nos permite explicar como operan los controles sociales punitivos de nuestro margen periférico, que conductas y actitudes promueven o que efectos provocan y como se les descubre en cuanto a ello sea necesario o útil para proyectar alternativas o soluciones punitivas alternativas menos violentas y más adecuados al progreso social. (Zaffaroni 1988)

  1. Para Reyes Echeandía

La criminología tiene por objeto el estudio de la criminalidad, de las personas a ellas vinculadas y de la reacción social que pueda suscitar.

  1. El autor López Rey

Nos dice que el concepto y fin de la criminología están determinados por el contexto y función que se le asignen. Conceptualmente cabe distinguir cuatro clases de criminología: científica, aplicada, académica y analítica. Su separación no es fácil aunque persigan finalidades diferentes, demandan a veces métodos distintos que dan lugar a diversos tipos profesionales que puedan o no coincidir en una misma persona, las cuatro forman parte de un todo criminológico.

  1. Para el autor García-Pablos de Molina, criminología:

Es la ciencia empírica e interdisciplinaria que tiene por objeto el crimen, el delincuente, la víctima y el control social del comportamiento delictivo.”10

De los conceptos esbozados el que se acerca más al verdadero estudio de la criminología se considera a este último, a efectos de satisfacer el estudio sobre delincuencia juvenil que tocaremos en el presente trabajo, pues como se pude observar el segundo concepto engloba al primero, aunque con menos disgregación de conceptos en su entorno, la conceptualización realizada por García Pablos en su “Tratado de Criminología” llega a marcar cual es el objeto especifico en el estudio de esta ciencia, así y en opinión del mismo autor se tiene que la criminología es una ciencia del ser, más no del debe ser – a lo cual se abarca las normas espirituales, o propiamente normativas - es una ciencia fáctica, porque se ocupa de los hechos, en los cuales predomina la observación de la realidad sobre la perspectiva normativista y el método abstracto formal e inductivo, propio de las ciencias penales por ejemplo, asimismo en cuanto a su objeto la criminología se ocupa del crimen, pero como infracción individual y como acontecimiento social, así como del infractor contemplado como ser humano, es decir como complejo biopsico-social, esto es del delincuente en sus interdependencias sociales, es objeto de la misma la víctima del delito y del control social del comportamiento desviado, aspectos estos últimos, de los cuales en el presente trabajo no lo estudiaremos, toda vez que el marco teórico se encuentra delimitado al estudio de los dos primeros, es decir, al estudio del crimen y del infractor.


2.2.- CRIMINOLOGÍA COMO CIENCIA EMPÍRICA E INTERDISCIPLINARIA

2.2.1 La criminología como ciencia empírica

El objeto de esta disciplina pertenece al mundo de lo real, de lo empíricamente demostrable. No al de los valores constituyendo su ámbito de investigación delimitado y preciso, con un sustrato ontológico independiente de las normas jurídicas, es decir, es una ciencia que no se basa en los hechos o en las opiniones sino en la correcta y objetiva observación que realiza el criminólogo, analizando estos datos y convirtiéndolos a través de la inducción en conclusiones valederas.
Así ya desde tiempos en que Lombroso a través de la Escuela Positiva, asienta las bases del saber criminológico como método empírico, a partir de las observaciones que realizo en las cárceles de su país Italia- sobre la mayoría de reclusos, habiéndose por intermedio de la observación, análisis y experimentación a la especulación y el silogismo en el examen de la realidad criminal, dominada hasta la aparición de la escuela positiva, por el razonamiento abstracto, formal y deductivo.

Tampoco debe tomarse a la criminología solamente como ciencia del dato, es decir no como datos neutros o pacíficos, ya que en la práctica y sin la guía de una correcta teoría que enmarque e interprete los resultados obtenidos, deviene que una ciencia rutinaria o de intuición, convirtiéndose el método empírico en empirismo craso y las investigaciones en simple coartada de decisiones ideológicas preconcebidas.

Por lo mismo y en opinión de “Káiser”, en cita de García –Pablos, “el método empírico fundamental de la criminología no puede reputarse exclusivo ni excluyente. Es más, la particular naturaleza de su objeto exige del investigador una actitud abierta y flexible capaz de comprender el significado de las mismas: El subjetivismo, la empatía, la intuición no son compatibles con el naturalismo rectamente entendido, pues este a de asumir la evidencia de que el hombre trasciende a la causalidad, a la realidad a la fuerza.

Se tiene entonces, que la criminología por el hecho de ser una ciencia empírica, los datos analizados en un momento no resultan del todo exactos a la descripción y análisis de la criminalidad, toda vez que al igual del desarrollo en la generalidad de la sociedad, también en el ámbito de la delincuencia, se presentan constantes cambios en los niveles de interacción social, por ello con razón Zaffaroni nos dice que “ el horizonte epistemológico de la criminología se ensancha de tal forma que en poco tiempo resulta inabarcable o disuelto” y que García Pablos acuña que “el saber criminológico es por definición un saber abierto y provisional”, debido al margen de factibilidad que se presentan en el estudio de los datos observados.

2.2.2 La criminología como ciencia interdisciplinaria.

La ciencia criminológica, si bien en la actualidad se presenta como ciencia autónoma, logra su emancipación en virtud a un largo proceso, por el cual se aparta de las otras disciplinas especiales, afines y auxiliares, como son la biología, la sicología y hasta de la propia sociología, empero por ser su mismo objeto de estudio el delincuente, o más bien el ser humano, la ciencia criminológica no se puede apartar por completo de estas ciencias y que sus distintos enfoques u órbitas de cada uno de ellos contribuye necesariamente en la realización de un enfoque global, totalizador, del fenómeno delictivo, por lo mismo es una ciencia interdisciplinaria que no puede prescindir de estas ciencias, ya que estos conllevan a un mejor planteamiento del propio problema de la criminalidad y de su mejor estudio, a través de un proceso de retroalimentación, en que cada conclusión particular dada se corrige y enriquece con las otras conclusiones de las otras disciplinas, propiciándose así resultados valederos.

Nos dice el maestro García-Pablos que la interdisciplinaridad de la Criminología así entendida hoy un principio metodológico imprescindible tanto desde el punto de vista conceptual como operativo. (García-Pablos 1999). Esto es comprensible pues gracias a esta interdisciplinariedad se puede tomar a la ciencia criminológica como un todo, y es por esta razón que las investigaciones empíricas se fundan sobre una mejor base conceptual, a efectos de hacer operativo el propio método empírico que se propugna.

2.3 RELACIÓN DE LA CRIMINOLOGÍA CON OTRAS DISCIPLINAS


Al ser la criminología una ciencia interdisciplinaria, esta presenta relaciones estrechas con otras ciencias y disciplinas criminales, quienes han brindado con sus aportes, a través de premisas e investigaciones no tan bastas, pero que en suma han contribuido al encauzamiento de esta gran ciencia autónoma que es la criminología, así tenemos:

      1. Relación con la Biología
Dado que la biología es el estudio de la vida, en este estudio específicamente de la vida humana, siendo un fenómeno de enorme complejidad, y es justamente esta vida la que se manifiesta de diferentes formas y procesos, por lo mismo las teorías biológicas del delito son en suma variadas. Lo que entonces podría estimarse antropología criminal sin recibir este nombre muestran que autores establecieron relaciones entre criminalidad, características físicas, causas biológicas y fisiológicas.

2.3.2 Relación con la Psiquiatría
La Criminología y la psiquiatría, contienen intereses comunes y diferenciales, así por ejemplo el estudio del crimen, y sus componentes, como el delincuente; pero se distancia por su contenido, así la psiquiatría, estudia los comportamientos humanos psiquiátricamente anormales, cuales han sido sus causas, como estas se han manifestado y cual es su tratamiento, a través de terapias estrictamente médicas, viendo esta anormalidad como una alteración en los centros corticales del cerebro de la persona.

      1. Con la Sicología
La criminología y la sicología actúan como círculos concéntricos y como planos secantes, es decir con puntos comunes y con intereses y valoraciones diferentes. Ocupándose la sicología marginalmente del crimen, tal como lo demuestra su propia denominación en sicología criminal habiendo otras sub-especialidades que la integran, como la psicología del desarrollo, la psicología cultural y otras; pero es la psicología forense la que aporta una importante red de conocimientos valiosos sobre el crimen, pero la criminología desde su óptica interdisciplinaria trasciende de el enfoque psicológico.

      1. Con el Psicoanálisis
Esta disciplina médica en torno al inconsciente humano y los conflictos intrapsíquicos del individuo determinantes de su personalidad y comportamiento, siendo su principal contribución al desarrollo de la criminología la de plantear los presupuestos necesarios para la comprensión del crimen, visto desde los comportamientos delincuenciales del individuo como consecuencia de un mal desarrollo en las etapas de su niñez.

      1. Con la Sociología
Es esta ciencia la que ocupa un papel importante o estelar en el capítulo de las relaciones con la criminología. Observando al delito como conducta desviada a cierto tipo de normas que se establece en un orden común ya determinado por fuerzas formales e informales. Realizando un análisis sociológico el cual cobra vital importancia en la criminología, contemplando el crimen no como expresión de una personalidad patológica, como un hecho individual, singular y aislado, sino como hecho social, normal, con magnitud colectiva. Estableciéndose particular idoneidad en las teorías sociológicas que explican el problema de la delincuencia.

      1. Con la Etiología
Disciplina esta que contempla el entramado o soporte biológico de la conducta de las especies vivas delimitando caso a caso el comportamiento instintivo y el adquirido, a través de la comparación de la actitud humana y el animal.
Etiología en efecto refiere al origen y al proceso mental que subyace al acto delictivo procurando un regreso hasta las causas primeras que determinan que el ser humano incurre en una violación de una norma legal como delito.

2.4 EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE LA CRIMINOLOGÍA


Si bien la verdadera ciencia criminológica aparece a mediados del siglo XIX y conforme a la evolución de las sociedades se tiene que el origen del crimen se remonta desde la misma historia de la humanidad, aunque “Carece de sentido, desde luego, la búsqueda del certificado de nacimiento de la criminología, porque cualquier intento de poner fechas concretas está condenado al fracaso,”11 pero lo cierto es que cabe destacar una notable proliferación de teorías criminológicas a partir del siglo XV.

Por lo mismo en el transcurso y desarrollo se fueron gestando pensamientos y abstracciones de diferentes géneros por lo que se debe considerar la aportación de diversas investigaciones sobre el crimen que se realizaron con anterioridad al positivismo criminológico, sin duda fue decisiva, a la anticipación de los siglos a la época de la denominada lucha de escuelas “Positivismo criminológico”.

Por un lado, el autor Gonzáles Berendique indica tres etapas que encierran la evolución de la criminología: Etapa empírica o mitológica (hasta el siglo XV), una etapa de Precursores (desde el renacimiento hasta 1875) y un periodo científico (desde 1876 hasta nuestros días), considerando nosotros en dos etapas pre-científica y científica.


2.4.1 ETAPA PRE CIENTÍFICA


Prescindiendo de antecedentes remotos en los diferentes postulados de la criminología y sus diversas aportaciones, cabe distinguir a dos fuentes: las de carácter filosóficos, ideológicos y políticos (utópicos, clásicos y reformistas) y la de naturaleza empírica (frenología, fisiología, psiquiatría y criminología)

  1. Tesis procedentes de la ciencia del espíritu

    1. Del pensamiento Utópico hay que destacar a Tomas Moro (1478-1535), autor de la obra “Utopía”, publicada en 1516, quien asevera que el crimen es una pluralidad de factores, entre ellos la desigualdad en la distribución de riquezas, distanciamiento de la estructura de la sociedad en sus niveles socioeconómicos; condiciones de inestabilidad laboral, el cual trae consigo el desempleo masivo generando el crimen. Así mismo critica la desproporción de castigos al igual que una inflación legislativa. Propugnando por una genuina política criminal de prevención eficaz del Estado y neutralización de las verdaderas causas del delito (miseria, desigualdad). Así establece un derecho premial entendido como aquel premio al buen ciudadano, enraizando la idea que los poderes públicos deben de crear las condiciones necesarias para que el delincuente mediante su trabajo pueda resarcir el daño ocasionado a la víctima. La Criminología Clásica asumió el legado liberal, racionalista de Montesquieu y humanista de la Ilustración, especialmente su orientación iusnaturalista de Puffendorf12 (heredado de la filosofía de las luces)

    1. Filosofía de la Ilustración llamada también Filosofía de las luces y los Ilustrados, siendo las fundamentales corrientes de la ilustración propugnadas por Montesquieu corriente racionalista, por Puffendorf (Iusnaturalista) y por Bentham (utilitarista), quienes reaccionan contra el derecho y la jurisprudencia del Ancienne Regime del siglo XVIII debido a que este viejo régimen o sistema tenia como medidas una prevención general o de intimidación presentando al delincuente como un ejemplo de los demás reaccionando a la vez contra los modelos inquisitorios de ese entonces.

Entre los filósofos de las luces y cuyo nuevo pensamiento recae en su precursor César Beccaria, quien en su libro “Los delitos y las penas” (1764) denominada en esas épocas como el manifiesto de la dirección independiente en el derecho liberal su grito de guerra y programa táctico; parte de la idea del Contrato Social en el cual fundamenta el principio de legalidad de los delitos y penas, así explica que “las leyes son las condiciones con que los hombres aislados e independientes se unieron en sociedad, cansados de vivir en continuo estado de guerra y de gozar una libertad que les era inútil en la incertidumbre de conservarla. Sacrificaron por eso una parte de ella para gozar la restante en segura tranquilidad.”13Así mismo, Beccaria propone una política criminal basada en cinco pilares: leyes claras y simples, predominio de la libertad y la razón sobre el oscurantismo, ejemplar funcionamiento de la Justicia libre de corrupciones, recompensas al ciudadano honesto y elevación de los niveles culturales y educativos del pueblo.
La escuela clásica simboliza el tránsito del pensamiento mágico, sobre natural, al pensamiento abstracto del mismo modo que el positivismo representara el paso ulterior hacia el mundo naturalístico y concreto.14

El objeto de análisis de los clásicos no es el derecho positivo ni el hombre delincuente o la realidad criminal, sino la imagen del delito del hombre delincuente, del castigo y de la justicia que aporta el derecho natural o la razón.

Así también llamada, etapa pre científica fue absolutamente incapaz de ofrecer a los poderes públicos las bases e información necesaria para un programa político criminal de prevención y lucha contra el crimen, planteándose una inseguridad generalizada, por lo que esta escuela optó por la especulación, por los planteamientos filosóficos y metafísicos, por los dogmas deduciendo de los mismos sus principales postulados (libertad e igualdad del hombre, igualdad de las leyes)
Considera al crimen como un hecho individual, la misma que refiere el origen del acto delictivo en una decisión “libre” de su autor, incompatible con otros factores o causas que pudieran determinarlo. “El hombre es libre y por serlo es responsable penalmente de sus actos y en la medida que lo sea.”15
La Escuela Clásica aprecia al delincuente como un ser que no difiere de los demás hombres y que dotado de libre albedrío ha optado voluntariamente por la infracción de una norma.16

Así esta ciencia empleo un nuevo método fragmentario y sectorial, haciendo relucir el método empírico-inductivo basado en la observación del delincuente y del medio o entorno de éste, siendo las principales investigaciones las que se llevaron a cabo en los diversos campos del saber, como en el campo de la fisionomía de la cual destaca Lavater y Della Porta, quienes se preocuparon por el estudio de la apariencia externa del individuo, resaltando la interrelación entre lo somático y psíquico. Esta concepción viene de la propia praxis desde el conocido Edicto de Valerio “cuando tengas dudas entre dos presuntos culpables condena al más feo, o la fórmula procesal que se impuso en el siglo XVIII por el Juez Napolitano el Marqués de Moscardi “Odio los testigos de cargo y de descargo, y vista tu cara y tu cabeza, te condeno,”17concepciones estas de escaso cientificismo, pero que tuvieron arraigo por las propias convicciones e idiosincrasia en la práctica criminológica de aquel entonces. De igual manera en el caso de la frenología.

Así mismo, el delincuente fue pospuesto por los clásicos a un criterio fundamental objetivo que centró su estudio y análisis en el delito y en la entidad del daño, lo que implico aislar al agente del medio y apreciar escasamente su personalidad, contrario a la escuela positiva que con un criterio subjetivo, atribuye mayor importancia al estudio del delincuente, tanto en sus circunstancias personales como sociales, la misma que censura a la Escuela Clásica al haber desplazado el estudio del hombre delincuente hacia otras disciplinas, así como en los factores individuales y sociales de la criminalidad.

  1. Primeras Concepciones Empíricas
Contribuciones que influyen en el saber criminológico, que ha diferencia de las primeras no son meras construcciones teóricas, filosóficas o políticas, sino que cuentan con cierto respaldo empírico. Destacando la propuesta que formulan los pioneros de la moderna Ciencia Penitenciaria, basadas en la observación directa de la realidad carcelaria de la época y sobre todo de la experiencia empírica y criminológica, que los cultivadores de diversas disciplinas han acumulado en torno del delito y del delincuente.

Pioneros de la ciencia penitenciaria:

  1. Howard (1727-1790), con su principal aportación en el ámbito criminológico al priorizar el estudio al hombre delincuente, del recluso y el método de trabajo que prescindieron todas sus investigaciones: contacto directo y la observación de aquel. Howard no solo conoció, describió y denuncio la realidad penitenciaria de Inglaterra en el siglo XVIII sino que consiguió importantes reformas de la misma, a partir de su informe sobre la Geografía del dolor en su libro “Situación de las Prisiones en Inglaterra y en Gales, publicada en 1777.

  1. J. Bentham (1748-1832) Este autor como discípulo de Howard asumió buena parte de su doctrina poniendo especial énfasis en la atención pública de los reos liberados, así como en la efectiva reforma y corrección del delincuente. Éste filósofo es conocido por su concepción utilitarista del castigo, toda vez que para este jurista inglés dolor y placer polarizan el comportamiento humano, es decir la conducta criminal responde a una ponderación de factores, a un cálculo hedonístico que lleva a cabo el autor del delito, quien como ser inteligente y racional buscara el máximo de felicidad o el mínimo de insatisfacción en todos sus actos. Siendo probablemente Bentham el primero que utilizo el término de profilaxis criminal.

2.4.2 ETAPA CIENTÍFICA

2.4.2.1 POSITIVISMO CRIMINOLÓGICO


Con los positivistas se estructura un sistema de conocimientos de una realidad específica, enfatizando la necesidad de empleo del método científico. Logrando delimitar el objeto específico de la criminología; planteando sus bases a finales del siglo XIX. Llegandose a considerar la conducta misma del delincuente dentro del mismo origen de la enfermedad.

Para la Escuela Positiva existen tres dogmas a interpretar así tenemos la subordinación de los fenómenos sociales a las inflexibles leyes de la naturaleza; el permanente sometimiento de la imaginación a la observación; la naturaleza relativa del espíritu positivo y la previsión nacional como destinos de las Leyes positivas. Es así, el positivismo cree en la existencia de Leyes naturales las cuales se originan no en instancias no Iusnaturalistas y metafísicas sino que estas leyes pertenecen a un orden físico o social, por lo mismo el positivismo entona una suerte de cosmogonía del orden y el progreso ya que una ciencia que descubre las leyes que regulan los hechos permite establecer el orden de esa sociedad y un progreso constante gracias al previo conocimiento de estas leyes naturales el mismo que se vigoriza con un respaldo empírico y que no obstante solamente cumple una cuartada meramente ideológica.

Explica Zaffaroni que “la criminología Burguesa disciplinarista que imperaba en la Escuela Clásica concebía a la criminalidad como negativa de un hombre libre a responder a las exigencias de su conciencia práctica jurídica, es decir a lo que el recto uso de su razón indicaba que era una acción que no tenía derecho a practicar”(Zaffaroni 1988), por lo que las elites burguesas han acostumbrado a desarrollar teorías por las cuales imponen ciertas leyes “naturales” para que el hombre común haga uso correcto de sus acciones.

En las tres principales teorías se puede rescatar que las mismas abarcan o implementan el método empírico inductivo experimental, toda vez que los métodos científicos son los únicos capaces de descubrir las leyes inmutables que rigen los fenómenos sociales, métodos estos que fueron impulsados por el progreso de las ciencias naturales decimonónicas y la crisis del no liberalismo individualista ante un nuevo modelo de estado intervensionista.

Al respecto de lo último esbozado, la Escuela Positiva efectivamente se presenta como superación del liberalismo individualista clásico en demanda de una eficaz defensa de la sociedad, llegándose a la necesidad de castigar por parte del Estado para una conservación social prevaleciendo el derecho de las personas honradas al de los delincuentes.

1. Principales postulados de la Escuela Positiva:

  • El delito no es un ente jurídico abstracto, sino más bien están directamente conectado con su protagonista y su entorno o realidad social, por lo mismo para el positivismo criminológico el delito es un hecho real natural empírico, histórico y concreto.

  • Para los positivistas se entiende que la esencia del crimen no se agota en la violación de la norma jurídica y es por eso que se elabora un concepto natural del delito de base sociológica, es decir como sinónimo del comportamiento antisocial de agresión a las condiciones esenciales de convivencia, de igual manera los positivistas asentaron la idea de que no existe el delito sino el delincuente, por lo mismo la persona del delincuente ocupa el centro del sistema, agregando entre sus postulados que el delito es solo un síntoma de la peligrosidad o temibilidad del autor.

  • El estudio del delincuente por la Escuela positiva es fundamentalmente fenomenológica entendido como estudio del sujeto el cual no puede estar desligado de su propio objeto. Por lo mismo se da una variedad de tipos criminales y clasificaciones. Al respecto Ferri citado por García Pablos: que la conclusión más importante de la antropología y de la sicología criminal es que el delincuente, más que un tipo único casi algebraico de hombre como los demás, como lo suponía y lo supone la ciencia y legislación clásica presenta, por el contrario, diversas variedades antropológicas por los caracteres orgánicos y psíquicos, con diversa potencia de actividad antisocial.

- “La escuela positiva afirma la exigencia de una comprensión del delito que no se detenga en la tesis indemostrable de una causalidad espontánea”18.

2. Principales Representantes de La Criminología Positiva


A) César Lombroso (1835-1909)

Nace en Berona Italia. Padre de la criminología, quien en 1884 fue nombrado médico de las Cárceles de Turín, que le permitió un contacto directo con los reclusos, así también en 1878 organizó un curso libre de Psiquiatría y Antropología criminal donde asisten Ferri y Garófalo fundando con ellos una verdadera Escuela en la que Lombroso es el antropólogo, Ferri es el propagador y sociológo; Garófalo el estabilizador y jurista.

Las obras de Lombroso son inabarcables tanto por su extensión como por su amplia temática, entre de sus más de seiscientos cincuenta publicaciones destaca la Obra “L´uomo delinquente” - El hombre delincuente - (1876, 1878) basado en las observaciones personales de múltiples criminales, así también alude a la corrupción de los poderosos y a su opresión sobre los humildes, justificando el bandolerismo como una justicia salvaje contra los opresores.

Para la etiología Lombrosiana se considera al hombre delincuente como una “variedad antropológica con caracteres específicos entre los cuales destaco ante todo los signos o estigmas físicos.”19 Así el delincuente es un hombre que ha quedado en un estado primitivo en el que se presenta un retroceso de evolución: “involución”, Lombroso llevó el problema de la delincuencia del terreno jurídico al biológico, por lo mismo en vez de estudiar los delitos según las definiciones de los códigos considero a los delincuentes desde el punto de vista psicobiológico.

Lombroso parte de una concepción entre lo bueno y lo malo, siendo pues a razón del mismo que los feos quienes son los principales sospechosos; afirmando que el origen del crimen reside en el propio delincuente como sustento distinto por razones congénitas y hereditarias.

Entre la tipología Lombrosiana se consolida en su cuarta edición el Hombre Delincuente (1889) esta integrada por seis clasificaciones, uno delincuente nato, delincuente loco moral, delincuente epiléptico, delincuente loco: alineado, alcohólico, histérico, mattoide, delincuente ocasional: seudocriminales, criminaloides, habituales, y el delincuente pasional.

César Lombroso en un principio profesó una concepción exclusivamente atávica del delincuente nato al tenor de la cual este, no adquiría un sentimiento moral convirtiéndose en un loco moral; pero después completo este enfoque evolucionista con un significativo componente morboso o patológico, es decir su fondo epiléptico, mediante el cual se detiene el normal desarrollo del individuo y lo convierte en un ser atávico ya que la orientación de los centros corticales le hará perder lo último que adquirió en su proceso evolutivo: sentido moral.
De este modo Lombroso sustenta una teoría endógena de la criminalidad neurofisiológica y de base epiléptica. Sin embargo es de resaltar que el enfoque antropobiológico Lombrosiano no niega la relevancia que tienen los factores sociales y ambientales, así en su segunda edición del Hombre Delincuente analizó de hecho, la relevancia etiológica que tiene ciertos factores socioeconómicos como pobreza, migraciones influencias del alcohol entre otros.

Es criticable también de la tesis de Lombroso su extremado prejuicio positivista, ya que identifica erróneamente criminal y recluso. Acepta pues acríticamente como objeto de investigación el resultado o subproducto final siempre discriminatorio y selectivo del control penal. “Su teoría del delincuente nato en puridad es una teoría del recluso nato, toda vez que Lombroso no opero con el correspondiente grupo de control sino con reclusos para verificar su hipótesis.”20 Zaffaroni nos dice que Lombroso se dejo llevar por una psiquiatría racista y por los diferentes discursos de justificación de la cárcel y el maniconnio, es por eso que Lombroso demuestra su alegría cuando en 1880 se funda en su país nuevos maniconnios judiciales por los que había luchado.

El autor M.E. Wolfgang, en cita de García Pablos nos dice “que el enfoque antropológico de Lombroso es más descriptivo que experimental. Los estigmas y anomalías físicas constituyen la fuente directa y primaria de información, pero Lombroso no desarrolla ninguna técnica cuantitativa válida en el momento de ponderar la carencia o ausencia de asimetrías, sino meras decisiones subjetivas. Apenas ejerce la necesaria crítica respecto a la fiabilidad de tales fuentes de información generalizando indebidamente anécdotas o resultados aislados. Hasta tal punto son arbitrarios algunos de sus puntos de partida que por ejemplo ni siquiera tiene en cuenta la edad y estatura del individuo cuando analiza sus medidas somáticas, pero sobre todo al subjetivismo de su método anatómico-patológico se une la ausencia de una muestra representativa y válida, la falta de imprescindible grupo de control lo que vicia el resultado de las investigaciones cuyos datos no pueden extrapolarse a la población general, criticas como esta encontramos también por parte de Zaffaroni quien dice que la aportación de Lombroso en criminología es más que ingenua; sin embargo en descargo de Lombroso debe observarse que la estadística de su época no manejaba aún conceptos hoy casi rutinarios: como error probable, desviación estándar, coeficiente de variación, coeficiente de correlación, porcentaje medio contingente, etc.”21

B) Enrique Ferri (1856-1929)

Nació en San Benedetto Mantúa en Italía. Retorna como profesor a la Universidad de Bolonia, publicando su libro “Los Nuevos Horizontes del Derecho y Procedimientos Penales” (1880) en el que critica a la Escuela Clásica y se decide por la corriente Lombrosiana desechando la Teoría del Libre albedrío y afirmando la responsabilidad por la peligrosidad de la gente. Y en la tercera edición del libro antes en mención aparecido en 1892 se denominó “Sociología Criminal” asentando en este libro los nuevos medios de prevención criminal, convencidos de que los hechos debe preceder a las teorías y de que el futuro sistema penal tenia que ser administrado por expertos conocedores del hombre criminal, señalando a la sociología criminal como una ciencia única y compleja, la observación científica por el método experimental del crimen como hecho natural social y jurídico y de los medios de defenderse contra él, de prevenirlo y reprimirlo constituyen el objeto de la ciencia.

Uno de los aportes más significativos de Ferri fue en el aspecto metológico, toda vez que el método experimental inductivo era el único capaz de amparar el conocimiento necesario para abordar científica y eficazmente el problema criminal, lejos de la fácil tentación del fantástico silogismo de la abstracción del formalismo del pensamiento deductivo escolástico y metafísico, es así que la psicología positivista, antropología criminal y estadística social constituyen para Ferri los tres pilares de la nueva disciplina criminal, de la sociología criminal, de la que el viejo derecho clásico será mero apéndice.
Así respecto a la negación del libre albedrío Ferri argumenta que la fisiosicología ha demostrado que el Libre Albedrío es una mera ilusión, sin fundamento alguno que además repara errores en detrimento de la defensa eficaz de la sociedad, así el hombre responde porque vive en sociedad no porque sea o deje de ser libre, se trata de una responsabilidad legal o social, no moral, que permite atribuirle las consecuencias naturales y sociales derivadas de sus propios actos. Para Ferri el delito es producto de una anomalía biológica, física y social, donde las acciones humanas son siempre el producto de su organismo fisicoquímico y de la atmósfera físico social que lo envuelve

La tipología que Ferri adopta como una de las clasificaciones paradigmáticas del positivismo criminológico, consta de cinco miembros a las que se une un sexto la que se añade en la quinta edición de Sociología Criminal, el delincuente nato, delincuente loco alienado, delincuente pasional, delincuente ocasional, delincuente habitual y seudo delincuente o involuntario. Pero éste advierte que dicha clasificación pretende ser un instrumento de trabajo que sus tipos no eran reales sino ideales.

Debe considerarse a Ferri como fiel exponente del positivismo criminológico en su orientación sociológica, ya que subraya la necesidad de una ciencia de observación positiva que se funda tanto en la antropología, psicología y estadística criminal como en el derecho penal y los estudios penitenciarios, estableciendo al lado de la corriente antropológica la sociología como causa de la delincuencia pero no en forma aislada, sino conjunta, considerando también los factores físicos.

C) Raffaele Garófalo (1852-1934)

Nació en Nápoles, en el seno de una familia Aristócrata. Pertenecio desde muy joven a la carrera judicial, entre sus obras destaca “Criminología” publicada en 1885.

Entre sus principales postulados se encuentran:

  • El concepto de delito natural, partiendo que el positivismo criminológico trata siempre del delincuente olvidando que este concepto presupone el del delito, es por ello que se vio en la necesidad de establecer las pautas para definir independientemente el concepto de delito natural; así para Garófalo, “por natural, se entiende aquello que no es convencional, aquello que existe en la sociedad humana con independencia de las circunstancias y exigencias de una época determinada o de los particulares puntos de vista del legislador. Y concluye así: el elemento de inmoralidad necesaria para que un acto perjudicial se considere criminal por la opinión pública, es la lesión de aquella parte del sentido moral que consiste en los sentimientos altruistas fundamentales: la piedad y la probidad. Ademas, la lesión ha de ser no en la parte superior y más delicada de estos sentimientos, sino en la medida en que son poseídos por una comunidad y son indispensables para la adaptación del individuo a la sociedad. Esto es lo que llamaremos delito natural.”22

  • Para Garófalo los factores sociales y ambientales no tienen valor primario en la génesis de la delincuencia e incluso en su prevención, dado que su teoría de la criminalidad es netamente endógena que potencia el carácter congénito o hereditario de la anomalía moral del individuo delincuente; afirmando sin duda las causas externas, consideradas como la tradición, los prejuicios, los malos ejemplos, el clima, las bebidas alcohólicas y otras semejantes, pero de menor importancia. Sin embargo en el verdadero criminal siempre esta presente un elemento específico que es congénito o hereditario –adquirido durante la tierna infancia, en los demás casos- y que deviene inseparable de su organismo psíquico.

  • Entre la tipología alcanzada por el pensamiento de Garófalo tenemos que este distingue a cuatro tipos de delincuentes:
  1. Al asesino
Es el delincuente por excelencia y carece por completo de altruismo, de sentimientos, de probidad y piedad, de modo que delinque tan pronto se le presenta la ocasión.

  1. El delincuente violento
Es un tipo endémico muy condicionado por factores ambientales y sociales. Pero se trata en todo caso de un sujeto subnormal que por razones congénitas o hereditarias sufre una deficiencia en su capacidad moral.

  1. El ladrón
Como producto de factores sociales, del medio más que cualquier otra clase de delincuentes, pero a juicio de GARÓFALO algunas de las manifestaciones del ladrón habría que atribuirles a un remoto atavismo o incluso a un déficit genérica de energía moral del individuo.

  1. El delincuente lascivo
Siendo este de difícil ordenación para Garófalo, ya que algunas veces se trata de sub tipos del criminal violento y otros el resultado de meros desordenes mentales.

  • La teoría de la pena es otro de los principales aportes de Garófalo sobre todo a las ciencias jurídicas, habiendo defendido la pena de muerte, como consecuencia del pensamiento darwiniano social –sobre el proceso de selección natural- debiéndose condenar con los mismos, cuando el sujeto ha demostrado su incapacidad para adecuar su conducta a las exigencias de convivencia social.

Para Garófalo las teorías retributivas no hacen sino socializar la venganza y carecen de virtualidad para legitimar el castigo; desconfía de las posibilidades de corrección del criminal a través de métodos educativos o pedagógicos, “no obstante debe observarse que Garófalo abrazó el ideal prevencionista con todas sus insuficiencias con relación a las infracciones muy numerosas que no encajan en el concepto de delito natural, ya que esta postura se aproxima considerablemente a la de los clásicos, por entender que priman las características del hecho mismo para la identificación del autor y que respecto a los delincuentes menores, mantiene la necesidad de análisis psicológicos y antropológicos que especifiquen cuáles son los tratamientos científicamente adecuados, caso a caso.”23

3. Teorías Criminológicas de Orientación Biológica


En esta concepción Biología Criminal, se encuentran diferentes desarrollos teóricos, en el campo de la medicina, que tratan sobre los caracteres intrínsecos de la persona, y el porqué de su comportamiento delictivo, presentándose de acuerdo a un proceso histórico, estudios en genética, endocrinología, biotipología, así como en el campo de la citogenética, en la neurofisiología y en la bioquímica.

Estudios estos que en realidad no logran afrontar con éxito el problema de la criminalidad y mucho menos el de la delincuencia juvenil, sin embargo estos brindan seguros aportes, al momento de determinar una de los posibles factores a la creación del crimen.

Entre los principales aportes de la biología criminal para una ciencia “integrativa” o interdisciplinaria como lo es la criminología y antes de pasar a dar una somera revisión de estos en cada campo de estudio desde sus respectivos desarrollos teóricos, cabe resaltar algunos aspectos a tener en cuenta:

1.- Arrojan notoria luz en el área del delito psicopatológico, pero ciertamente sólo una pequeña cuota del gran universo de la criminalidad.

2.- Es indudable que ciertas anormalidades o peculiaridades del individuo puede aumentar su vulnerabilidad de estímulos hacia las respuestas ambientales.

3.- La herencia, las enfermedades físicas y otros, como también las drogas, son factores que aparecen interviniendo con relativo imperio causal en una conducta de carácter delictivo.

Estas disciplinas nacen en los inicios del siglo XIX las cuales tratan de dar una explicación ya científica de la criminalidad. Teniendo en cuenta el carácter singular y distinto del comportamiento delincuencial con relación al comportamiento adoptado a las normas sociales y jurídicas. En este origen singular del comportamiento delincuencial está implícita en una base patológica del individuo. Surgiéndo por eso con esta ciencia a una separación tajante entre el individuo inadaptado y el delincuente juzgándose a este como un ser distinto. Por lo mismo, el hombre adaptado surge como un ser que tiene la hegemonía en el poder porque es normal como individuo no presenta anormalidades ni peculiaridades ni trastornos, en consecuencia este hombre “normal” se apodera de la posición de autoridad sobre el destino del sujeto delincuente. Remontándonos a principios del siglo decimonónico y en base a una cultura netamente protestante religiosa, es que se llega a considerar a la conducta delincuencial dentro del mismo origen de la enfermedad, en tal razón el delito y especialmente quien lo comente, entra a la esfera de la patología médica.

Ya ha comienzos del siglo XIX el pobre, el vagabundo y el ocioso son categorías distintas que se han convertido en individuos anormales, permitiéndose con el avance de las ciencias que el pensamiento positivista de carácter estrictamente médico sobresalieran y tomaran la hegemonía en el estudio y tratamiento del individuo no integrado a la sociedad.

En consecuencia, y sabiendo que la criminología es una ciencia interdisciplinaria, cuyos aportes de otras ciencias dedicadas al estudio de la criminalidad son de vital importancia, para poder tener mayor claridad de las cosas, se considera necesario realizar una síntesis de los diferentes aportes desde la biología criminal hacia la criminología. Así tenemos:

A) Por la genética criminal
Disciplina que trata de encontrar la relación directa que existe entre la herencia y la criminalidad, es decir aquellos caracteres de los padres trasmitidos a los hijos.
La criminología genética, por mejor llamarla, proviene pues desde tiempos ya lejanos, desde la época de griegos y romanos, quienes se preguntaban, que material somático se trasmite y cual es su proceso; así surgen hipótesis como: la de Platón, que predicaba que todo rebaño debe de concebir su belleza sin degenerarse, la de Pitágoras al decir que a efectos de la no existencia de niños débiles, los padres debían de abstenerse de la cópula en estado de ebriedad.

Concepciones estas que, nos trae al campo de lo irreal, al pensar que si el padre había sido un delincuente habitual, o lo que en el medio se llama delincuente común, este carácter lo heredarían los hijos, o si el padre era drogadicto, pues los hijos nacerían de la misma manera, explicación que se da sobre el delincuente nato que Lombroso figuro como teoría.

Una verdadera ciencia genética, aparece y se empieza hablar, recién a inicios del siglo decimonónico con Juan Gregorio Mendel y Weismann, Médicos que realizaron y manejaban acorde con su tiempo, estudios y concepciones meramente médicas, dejando de lado que en último término las características humanas no solo son físicas y fácilmente observables sino también fisiológicas y psíquicas. Caracteres que en suma cuenta son producto del medio que plastifica las disposiciones y su interrelación que claramente impide aislar variables y observar con claridad la pureza o trasmisibilidad de ciertos atributos.

Dentro de las teorías de corte biológico, se puede observar caracterizaciones como:

  1. Tipo físico
El cual se adopta a través de la herencia, en base a una cierta “ley de defensa de la especie”, es decir y en concepción antigua, que no debería pertenecer a la especie humana que supuestamente ha heredado ciertas taras de los padres; haciendo esta postura disquisiciones en las cualidades físicas del sujeto, como si este es malo o bueno, si es feo o bonito, alto o bajo. Rasgos o particularidades del sujeto, que solo se acentuarían en predisposiciones del delito, cuando estos tan solo dependan de su función para con el centro. Sin embargo, surgen posturas que abogan por la neutralidad de las disposiciones recibidas por la herencia, es decir, estos rasgos físicos trasmitidos vía herencia no tiene y no son factores imperantes en el comportamiento delictivo.

  1. Enfermedades físicas
Sin lugar a dudas las enfermedades que se puedan traspasar genéticamente, solo tienen relevancia criminal según el sujeto para con sus situaciones vitales encontradas, es decir en el transcurso de la vida que este pueda llevar, pudiendo generar que el sujeto se viese frustrado en sus aspiraciones, justamente por causa de padecer algún tipo de enfermedad física, como cojera, labios leporinos, etc. Empero cualquier enfermedad cual fuere depende de la posibilidad de un buen tratamiento.

  1. Anormalidades psíquicas
Es aquella herencia criminal las cuales incluyen ciertas taras que presenta el niño desde el nacimiento, debido a que los padres eran grandes delincuentes; pero debe observarse que si bien, sin lugar a dudas se transmiten ciertas taras, que en la actualidad pueden ser superadas desde la concepción en la formación del cigote, pero que estas taras o herencia criminal son factores trasmisibles que no necesariamente son parte del carácter, ya que este se forma en la consecución del desarrollo del menor sujeto a normalidades físicas, pese a ello el menor ve formado su carácter de acuerdo a lo que Gonzáles Berendique llamaría pastificación del factor por el medio ambiente. Lo cual a comprensión nuestra significa, que se puede dar el factor criminal trasmisible vía herencia, pero que este será factor precipitante solo en la medida que el comportamiento se vea influenciado por el medio ambiente que rodea al hombre.


  1. Peculiaridades fisiológicas
Características que se concentran directamente con el funcionamiento del sistema nervioso autónomo, en el cual se ven aparejados la labilidad o reactividad que la persona siente respecto al alcohol u otra droga, es decir, es ese desliz o inclinación que la persona experimenta ante situaciones de ingesta de alcohol o drogas.
Por lo mismo, ante tal labilidad se presentan siempre ciertas anormalidades del sistema nervioso central, lo cual reduce la respuesta al temor del castigo, que debiera tener toda persona y por lo cual llega a concebir como un hombre adaptado, pero si falta tal temor, lo que sigue es la concepción criminal o llamada lenta recuperación electrodérmica.
Presentándose una máxima predisposición del sistema nervioso autónomo para la delincuencia por implicar una mala capacidad de condicionamiento social, lo cual surge, si el ser humano consigue una aproximación integrativa, que va desde la comprensión de la disposición criminal, la misma que indefectiblemente va unida al medio en que se desarrolla.

Para concluir sobre la trasmisión genética cabe decir que de alguno de los caracteres reseñados podría contribuir en el ámbito biológico a cierta vulnerabilidad especial a los demás factores que integran el proceso criminogenético. Como es el caso de la llamada herencia peyorativa, consistente en una herencia mórbida potencial, débil en los padres y que se trasmite agravada a los descendientes hasta convertirse en enfermedad a anomalía grave.

B) Endocrinología criminal
Esta disciplina explica que son las disfunciones hormonales, las que por su influencia sobre el temperamento y carácter del individuo, puedan generar el desarrollo de la delincuencia, es decir, trata de explicar el fenómeno criminal a raíz de ciertas anormalidades que se presenta en el sistema endocrino del individuo; así se afirma por esta concepción que el famoso delincuente nato, tendría un sistema endocrino peculiar, por no decir especial o diferente al resto del grupo social, la misma que tiene relación con un trastorno endocrino temporal.

Sin embargo, parece dudoso calificar el trastorno endocrino temporal como único elemento interviniente en la determinación de la conducta delictiva. Por tanto, sólo en algunos casos extremos se presenta la delincuencia por disfunciones en el sistema endocrino, tratándose en algunas ocasiones de meros delitos patológicos.

C) Biotipología criminal
Por el contrario esta disciplina, encuentra la correlación entre los rasgos de la estructura corporal de individuos con ciertos rasgos psíquicos, llegándose a generar biotipos determinados de delincuentes; tales como la clasificación que realiza Ktretschemer al realizar una cierta distribución de biotipos en delincuentes, dividiéndolos en leptosomático, atléticos, displósicos, quienes serian la población normal, y además los pícnicos, quienes se comprenderían dentro de la criminalidad estudiada, realizando una percepción con ciertos matices, así los leptosomáticos son los que cometen en su mayoría robos y estafas, delitos que no son violentos; los atléticos, quienes serían los delincuentes brutales y serían en su mayoría, mayores a los cincuenta y cinco años de edad; por otro lado se tiene que los pícnicos, aquellos que bordean entre los cuarenta y cincuenta años, serían quienes cometen estafas y hurtos agravados, serían en realidad los leptosomáticos que han evolucionado tardiamente.

Muy por el contrario el autor Mannheim, llega a la conclusión pesimista sobre el valor predictivo de la biotipología, al expresar que no hay combinación específica de constitución del carácter y temperamento que determine si un individuo llega a ser delincuente.

Otra de las tipologías más resaltantes de esta disciplina es la que esboza Sheldon, quien tiene cierta distribución peculiar de biotipos, así tenemos al mesomorfo, que serían los atléticos; los endomorfos, quienes cabrían en los pícnicos, ambas tipologías son los criminales de mayor peligrosidad, y los endomorfos o leptosomáticos; sin embargo clasifica a determinados individuos en razón del oficio o profesión que predican, así mesomorfos y endomorfos son aquellos jefes de negocios, políticos, militares y hasta novelistas.

E) Citogenética criminal

Esta corriente asegura que existe mayor vulnerabilidad ante los estímulos ambientales de sujetos con una u otra alteración del patrimonio cromosómico.


El estimarse diverso o ser clasificado de diferente por otros, en alguna medida puede conducir a la profecía que se autocumple, o al que el individuo en alguna medida autojustifique su comportamiento desviado en razón de la anormalidad.

En la realidad, se ha observado a pequeños con deficiencia, como aquellos que sufren del Síndrome de Down, en la que por su misma condición especial se les aloja en centros de educación diferentes a los del común de las personas, generando en cierta forma con este desprecio o rechazo, a que el menor manifieste conductas desviadas, aunque algunos alcanzan las verdaderas conductas delictivas. Así también en muchos casos extremos sobre delitos cometidos, se pueden hablar de delitos psicopatológicos y que en otros la relativa anormalidad puede mirarse como una de los factores intervinientes en la dinámica delictiva.

De esta manera viendo como la intervención de estas anormalidades, se puede decir que potenciándolos con otros, es recién que nos dará base para una conducta delictiva.

Entre las anormalidades que se presentan en el campo de la citogenética, tenemos las neurofisiológicas, en las que destacan las disfunciones cerebrales y las anomalías en el sistema nervioso autónomo; sin embargo el aporte que se rescata de la neurofisiología es relativamente modesta, ya que ciertos seres o individuos por anomalías del sistema nervioso central o con peculiaridades del sistema nervioso autónomo experimentan una capacidad de control de su conducta menor que otros seres normales; es decir tienen una menor capacidad de controlar la conducta o de prever las consecuencias de una acto, por lo que sin duda junto a otros talentos acaecerá un relativo imperio criminogenético.

Asimismo, respecto a las peculiaridades bioquímicas correlacionado con ciertos desequilibrios químicos traen consigo comportamientos desviados; peculiaridades que se presentan sobre la base de ciertos factores que tienen incidencia en el comportamiento criminal, como el hambre que genera en su mayoría irritabilidad, agresividad y el llamado embotamiento del sentido moral; asi también son factores la autominocis, la hipoglusemia como los contaminantes ambientales, que quiérase o no producen trastornos mentales, desde el mismo stress; del mismo modo, y lo que comúnmente se observa en nuestra realidad, son las alergias presentadas por substancias químicas en los alimentos entrando a colación en este punto todas las diferentes variedades de drogas y estupefacientes, presentándose inclusive una relación directa entre crimen y drogas, comprobándose que en muchas ocasiones el delito no se habría producido sin la droga; porque la droga provocó un daño intrínseco en la psiquis del sujeto.
4. Psicoanálisis del Crimen
El psicoanálisis nace como un puente entre dos disciplinas, la sicología y la psicopatología, entendida esta última como determinadas disfunciones o anormalidades psíquicas,24 los cuales explican ciertos comportamientos antisociales y/o delictivos. Habiendo sido construidas las teorías psicoanalíticas sobre diversas clases de desajustes conductuales, siendo la contribución del psicoanálisis a la criminología una gran influencia en el estudio de la criminalidad juvenil.

Así la investigación psicoanalítica del comportamiento criminal se encuentra principalmente en el hecho de que los mismos impulsos sociales inconscientes en el ciudadano obediente de las leyes son los que llegan a realizarse activamente en el criminal, en perjuicio suyo y en menor grado también en la sociedad, esto tomado sobre la base de la propia disciplina que desarrolla la psicología; como dijimos anteriormente tomando el fenómeno de la delincuencia juvenil como algo normal, es por eso que “la tendencia influida por los descubrimientos del psicoanálisis a considerar las similitudes entre los delincuentes y los no delincuentes en lugar de sobreestimar sus diferencias ha sido sobre manera fructífera”. (Friedlander 1950)

Entre las diversas características del psicoanálisis, así como sus principales postulados se pueden reducir a los siguientes:

1.- Se trata de un modelo psico dinámico
2.- Responde a un determinismo biológico
3.- Concede un significado capital al instinto sexual (pan sexualismo)
4.- Se distingue cinco etapas de la libido: oral, anal, fálica, latencia y genital .
5.- Topográficamente se divide el psiquismo en tres partes: consciente, preconsciente e inconsciente.
6.- El único método que permite captar el significado real de la acción humana es el introspectivo.
7.- Distingue tres instancias mentales: el ello, el yo y el super yo.
8.- Las raíces de las tendencias inconscientes que determinan nuestros actos se remontan a las experiencias de la primera infancia.
9.- Aceptación de que el ambiente también ejerce influencia sobre el individuo a partir de su crecimiento.
A) Estudio del Psicoanálisis en la Delincuencia Juvenil
Como se dijo anteriormente y siguiendo los principales postulados (principalmente el postulado “8”), desarrollados en su mayoría por Sigmud Freud a través de su estudio de sus pacientes adultos, muchos de estos fundamentos de concepciones teóricas sobre la criminalidad presentada en los jóvenes delincuentes, traen consigo a que nuevos autores lleguen a realizar nuevos planteamientos del problema que el presente estudio pretende desarrollar.
El autor Friedlander nos dice que “si se tiene ante nosotros un pequeño, éste es exclusivamente gobernado por sus impulsos, en cuya satisfacción encuentra placer. Muchos de estos impulsos son antisociales. Pocos años después vemos a una mayoría de estos niños socialmente adaptados y solo unos pocos continúan mostrando características que recuerdan al pequeño, no obstante haber alcanzado intelectualmente el mismo estado alcanzado por los adaptados. Es evidente que el primer paso a la comprensión de estos niños debería ser la investigación de los factores que han originado a la datación social de la mayoría”.(Friedlander 1950)

Esa comprensión de los impulsos que manifiesta el niño en sus primeras etapas de vida, no es fácil verificarla sin una correcta medición, el mismo que es tarea y ha sido del psicoanálisis. Es así que muchos de los impulsos no superados durante las primeras etapas de crecimiento en el niño luego se ven manifestadas, debido a otros factores que influyen en la aparición de aquellas conductas guardadas en el subconsciente. Es decir, el reflote de esos impulsos primitivos, “...se ha visto que la forma como se modifican esos primitivos impulsos hallase en gran medida influida por los factores ambientales”25. Esta imagen emocional del niño permitirá establecer que factores ambientales específicos conducen al desarrollo positivo, así como estimar la importancia de las condiciones ambientales que acusan relación positiva con la frecuencia de la delincuencia.

1.- Sobre la teoría de los instintos

Los impulsos que se manifiestan en el comportamiento de los niños tienen que ver directamente con los instintos de estos, es decir sus “expresiones de necesidades instintivas”26, ámbito este explorado sobre todo por psicólogos toda vez que el ser humano es sumamente complejo, puede presentar diferentes manifestaciones instintivas, las cuales son abordados por diferentes teorías, a saber:

a. La Teoría Freudiana de los Instintos
Freud definió al instinto como un estímulo que se origina en el interior del cuerpo a diferencia de aquellos que desde el exterior llegan a nuestros órganos de percepción. Afirmando, que si nace un estímulo en el interior del cuerpo no puede evitárselo mediante la huída, el mismo que continua ejerciendo su influencia provocando una tensión que puede aliviarse por medio de una acción adecuada que produce alivio y que es sentida por una satisfacción.

b. Teoría de la Fusión de los Instintos
Nos dice que en la salud mental, existe normalmente una fusión entre los dos instintos primordiales: el sexual y el agresivo, por lo mismo en el desarrollo infantil hay estadios en los cuales las tendencias agresivas o las sexuales hallase más pronunciadas, pero el instinto opuesto siempre está presente.

2. Maduración de los Instintos
De acuerdo a la concepción freudiana se distingue cinco fases o etapas de desarrollo, las mismas que se esbozan mediando la circunstancia que el objeto del presente trabajo no las incluye sino más que como referencia:

a. Fase oral
A causa de la importancia de los sentimientos y actividades del niño durante su primer año de vida, a este estadio del desarrollo instintivo se le llama fase oral y es la boca la zona erógena de dicha fase. Así la boca va adquiriendo en estos primeros meses de vida cada vez mayor importancia como zona corporal de la cual puede el bebé obtener placer, siendo por tanto la boca el centro del placer en esta fase inicial del desarrollo de la libido, por lo que fijaciones y regresiones en esta etapa provocarían luego en la etapa del adolescente y el adulto a cometer algunos comportamientos delictivos, siendo “propensos a delitos de expresión verbal.”27

Al momento de examinar la maduración de los instintos en el niño, es de vital importancia la primera etapa, en razón que las primeras relaciones del menor deja su impronta en su personalidad, y cuando estas no resultan a la satisfacción del menor genera que el niño no alcance un completo desarrollo, manifestándose en lo futuro con posibles comportamientos desviados. Gracias a la teoría analizada, se dice que el menor no cruza el puente hacia la etapa anal, debido a frustraciones en las relaciones humanas. De ahí que la primera relación del niño con la madre solo se basa en la satisfacción de las necesidades materiales, así en el menor de un año se presentan algunos cambios que al final ejercerán un papel importante en el desarrollo del mismo:

  • Desarrollo emocional
Durante la segunda mitad del primer año se observa un cambio en la relación del niño con la madre, debido a que el menor parece ahora advertir que la madre es persona distinta de los demás seres que le rodean y desea su proximidad aunque no se sienta cómodo, siendo diversos los factores que contribuyen a fortalecer esta relación, así tenemos entre ellos: la gran dependencia infantil de la madre, el acrecentamiento de las necesidades instintivas del niño, que por vez primera se orienta hacia el mundo exterior, y el hecho de que las necesidades instintivas no pueden esperar a ser satisfechas. En la primera época de esta relación “materno filial es perfecta”28

  • Perturbaciones en la relación materno filial
Esta surge por ejemplo cuando el niño ya debe ser destetado, además de tener que aprehender a estar solo largos lapsos, e inicia su entrenamiento para la limpieza, también el niño ya ha percibido que su madre no es el único ser, y que también existen otras personas, ocurriendo esto generalmente entre niños desde tres años de edad, conocido como conciencia de otros individuos29, pues a esta edad el niño presenta tendencias agresivas y con cada desengaño reaccionará con ira u odio, presentándose muchas veces a esta edad las acostumbradas pataletas que el niño hace a fin de satisfacer sus necesidades, por lo tanto ya el niño a advertido sobre la suposición errónea central de su relación para con la madre, percatándose este que no puede ser enteramente feliz con la madre a causa de sus demandas para con ella son demasiadas y sus necesidades instintivas antisociales.

b. Fase anal-sádica
Desde el final del primer año hasta aproximadamente la mitad del tercero, la boca pierde importancia erógena y los órganos de excreción pasan a ocupar el primer plano como zona corporal susceptible de brindar placer erótico.
En contraste con la actividad instintiva de la primera fase, las actividades auto eróticas concentradas entorno al ano a menudo no son visibles para el mundo exterior; por el mismo hecho que estas actividades auto eróticas son pocas observables, ya que a esta edad empieza a cobrar importancia la influencia que ejerce sobre el menor el medio ambiente en el que vive, el cual se opone a la satisfacción instintiva, toda vez que estas necesidades de satisfacción auto eróticas, empiezan a decaer en cuanto a su satisfacción con el propio cuerpo del niño, centrándose como objeto a las personas de su entorno especialmente al de la madre, con quien el niño a empezado a desarrollar ampliamente su desarrollo emocional y su presencia y cuidado son parte integrante del mismo, presentándose en los comienzos una proximidad inmediata con la madre –etapa oral- para luego convertirse en fuertes tendencias agresivas expresadas en cóleras o en odio, las que se manifiestan sino se cumple las exigencias del menor, por lo que es común ver a niños de esta edad haciendo rabietas o “berrinches” a efectos de cumplir sus necesidades. “ A esta edad el niño es ya lo bastante fuerte para lastimar a otro más pequeño, pero su desarrollo emocional no ha avanzado aún lo suficiente como para que le apene el dolor que pueda inflingir a otro”30

c. Fase fálica
Es hacia la mitad de los tres años en que el niño empieza por tomar especial consideración hacia sus genitales; comenzando a observar diferencias el niño en cuento a su cuerpo para con el resto de su edad, “presentándose en el niño el complejo edípico y en las niñas el complejo de castración.”31 Las necesidades instintivas de este periodo son para el observador más ostensiblemente sexuales que las de la fase anterior.

- Sobre el conflicto de Edipo
Según S. Freud, muchos delincuentes jóvenes los son porque no han resuelto su problema edípico, partiendo de la vieja y celebre tragedia griega literaria, en la que Edipo, sin saberlo da muerte a su padre y se casa con su propia madre; en esta etapa fálica el niño experimenta una atracción sexual hacia el progenitor del sexo opuesto, unido a un sentimiento de odio hacia el de su mismo sexo. Es decir, en esta etapa de la niñez otras personas empiezan a cobrar importancia.
El padre si bien desempeña un papel en la vida infantil, su presencia pese a ser agradable no es un comienzo necesario para la felicidad infantil, en razón que este no es quien satisface las primeras necesidades del niño, es por eso que en niños de tres años a más las necesidades instintivas no se orientan ya exclusivamente hacia la madre.
Así tenemos diferencias sobre la actitud del niño, el cual se muestra imperativa frente a la madre, de quien espera admiración como varón y ser tratado de forma adulta, entremezclándose una actitud de amante hacia la madre, y es por lo mismo que surgen celos para con el padre, llegándose en algunas ocasiones a una cierta rivalidad con él.



- Sobre el complejo de castración
Respecto a la actitud de la niña en esta etapa, esta trunca su primer objeto amoroso, es decir de la madre hacia el padre.
La admiración de la niña para con el padre, empieza aparecer con más claridad, aparejada con el deseo de la niña de que sea el padre quien le brinde los cuidados necesarios; apareciendo también en esta etapa una sombra para la niña al extrañarse respecto a su sexo, si bien en la primera etapa los niños solo conocen el órgano masculino genital en esta etapa fálica la niña se extraña de no ser un varón, naciendo en algunas ocasiones un cierto resentimiento de la niña hacia la madre por no haber nacido varón..

Tendencias estas que deben superarse satisfactoriamente, pues de no hacerlo producen graves disfunciones en la estructuración de la personalidad, llegando a generar un complejo de culpa criminógeno “el sentimiento de culpa de este modo induce al individuo a la comisión del delito porque conlleva un requerimiento auto punitivo, el sujeto busca la pena, lo necesita.”32

d. La fase de latencia
Después del quinto año de vida, es cuando las necesidades instintivas han alcanzado una fuerza considerable e invadido gran parte de la esfera intelectual, es darle una firme declinación de la vida infantil puramente instintiva, es decir en el transcurso de este periodo el niño deja de lado ciertos deseos orientados sobre todo a los padres, sobre todo por que su capacidad intelectual ha despertado con la vivencia que trae consigo la etapa propiamente escolar, habiendo ampliado su círculo en el cual se desenvuelve, tan solo presentando necesidades instintivas de segundo plano, con ocasionales y repentinas apariciones, por lo general las concretadas en forma de juegos sexuales entre niños de aproximadamente idéntica edad.

Con la solución del complejo de edipo a través de los procesos de identificación y sublimación- el niño ingresa a un nuevo periodo vital. Es así que, en esta fase se alcanza a un desarrollo primario del yo y del super yo, habiéndose llegado por primera vez en el niño a una formación de grupos, con los que comparte intereses y necesidades de no muy diferencial índole, formación de grupos con la intención de lograr la aprobación paterna, surgiendo con esto una verdadera adaptación que luego se vera reflejado en el adulto, comportamiento de este último que depende del primer prototipo grupal. Pero el niño, aún no se ha apartado por completo de su comportamiento instintivo, si bien como dijimos esta pasa a segundo plano, la mayoría de instintos se presentan a través de los ensueños que el menor experimenta, retrotrayéndose en el periodo de latencia al conflicto edipiano.
Por eso, “la tenacidad en que los niños se aferran a los ensueños diurnos y el placer que derivan de ellos permiten reconocer su origen instintivo,”33 es decir en el periodo de latencia el yo infantil se fortifica el crecimiento intelectual del niño y a nuevas experiencias, pudiendo tener un mayor control en sus necesidades instintivas. Es en el periodo de latencia la época durante la cual quienes más tarde llegarán a ser criminales denuncian por primera vez señales en su comportamiento antisocial.

e. Fase genital (instintos en la pubertad)
Con la maduración de los órganos sexuales en la pubertad, la vida instintiva vuelve a tomarse en primer plano, unido a las necesidades sexuales como a las agresivas. En la pubertad con la reviviscencia del instinto sexual, también los conflictos de la última fase edípica que habían permanecido más o menos ocultos en el periodo de latencia despiertan nuevamente el normal desarrollo de la pubertad, que dependerá de la solución más o menos eficaz del conflicto de edipo.

Diversos comportamientos surgen en el púber en el desarrollo de esta etapa. Tal es así que, por lo común el adolescente ha olvidado todo cuanto se relaciona con la masturbación infantil y en este momento vive esa tentación como una experiencia nueva. Así también, con el renacimiento de los conflictos edípicos, el cambio de objeto amoroso se torna urgente en la pubertad y su primer signo puede verse en la rebelión más o menos rancia contra la autoridad paterna. Lo cual solo se equilibrará con el respeto de ambas partes o la ruptura emocional, lo que dependerá sobre todo “de la personalidad de los padres y de su comprensión del conflicto emocional infantil”34

3. Crítica a la teoría psicoanalítica
Esta teoría encuentra sus principales críticas por parte de la escuela liberal, en la que prima necesariamente el modelo sociológico, como marco estructural para la explicación de las conductas desviadas, así tenemos:

1) Que desde la perspectiva psicoanalítica, se interpretan mediante estructuras conceptuales meramente subjetivas y psicológicas, tanto el comportamiento criminal como la reacción punitiva; asimismo, las relaciones socioeconómicas permanecen extrañas a la teoría psicoanalítica. 35

2) De igual forma García Pablos de Molina concluye que:

  1. No existe en puridad una sola teoría psicoanalítica de la criminalidad, sino varias hipótesis. 36Esto en razón que no sólo existe el pensamiento Freudiano sobre la explicación psicoanalítica del crimen, sino más bien, esta teoría se ve luego modificado sobre todo por corrientes revisionistas en las que destaca Carlos Young, quien hace distinción entre las personas extrovertidas e introvertidas, siendo el postulado más significativo para la criminología la que reside en la idea del “inconsciente colectivo”.37 Otro pensador revisionista a la corriente psicoanalítica es A. Adler, quien concibe a los factores sociales una importancia decisiva en el desarrollo psíquico del individuo38.

  1. Pablos de Molina (1999) nos dice que “el individuo depende más del ambiente social que de una supuesta organización psíquica general”. Tendencia esta, en la que se connota el cambio de pensamiento sobre el significado etiológico atribuido a ciertos conflictos como el de edipo; la culpa inconsciente, etc., cediendo terreno a las nuevas perspectivas, sobre el proceso de aprendizaje del niño y otras tesis que cobran interés en el análisis de la psicología colectiva.

  1. Asimismo se le critica al psicoanálisis su escaso método empírico, en poner la mayoría de sus aportaciones en meras especulaciones, por eso mismo “sus proposiciones son irrefutables porque no son verificables”39.

  1. De igual forma el complejo de culpa como explicación psicoanalítica del crimen es una “ generalización desmedida”40 ya que como se verá más adelante, sobre todo en el menor desviado, se presentan ciertas formas o técnicas de neutralización a este sentimiento de culpa por el acto delictivo efectuado.

  1. Sin embargo, esta teoría se justifica en sus planteamientos sobre la explicación del crimen si se le observa y analiza desde su propia perspectiva, es por eso que “políticamente el psicoanálisis refleja el marco individualista de la sociedad que lo vio nacer.”41

CAPITULO IIi

TEORIAS SOCIOCRIMINOLÓGICAS

3. GENERALIDADES

Estas teorías parten de los postulados de una sociología general, en el año de 1890 se ocupó del estudio de las características de los hechos sociales, para luego ensalzarse de nuevos aportes, bifurcándose hacía una propia ciencia que estudie la criminalidad propiamente, naciendo la sociología criminal, cual tiene por objeto el estudio del fenómeno de la criminalidad en todas sus dimensiones.

Para Comte la sociología “es la ciencia general que demuestra las leyes generales de la estructura y funciones de la sociedad”,42 es así también quien se preocupó por la naturaleza colectiva del ser humano, enfocando todos los fenómenos sociales dentro del concepto general de sociedad.

Sin embargo fue Adolfo Quetelet, quien antes de Comte es designado como el primer sociólogo criminalista. 43
Para Emilio Durkheim la sociología general estudia y define el tipo de sociedad que trata de estudiar, examinando la manera que influye este tipo en la formación de la diversidad de hechos sociales que en ella se manifiestan, al influir tales hechos sociales sobre el tipo mismo de sociedad, poniéndose en evidencia las causas de la formación de tales tipos sociales.

Para Spencer la Sociología comienza estudiando los factores intrínsecos y extrínsecos constitutivos de los fenómenos sociales y luego los hechos generales de estructura y función de las sociedades, la evolución de las Instituciones y los hechos sociales mismos, descubriendo por último la recíproca dependencia de los varios fenómenos estudiados.44

Toda sociedad, dice Herberto Spencer sea rudimentaria, sea evolutiva, presenta fenómenos que puedan referirse a los caracteres de las unidades que la componen y a las condiciones en que existen subdividiendo estos primeros factores, obtenemos los factores extrínsecos(clima, suelo y fauna) y los intrínsicos (caracteres físicos, emocionales, e intelectuales del hombre individuo o de la unidad social)

3.1 CONCEPTOS DE SOCIOLOGÍA CRIMINAL
La sociología criminal recibe este nombre en el año de 1891 partiendo del tronco de la sociología general.

Para Colajanni en su obra Sociología Criminal, esta tenía que estudiar los siguientes puntos:
  1. La génesis y etiología del delito.
  2. El tratamiento del delito que se subdivide en prevención, o higiene social y represión o derecho penal.
  3. La misión de la sociología criminal estudia la historia y la marcha de la criminalidad para dar importancia a los medios preventivos y represivos empleados en contra de ella.

En resumidas cuentas, el objeto de la sociología criminal será el fenómeno de la criminalidad en todos sus aspectos y relaciones: lo mismo en el objetivo –crimen, delito, infracción criminal – que en el subjetivo – delincuente y sus elementos de concurso, o de las causas determinantes del primero- bien sean e carácter meramente físicos y/o de predominio social.

  • Según G. Gerland, son las condiciones externas del delito.45
  • Para A. Köhler es la doctrina de las influencias que las relaciones sociales tienen sobre las causas del delito y estudia la lucha misma.46

  • Es una rama de la sociología que estudia al criminal como fenómeno social, y el condicionamiento, por el medio, del autor y de su acción criminal, con el fin de lograr el conocimiento de las manifestaciones reales, sus causas y el verdadero alcance del criminal. 47

  • Es una ciencia que estudia la criminalidad como fenómeno social entendida la palabra social en el sentido del fenómeno de masa, o fenómeno colectivo, es decir en el conjunto, el mismo que es el resultante de particulares acciones individuales siendo consideradas como un todo y como un complejo unitario.

Por tanto el propósito de la sociología criminal centra su estudio en la descripción y explicación de las condiciones sociales del delito y la conducta social, así como sobre las características del control social.

Estas corrientes sociológicas de fines del siglo decimonónico es impulsado por Gabriel Tarde (1882)48, Durkheim (1895) y Tonnies (1895) quienes parten de la normalidad estructural del delito, acentuando el concepto como normal al delincuente, porque ser una persona igual al resto de sus congéneres.

3.2 TEORÍA ESTRUCTURAL-FUNCIONALISTA O DE LA “ANOMÍA”

3. 2.1. EMILIO DURKHEIM

Este enfoque estructural funcionalista (enfoque macrosociológico) nace con Durkheim, en un concreto contexto histórico: el de la sociedad francesa del siglo XIX, convulsionada por dos revoluciones –la política de 1879 y la socioeconómica. Siendo sus representantes el Alemán Weber(1864-1920) y el Fránces E. Durkheim (1858-1917), para quien el delito mientras no sobrepase ciertas frecuencias es normal como hecho social. “Un excesivo aumento escaparía a tal juicio para adquirir un matiz morboso49.


El funcionalismo a la inversa de las teorías del conflicto, no mira en el grupo social un mero equilibrio de fuerza, sino una “integración de órganos”50 supervalorándose el orden y el consenso. Teniendo ciertas utilidades:

    1. Que cumple una función innovadora, para la evolución normal de la moral y el derecho.
Baratta nos dice que: ...en los límites cualitativos y cuantitativos de su función psicosocial el delito no sólo es un fenómeno inevitable sino también una parte integrante de toda sociedad sana.51

    1. Y para el mantenimiento de la solidaridad social.
Según Durkheim, la criminalidad cumple un importante rol en el mantenimiento de la solidaridad social. De modo que el propio castigo se justifica, no ya por razones de retribución o de prevención, como por evitar la desmoralización del ciudadano honesto.


Durkheim señala que “el delito es inherente a la sociedad, que es algo natural, intrínseco a la misma”, 52 y que no existe sociedad donde no hay delincuencia, pues “el criminal no sería un parásito o un ente morboso, sino un agente regulador de su vida social”53 y Mannheim señala que por un lado la normalidad del delito nada tiene que hacer con la frecuencia de su presentación y que mientras mayor es su frecuencia la posibilidad que lo estime como anormal es mucho mayor.

Este autor Francés considera al delito normal, pero dentro de determinados parámetros o límites, así mismo indica que la conciencia colectiva es la que determina las conductas delictivas, siendo esta el conjunto de creencias y sentimientos comunes de los miembros de una misma sociedad.“El delito es malo porque lo reprobamos, no lo reprobamos porque es malo en sí”.54

De la tesis Durkheniana sobre la normalidad del delito nos dice A. García-Pablos de Molina, se puede sintetizar en dos proposiciones:

1.- La posibilidad de que se produzcan conductas desviadas55 es inevitable, por tratarse de una convivencia reglada.

2.- Las formas de la conducta anómica están predeterminadas por el tipo social dominante y su estado de desarrollo.

De igual manera el doctor T.C.N. Gibbens(psiquiatra) en su investigación con el tema “Trends in Juveline Delinquency” rechaza el ideal de la sociedad “buena” sin delincuentes y prefiere la realidad que afortunadamente es muy distinta, según este autor muchos datos concretos manifiestan que la delincuencia juvenil junto a su faceta perturbadora presenta varios aspectos positivos.56


3.2.1.1 Principales desarrollos Teóricos de E. Durkheim

A) En su obra “La División del Trabajo Social” (1893)

Señala que existen dos formas de sociedad


  1. La sociedad Mecánica.- Aquella que concibe al delito como fruto de la simple diversidad de los seres, y se expresa frente a la uniformidad de la conciencia colectiva. Es una sociedad más sencilla, no diferenciada, en la que existe una sola conciencia colectiva basada en igualdad de intereses y sentimientos comunes dirigido a todos los individuos.57

  1. La Sociedad Orgánica.- Aquella que concibe al delito como normal.

Donde hay división del trabajo existe un debilitamiento de la conciencia colectiva porque existen marcadas diferencias individuales que no produce contactos ni relaciones sociales con sus miembros. Son sociedades más complejas a consecuencia de las relaciones entre las personas en una extensa división del trabajo.


Este autor distinguió tres formas anormales de división del trabajo y en relación con ellas introdujo el concepto de anomie:
  • La división forzada del trabajo en las ocupaciones, no siendo igual la distribución de sus talentos.
  • Ésta división del trabajo no produce solidaridad porque la actividad funcional de cada trabajador es insuficiente.
  • El trabajador no escarole el sentido de participación en una empresa común.

De estos tres puntos Durkheim llamo “anómica” a la falta de integración o adaptación mutua de funciones a causa de las crisis industrial; los conflictos entre el trabajo, el capital y la creciente especialización de las ciencias, es de donde surge la anomie, pues la división del trabajo no produce contactos lo bastante eficaces entre sus miembros ni regulaciones adecuadas de las relaciones sociales.

B) En su libro “El Suicidio” (1897)

El concepto de anomie en la obra División del Trabajo, desempeñaba un papel relativamente pequeño, en cambio en esta obra Durkheim le dio más importancia.

Al señalar que el suicidio se presenta en periodos de depresión económica y aumentan las tasas de suicidio, existiendo una ruptura con el modo habitual de vida en el que estaban acostumbrados y en esta inestabilidad se produce un derrumbe de las normas y aparece la anomia, que causa un debilitamiento de la conciencia colectiva, en conclusión indica que la anomia es el fracaso o falta de un sistema de convicciones morales arraigadas colectivamente. Dándose tales hechos como resultado del cambio repentino de las personas en su forma de vida, produciéndose un estado de inadaptación en la cual la inesperada prosperidad económica era tan desastrosa como la pérdida repentina de la misma, resultando en ambos casos un sentimiento de confusión y las personas se desorientan de su mundo.

TIPOS DE SUICIDIO:

  1. Suicidio Anómico
Es la perdida de control sobre los deseos del hombre en una sociedad y de las normas y pautas socialmente aprobadas, en especial si el cambio es abrupto, provocando situaciones o conductas que puedan conducir al suicidio.

  1. Suicidio Egoísta
Es el producto de una independencia extrema del individuo en la sociedad. Es la desintegración del orden social en que los individuos quedan liberados de vínculos grupales e incurren en el suicidio por razones personales como solución a los mismos. No siendo producto de una sociedad firmemente integrada, sino por el contrario a una en que las relaciones con otras personas no son ni estrechas ni orientadas hacia el grupo.

  1. Suicidio Altruista
Es la extrema integración social. Estos suicidios abundan como resultado de presiones de grupos que fuerzan a la autodestrucción. Siendo exteriorizado cuando la persona se mata con la idea de que tal acción beneficiara a otros, se considera como una obligación y se relacionan con sociedades de solidaridad mecánica (organizaciones militares disciplinarias)
  1. Suicidio Fatalista
Son el resultado de una excesiva reglamentación por la cual el porvenir queda obstruido y las pasiones violentamente ahogadas por una disciplina tiránica, como en el caso de los esclavos.

Considera Durkheim que el suicidio no era un fenómeno individual sino que se relacionaba con ciertas características de la organización social. Según él “la sociedad no es tan solo algo que atrae los sentimientos y las actividades de los individuos con fuerza desigual. También es un poder que los controla. Existe una relación entre la manera en que se realiza esa acción reguladora y la tasa social del suicidio”58

C) En su obra “Las Reglas del Método Sociológico” (1895)
Durkheim señala una comparación entre el delito y la salud social, dolor y enfermedad. Pues el delito concebido como normal en términos sociológicos no implica la ausencia de salud social de igual manera que el dolor no siempre es enfermedad. Calificar al delito como anormal sería confundir la fisiología y lo patológico.

El delito es un factor de la salud pública una parte integrante de toda sociedad sana”. 59

Así también, indica que los fenómenos sociales deben estudiarse dentro del campo social y no organicista, psicológico o de otra índole, de ahí la necesidad de un método propiamente sociológico.
Así, Durkheim de las reglas del método sociológico llega a la conclusión de que el delito es un fenómeno social normal porque se encuentra en toda sociedad y tiene un valor porque colabora a la selección de sentimientos y permite cambiar y transformar la sociedad, tomando como sustento los siguientes puntos:

  1. Que la criminalidad es un fenómeno normal, porque deriva de la estructura de la sociedad, en un producto cultural.
  2. Que la criminalidad como producto normal de toda sociedad evoluciona y se transforma en la misma medida que lo hace la propia sociedad.
  3. Y que el estudio de la criminalidad solo se podrá realizar analizando la cultura que lo ha producido en un tiempo y espacio determinado.

D) Teoria de La Anomia60
Una de las tesis para explicar la conducta desviada proviene de Durkheim, quien plantea esta teoría, la cual significa: la falta de normas en su concepción original y en otras más recientes la incapacidad de la estructura social de proveer a ciertos individuos lo que será necesario para lograr las metas de la sociedad.
Durkheim llamo anomie a un estado de falta de normas, y este estado se da cuando la desintegración del orden colectivo permite que las aspiraciones del hombre se eleven por encima de toda posibilidad de cumplirse.
Según Sebastián De Grazia definía a la anomie como “el estado desintegrado de una sociedad carente de un conjunto de valores comunes o preceptos morales que gobiernen de modo eficiente la conducta...el estudio de la anomie es el estudio de los factores ideológicos que debilitan o destruyen los lazos de lealtad que constituyen la comunidad política”.61

Éste autor además distingue a dos tipos de anomie:
  • Anomie Simple
Aquella que se ve en el arte y la literarura contemporánea y la competencia en la búsqueda del afecto.
  • Anomie Aguda
La que incluye desórdenes mentales, suicidio y movimientos en masa.
Durkheim dio el término anomie porque este se refería a las cualidades de un grupo de la estructura social y no a las de individuos.

3.2.2 ROBERT KING MERTON (1964)

Éste autor concibe a su teoría como de nivel medio, esto es aplicable a cierto tipo de conductas desviadas y no a todas. Expuso la explicación social y cultural de la conducta desviada en función de la anomie.
Merton postulo una separación entre las metas culturales y los medios institucionalizados. Para ello dividió la realidad social en :

Estructura Cultural

Es aquella serie organizada de valores normativos que gobiernan la conducta que es común a los miembros de una determinada sociedad o grupo. La que enfatiza ciertos objetivos, propósitos e intereses por las cosas que vale la pena esforzarse. Es en verdad un Cuerpo organizado de valores normativos comunes que gobiernan la conducta. Baratta la define como el complejo de las representaciones axiológicas comunes que regulan el comportamiento de los miembros de una sociedad o de un grupo.62

b. Estructura Social o sociedad

Consiste en normas institucionalizadas que definen y regulan el modo aceptable de alcanzar aquellos objetivos. Esto representa una serie organizada de relaciones sociales en que los miembros de la sociedad o de grupos sociales se ven implicados de distintas maneras.

Limita el acceso a tales metas, mediante el uso de medios institucionalizados, procedimientos permisibles legítimos o lícitos para alcanzar tales objetivos culturales.

Cuerpo organizado de relaciones que mantienen entre si los integrantes de un grupo dado. Siguiendo el pensamiento de Baratta, no dice que “ es el complejo de las relaciones sociales en que los individuos de una sociedad o de un grupo se hallan diversamente insertos.63


3.2.2.1 Entre los principales postulados de la teoría de la Anomía Mertoniana son:

  • Merton hace hincapié al desequilibrio entre las metas culturales y las normas institucionales en una sociedad; concibiendo a la anomia como la caída o derrumbe de la estructura cultural que acaece cuando existe una discrepancia aguda entre las normas, metas culturales y las capacidades sociales estructuradas de los miembros del grupo de accionar en concordancia con aquellas.

  • La mala integración de cultura y estructura social producirá el derrumbe de las normas y una situación de falta de normas.

  • Para este autor su teoría se refería a la estructura cultural por una parte y social por la otra, pues aunque la sociedad y el individuo estén relacionados, es necesario separarlos para los fines de un análisis detallado.

  • Mertón admitió que la teoría de la anomie no explica todas las formas de conducta criminal o delincuente y pensaba que su propia teoría no sostiene que la conducta desviada sea racional y deliberada, su interés se concentra sobre las presiones agudas dentro de la estructura social y Albert Cohen la considera atomista y individualista.

Al igual que sucede con Durkheim, el maestro Antonio García – Pablos de Molina, resume a dos proposiciones el planteamiento de la teoría Anomica de Merton:

Las contradicciones de la estructura cultural (objetivos) y la estructuras social (medios institucionalizados).Toda sociedad traza sus objetivos y metas culturales que constituyen el marco de referencia de las expectativas y ambiciones de sus miembros. Las cuales están sometidas a los cauces institucionalizados como medios para llegar a alcanzar aquellas expectativas y ambiciones, cauces que la propia sociedad está obligada a definir, regular y controlar, como modos admisibles para su alcance. Sin embargo nace la anomia, precisamente cuando los individuos no alcanzan esa felicidad esperada, debido al desequilibrio entre las necesidades y medios legítimos.


Que la presión de las estructuras sociales sobre el individuo da lugar a tipos cónico de adaptación a las que el individuo está inmerso y que logra de manera inconsciente, siendo el primero de ellos el conformismo, pero siendo las formas más manifiestas de desviación las que se presentan en los procesos de adaptación: innovación, ritualismo, retraimiento y rebelión, no siendo como dijimos necesariamente todas estas adaptaciones ápices para presentar conductas delictivas, pero si desviadas.

3.2.2.3 Conducta Desviada

Merton define a la conducta desviada como síntoma de disociación entre las aspiraciones culturales prescritas y los caminos sociales estructurados para llegar a dichas aspiraciones, ganar el juego y no de ganar de acuerdo a las reglas de juego; tratándose entonces de una desviación innovadora, toda vez que el comportamiento criminal típico corresponde al segundo modelo de adaptación, al de innovación, partiendo del principio de la discrepancia entre fines culturales y medios institucionales.


Según Merton la conducta desviada “se refiere a una conducta apartada en forma significativa de las normas establecidas para las personas de acuerdo con su status social...y ha de relacionarse con las normas socialmente definidas como apropiadas y moralmente obligatorias para personas de distintos status”.64 Y es por eso que Merton al explicar la anomie y la conducta desviada enfocaba no al individuo sino al orden social.

La conducta desviada se da en respuesta a las presiones culturales, desviación es algo mucho más amplio que conducta criminal.
La proporción de la conducta desviada varía según la clase social, el status étnico o racial y otras características; es así que esta conducta dependerá de la accesibilidad de los medios legítimos para alcanzar los objetivos y el grado de asimilación de metas y normas por los diversos estratos en una sociedad, pues no todos aquellos que están sujetos a presiones en sus esfuerzos por alcanzar las metas llegan a desviarse65. En consecuencia la conducta desviada es una reacción normal (esperada) a las contradicciones de la estructura social, por tanto “ la conducta desviada es la reacción normal en modo de adaptación individual a las contradicciones de la estructura social66.

Dos dificultades en el análisis de la desviación puramente estructural de Mertón se da en:
  • Los actos de individuos que incorporan valores aprendidos simbólicamente y transmitidos como parte de la cultura durante la niñez, mayormente por intermedio de grupos primarios
  • Y actos que son productos de valoración contingente.

Alvaro Pérez Pinzón considera como conductas desviadas a:

1.- Aquella que se aparta de las normas jurídicas o sociales, por exceso o por defecto cuantitativa o cualitativamente. Es un punto de partida estadístico y su base es la falta de aproximación a las mayorías o al alejamiento de ellas.

2.- Desviación respecto de las normas que se refieren a la posición social. La pertenencia a cierto estado (status) implica un determinando comportamiento (rol). Desviación significa entonces, falta de armonía este status y rol.

3.- Conducta desviada como comportamiento así definido por los otros. El que una acción u omisión sea divergente depende de aquello que los demás piensan de ella. Así la desviación es un problema de descripción hecha por las mayorías.

De otra parte , en general se afirma que la desviación puede ser predicable de:

1.- Individuos que se diferencian de los modelos físicos, fisiológicos o intelectuales predominantes, como los enanos o gigantes, los deformes, los débiles mentales, etc.

2.- Personas que infringen reglas religiosas o ideológicas mayoritarias y que rechazan la ortodoxia como los apostatas, los herejes, los traidores, etc.

3.- Sujetos que vulneran las normas jurídicas como homicidas, estafadores, etc.

4.- Individuos cuyo comportamiento no corresponde a la definición cultural de salud mental como los sicóticos, neuróticos, sicópatas, etc.

5.- Personas que rechazan los valores dominantes, bohemios, suicidas toxicómanos, etc.”67

3.2.2.4 Tipos de Adaptación

Existen cinco tipos individuales de adaptación para alcanzar las metas de éxito culturalmente prescritas y abiertas, a aquellos que ocupan diferentes posiciones en la estructura social. Estas adaptaciones no son elegidas por el individuo sino que surge de tensiones del sistema.

  1. Adaptación Conformista.- Es la más común, sigue la secuencia y uniformidad de la sociedad, estando los individuos conformes con las metas culturales y los medios institucionalizados, por lo que se da una estabilidad en la sociedad.
El conformismo es un fenómeno o forma de adaptación colectivo y no individual.
  1. Adaptación Innovadora.- Se presenta cuando el sujeto asimila la importancia cultural de la meta sin internalizarla, de igual suerte, las normas institucionales que regulan modos y medios de alcanzar aquella. Mertón señala que “la pobreza como tal y la consiguiente limitación de oportunidades no bastan para producir una proporción muy alta de conducta delictiva”,68opinión similar es la expuesta por el sociólogo Sorokin quien afirma que “no en todas partes ni siempre muestran los pobres, una mayor proporción de delincuencia”.69
Las sociedades en las que la cultura se resalta en el éxito pecuniario y de donde la estructura social impone limitaciones indebidas a los medios aprobados, presentan numerosas situaciones que fomentan el desarrollo de apartamientos socialmente desaprobados de las normas institucionales, en forma de prácticas innovadoras.
Por lo que la utilización de medios ilegítimos como es el crimen para alcanzar metas culturales prescritas de éxito, poder y riqueza, llegan a ser comunes en nuestra sociedad.
No todas las desviaciones en forma de innovación son disfuncionales para la sociedad.
Las funciones positivistas latentes de la desviación tales como la innovación fueron desarrolladas por Lewis Coser, quien señalo que el desviado ayuda a traer a la conciencia de la comunidad, las consecuencias de la violación de las normas, y que desde este punto de vista la desviación puede presentar los aspectos de la normalidad.
El innovador por lo menos es “vivo” y se esfuerza activamente.
  1. El ritualismo.- Es la reducción de las metas hasta el nivel alcanzable, con respeto casi compulsivo a las normas institucionales.
Consiste en abandonar o rebajar las metas alcanzadas del éxito pecuniario y de la rápida movilidad social hasta un punto en que puedan satisfacer sus aspiraciones, sujetándose a las normas institucionales aunque rechace la obligación cultural.
Pudiendo englobarse esta conducta sobre la siguiente frase: “no aspires a demasiado y no tendrás desengaños”. Es en suma, la conciencia real de las cosas, y si el ser humano carece de esta condición, se acrecentrá su nivel de frustración al no poder alcanzar la meta añorada pudiendo llegar a conductas desviadas.
Este tipo de adaptación se da generalmente en las clases medias bajas donde la presión de los padres hacia los hijos es constante con el propósito de respetar los mandatos morales de la sociedad.
Esta adaptación según Merton tiene poca relación con la desviación, excepto con alguna de las formas de neurosis compulsiva.
  1. Retraimiento.- Sucede cuando el sujeto asimila metas culturales como prácticas institucionalizadas, pero que no lo han conducido al éxito, conllevándole a la adaptación de medios y metas alternativos teniendo que optar por una de ellas. Es de gran importancia este tipo de adaptación para la comprensión de ciertas formas específicas de conducta desviada, pero podría decirse que no se trata de una adaptación sino de un rechazo a las metas culturales y medios institucionales, aunque sin embargo es justamente con este rechazo que el sujeto se adapta a su realidad objetiva.
El individuo internaliza las metas culturales de éxito, pero encuentra inaccesibles los medios institucionalizados para lograrlos, bajo la presión de no obtener tales metas por medios ilegítimos, tal como la innovación, este individuo se frustra; adoptando por lo tanto el derrotismo, el quietismo y el retraimiento, como los vagos, bebedores crónicos, psicóticos, autistas, toxicómanos, las personas excluidas de las ventajas que gozan los demás, llamados los parias, y los desterrados (proscritos)
Este tipo de adaptación es condenable porque es improductiva, no competitiva, no atribuye valor alguno a la meta de éxito de una sociedad y no hace uso de medios institucionalizados.
Según Mertón este retraimiento implica una represión internalizada del uso de medios ilegítimos, en cambio Cloward indica que los individuos que se retraen son con mayor frecuencia aquellos que fracasan en el uso tanto de los medios legítimos como los ilegítimos, es decir que han fracasado en dos mundos, por lo que Mertón describe el proceso de retraimiento en las posiciones sociales altas, donde la socialización de los medios institucionales es frecuente.
El que se retrae por los menos acata las costumbres, siendo esta adaptación de forma particular y no colectiva.

  1. El mecanismo de rebelión.- Son aquellas personas que rechazan la estructura social convencional y tratan de establecer otra nueva o muy modificada, surgiendo esta forma de adaptación cuando consideran al sistema institucional como un límite contra la satisfacción de metas legítimas.
Según Merton esta adaptación es distinta a las demás. Su meta es cambiar la estructura social y cultural, pues trata de institucionalizar nuevas metas y nuevas respuestas transitorias a fin de ser compartido con otros miembros de la sociedad.
Supone el rechazo de metas y normas calificadas de arbitrarias y tentativa de imponer una estructura social nueva, para una estrecha relación entre el mérito, el esfuerzo y la recompensa.
Condena la rebelión, el anhelo mismo, hay descontentos y resentidos.
Merton dice que ciertos sujetos innovadores pueden transformarse en ritualistas bajo el peso de sentimientos de culpa, de igual manera algunos ritualistas llegan a ser rebeldes, consecuentemente el nivel de progresión del paso de una forma de adaptación a otra es generalmente en forma ascendente.

En un estudio posterior, Merton modificó su anterior apreciación de ser una conducta desviada la rebelión, así como el conformismo y el ritualismo, por el contrario clasifico la conducta desviada en dos tipos:

  1. La no conformista.- manifiesta públicamente su disentimiento, sin ajustarse al pensamiento de los otros.
Niega la legitimidad de las normas sociales que rechaza, trata de cambiar las normas y podrá aspirar a una moralidad superior. Se aparta de las normas por motivos desinterados, este refiere sus objetivos a los valores básicos primarios de la sociedad.

  1. El aberrante.- Reconoce la legitimidad de las normas que viola, se esconde detrás de su apartamiento de las normas, quiere escapar de la fuerza sancionadora de la sociedad. Se desvía para servir a sus propios intereses, sus intereses son particulares, egocéntricos y definidamente antisociales.

3.2.2.5. Planteamiento de la anomia con Merton.

La anomia desde la línea de Durkhein es un concepto sociológico como la ausencia de normas a causa de la desorganización social solo a la división del trabajo y al suicidio. Y como un concepto psicológico R.M. MacIver llamó “anomy” al estado mental en el cual el sentido de la cohesión social del individuo (el resorte principal de su moral) esta quebrado o definitivamente debilitado; y por parte de David Riesman el tipo anómico es una persona inadaptada.

Retomando a Merton, el concepto de anomie para tratar de desarrollar una teoría general del comportamiento desviado, indica que la aparición de la anomia y su desarrollo se deben observar como resultado de procesos sociales, siendo así que su planteamiento ha sido concebida como la quiebra o caos de la estructura cultural conexa con la estructura social presentada como una desorganización social donde las normas ya no funcionan, pero ello no en virtud de la falta de cohesión moral, a que se refiere Durkheim, sino a la falta de oportunidades que la estructura social no concede las posibilidades de ascender en la obtención de mejores condiciones de vida debido a los diversos estratos sociales que en ella se dan, al grado tal que conociéndose las variables entre la disociación sociocultural y estratificación social es posible conocer las tasas diferenciales de criminalidad de las diversas capas sociales.

* Consideraciones a tenerse presente en el estudio de la anomie

  1. La relación entre la ruptura de la solidaridad de grupo y la conducta desviada, quebranbo la solidaridad y cohesión del grupo que pueden conducir a alguna desviación individual.

  1. La separación de normas culturales e institucionales
  2. La uniformidad de los valores culturales que representa la sociedad.

  1. La evidencia de variaciones de la clase en la distribución de la conducta desviada, en este aspecto Lemert objeta a Mertón de poner énfasis en los aspectos de la estructura social, respecto al acceso de los medios limitados según la clase a la que pertenezca el individuo, para explicar la conducta desviada por lo que se debería utilizar un concepto más discriminatorio que el de la clase social para explicar como la estructura social influye sobre la desviación, además de no existir suficientes pruebas de que la desviación sea el resultado de adaptaciones individuales.
  2. Presiones hacia la desviación dependientes de la posición en la estructura social.70

  1. El rol del actor según Lemert el individuo no actúa libremente en su elección de valores, sino que se encuentra restringido por las presiones de los distintos grupos a los cuales pertenece.

  1. La relación entre el control social y los roles sociales desviados, partiendo que no es el único problema el origen de la conducta desviada, sino como ciertas desviaciones conducen a una reorganización simbólica en el nivel de las actitudes y los roles con respecto a sí mismo, mientras otras no lo hacen, pues estos roles sociales se desarrollan y llegan a ser medios de defensa, ataque o adaptación a problemas creados por la reacción a la conducta desviada, en efecto las causas originales de la desviación desaparecen y ceden el lugar a la importancia central de las reacciones de desaprobación, degradación u aislamiento de parte de la sociedad.

  1. Lemert sostiene que la teoría de Mertón es demasiado estructural, pues la desviación debería considerarse como una consecuencia del grado y forma del control social, este concebido como una variable independiente y no como una reacción constante o meramente recíproca de la sociedad frente a la desviación, este control social muchas veces llega a ser una causa y no un efecto de la desviación, es por eso que Lemert da importancia a los que Garfinkel llamó como reglas constitutivas de la interacción social, siendo imposible determinar como se considera normal o desviado mientras no se den las reglas que constituyen la base de la interacción social dentro de lo que podría llamarse un proceso de normalización, por tanto la anomie se presenta cuando las personas son incapaces de descubrir significados alternativos aceptables para no apartarse de las reglas.

  1. La conducta desviada y la posibilidad de la acción de control surgen cuando se asignan significados inaceptables a la conducta en la interacción.
El control social activo es un proceso continuo donde los valores se examinan y se toman para establecer los valores de importancia siendo estos la base de la acción colectiva.
Cuando surgen presiones desde el interior de la estructura social, tienden a manifestarse de acuerdo con la imposición de estigmas dentro del sistema social, la elección de un modo de adaptación varia según las alternativas ofrecidas por la sociedad.


Comparación de los Fundamentos de Durkheim y Merton:


  1. Aunque el concepto de anomie haya derivado de Durkheim, el de Merton es más específico en su aplicación.

  1. Durkheim opina que la falta de normas puede hacer surgir un conflicto entre aspiraciones y un desmoronamiento de normas reguladoras, planteamiento este que Merton la descarto al indicar que las estructuras sociales ejercen una presión más definida sobre ciertas personas en la sociedad induciéndolas a una conducta de rebeldía antes que de conformidad.

  1. Merton puso énfasis en las estructuras normativas al igual que Durkheim que consideraba conductas tales como el crimen como una respuesta “normal” a ciertas situaciones sociales, las presiones hacia la desviación en una sociedad podrían hacer que las formas de conducta desviada fueran psicológicamente tan normales como la conducta conformista.
  2. Durkheim limitaba su aplicación de la anomie principalmente al suicidio, en cambio Merton trataba de explicar no solo el suicidio sino también el crimen, la delincuencia, los desórdenes mentales, el alcoholismo, la toxicomanía y muchos otros fenómenos, considerando como conductas desviadas como por ejemplo al exagerado, conformista, al extremista y al revolucionario.

  1. A diferencia de Durkheim, Merton no consideraba la naturaleza biológica del ser humano como un factor importante para explicar la desviación.

  1. Durkheim consideraba como deseo innato del hombre la ambición de lograr sus objetivos inalcanzables, y en opinión de Merton estos objetivosd eran inducidos por la estructura social.

3.2.2.7 La Teoría de Merton con otras Teorías:
La teoría estructural funcionalista constituye el punto de partida de otras teorías ajenas a la misma, que sirve de marco referencial para el desarrollo de los enfoques subculturales, las del aprendizaje y de las teorías de la oportunidad diferencial.

Así, el estructural funcionalismo supone una visión del orden social, en nexo con la teoría subcultural a las diversas formas de vida o adaptación que aludan a comportamientos “subculturales”.


Con la teoría de las oportunidades diferenciales de Cloward y Ohlin, aquí Merton igual que esos autores desarrolla las reducidas posibilidades de logros por medios lícitos

* Ampliaciones y refundiciones de la teoria de merton

  1. Por Talcott Parsons.
Quien amplió la formulación de la anomie de Mertón y la incorporó en una teoría más amplia de análisis de la interacción, la relación entre el desvio y la conformidad constituye la mayor parte de su teoría general de la acción social, contrario a Merton quien se refiere solo a la tensión entre medios institucionalizados y metas culturales, en cambio Parson desarrolla otras formas:

    1. La tensión que se produce cuando la persona es incapaz de establecer adhesiones a objetos institucionalizados aceptados, así como con el sexo opuesto.
    2. Cuando falla en reconciliar las expectativas de sí mismo con las que otros tienen respecto de él.

La tipología de Parsons respecto a la conducta desviada utiliza un conjunto de tres variables en vez de dos como Merton y llega a dos tipos de conducta desviada, su tipología no esta limitada al reconocimiento de estructuras culturales y sociales únicamente, sino que intenta caracterizar tipos de respuesta motivacional en función de orientaciones activas y pasivas, necesidades, disposiciones alienantes o conformistas dentro de la estructura motivacional y la relación de la persona con objetos sociales y pautas normativas.

  1. Refundición de tipos de Robert Dubin
Criticó a Merton por no definir completamente los resultados de sus operaciones, señalándo que los modos desviados de adaptación de Merton no siempre tienen resultados negativos para el orden social, sino que la respuesta dada por una persona tendría un valor que contribuiría en forma constructiva a la sociedad, sobre todo si es seguido por el éxito o la aprobación, no siendo necesariamente la conducta desviada disfuncional para la sociedad

      1. Si Merton analizaba las acciones de las personas con relación a las metas culturales y medios institucionalizados, Dubin considera las relaciones de la persona con el grupo.

      1. Merton definía los medios institucionalizados como conducta legítima, Dubin subdividió esta categoría en normas institucionales que son límites entre la conducta prescrita y la proscrita dentro de un sistema institucional particular y medios que son la conducta real de las personas, las cosas se hacen llevando a cabo funciones dentro del sistema institucional en el cual están actuando. Y desde el punto de vista del actor distinguió la conducta de los valores por medio de los cuales hizo elecciones preferenciales entre alternativas.

      1. Así también distinguió entre normas institucionales y conducta real, aquella que con sus actitudes las personas pueden enfrentar normas de distinta manera, sea positiva o negativamente, así las normas pueden ser tomadas de acuerdo a las expectativas morales de los miembros de un grupo.

La distinción que hace Dubin, no lo hace entre normas de conducta sino entre actitudes frente a normas de conducta, además de no considerar la importancia de la posición social en su influencia sobre la capacidad de seguir metas y medios institucionales o normas y no toma en consideración las proposiciones comparativas de las adaptaciones desviadas identificadas por Merton y este señala que la revisión de Dubin resulta mas bien una tipología del conformismo que de la conducta desviada.

  1. Richard Cloward
El agregado que realiza Cloward, versa sobre los medios y estructuras de oportunidad ilegítimos. Según Merton la conducta desviada es un producto de diferencias pautadas en el acceso a las metas de éxito mediante el uso de medios institucionales legítimos o sancionados.

En cambio Cloward indica que existen diferencias en el acceso a los medios ilegítimos y esas diferencias de oportunidad son importantes en la distribución de las adaptaciones desviadas.

Los distintos estratos sociales ofrecen una variedad de oportunidades de adoptar papeles desviados, por el acceso que dan a subculturas desviadas y la oportunidad de realizar tales conductas sociales desviadas una vez adoptadas. El acceso a tales oportunidades varía en función de las variables que rigen las diferencias en el acceso a los medios legítimos.

Y Merton indica que la conducta innovadora puede resultar de una socialización imperfecta con respecto a las normas institucionales, con aspiraciones frustradas por los que implica que los medios ilegítimos estarian libremente disponibles con el agregado que el individuo no tiene acceso a todos los medios ilegítimos por igual, por lo que estos varián según la capa social.

Para Cloward el término medios sean estos legítimos o ilegítimos se dan según dos aspectos:

-Que existan las posibilidades de aprendizaje apropiadas para la adquisición de los valores y habilidades relacionadas con la realización de un papel determinado.

-Que el individuo tenga oportunidades de desempeñarse una vez que haya quedado preparado para él.

Por lo que el término medios abarca tanto estructuras de aprendizaje y estructuras de oportunidad. Queriendo Cloward aclarar la explicación de conductas innovadoras.

3.3 ESCUELA DE CHICAGO TEORÍA ECOLÓGICA


El nacimiento de la Escuela de Chicago data desde el año de 1960, en el último tercio del siglo XIX, siendo sus pioneros Benjamín Franklin (1936-1938), Charles Pierce (1839-1914), William James (1842-1917) y Jhon Dewey (1859-1954), desarrollándose dentro de un contexto histórico determinado, por la cantidad de emigrantes tanto europeos como Latinos a la Ciudad de Chicago, donde se aprecia mayor acentuación de este fenómeno que originó toda una confluctuación de razas, religiones y cosmovisiones que unido al vertiginoso proceso de institucionalización, crean también un preocupante foco de problemas, derivados del cambio social y el conflicto cultural.

Esta teoría considera la tendencia a la distribución de la criminalidad en función de las áreas o zonas que existen en una Ciudad71. Teniendo presente la búsqueda de localizaciones espaciales de los actores del conflicto y la desorganización social.

La tradición de esta Escuela de Chicago proviene en realidad del espíritu pragmático en el que buena parte de la cultura norteamericana tiene sus bases.72 Las ciudades pueden dividirse en zonas concéntricas y que la criminalidad intraurbana se reduce sistemáticamente mientras mas se aleja la zona del centro de la ciudad.

Sutherland indica que la tasa de la delincuencia es más una función de las presiones sociales en el área que los rasgos biológicos o psíquicos de las personas que allí residen.

Así también, David J. Bordua, al análisis del desarrollo urbano como al estudio de las motivaciones particulares, señala cinco perspectivas:

  1. La dimensión ecológica.- Implica relacionar variaciones espaciales de la delincuencia con desarrollo funcional de la ciudad, los focos de delincuencia surgen como resultado de procesos urbanos de ubicación, en los centros de negocios y centros industriales.

  1. Dimensión demográfica.- Percibe en las zonas de transición o intersticiales baja densidad poblacional, heterogeneidad o ingresos bajos.

  1. La perspectiva de la desorganización social.- Las poblaciones intersticiales son heterogéneas, inestables y de alta movilidad horizontal, con la falta de cohesión comunitaria, de valores culturales, en si una comunidad nominal que mal puede ejercer un control social aceptable, ante tal desorganización la delincuencia responde con una organización.

  1. La organización del delincuente.- Considerado como un fenómeno de grupo, con un sistema cultural o un código de normas diferenciado y integrado que va a ser transmitido de generación en generación por medio de contactos personales entre los muchachos mayores y menores73.

  1. La perspectiva de las características individuales.- Al asimilar el sistema cultural de las características de un delincuente, al compartir emociones, aventuras, reconocimientos se convierte en un delincuente.

La mayor representación de la Escuela de Chicago esta a cargo de sus precursores (Quetelet, Guery) y de sus pioneros como Park, Burguess y Mckenzie74. Siendo el principal aporte de estos últimos, que el crecimiento de las ciudades industriales responde a la fuerza expansiva de su zona de negocios y riqueza que invade los barrios residenciales de acuerdo a un modelo radial de desarrollo en forma de círculos concéntricos.

Otro de los aportes más importantes de la Escuela de Chicago es C.R. Shaw, quien en el año de 1929, y partiendo del convencimiento de que el delincuente es un individuo esencialmente normal como los demás, logra plantear los siguientes aportes75:

  • Los delincuentes no difieren en términos significativos del resto de la población.
  • En las áreas criminales las tradiciones convencionales y demás mecanismos que permiten el control sobre el comportamiento del niño se hallan muy desintegradas.
  • Los barrios ofrecen numerosas oportunidades e incentivos para la actividad delincuencial. Aquella se inicia en el niño como un juego callejero más.
  • El comportamiento delictivo se aprende y trasmite. Los mecanismos oficiales de control social son incapaces de frenar este proceso.
  • La genuinas carreras criminales se consolidan cuando el individuo se identifica con su mundo delictivo e interioriza los valores del grupo criminal de su entorno.
  • La tasa de delincuencia más elevadas son en las zonas de transición, debido a que la movilidad social juega papel importante, ya que no se puede propender a un control social estable o seguro.

3.4 EL CONFLICTO DE CULTURAS

El conflicto es uno de los principales y más importantes procesos sociales que depende la marcha continua de la sociedad. Existe un conflicto entre la conducta del individuo y la norma, y este se presenta porque el individuo no ha logrado un suficiente proceso de aculturización, es decir la absorción de ideas, que como elementos culturales llegan a integrar la personalidad del sujeto. Así también, se entiende como cultura al modo o estilo colectivo de vida plena de significados: valores sociales, intereses y normas.

Y el representante de esta teoría breve es el autor Thorsten Sellin, quien refiere “el conflicto de culturas como generador de conductas anormales distanciadas de la norma, tomando el término de cultura como un conflicto de culturas o códigos culturales en una acepción antropológica y sociológica indicando que se vincula a un sistema de símbolos o significados incorporados en las costumbres, creencias, artefactos y relaciones con los demás y con las instituciones sociales y que se traduce, obviamente en juicios sociales sobre lo que puede, debe y no debe hacerse”.76
Por el contrario, Manuel López Rey a la concepción de Cultura dada por Sellin la considera como un peligro por la imagen de una estructura sociopolítica determinada, de índole superior dada por la clase social dominante.

Sellin (1938) en su obra “Conflicto de culturas y delito”, enfoca diversos puntos de vista en el fundamento de su teoría:

  1. Como un subproducto de un proceso de crecimiento cultural, el conflicto se da como:
- Un subproducto del crecimiento de la civilización, considerando a
las sociedades primitivas, que son armónicas, solidarias con normas bien integradas y consistentes.
- Sociedad moderna industrial y mercantil con multitud de grupos, intereses competitivos, relaciones interpersonales pobremente definidos.

Entonces, si se da una serie de reglas en conflicto estas conllevarian a quebrantar las normas de algún grupo por parte de algún sujeto o del mismo grupo.

  1. Como resultado de la migración de normas de un complejo cultural a otro.
Las tasas de criminalidad entre hijos de extranjeros y entre hijos de naturales serían relativamente similares y que algunas diferencias o similitudes se debería a los conflictos culturales, sobre todo en el caso de los nacidos en el extranjero.

  1. Como un conflicto mental, siendo considerado de esa manera empleando la técnica de la historia vital por psicólogos y psiquiatras, como la lucha entre los instintos y reglas culturales que los reducen al inconsciente, de donde surgen bajo disfraces socialmente aceptables, como conductas anormales cuando los mecanismos inhibitorios fracasan o cuando aquellos trabajan convenientemente y por parte de sociólogos como colisión de normas de conducta antagónicas que se incorporaron a la personalidad.

  1. Como una colisión de códigos culturales, siendo estos de gran importancia:
  • Cuando estos códigos chocan en el límite de áreas culturales contiguas.
  • Cuando la ley de un grupo cultural pasa a cubrir el territorio de otro.
  • Cuando los miembros de un grupo cultural migran a otro.


Esta teoría plantea que el hombre nace en una cultura para recibir y adaptar conocimientos sobre sí mismo y sobre sus relaciones con los demás, incorpora formal o informalmente ideas que implican significados atribuidos a costumbres, creencias y relaciones con sus semejantes y con instituciones sociales.

Existe un conflicto de normas cuando las reglas de conducta más o menos divergentes gobiernan la específica situación vital en la que una persona puede encontrarse. Cada grupo tiene normas para determinadas circunstancias.

      1. Clasificación de personalidades desviadas:
  • Sujetos que no sienten la resistencia del grupo, para quienes la norma no es un elemento de personalidad por:
    • La incapacidad para recibir la norma por deficiencia o enfermedades mentales
    • La falta de posesión por el grupo que dio origen a los elementos de personalidad, de la norma del grupo que juzga la conducta.
    • Definición de la situación vital por el grupo que el sujeto es producto en forma diferente a la del grupo que juzga, lo normal o anormal de la conducta según la percepción.

  • Sujetos que no sienten resistencia del grupo, quienes violan accidentalmente una norma.
  • Sujetos que perciben una resistencia del grupo reducida, aqui se da un conflicto de conductas, el individuo asimiló una norma como elemento de su personalidad, pero que frente a ella existe otra que surgió de algún grupo que contribuyó a la estructura de la personalidad, definiendo una respuesta diversa a la misma situación vital.
  • Sujetos que perciben una total resistencia del grupo, el individuo posee una norma en relación a la situación vital concreta.

3.5 TEORÍAS DEL PROCESO SOCIAL.

3.5.1 TEORÍAS DEL APRENDIZAJE SOCIAL “SOCIAL LEARNING”


3.5.1.1 TEORÍA DE LA ASOCIACIÓN DIFERENCIAL
Esta corriente tiene sus orígenes desde finales del siglo diecinueve, en los postulados de Gabriel Tarde, sobre las leyes de la imitación77para luego ser revisados y aumentados en la teoría de la Asociación Diferencial en 1974 por Sutherland y Cressy, quienes conciben que el comportamiento criminal es siempre comportamiento aprendido.

Esta teoría parte de las clases de la conducta humana, buscándola no en el desarrollo cognitivo de patrones modelo del comportamiento durante la infancia, en determinados rasgos inconscientes, sino en el aprendizaje que la experiencia vital diaria le depara al individuo; entonces el delincuente aprende normas, valores, y conductas asociados a la actividad criminal; esto es que el aprendizaje social incluye no solo pautas delictivas, sino también las técnicas adecuadas para llevarlas a cabo y una gama de mecanismos psicológicos de auto defensa y aseguramiento.
3.5.1.2 La Teoría de la Asociación diferencial de Edwin Sutherland

La asociación diferencial “es el proceso causal de la conducta criminal sistemática. El comportamiento delincuencial se aprende mediante la asociación o sobreabundancia de asociaciones con pautas criminales. Se aprende sobre todo al interior de un grupo de relaciones personales y no por medios impersonales”.78

Sutherland parte de que la desorganización social es la causa de la delincuencia y que una mejor organización social disminuiría la criminalidad, pues él afirma que “la conducta criminal sistemática es consecuencia inmediata de la asociación diferencial dada en una determinada situación en la que existen conflictos culturales y en última instancia una desorganización social”.79

Así mismo indica que la conducta criminal se explica por un conflicto cultural partiendo de dos clases de culturas:

  • una que ejerce influencia sobre el individuo.

  • y la asociación del individuo más a una que a otra.

Resaltando una de estas culturas que fija los valores a comparación con la otra que es minoritaria con sus particulares valores pero que pueden estar en contradicción con la primera.

Este individuo se asocia a una u otra cultura por un proceso de aprendizaje al asimilar los valores culturales, por lo que la conducta criminal se asimila o aprende como cualquier otra forma de comportamiento, pues la educación no es más que un lento y constante aprendizaje de ideas, conceptos y sobre todo conductas.

Además de ello Sutherland pretende enlazar la corriente psicológica con la sociológica, al decir que su enfoque esta inmerso en la teoría sicológica conductista la que toma a la conducta como la manifestación de mecanismos adquiridos por la experiencia, de donde disgrega que su teoría sobre el aprendizaje de la conducta del delincuente afirma que está se produce por mecanismos psicológicos motivados por las estructuras socioeconómicas. Lo que se puede soslayar de la siguiente manera:

Orientaciones Multifactoriales
Elemento psicológico
Elemento psicosociológico
Teoría de la Asociación diferencial


+ + =

Esta teoría fue planteada en el año de 1939 en la obra “Principles of Criminology”. Esta responde en el nivel ideográfico a una organización diferencial de grupo, al señalar que en la sociedad existen diferentes grupos con diversos intereses y metas, y si de uno de estos grupos se dan elementos diferentes a los de la gran sociedad se da una differencial group association, de donde se da inicio al porque de la criminalidad como fenómeno de masa.

Edwin H. Sutherland sustenta el origen de su teoría en ocho postulados básicos, disgregados de esta manera en razón de una mejor comprensión de la real envergadura de la teoría del aprendizaje diferencial o contacto diferencial; así tenemos:

1.- La conducta criminal se aprende como también se aprende las conductas virtuosas. Es decir cualquier tipo de comportamiento es aprendido por idénticos mecanismos.

2.- Que la conducta criminal es aprendida en interacción con otras personas en proceso de comunicación, no se toma interés a los medios masivos.

3.- Este aprendizaje ocurre dentro de grupos personales (íntimos: la familia u otro similar), es decir con una cierta relación que los une. Así García Pablos de Molina, apunta que esta influencia criminógena sobre todos en los grupos de control primario depende del “grado de contacto interpersonal”80 que la persona aún no desviada presenta para con su familia.

4.- El aprendizaje del comportamiento criminal incluye el de las técnicas de comisión del delito. En consecuencia también se aprende el modus operandi o aquellas técnicas de ejecución del delito. En consecuencia la persona desviada aprende inclusive: el argot, la actitud matonesca, se aprende las triquiñuelas de las que se valen los otros miembros del grupo y se internalizan en esos moldes para después practicarlos.

5.- La conducta criminal adoptada se da en mérito a los motivos de impulsos que son aprendidos en base a las definiciones de las normas jurídicas favorables a su cumplimiento o a su violación, de las personas que rodean al individuo. La Asociación Diferencial esta en base a las situaciones favorables a la violación de la ley con valores antisociales por el grupo al que se ha adherido el individuo.

6.- Esta teoría del aprendizaje según Sutherland depende de procesos complejos de interacción y comunicación social los mismos que varían de acuerdo a su frecuencia, duración, prioridad e intensidad de los mismos.

7.- Este proceso es el mismo que asegura el aprendizaje del comportamiento delictivo y no delictivo, es decir ambas conductas conllevan el de todos los mecanismos inherentes a cualquier proceso de aprendizaje, es decir el método es el mismo, tanto para el aprendizaje de comportamientos desviados como no desviados.


8.- Si bien la conducta criminal es un conjunto de necesidades y valores generales, sin embargo no puede explicarse como concreción de los mismos, ya que también la conducta conforme al Derecho responde a idénticas necesidades y valores, en sí, lo que produce el comportamiento criminal es tan sólo el aprendizaje de normas y valores desviados a través de un contacto diferencial en el que prevalecen las definiciones favorables del crimen.

Para esta teoría la conducta criminal es el resultado del aprendizaje por la experiencia, tesis que para algunos autores sigue la hipótesis enunciada por Tarde sobre la transmisión social de los esquemas de conducta de persona a persona.

Se dice que un individuo puede llegar a delinquir cuando las conductas que lo han rodeado se orientan a la violación y al no cumplimiento de la ley, pues el comportamiento criminal se aprende, así como cualquier otra forma de conducta.

Sutherland en su teoría da solución al problema de la delincuencia en términos sociológicos, afirmando que es el fruto de excesos de asociación de modos de comportamientos delictivos, respecto de conductas normales no criminales.

Los que delinquen no solo son sujetos de estratos bajos sino también de clase alta, afirmación contraría a la teoría estructuralista y la de Chicago quienes aplican su intereses en el estudio de las clases bajas.


* Criticas y aportes a la Teoría del Aprendizaje social.
Algunas críticas de esta teoría fueron descritas por el discípulo de Sutherland, Donald R. Cressey, de los autores Vold, Clinard, Glaser y los Glueck, quienes al revisar los postulados de la teoría de la asociación diferencial, han analizado, criticado, modificado y hasta han aportado nuevas lucen para la mejor comprensión del comportamiento criminal.

a. Vold, Señaló que no todos los individuos en contacto con la criminalidad adoptan un modelo criminal, se llega a una explicación de las asociaciones que tienen los individuos, estando estas determinadas en un contexto general de la organización social, desarrollando las siguientes:

  • Que la teoría del aprendizaje no diferencia entre conducta criminal y no criminal, pues ambos tipos de conducta pueden ser aprendidos.
  • Que, algunos cometan delitos sin haber tenido antes contacto con otros delincuentes.
  • Que, esta teoría pone énfasis solo del como se transmite el delito, pero no como se origina éste.
  • Las agencias impersonales de comunicación como el cine y los periódicos desempeñan un papel relativamente poco importante en la génesis del comportamiento delictivo.

Al respecto Manuel López Rey afirma que esta teoría de la desorganización-organización y crimen, no pasa de ser un postulado excesivamente general con escaso fundamento tanto en lo sociopolítico y económico como en lo criminológico.81

Sin embargo quienes prestan una real contribución a los postulados de la teorioa del contacto diferencial, recae en los autores Cressy y Glaser, cada quien en su tiempo y espacio concreto:

b. Cressey, empieza por decir que la teoría de la Asociación diferencial de Sutherland, no explica porque una persona expuesta a la influencia de modelos criminales sucumbe a la misma, mientras otras personas en idénticas condiciones tienen la capacidad de superarlo; es decir que las pretensiones generalizadoras de la teoría Sutherliana constituye sin duda el talón de aquiles de la misma, porque no todo crimen es producto de un aprendizaje social normal.

c. Daniel Glaser, (1956-1960) en su teoría de identificación82; nos dice que la criminalidad se produce por “sutiles mecanismos de identificación con determinadas personas”, pues “una persona sigue el camino del crimen en la medida en que se identifica con personas reales o ficticias, desde cuya perspectiva su conducta criminal parece aceptable”.83 Identificación equivalente a elección de otra persona o grupos, desde cuya perspectiva observamos nuestra propia conducta y una vez elegido toma sus valores, actitudes y modelos. Asimismo Glaser incorpora la Teoría de los roles al esquema inicial de Sutherland. Teoría esta última que parte del concepto de Self, como forma de conciencia el individuo de los roles que desempeña desde la infancia hasta la edad adulta. Por lo que cabría la pregunta ¿cuál es el rol que el individuo toma en la sociedad y cual es su posibilidad de responsabilidad?.

d. Sykes y Matza, estos dos autores implantan por los años de 1964 las teorías de la neutralización, por la que estiman que la mayor parte de los delincuentes comparten valores convencionales de la sociedad de modo que lo que aprenden son ciertas técnicas de neutralización, tratando de auto justificar su conducta. El maestro Pablos de Molina, resalta que las técnica de neutralización serían fundamentalmente cinco84, a saber: la exclusión de la propia responsabilidad, la negación de la ilicitud y nocividad del comportamiento, descalificación de quienes han de perseguir y condenar a éste; apelación a la supuesta inexistencia de la víctima del mismo e invocación de instancias y móviles superiores; técnicas estás que se desarrollarán en apartado especial, debido a su gran relevancia, en el comportamiento de los delincuentes juveniles quienes, a temprana edad ya presentan estas.

e. La de Salomón Kobring en 1951, quien trata de explicar su teoría de la dicotomía de Valores, la cual no está separada de la realidad, según lo cual en estratos sociales de clases bajas, los valores de conformidad y los criminales existen conjuntamente, concluyendo de esta premisa que existe un sistema dual de valores en toda sociedad. Parte pues este autor de una reformulación a la teoría de Sutherland, ya que se debe propender a una dicotomía de valores, en lugar de la preponderancia, sólo de normas o valores criminales, “lo que significa que en tales zonas hay o existe interrelación entre delincuentes y quienes no lo son”85, teoría esta que explicaría en cierto sentido la critica a Sutherland por parte de Cressy, sobre el porque de ciertos comportamientos de algunos individuos en zonas delincuenciales no presentan conductas delictivas o desviadas.

f. Wolfgag y Franco Ferracuti, al tratar sobre la subcultura de la violencia, nos dicen que la asociación diferencial o bien otra reformulación psicológica de la misma, puntualizando en los términos del aprendizaje, podría servir para describir la intensidad del choque sociopsicológico, su duración, su repetición y frecuencias. “Así mientras más plena sea la identificación del individuo a esta subcultura, más intensamente habrá de adherirse a sus prescripciones de comportamiento y normas de conducta integrándola a la estructura de su propia personalidad”. 86


3.5.1.3 Teoría de la Identificación Diferencial de Glaser

Esta teoría es una reconceptualización de los estudios de Sutherland de quien considera que la asociación diferencial es la más sobresaliente teoría criminológica integrativa, pero que estudia a una imagen de criminalidad mecanicista que se produce por la interacción o los contactos sociales distinta al campo multifactorial más aún a la “identificación” que él propone, dándose esta con la elección de otra persona.

Siendo así, este autor inicia su estudio desde un enfoque psicológico y sociológico, indicando que las Teorías Criminológicas están divididas en:

a. Monísticas.- Aquellas que tan solo apelan a una sola imagen conductual, en mérito a esta denominación Glaser las clasifica de la siguiente manera:
  • Imagen espontánea, aquella basada en el libre albedrío “puro”, pues se da en la elección del bien y el mal.
  • Imagen de posesión, esta reside en la misma persona que determina su conducta.
  • Imagen de racionalidad, conducta que pasa de lo espontáneo a un cálculo racional.
  • Imagen de fuerzas externas, se incluye el extremo determinismo cultural.
  • Imagen de mecanismos internos, la variedad de personalidades en los delincuentes así como en los no criminales.
  • Imagen de rol, aquí las personas dirigen sus acciones en mérito a como conciben que otros los vean, siendo este un proceso de identificación.

b. Pluralísticas.- Estas se dan de dos a más imágenes distintas.

c. Integrativas.- Recurren a una sola imagen conductual relativamente completa.
Dando mayor realce a la teoría de roles la misma que da un enfoque particular al aspecto económico, a las frustraciones y a la participación en grupos, en si del desenvolvimiento personal de cada individuo con grupos con los cuales se identifican, pues son de referencia remotos o imaginarios, como en “las relaciones cálidas dentro de la familia que refuerzan las identificaciones con ella....”87, las mismas que compiten con los contactos de los delincuentes.

Asumiendo un aporte importante sobre la importancia de los medios de comunicación en la conducta del individuo, opinión contraria a la de Suthreland y Vold, quienes no le dieron un sustento positivo a este aspecto.

3.5.1.4 Teoría del Refuerzo Diferencial de Jeffery y del Condicionamiento Operante

Robert L. Burguess y Ronald Akers en su ensayo (1968) “Una Teoría de Asociación Diferencial-Refuerzo” amplian las fuentes del aprendizaje llamados refuerzos como elemento diferencial dado cuando la conducta es aprendida por un condicionamiento operante88, aquel aprendido por las consecuencias de la propia acción, que son el mecanismo como elemento impulsador de la conducta como el botín, las gratificación sexual, la desaparación del dolor físico o psíquico que representa el homicidio de un rival y otras conductas de similar actitud, son controladas por una serie de estímulos. Así también, consideramos a Clarence J. Jeffery, autores que se basan de un condicionamiento operante, este ultimo con su ensayo (1965)“Criminal Behavior and learning Theory” y en 1979 amplia su tesís al tratar de explicarla desde un punto de vista conductista, que la conducta criminal es aprendida, considerada como un proceso “biosocial”, es decir la interacción de factores físicos y ambientales, teniendo como causas las bases hereditarias, las experiencias personales y las condiciones biológicas y medioambientales, siendo un continuo proceso de interrelación con el medio, incorporando los factores biológicos y bioquímicos, pues según la sociobiología no existen dos personas idénticas.

Por lo que Jeffery da la siguente fórmula, al tratar de sintetizar sus fundamentos teóricos dentro de ella:
código genético x ambiente + código cerebral x ambiente =conducta.






El código genético y el cerebral son de naturaleza y estructura bioquímica que comprenden los genes de transmisión nerviosa al cerebro, el tipo de comportamiento (respuesta) que exhibe un organismo, depende de la naturaleza del medio (estímulo) y de como se transmite, siendo descifrado por el cerebro y el sistema nervioso, pues no heredamos el comportamiento como sí la estatura, pero si la capacidad de la interacción con el entorno. Siendo este un sistema de información que fluye del ambiente al organismo.
Criticando Jeffery la efectividad del castigo(más jueces, más policias, más cárceles).
3.5.1.5 Teoría de la Neutralización

Esta teoría nace como consecuencia de la revisión que realizaron Gresham M Sykes y David Matza en su obra “Techniques of neutralization: A Theory of delinquency” (1957), entendida como las técnicas de neutralización, aquellas formas de racionalización del comportamiento desviado que son aprendidas y usadas a la par con otros modelos de comportamiento no necesariamente desviado, es decir mediante el uso de valores alternativos, tanto la conducta habitual de las personas como las delincuenciales es producto del aprendizaje en un proceso de interacción social por medio de la experiencia, pues estos delincuentes comparten los valores establecidos por la sociedad, siendo contrario a otras teorías de la misma rama las cuales se basan en el aprendizaje de los valores, conductas o modelos, por lo que según Sykes y Matza lo que se aprende son técnicas de neutralización, en si una autojustificación a sus conductas al extremo de legitimarla.

Estiman que la delincuencia juvenil no trata de expresar los valores propios de una subcultura autónoma, supuestamente enfrentadas a las normas convencionales de las clases medias, a los valores homogéneos y uniforme de la sociedad oficial. Sino que ven en la misma un conflicto generacional que hace surgir a la superficie unos valores subterráneos de las propias clases medias, es decir, los valores propios de los jóvenes sobre todo de clases medias bajas y bajas, no están apartados de las normas o valores de la cultura dominante, más por el contrario el joven presenta ciertos tipos de comportamiento, como agresión, odio, destrucción etc. Que sin embargo estos coexisten con los de la sociedad global. Es por eso que “el mundo de los delincuentes no está netamente separada de la sociedad dominante son más bien inserta en ella”89. Entonces por el mismo hecho de que estos valores estén insertos en la cultura dominante o convencional, es que el joven, reconoce al menos en parte el orden social dominante en la medida en que advierte sentimientos de culpa o vergüenza cuando violan las normas de tal orden, e inclusive este sentimiento se acentúa cuando el joven es detenido. Empero, este joven a la vez no puede realizar nada en contra de este comportamiento desviado, por lo cual se autojustifica, creando racionalizaciones mentales para neutralizar las normas sociales interiorizadas y que entran en conflicto con su comportamiento social.

Así pues, estas técnica de neutralización son:

1. La exclusión o negación de la propia responsabilidad, aquí el delincuente considera sus actos como “accidentes” o como producto de alguna circunstancia externa que no pudo controlar, al ser impulsado a realizarlos.
El jóven delincuente se excusa de su responsabilidad, porque tan sólo ha sido objeto de las circunstancias que la propia sociedad le ha brindado, es decir ha sido arrastrado por las circunstancias, de tal modo que prepara la vía para la desviación del sistema normativo dominante sin la necesidad de un ataque frontal a las normas.

2. La negación de la ilicitud o daño y nocividad del comportamiento, el delincuente ve sus actos como ilegales o prohibidas pero no como dañosas o inmorales, acentuando su interés en redefinir sus comportamiento; así un acto vandálico es definido sólo como una simple perturbación, un robo como un simple préstamo, etc.

3. La descalificación o condenación de quienes lo han de perseguir y condenar, esta técnica afirma que la incorrección de un acto no se puede dar porque las personas que asumen las funciones de transmitir o reafirmar las normas sociales dominantes no las pueden ejecutar al ser considerados con calificativos en contra de su verdadera función. Pues su comportamiento desviado, no tiene porque ser condenado, o mal visto, ya que en la misma sociedad en la que coexiste, también hay otros comportamientos que inclusive son más desviados que las de él. Así por ejemplo, aquellos ciudadanos obedientes de las leyes son meros hipócritas, que la policía es corrupta, al igual que los maestros que no practican lo que enseñan y que los padres generalmente desahogan sus frustraciones en el maltrato que le propinan a los hijos.

4. La apelación a la supuesta inexistencia de la víctima, identifica a la víctima como desviado y es él quien asume las funciones de vengador, buscando justicia al margen de la Ley, es decir la persona que merece el efecto sufrido, la victima para el sujeto desviado, representa tan sólo alguien quien ha recibido un castigo justo, como por ejemplo hurtos a comerciantes deshonestos.

5. Invocación a instancia y móviles superiores o el llamado a más altas lealtades, se da cuando hay un conflicto de roles y el delincuente adopta otras normas que para él tienen mayor importancia, como las de su grupo de amigos al que pertenece, sin negar las normas sociales imperantes en las que vive. Entendiéndose por instancias superiores aquellas en la que el individuo desviado, a internalizado sus normas y en las cuales es aceptado como es él, en donde ese comportamiento desviado es normal, sacrificando aquellas expectativas y deberes que imperan en la sociedad matriz.

Así, al ser una Teoría que corrige a las subculturales también se integran a estas, en la medida que las técnicas de neutralización son un componente del comportamiento desviado. Tanto Sutherland como A. Cohen, hacen notar de que el elemento de justificación y la de racionalización del comportamiento desviado esta presente, es decir latente en el joven, entonces estas técnicas de neutralización constituyen en verdad una parte esencial de aquellas definiciones que son favorables a la violación de la ley, cuyo aprendizaje por medio de la diferenciación de los contactos sociales es objeto de la teoría de Sutherland. La diferencia está en el hecho de que Sykes y Matza consideran que precisamente mediante el aprendizaje de estas técnicas llega el menor a ser delincuente y no tanto por medio del aprendizaje de imperativos morales, valores u otros actitudes. Por lo mismo se hace de relevancia el hecho de que en toda subcultura, las técnicas de neutralización conceden al menor una capacidad enorme de atenuar sus escrúpulos y de procurar un apoyo contra sus remordimientos o sentimientos de culpa.

3.6 TEORÍAS SUBCULTURALES

Sobre estas teorías se han desarrollado varias tesis, que en realidad sólo sirvieron como marco referencial para posteriores investigaciones como la de A. Cohen y su teoría de las subculturas, desarrolladas especialmente para el estudio del fenómeno de la delincuencia juvenil, así como la investigación sobre zonas delincuenciales en la tesis de las subculturas de la violencia por Wolfgan y Ferracuti, en 1967. Así en entre los principales investigadores teóricos que anteceden a los nombrados encontramos a Thorsten Sellin , en su libro “Culture Conflict and Crimen” (1938) asimismo por parte del criminólogo Alemán Kaiser, además de Grunfld y Shoman.90

3.6.1 Conceptualización previa de Cultura.
Sobre el desarrollo subjetivo de la definición de subcultura debe expresarse que si bien existe variedad en sus definiciones, estas confluyen dentro de un mismo patrón: “comportamiento humano”.
E.B. Taylor en 1871, acentúa que cultura es una totalidad compleja, que abarca: conocimientos, creencias, artes, moralidad, leyes y costumbres, en suma hábitos adquiridos por el hombre como miembro de la sociedad.

En realidad el razonamiento de Taylor, se puede reducir que cultura es aquel conjunto de patrones generadas por una serie de ideas tradicionales y valores inherentes.

Asimismo, Selenik plasma la idea de cultura como conjunto de experiencias simbólicas compartidas, como todo aquello capaz de mantenerlo. Sin embargo estas opiniones de carácter vago se ven matizadas por una disgregación de conceptos. Y esto se comprende con la conceptualización sobre cultura de Lola Aniyar de C. definiendo a esta como:
“...conjunto de símbolos de significados, de creencias, de actitudes y de valores, que tienen como característica el hecho de ser compartidas , de ser trasmisibles y ser aprendidos.”91

Entonces, se dice que existe una disgregación y aplicación de conceptos, porque esta definición se origina con el estudio de las teorías criminológicas de los procesos de aprendizaje llegando a los procesos de criminalización y variedad que entre ambas existen.

Para nosotros. Cultura es aquella confluctuación de normas de carácter objetivo y subjetivo internalizadas por el individuo a través del aprendizaje en su interrelación e interacción con la realidad objetiva en que habita. En sí son las formas de vida de las que parte la persona al ensalzar su conducta.

3.6.2 Las Subculturas

3.6.2.1 Origen y delimitación del vocablo subcultura.
Como se dijo anteriormente el término subcultura al igual que la teoría en la que eclosiona, recién aparecen en la década de 1940, en un marco especializado de la Sociología Criminal para lograr una mejor explicación de la criminalidad de ciertas minorías, como la criminalidad de los jóvenes y adolescentes de clases bajas.
Origen que está estrechamente ligado al contexto histórico por la que atravesaba Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial, época en la que recién se propaga el término de subcultura; así Wolfgan y Ferracuti apuntan que fueron en las teorías de Alfred Mc. Glung Lee en 1945 y Milton Gordon en 194792. En la década del 40 una de las primeras definiciones de Subcultura de Miltón Gordon es: “la subdivisión de la cultura nacional que resulta de la combinación de factores o situaciones sociales tales como la clase social, la procedencia étnica, la residencia regional, rural o urbana de los miembros, la afiliación religiosa y todo ello formando, gracias a su combinación, una unidad funcional que repercute integralmente en el individuo miembro”,93en sí una cultura dentro de otra.

Entonces debe entenderse por subcultura aquella que guarda relación con la cultura dominante; es decir, una subcultura implica juicios de valor dentro de un sistema social de valores, la cual no es parte de un sistema más amplio y central, sino que se ha cristalizado aparte.94

Puntualizando diremos que dentro de las subculturas surgen valores compartidos que sus miembros aprenden, adoptan e inclusive exhiben y que difieren en cantidad y cualidad de la cultura dominante; diferenciándose las subculturas sólo parcialmente de la cultura generatriz; ya que aún sociedades que se diferencian mucho desde un punto de vista político, étnica o religiosa tienen de todas maneras algunas normas comunes. Por lo mismo hay normas de una subcultura que no solamente difieren de los de la cultura dominante y que pueden chocar u oponerse.

Hall Williams95 en cita de Antonio García – Pablos de Molina describe ciertas características que corresponderían a las subculturas; así tenemos:

      1. la subcultura es un grupo de rasgos diferenciales respecto a la sociedad oficial porque institucionaliza particulares formas de ver el mundo o cosmovisiones.
      2. Su código axiológico o sistema de valores cuenta con una cierta autonomía, si bien o llegan a independizarse por completo de la cultura dominante.
      3. La subcultura tiene también una organización interna que regula las relaciones de sus miembros. Estructuralmente se aprecia de la misma un grado de cohesión y un entramado de relaciones similar que puede existir en la sociedad convencional.

Igualmente partiendo del concepto o axioma principal de las teorías subculturales del sistema de valores de índole particular, al margen de la cultura general o nacional. En mérito a este concepto se dan varias apreciaciones del mismo:

  • Que no todas las sociedades tiene los mismos valores, creencias y normas.
  • Al hablar de una contracultura como lo toma Miltón Yinger, al ser una oposición a la cultura dominante y no tan solo una diferencia a ella como la subcultura.
  • Que el solo hecho de hablar de subcultura no es la proximidad geográfica entre los que la siguen.
  • Que al ingresar o conformar una subcultura lo hacen más por integrarse a un grupo humano que por seguir sus patrones normativos.
  • Si se ha formado una subcultura el comportamiento puede estar dado en base a las situaciones o en virtud de sus normas.


Habiéndo sentado las bases de lo que es o se define por el vocablo subcultura y como se ha dicho repetidas veces esta tuvo mayor uso en las áreas de la delincuencia juvenil y de adultos. Desarrollándose precisiones a la teorías subculturales por la más diversa cantidad y calidad de investigadores, de los cuales sólo abordaremos algunos, así tenemos:

  • Albert Cohen (1955)
  • Scott ( 1956-1957)
  • Sykes y Matza ( 1957)
  • Miller (1958)
  • Bloch y Niederhoffer (1958)
  • Kitsuse y Dietrich (1959)
  • Cloward y Ohlin (1960)
  • Wilkins (1960)
  • Mays (1963)
  • Bordua (1961)
  • Mizruchi (1964)
  • Neuman e Irurzum (1968)

Sin embargo, la subcultura de la delincuencia si bien surge tardiamente, en la década de los cuarenta, adquiere recién connotación con gran relevancia criminológica en la obra de “Delinquet Boys” de Albert Cohen.


        1. Las Subculturas de los Delincuentes Juveniles Por Albert Cohen

Este autor en su calidad de director de orientación del Indiana State Institute for Juvenile Delinquentes, se preocupa en averiguar porque se observan tasas de criminalidad desproporcionalmente elevadas, en las estadísticas oficiales entre los jóvenes de las clases bajas de los barrios pobres.

1. Para Albert cohen la subcultura es un “sistema de convicción y valores que se forman en la infancia en un proceso de interacción comunicativa..”96
Con Albert Cohen el alcance de las teorías de las subculturas criminales se amplía desde el plano de los fenómenos del aprendizaje al de la aplicación misma de los modelos de comportamiento; por lo mismo el concepto de subcultura criminal, no se funda sólo en un grupo atómico de teorías, sino que encuentra aplicación combinado con otros elementos dentro de un marco de teorías complejas.
2. Cohen a través del estudio de pandillas juveniles llega a sentar conclusiones de una subcultura antisocial juvenil la que se origina según las siguientes condiciones:

  1. Porque la socialización en el ambiente cultural de la clase obrera baja no proporciona los elementos necesarios para movilizarse hacia arriba en la escala social.
Planteamiento que está estrechamente ligado a la insatisfacción de hombre hacia los medios institucionalizados de creación de oportunidades, es decir proviene de la teoría mertoniana de la anomia.
  1. Que las pandillas juveniles se forman en base a los jóvenes de clase baja que se hallan frustrados por su falta de status.

La constitución de subculturas criminales representan la reacción de minorías desfavorecidas y su tentativa de orientarse dentro de la sociedad, no obstante las reducidas posibilidades legitimas de actuar de que disponen”97.

c) Al ver frustrada el joven sus necesidades por no poder alcanzar un status superior en el nivel de clases socioeconómicas, se inserta en el grupo social que lo acepta, formándose las subsiguientes subculturas, las cuales poseen un sistema de valores directamente enfrentados a los de aquella; es decir una subcultura no utilitarista, maliciosa y negativa, que “toma las normas de la sociedad convencional para darle vuelta”.98

3. Para Albert Cohen la subcultura criminal se caracteriza por varias situaciones (García-Pablos 1999):

  1. La subcultura es gratuita, maliciosa y destructiva.

  • Gratuita, ya que los hechos delictuosos cometidos por estos jóvenes no persiguen la obtención de un beneficio económico, sino tan sólo satisfacer una actividad a la que se le atribuye valor, audacia y prestigio.
  • Maliciosa, por cuanto esa satisfacción deriva precisamente por estar disconforme con la otra cultura.
  • Negativa o destructiva, porque en realidad estos actos resultan no sólo negativo para la sociedad sino con mayor importancia para el mismo joven.

  1. Una actitud valorativa ambivalente.

Ambivalente en el sentido de que el menor o joven dentro de la subcultura en que vive toma los valores y normas de la cultura dominante y éste los invierte; por lo mismo, dentro de las subcultura la conducta delictiva es justa porque es aceptada y hasta practicada por los restantes miembros. Produciéndose así un hedonismo ya que la satisfacción que persigue el joven es inmediata.

  1. Para Cohen la subcultura criminal es una subcultura de grupo y no una solución privada o individual; esto debido que ha Cohen no le interesa como el jóven entra en esta subcultura sino más bien como se forma esta subcultura.

4.- Valoración final.
Cohen al analizar la subcultura de las bandas juveniles las describe como un sistema de creencias y valores que extraen su propio origen de un proceso de interacción de jóvenes que dentro de la estructura social ocupa lugar similar.

Esto pues, se explica debido a la estratificación y el pluralismo de los grupos sociales, así como las reacciones típicas de grupos socialmente excluidos del acceso pleno a los medios legítimos para la consecución de fines institucionales dan lugar a un pluralismo de sub grupos culturales, algunos de ellos rígidamente cerrados ante el sistema institucional de los valores y las normas, caracterizado pues precisamente por esos valores, normas y modelos de comportamiento alternativo a aquel.

En relación a la frustración Baratta nos dice que: “estas subculturas representan la solución a problemas de adaptación para los cuales la cultura dominante no ofrece solución satisfactoria” agregando que, “ son las condiciones sociales, las estructuras y los mecanismos de comunicación y aprendizaje los que determinan la pertenencia de los individuos a sub grupos o subculturas”99

3.6.2.3 La Subcultura de la Pobreza


Según Walter B. Miller, en su obra “Cultura de clase baja por un medio generador de delincuencia en pandillas” y las reservas formuladas de
J.Miltón Yinger, norteamericano precisan una importante distinción entre:
  • Subcultura, considerada desde el punto de vista sociológico, como un grupo de personas que tiene un lenguaje peculiar, valores, religión, estilo de vida y otras características similares, siendo que su relativo aislamiento físico o social impide una completa asimilación por la sociedad.
  • Contracultura, desde el ámbito sociopsicológico, es el conflicto con los valores de la sociedad.

Concluyendo que, “la pobreza puede generar tanto subculturas como contraculturas y evitar una generalización ofensiva que haga concebir a todos los pobres como serios candidatos a la conducta desviada”100, ya que la contracultura depende de la primera para su propia expansión, más no así podra surgir si la subcultura no se encontrase presente.

3.6.2.3.1 La Contracultura de los Delincuentes Habituales

Se destacan varios elementos:


Un sistema de estratificación, aquel que se le da diversos niveles de prestigio a la actividad criminal, con especialización y modalidades para su realización, siendo verificado este aspecto al denominar la conducta ilícita de distintos modos que el formal, pues a una persona que roba se le puede denominar de diversas maneras.

Un conjunto de valores peculiares de esta contracultura:


    • Un orgullo profesional, el delincuente se siente orgulloso respecto a su conducta ilícita.
    • Los delincuentes tienden hacia una eficiencia profesional, de no robar a cualquier persona, sino a la que tenga dinero u otras cosas de valor.

    • La lealtad que se da entre los mismos delincuentes, al no ser delatados por ellos mismos a sus demás compañeros
de la misma actividad ilícita.

    • La solidaridad que debe existir entre el delincuente y sus compañeros de fechorías.
Y si no se cumpliera con estos “valores” se hacia merecedor a una penalidad severa (la eliminación entre los mismos delincuentes por el denominado ajuste de cuentas)

  • Un conjunto de creencias, también peculiares
    • La idea del fracaso, y de no reinvindicarlo
    • La superstición

  • Un cierto estilo de vida
    • Vivir el momento
    • Vivir con intensidad

  • Por el lenguaje típico se da a conocer:
    • La identificación del sujeto como integrante de la contracultura.
    • Una valoración positiva de los demás.

3.6.2.4 Teoria de la Oportunidad Diferencial.


Es en 1959101 en que Cloward expone la Teoría mertoniana de la anomia y las de Sutherland y de Cohen sobre las subculturas criminales, proponiendo una síntesis de ellas, la misma que obtiene a partir del estudio del concepto de distribución social de las oportunidades de acceso a los medios legítimos ya utilizados por Merton al acceso de los medios ilegítimos.

Pero, es en el año de 1960 en la obra “Delinquency and Opportunity102 en la cual Cloward y Ohlin elaboran la teoría de oportunidad diferencial, afirmando que las subculturas desviadas de los jóvenes surgen cuando el acceso a los medios legítimos de lograr los éxitos sociales están obstruidos, tales como las oportunidades educativas y económicas. Elaborando la tesis que las subculturas criminales basadas en la diversidad estructural de las “chances” que tienen los individuos de servirse de medios legítimos para obtener sus fines o satisfacer sus necesidades. En consecuencia es este acceso a las chances que tiene el individuo de poder acceder a la satisfacción de sus necesidades por la vía o utilización de medios legítimos, la cual está directamente relacionado con los medios de estratificación social, la que da origen a creación de las subculturas criminales.

La obra de Richard A. Cloward y Lloyd Ohlin subyace de la formulación de la anomie por Mertón, con la teoría de la Transmisión Cultural y Asociación Diferencial de Edwin H. Sutherland, Clifford Shaw, Henry Mckay, Solomon Kobrin y otros de la Escuela de Chicago, agregando un nuevo concepto de “oportunidad diferencial”.

El maestro Antonio García-Pablos de Molina citando a Pitch, expresa el pensamiento de Cloward y Ohlin de manera más sensata, aseverando que concretamente “...el origen de la conducta desviada, depende no de variables como la edad o el sexo, sino del tipo de ambiente social que tienen lugar: de la efectiva organización social del slum103 y del mayor o menor número de oportunidades (legítimas o ilegítimas) que éste depare a sus miembros”.104

Entonces a diferencia de Cohen, estos autores plantean tres tipos de respuesta colectiva, como medios idóneos de las subculturas para la satisfacción de sus fines, las cuales proporcionan medios u oportunidades a sus miembros, presentándose entonces tres tipos de subcultura:

a.- La subcultura criminal, es una sociedad altamente delincuencial, que se vale del prestigio de los mismos que delinquen para el aumento de aquellos, estando motivadas las personas a obtener lo que quieren por medios ilegítimos; es decir este tipo de cultura se presenta en los slums integrados ya por una criminalidad adulta estratificada según la edad de los mismos, los cuales tienen estrecho vínculo, desarrollándose una organización convencional. Clima social, que el joven internaliza a través del aprendizaje, creándose un marco efectivo de oportunidades, en las que el joven aprende de los delincuentes adultos, las técnicas adecuadas para llevar a cabo con éxito sus actividades preparándose para toda una carrera delictiva, esto debido a que los “miembros de esta sociedad se encuentran motivados hacia el logro de ganancias materiales mediante procedimientos ilegítimos”105.

b.- La subcultura conflictiva, es aquella donde no se observan modelos legítimos como ilegítimos –porque no hay una organización criminal-, pero pese a ello se integran en pandillas caracterizadas por la violencia, la manipulación de la fuerza y la agresión. Es decir, este tipo de subcultura representa al slum desorganizado donde la movilidad social y geográfica es muy elevada y existe una alta tasa de precariedad en todos los componentes de la vida social. En consecuencia nos dice A. García-Pablos de Molina que “la criminalidad de estas áreas es marcadamente individualista poco remunerativa, sin cobertura”106. Siendo por la misma desorganización existente, que los jóvenes optan por una cultura de violencia y constantes agresiones, sobre todo con miembros de otras bandas, a efectos de adquirir un status o la representación de alguna banda juvenil, toda vez que el joven está siguiendo patrones sociales como las que ocurre en el primer tipo de subcultura, pero va moldeándose y creando su propia status, es lo que Clowar y Ohlin llama el “booper” como el individuo que esgrime armas para ganarse el respeto de sus demás pares.

c.-La subcultura de retraimiento, donde no se da incentivo a hechos ilícitos ni conflictivos presentándose el consumo de droga y un fracaso doble al no estar inmersos en acciones legítimas y/o ilegítimas. Existe otro grupo de jóvenes que no pueden manifestarse a través de la violencia, son más retraídos en sus comportamientos, y si bien pueden vivir o no dentro de una subcultura criminal estos no se superan ni por medios legítimos como tampoco ilegítimos, presentándose un doble fracaso; así pues el que participa de esta subcultura abstencionista, se refugia generalmente en la droga y el alcohol para permanecer insensible e indiferente a su mundo convencional del que se evade, siendo quienes componen esta subcultura menos que de los otros dos tipos.

3.6.2.5 La Subcultura de la Violencia


Por Marvin E. Wolfgang sociólogo norteamericano discípulo de Sellin y Franco Ferracutti, médico y psicólogo, en su obra “La Subcultura de la violencia”, indica que la cultura dominante margina los valores que forman la subcultura, dando lugar a conflictos, aquella cuando esta impregnada en el núcleo de valores que marcan el estilo de vida en los procesos de socialización y las relaciones interpersonales de los individuos que viven bajo las mismas condiciones.

Esta teoría viene a ser una combinación, una mixtura o una fusión de las teorías anteriormente analizadas, sobre todo las del Aprendizaje y la de subcultura de Cohen, tomando como referencia las teorías psicoanalíticas, así por ejemplo en el planteamiento de su tesis –Subcultura de la Violencia- no deparan en aceptar que “uno de los acercamientos teóricos más solicitados para dar una explicación de la violencia es el propuesto por la Escuela Psicoanalítica”107. Es decir acepta los postulados del Psicoanálisis, sobre las etapas del desarrollo de la personalidad, el carácter del menor y las repercusiones del inconsciente en la transición de joven a adulto; teoría ésta que se matiza con conocimientos netamente sociológicos, determinando también que es el ambiente social exterior de donde debe buscarse la llave causal de la agresividad. Esto desde la evolución del pensamiento criminológico de la Escuela de Chicago y sus investigaciones sociales empíricas. Llegando así a la aplicación de la teoría de las subculturas sobre la frustración, la cual sabemos es luz de la anomia, ambas complementadas con las teorías del aprendizaje social. Teoría Mixta realizada por el sólo motivo de dar cuenta de la diversidad de reacciones que experimenta el individuo.
Lo dicho se verifica en una cita en “La subcultura de la Violencia” al referirse sobre el proceso transmisor de los valores subculturales:

“...la diversidad de las diferencias individuales en la fuerza de adhesión de dicho valores y el hecho de que no todos individuos que guardan vecindad ecológica y comparten las mismas motivaciones y valores de cultura ambiental. El proceso de aprendizaje social, a través de variados mecanismos que van desde el contacto repetido hasta otras formas más sutiles de imitación e identificación, supone la adquisición de sistemas culturales de la niñez temprana y su integración dentro del complejo sistema de rasgos-valores-motivos de la personalidad el cual constituye la individualidad global del adulto”108.

La explicación a la subcultura de la violencia viene desde un problema epistemológico. Debiendo ser entendida desde el campo mismo de la metodología seguida en el trabajo de investigación, además de tener gran hincapié en la población encogida y la muestra seleccionada, pues se asegura que la existencia de la subculura de la violencia queda demostrada al examinar individuos y grupos sociales, cuyas vidas registran las tasas más elevadas de violencia externalizada. Comprendiéndose que los estudios criminológicos nunca llegan a ser exactos, y esto debido a la fuerza de la ciencia social, dada toda esa complejidad de comportamientos de nuestra sociedad actual, que ya a estas alturas del camino no asombran ni al mozalbete, pues las desviaciones al comportamiento se van tornando consuetudinarias a fuerza de la misma masa en movimiento y el cambio social intangible.

Las proposiciones a las que arriban Wolfang y Ferracuti son109:

1.- Ninguna subcultura puede divergir totalmente de la cultura de la que forma parte, ni tampoco contraponerse en conflicto.

2.- Para dejar establecida la existencia de un subcultura de la violencia, no es preciso que los actores partícipes de estos valores fundamentales exterioricen manifestaciones de la violencia en todas circunstancias.

3.- La violencia como recurso potencial o la destreza para recurrir a ella en diversas situaciones, indica el grado de difusión y penetración de esta corriente cultural.

4.- La afinidad subcultural con la violencia es compartible por todos los miembros de una subsociedad sin importar edades, pero dicha afinidad se resalta más notablemente en los postreros años de la adolescencia y hasta la edad mediana.

5.- La contranorma la abstención de la violencia.

6.- El desarrollo de actitudes favorables hacia la violencia y el hábito de las mismas, dentro de las subculturas implican por lo regular un aprendizaje del comportamiento y un proceso diferencial de aprendizaje, de asociación o de identificación.

7.- Dentro de una subcultura, el recurso de la violencia no se considera necesariamente ilícito y quienes la emplean por ende no tienen que confrontar sentimientos de culpa por razones de sus agresiones.


3.6.2.6 Las Subculturas Criminales como Teorias de Mediano Alcance
El maestro criminologo y jurista Alessandro Baratta, en su obra “Criminología Crítica y Crítica del Derecho penal”, al analizar las teorías subculturales nos dice que estas son teorías de “mediano alcance” fundamentando su raciocinio en que “las teorías de las subculturas detienen su análisis en el nivel sociopsicológico de los aprendizajes específicos y de las reacciones de grupo, y llega sólo a indicar, de modo por demás vago, la superficie fenoménica de los procesos de distribución como momentos económicos correlativo de los mecanismos de socialización que ella pone en evidencia...estas son de esa manera postuladas acríticamente como marco estructural dentro del cual se inserta y funciona una teoría criminológica de mediano alcance, es decir una teoría que parte del análisis de determinados sectores de la fenomenología social, para permanecer en el propio contexto explicativo, dentro de los límites del sector examinado”110.

Lo aseverado por Alessandro Baratta, no deja de ser cierto, toda vez que esta corriente subcultural, es producto de determinado momento histórico Norteamericano, en la que predominaban las bandas juveniles como factor de zozobra y preocupación en una sociedad ligada por migraciones constantes, formándose pequeñas sociedades con otros y sistemas de valores asentadas en ciudades satelites, en las cuales como se sabe, puebla la sociedad de condiciones económicas más bajas (sociedad obrera), realizándose esta corriente especialmente para el estudio fenomenológico de la delincuencia juvenil, no siendo de asombro no encontrar explicación a ciertas conductas delictivas manifestadas en una sociedad en desarrollo por parte de las teorías subculturales de la criminalidad.

3.7 TEORIAS DEL CONTROL SOCIAL
Entre los autores que estan inmersos en esta teoría en la década del 50 y el 80 tenemos a D.S. Elliot, R.Hirschi, J.F. Sheley y Adler-Mueller, considerando que el control social vendría a ser la adecuación a las normas por el temor al castigo, pues “si todo invididuo cuenta con el potencial necesario para violar las leyes y la sociedad le ofrece numerosas oportunidades para hacerlo ¿por qué,..muchos de ellos las obedecen”,111 ahondando este problema en los factores “pro delito” o de las motivaciones para la realización de una conducta ilícita, otros en contraposición a está estudian ¿el porque no delinquimos?, y por último unos indican que la comisión de un delito esta en base a una “situación concreta” y no general.
Dando una relación de factores que limitarian al delito:

a.- Una identificación con los valores convencionales de la sociedad.
b.- Una autoestima y autoimagen que superen expectativas propias.
c.- La aprobación de las conductas que realizamos por las personas significativas que nosotros respetemos.
d.- El temor al descubrimiento de un delito y por tal ser rechazado por la comunidad que nos rodea.
e.- La contención interior y exterior de las influencias hacia el delito.
f.- La amenaza al castigo.

Algunas de las teorías tratadas en el enfoque de Control Social estan dadas desde dos perspectivas:

  1. Macrosociológica, estudia las influencias en el sujeto del sistema legal (policía, tribunales y centros de internamiento), de los grupos de poder y las directrices socioeconómicas de las autoridades gubernativas.

  1. Microsociológica, estudia los sistemas informales de control y los propios mecanismos reguladores internos.

3.7.1 Teoría del Arraigo Social o Vinculo Social

Teniendo como autor a Travis Hirschi destacado en la perspectiva microbioógica, por su obra “Causes of Delinquency”(1969), quien indica que toda persona es pasible de cometer un delito y tan solo el miedo de cometerlos rádica en el daño que pudiera ocasionar en sus relaciones interpersonales e institucionales como en su escuela y amigos, por lo que la causa de su conducta ilícita es debida a las relaciones quebrajadas que tiene con la sociedad.

Así, la vinculación del individuo a la sociedad depende de:
  • El apego a los padres – maestros y la consideración a las personas gratas para él.
  • El grado de identificación y compromiso con los valores convencionales, para internalizarlos forjando aspiraciones y expectativas aceptadas, como la educación, el trabajo y otras actividades de similar contenido.
  • La mayor o menor participación en actividades sociales de gran ayuda hacia su formación (la escuela, la familia lugares de esparcimiento educativos)
  • Las propias creencias del individuo en el sistema social de valores.

Estando estas interrelacionadas para adoptar una adecuada conducta lícita.

3.7.2 Teoría de la Contención

Planteada por Walter C. Reckless, en su obra “The crime problem”, indica que en la tendencia europea criminológica se admite la existencia de un conjunto de condiciones biopsíquicas que conducen a la admisión de una naturaleza constitucional con predisposición al delito, y que en los Estados Unidos por el contrario la orientación es social, siendo más factible modificar el medio social que las conductas constitucionales individuales.

Esta teoría de contención se apoya en la existencia de factores de carácter externo e interno que actúan sobre el individuo, a fin de no caer en conductas delictivas, siendo las siguientes:

a.- Los Factores Externos, que influyen para frenar la actividad criminal: la familia, el núcleo social al que pertenece o convive, las costumbres, el Estado como regulador de la sociedad a través de las leyes, reglamentos; y los mecanismo de presión criminógena dentro de este factor estan subclasificado en:

  • Presiones, que son las malas condiciones de vida, así como las oportunidades limitadas (la pobreza)
  • Tirones, son la malas compañías que pertenecen a las subcutluras criminales y la influencia negativa de los medios de comunicación
Entrando en apogeo estas subclasificaciones cuando existe descontento, intranquiliad y sentimiento de inferioridad.

b.- Los Factores Internos, lo forman:
  • la imagen favorable de sí mismo es decir un buen autoconcepto, que Göppinger la denomina “el concepto de si mismo” como “el componente diferencial de reacción, que explica porque algunos caen en la tentación y otros no, porque algunos tienden hacia conductas socialmente inaceptables, mientras que otros se alejan de ellas..”112 .
  • la facilidad de amoldarse a las normas sociales.
  • la adhesión a los valores de la comunidad, se alude a un autocontrol.
Y los mecanismo de presión criminógena dentro de este factor esta subclasificado en:
* el descontento individual e inestabilidad.
* la hostilidad
* la revelión
* conflicto psicológico, ansidedad.
Cuando los factores internos o externos no son suficientes para lograr que una persona contenga o refrene su conducta que vaya en contra de los valores aceptados por la sociedad, el hombre se convierte en un delincuente.

3.7.3 Teoría del Control Interior o Controles Personales y Sociales

Planteada por Albert J. Reiss en su tesis “Delincuencia como fracaso de controles personales y sociales” (1951), quien denota gran importancia en la influencia de los controles sociales frente a los pesonales así también de los grupos primarios (la familia), aquellos que son capaces de proveér roles sociales no delincuenciales, ampliando técnicas para la efectividad de las normas antidelito, pues el niño debe identificarse con parientes que representan los roles de conformidad con las normas sociales, considerando como no adecuadas las siguientes:

  • Las familias desintegradas.
  • La mala relación del padre con la madre.
  • Técnicas educativas inapropiadas, como la severidad y el descuido.
  • Un ambiente despersonalizado en instituciones tutelares.

Así, Reiss clasifica tres tipos de controles en la conducta del proceso del concepto de uno mismo en la formación del “yo”:

  1. Controles del yo y del super-yo (fuertes)
  2. Controles del yo relativamente débiles (personalidad inmadura o baja autoestima)
  3. Controles del Super-yo relativamente débiles (personalidad socialmente deteriorada o orientada a la delincuencia)

Este autor considera que “la delincuencia es el resultado de una relativa falta de normas y reglas internalizadas, de un desmoronamiento de controles elegidos con anterioridad y/o de un conflicto entre reglas y técnicas sociales”113, dada una conducta ilícita por los controles personales y sociales débiles, en sí por los fracasos de los grupos primarios.


3.8 TEORÍAS DEL ETIQUETAMIENTO “LABELLING APPROACH”
Las teorías hasta aquí esbozadas y anteriores a las que hoy nos ocupa, confluyen en poner enfasis en el estudio de los siguientes aspectos:

a)Pone el asento sobre las características particulares que distinguen la socialización y los defectos de socialización a las cuales están expuestos muchos de los individuos que llegan a ser delincuentes.

b)Esta exposición no reside tanto en la disponibilidad del individuo como en la diferenciación de los contactos sociales y en la participación en culturas.

c)Dependen a la vez en su influjo sobre la socialización del individuo, según el contenido especifico de los valores, de las normas de las técnicas que los caracteriza de los fenómenos de estratificación, desorganización y conflictividad ligados a la estrucura social.

d) Muestran también que al menos dentro de ciertos límites, la adhesión a valores, normas, definiciones y el uso de técnicas que motivan, y hacen posible el comportamiento criminal no son fenómenos diversos que de los encontrandos en casos de comportamiento conforme a la ley.

e) Por otro lado, la dirección que tiene el Labelling Approach “parte de considerar, que es imposible comprender la criminalidad sino se estudia la acción del Sistema Penal que la define y que reaccione contra ella comenzando por las normas abstractas hasta llegar a las instancias oficiales”. 114

Instancias oficiales que ejercen un semejante control a través de la llamada reacción social, que en suma consiste: la respuesta aprobatoria que el grupo o la audiencia social da al comportamiento humano que se aparta de las expectativas sociales.

3.8.1 Antecedentes y Origen Teórico

1. La teoria de la Reacción social o Labelling Approach tiene sus primeras manifestaciones en los años treinta, aunque viene a desarollarse con mayor fervor por la decada del setenta; implantándose una explicación interaccionista del hecho delictivo, partiendo de los conceptos sociales de la conducta desviada y reacción social, siendo esta corriente netamente norteamericana, sin tener o contar con el rango de una teoría etiologista (como las primeras), tratándose pues en puridad de una explicación científica de los procesos de criminalización.

Los antecedentes y principales postulados del Labelling approach se encuentran a partir del desarrollo de las teorías del etiquetamiento –desarrollado por Becker, Erikson y Kitsusi-, por las teorías de estigma de Goffman; por la teoría del esteriotipo de D. Chappman; así como, y de más relevancia por el pensamiento de organización y sofisticación del poder de la delincuencia desarrollado por Turk..
Así también, se sostiene que las primeras bases del Labelling approach se dió en 1938 con la obra de Frank Tannenbaum llamada “Crime and the Community, la misma que indica sobre la dramatización de lo malo en que incurre el Sistema Penal a la colocación de etiquetas que influyen en el concepto que el delincuente se forme de sí mismo, así como en el avance de su trayectoria criminal, por lo que Tannenbaum refiere que es preferible decir lo menos posible frente al delincuente en todas las etapas del proceso penal.

2. Los origenes a los que podemos remitirnos del labelling approach, se encuentra involucrada con la epistemología positivista la cual da nacimiento a la criminología del “Paso al Acto”, entendida esta como aquella definición que realiza el orden legal de los comportamientos, diferenciandolos entre conductas ilícitas por delincuentes y las lícitas por los no delincuentes.

Asimismo es gracias al construccionisno social, por el que se da paso a las escuelas interaccionistas, siendo esta nutrida con los planteamientos sociológicos de la conducta desviada, más el aporte de la psiquiatría. Es decir de una criminología del paso al acto a una criminología interaccionista.

Por otro lado entre la unión de la fenomenologia y la teoría crítica del Derecho penal se da nacimiento a la llamada criminología critica o Radical es decir a la Nueva Criminología.

Uniéndo todas estas ciencias y formulándose la pregunta ¿cómo se producen los mecanismos de creación de las normas penales sociales que dan origen a la conducta desviada? Es que entenderemos a la reacción social como teoría macrosociológica. Es decir, gracias a la fusión que se presenta, entre el construccionismo115, la fenomenología y la teoría crítica del Derecho Penal; en su estudio de las posiciones, interéses y valores de la sociedad en conflicto, tenemos como resultado a la criminología de la Reacción Social.

3.8.2 Planteamiento Teórico.

La Criminología Interaccionista o Teoría del Etiquetamiento.

Entre los representantes de esta teoría tenemos: Howard S. Becker, Lemert, Kitsuse, Shaw, Erikson, Gesfiel, siendo el más reconocido por sus planteamientos Becker, en especial en su obra “Outsiders. Studies in the Sociology of Deviance”, traducida al castellano en 1971 con el nombre de “Extraños. Sociología de la Desviación”.

Esta teoría parte del principal y básico postulado de: “La desviación es producida por la sociedad”.

Los grupos sociales producen la desviación al crear las reglas cuya infracción constituye la desviación”.116

Existe el planteamiento que las leyes cobran vida o sentido cuando estas son acatadas o cuando son infringidas. Así en el Labelling A. se plantea que si los delincuentes son catalogados como tales, es porque existe algún tipo penal en el cual su conducta se inserta; entonces, que pasaría si esta conducta no se subsume dentro del tipo penal esperado, quiere decir que no son delincuentes; por lo mismo ¿quién crea la etiqueta del delincuente?, son los medios institucionalizados del control social., los mismos que dan paso al establecimiento de un orden establecido, en el cual el comportamiento o conducta desvidada se produce cuando se infringen normas preestablecidas.

Sin embargo, el planteamiento interaccionista es limitado al quedarse en el plano de una criminología microsocial adquiriendo nuevos aportes a nivel macrosocial con la ednometodología y la crítica del derecho penal, es decir se va catalogando al comportamiento como desviado por la misma colectividad; conducta desviada, es la conducta que la gente cataloga como tal. “Inspirándose dentro de una dirección como la psicología social y la sociolingüística, en la que se condideraba que la realidad social estaba construido por infinidad de interacciones concretas entre individuos a quienes un proceso de tipificación confiere un significado”117, sin embargo esta expresión de Alejandro Solis Espinoza, no es sino, en su última parte, un agregado al planteamiento de Baratta, ya que esa interacción de individuos “continua extendiéndose por medio del lenguaje”118, lo que explica la dirección sociolingüística del interaccionismo simbólico.

Así la conducta desviada se debe a la crucial influencia del lenguaje y otros medios de comunicación simbólicos en las relaciones sociales.

*** Es a partir de Becker en los años de 1980 cuando se puede recién hablar ya de un enfoque del etiquetamiento.

Las principales conclusiones a las que arriba Becker son:

a.- Los desviados no conforman una categoría homogénea.
b.- No pueden darse como cierto, pues los procesos de señalamiento no son infalibles.
c.- No todo desviado es transgresor.
d.- Lo único común es que todos son catalogados como extraños.
e.- Existe una transacción entre grupos.
f.- Ambos grupos son extraños.

Asimismo la desviación depende:

- Del grado de reacción frente al desviado.
- El grado de reacción depende de quien ha cometido el hecho y los que se sienten lesionados.
- El punto de vista es variable.

El grado de veracidad de lo antes expuesto se vería menoscabado si en el siguiente ejemplo esto no se cumple. Así tenemos:

Año dos mil uno, Ciudad de Huancayo; calle principal, una pareja de varónes, en edad juvenil caminan comodamente por la calle agarrados de la mano y dándose besos de rato en rato.
Sin duda estos jóvenes optan por una actitud diferente del resto de la colectividad que no ha menudo o casi nunca se obsevan esas conductas, menos en público; pero derrepente sólo estan jugando y no son en realidad homosexuales; sin embargo, el homosexualismo no es un delito por tanto no son transgresores, pese a ello quienes vieron esta conducta se asombraron, entran en conmoción general, se crean un prejuicio y etiquetan a los jóvenes como tales, desviados- criminales.

* En realidad, la sociedad es quien etiqueta a sus miembros.


Sin embargo, el labelling Approach se preocupa más en los efectos del etiquetamiento que en la creación de la etiqueta, por lo cual se interesa en los aportes de la Interpsicología, estudiando los procesos de imposición de reglas.

Al respecto, Becker agrega que la imposición de reglas es una cuestión de poder político y económico (notándose que los razgos de las teorías conflictuales) y que la existencia de una regla determinada no garantiza que vaya a ser impuesta, toda vez, que la actitud de la propia audiencia social es la que determinará la imposición efectiva de tal. Consituyéndose recién con esta conclusión una real Criminología de la Reacción Social.

3.8.3 Procesos de Criminalizacion
Tal como se había dicho, la teoría del labelling Approach no se construye como una teoría meramente etiológica como en el pasado, sino más bien como una teoría científica sobre la explicación de los procesos de criminalización, dividiéndolos en tres estamentos: un proceso de criminalización de la conducta, un proceso de criminalización del individuo y un proceso de criminalización del desviado. Siendo este último el inicio y foco de atención de la escuela interaccionista, al querer descubrir el proceso psicológico social por el cual el desviado llega a ser delincuente.

Debe entenderse que para llegar a las conclusiones del labelling approach los procesos de criminalización se estudian desde la criminalización del desviado llegandóse a la criminalización de las conductas, las mismas que son desarrolladas por diversos autores, quienes plantean los principales aportes a la explicación de los procesos de criminalización del labelling.

3.8.3.1 El proceso de Criminalización del Desviado.

Según Payne (1973) “El etiquetamiento sería el proceso por el cual un rol desviado se crea, se mantiene a través de la imposición de etiquetas delictivas las cuales pueden ser positivas o negativas y estas pueden ser ciertas o falsas, pero que al final acarrean una desviación en el comportamiento”(Lola Aniyar, 1977)

La comprensión del proceso de criminalización del desviado se encuentran circunscritos dentro de los mismos atributos de las etiquetas, a saber:

a) Las etiquetas son el principal elemento de indentificación, por lo mismo su imposición convierte al individuo por un lado sumamente visible, pues ya es diferente a los demás; y por otro lado, en ser invisible, ya que la verdadera identidad del supuesto desviado se pierde, toda vez que al etiquetarlo como desviado, sus demás características se obscurecen y se esconden.

b) Las etiquetas crean autoetiquetas, las personas se perciben a si mismas como las ven los demas. Es decir es la autopercepción de acuerdo a la percepción de otros.

En realidad este atributo es lo que suele llamarse la Sympathetic introspection la cual permite captar el sentido que para el delincuente tienen las definiciones de sí mismo.

Así afirma Antonio García-Pablos de Molina, al referirse sobre la INSTROSPECCION SIMPATETICA “Que ciertas conductas desviadas (desviación expresiva), determinadas estrategias del delincuente (técnicas de neutralización) e incluso el tránsito de la desviación primaria a la secundaria puden explicarse a través de la imagen que tiene el delincuente de sí mismo. Bien como intento de proclamar una determinada imagen, bien como esfuerzo significativo por conservar a ultranza la imagen convencional a pesar del carácter delictivo de su comportamiento, bien como mecanismo de autodefensa frente a la reacción social”119.

c) Las etiquetas crean expectativas, una vez etiquetada la conducta e etiquetado el individuo como desviado, se crean expectativas en la sociedad para con ese individuo, del cual se espera determinado comportamiento.

d) La etiqueta puede perpetuar el comportamiento, el padre y teólogo Huberrs Lansiers, en su libro “Los dientes del Dragon” públicado en el año de 1995 en nuestro país, apunta con acierto que al procesado por tanto decirle que ya es un criminal y tratarlo como tal, este termina por volverse en verdad un criminal. Así cuando el desviado es etiquetado como tal este asume dicho estigma, lo internaliza y se unde en él e inclusive no pude o no quiere poner fin a su trayectoria criminal.

e) Las etiquetas producen desviación secundaria, entendiéndose por Desviación Secundaria según Lemert “como aquella que tiene su origen en una redefinición que hace el sujeto de su propia imagen, asumiendo la etiqueta de criminal e identificándose con ella”.120 Consituyendose como un sutíl mecanismo de autodefensa a la reacción social; pero lo que el desviado reorganiza es su imagen en función a tal desviación. Es por eso que Lola Aniyar citando a Erikson alega que “las formas desviadas de conducta extraen muchas veces su elemento de las mismas agencias que han sido creadas para inhibirlas”121.

f) Las etiquetas se generalizan y se contagian, pues en efecto estas se contagian por la simple asociación de individuos, por su misma interacción, pero se generalizan etiquetando a todos los miembros de una subcultura, es por eso que se dice: las etiquetas llevan un exceso de equipaje.

g) Las etiquetas dirigen la actividad social, en los procesos de criminalización, el desviado va recorriendo un pasadizo, en la que se encuentra la propia audiencia social, quien dirige al individuo hacia una conducta enérgica y solitaria, por eso “tratar a una persona como si fuera desviada en general y sólo específicamente, entra una profesia que se cumple ella misma –profesia autorrealizable122- que puede empujarlo al ingreso en un grupo organizado de desviados”123.

h) Las etiquetas producen subculturas, las cuales se cumplen cuando ya se han desarrollado los atributos que trae consigo las etiquetas en los procesos de criminalización del desviado, que al ingresar a una subcultura, es cuando ya el desviado a mutado a un ser probablemente delincuente.

3.8.3.2 Proceso de Criminalización del Individuo
Lola Aniyar de Castro citando a Austin Turk, nos dice que “la criminalización no es algo que alguien quiere hacer sino más bien algo que sucede en el curso de la interacción entre varias partes (incluyendo a todos los que hacen las normas, los interpretes, los que la ejecutan, el infractor...”.124

A) El proceso de criminalización de los individuos se da gracias a esa interacción existente entre agrupaciones y diversidad de categorías de personas, lo cual es indudable que generen un conflicto entre quienes hacen cumplir las leyes y quienes cometen actos tipificados125 como ilegales.

Conflicto surgido: Grupo que hacen leyes / grupo que las infringe.

1. Las posibilidades de criminalización del individuo dependerá del grado de probabilidad que exista para la instauración del conflicto; así:

    1. El conflicto es más probable mientras más organizado estén los que realizan actos ilegales. Esto sobre todo a nivel de grandes mafias.

    1. Pero el factor que afecta la probabilidad, es la “sofisticación”; la cual versa en el sentido del conocimiento de los patrones de conducta de los demás; conocimiento que puede ser utilizado para manipularlos; a efectos de optar medidas de prevención, por ejemplo, si el término “manipularlos” lo transformamos en “evitar el crimen”.
El conflicto es más probable mientras más sofisticados son los sujetos. Aunque esta sofisticación es variable según las agencias de control social.

2. Lola Aniyar de Castro, divide varios subgrupos, desde el punto de vista anterior, así según la profesora venezolana, tendríamos:

  1. Organizados sin sofisticación (gangs)
  2. Desorganizados sin sofisticación (delincuentes inexpertos)
  3. Organizados sofisticados (sindicatos del crimen)
  4. Desorganizados sofisticados (estafadores y otros)

3. Siguiendo la linea conceptual de Turk, encontramos que para él: “ser criminal no es realizar actos delictivos, sino el producto de la interacción entre autoridades y sujetos, dependiendo de una serie de variables que determinarán la asignación definitiva del status126 de Criminal.


Siendo estas variables:

  1. Opera la prioridad y significado que las autoridades tengan.127
  2. Mayor significación que tenga la norma de la oposición provocará mayor probabilidad de sanción.
  3. Oportunidad de actuación de las autoridades (esto esta inserto en el numeral a)
  4. Mayor número de niveles de aplicación de la ley que esten de acuerdo sobre el carácter realizado.
  5. Las diferencias del poder entre las partes.
  6. Significativo es tener una posición realista, por parte de ambos bandos. Así:

f.1 Por parte de la oposición, se debe tener la posición realista para mejorar sus comportamientos desviados que:

  • Debe experimentarse un aumento en la visibilidad de su conducta.
  • Un aumento de efensividad.
  • Aumento del consenso entre los niveles del control social.
  • Aumento del poder del control social.

f.2 Por parte de las autoridades, una posición real a efectos de frenar el crimen, tiene que:

- Evitar un debilitamiento de bases del consenso.
- No se debe generalizar.
- No debe aumentar el tamaño y poder de la oposición.
- Tampoco debe realizar un aumento de tributos en el desviado, es decir generalizándolo.

Por lo mismo una posición realista facilita a la parte que la adopte”128.


3.8.3.3 Procesos de Criminalizacion de las Conductas
Este proceso se ve nutrido con la teoría del estereotipo desarrollado por Denis Chapman, entre sus principales postulados tenemos:

1.- Todo comportamento desviado se puede manifestar también en formas objetivamente identicas que son sin embargo aprobadas o recibidas sin indiferencia. Esto sobre todo a nivel de las subculturas de las cuales la teoría del labellin, aunque sus teoricos lo nieguen, extraen conclusiones valederas, sobre todo a nivel de menores, estos se sienten como en familia, con propios valores y conductas, subculturas del lumpem, donde matar a alguien con verduguillo es natural.
2.- Los comportamientos se dirigen hacía determinados objetivos, para alcanzarlos pueden escogerse conductas objetivamente idénticas, aunque unas sean aprobadas, otras desaprobadas lo cual dependerá del azar, del conocimiento, del aprendizaje, de la educación y de la oportunidad.

3.- No hay más diferencia entre criminales y no criminales que la conducta. Pues en esto rádica la etiqueta realizada por los medios de control formal, influencia principal de la criminología del paso al acto. Trayendo consigo los procesos de criminalización antes referidos, en orden de prelación inversa, de Turk a Payne.

4.- El comportamiento criminal es general. Y tiene mayor incidencia en las clases pobres.

5.- El delito es un comportamiento definido en el espacio y en el tiempo. Concepción netamente epistemológica, pues los fenómenos se generan en un determinado espacio y tiempo.

6.- Sirve para seleccionar de entre un número mayor de individuos a algunas personas con comportamientos idénticos, objetivos y simbólicamente individualizados. Siendo esta la funcionalidad del esteriotipo.

7.- El delito es un comportamiento funcional del sistema social, ya que justifica otros comportamientos. A algunos enaltese no ser ladrón o famélico.

8.- Se da una cierta impunidad para ciertos grupos, lo que se llama procesos sociales subterráneos. Aquí se encontrarían los que se enaltecen de no ser ladrón famélico, pero sin embargo, cometen actos delictivos llamados de cuello blanco, que muchos de ellos no son sancionados o reprimidos por la ley penal, quedando dentro del cifra negra.

9.- El sistema Judicial como institución tiene por objetivo crear los crímenes.


3.8.4 Definición de la Criminalidad
Uno de los problemas que se presenta en la teoría del Labelling Approach es la validez de la definición que se adopta sobre criminalidad, lo cual es importante en todo planteamiento teórico. Definición ésta que se plantea en tres planos diferentes:

1.- Es un problema metalingüístico, entre:

  1. Validez de las definiciones de criminalidad que se adopta entre las ciencias jurídicas y las ciencias sociales, de acuerdo a la competencia de estas, así se juega entre el crimen, criminalidad y criminal.
  2. Validez de definición de la criminalidad, la misma que se presenta por la adscripción de la cualidad de criminal a ciertos comportamientos y a ciertos sujetos en el plano del sentido común y por parte de las instancias oficiales del sistema penal.

2.- Es un problema Teoríco que concierne a la interpretación sociopolítica del fenómeno.

  1. Establecer que delitos deben ser perseguidos,
  2. Establecer qué personas deben ser perseguidas.

Ambos se explican porque es través de la legislación penal en que se ejerce el mayor poder de definición, por tanto los delitos persegibles y quienes deben ser perseguidos serán los individuos sometidos a este poder de definición.

3.- Es un problema fenomenológico, toda vez que se debe avizorar los efectos de la aplicación de una definición criminal a algún individuo.


3.8.5 Micro y Macroperspectiva del Labelling.

1.- El primer cometido del labelling es el análisis del impacto del etiquetamiento en la identidad del sujeto y sobre todo en su conducta presentada, es lo que se llama la microperspectiva del labelling, así bajo expresiones que hemos considerado en los primeros títulos de este capitulo, se presenta un serio estudio sobre las aplicaciones de los procesos de criminalización sobre todo del individuo, ya habiéndolo esteriotipado y etiquetado, mediante los proceso constantes de conflicto que surge entre los individuos, es decir, se basan en el marco de una perspectiva psicosocial; se estudia sucesos sociales guiados por los elementos de la interacción que reaccionan y se definen recíprocamente y que los teóricos del labelling examinan como es lógico, en el marco de los que primeramente explicamos, el interacionismo simbólico.

2.- El segundo ámbito por el contrario pertenece al plano social general, es decir una macroperspectiva labelling, encontrando en el interaccionismo y por ende en los esquemas conflictuales, un modelo explicativo especialmente propicio, observándose en este ámbito macro, dos procesos especiales: el de definición y de selección, presentándose en el proceso de selección la denominada criminalización primaria y en el proceso de selección, el comportamiento esperado por el control social, las que son proclíves a tesis radicales.

Este último punto de vista es el que más interesa para el desarrollo de una criminología de la reacción social129, toda vez que quienes plantean un modelo puramente de interacción simbólica, mediante el análisis el impacto del etiquetamiento en la identidad del desviado adopta un modelo “moderado” de la reacción social. Que sin embargo es muy útil, al poder escoger entre una y otra perspectiva, dependiendo de la investigación de campo a realizar, según sus objetivos planteados. Es decir se puede adoptar una óptica del mismo punto neurálgico en la creación o génesis de las normas legales y el proceso de aplicación de las mismas a la realidad social.
3.8.6 Tres niveles del Enfoque Labelling130
Partiendo de las perspectivas anteriormente explicadas, se tiene que el labelling approach se desplaza de una optica macro a una micropespectiva labelling, toda vez que para esta teoria conflictual el individuo deja de ser objeto de estudio prioritario, desplazándose pues al estudio de los procesos sociales de criminalización. Así K. Erickson (1962)131 “ la desviación no es una propiedad inherente a ciertas formas de comportamiento, sino una propiedad conferida a las mismas por la audiencia que directa o indirectamente las observa”. Pero reconocen también que “el proceso de rotulación o etiquetamiento se inicia en la esfera microsocial para llegar luego a la esfera macrosocial”132, esto porque se parte de una conceptualización de delito como definitorial más no ontológico.

Entonces decisivo no es investigar porque una persona comete determinado delito, sino:

  1. Porque ciertas conductas se definen como socialmente desviadas (criminalización primaria) estudiando concretamente el proceso de creación de las normas legales.
  2. Que concretos procesos sociales explican la selecta aplicación de tales normas.
  3. Etiquetando como delincuentes a las personas a quienes se les asigna el status de desviado (selección)
  4. Y como experimenta el indiviuo en su identidad, el nuevo status de desviado que la propia audiencia social le ha atribuido (desviación secundaria)

En definitiva nos dice García –Pablos, “En puridad no procede extraer del labelling approach diagnostico sobre la etiología del delito ya que sus teóricos se despreocupan de la desviación primaria, de sus factores y variables, comenzando el análisis del crimen en su fase terminal: en la de la reacción social.”133

Partiendo de este concepto, A. García-Pablos de Molina desarrolla tres niveles explicativos del labelling approach, cuyo orden lógico – advierte- ha sido invertido para su comprensión; así:

3.8.6.1 Impacto de la atribución del status criminal en la
identidad del desviado.

La atribución del status criminal a determinados individuos, tiene dos efectos concretos, siendo uno la estigmatización y por otro lado la alteración sustancial de su identidad.


1. Sobre el proceso de estigmatización.

La persona al ser asignada con determinado status de desviado por la propia sociedad, genera a que a este –individuo- se cree un estigma la cual le será imposible superarla, ya que una vez creada no podrá remediarla, presentándose una redefinición en su personalidad, preguntándose el individuo porque el resto de la gente le considera como especial y de quien esperan ya un determinado comportamiento, lo esteriotipa y por ende le hace caer denuevo en la comisión de algun acto desviado.

Consolidándose el proceso de estigmatización del individuo, mediante la redefinición de la personalidad, interpretándose el individuo de manera retrospectiva, basada pues en el esteriotipo que nos hablaba Turk, el cual es asumido por el sujeto mediante el proceso de instrospección simpatética; esteriotipo implantado por medios de control social, sean estos informales o formales, pero que a la larga conllevan a que el individuo caíga o sea más propenso a la criminalidad, porque así lo determina la misma interacción de los sujetos y sus relaciones, llegándose pues a aquella profesia de autocumplimiento.

Ya habiéndose presentado la estigmatización del individuo y consolidado ésta, entonces el proceso de interacción entra en otra fase de desarrollo, gracias a aquel sello que imprimen las instancias oficiales de control social, al crear las normas penales o aquellos llamados Cliches Sociales, sin tomar en cuenta muchas veces aquel impacto que tiene en el individuo y más aún en la sociedad, al criminalizar demasiadas conductas, sin el carácter de ultima ratio que debe tener el proceso penal; que sin embargo al implantarse los nuevos tipos penales en la normativa abstracta se está procediendo a completar aquel círculo vicioso. En la que están implicados todos los procesos de criminalización, desde el individuo a las conductas, según la corriente interacionista simbólica, para luego convertirse el labelling, en un planteamiento teórico macrosociológico, donde el individuo a perdido la confianza de ser estudiado y es el Estado quien ha pasado a primer plano, éste y todas sus Instituciones creadoras de criminalidad.

2.Sobre la alteración sustancial de la identidad del individuo

Este proceso se da cuando el individuo ya representa un concepto de sí mismo (self - identity), habiendo sido esteriotipado, asume ese status que se le ha sido asignado, se identifica como tal, entonces empieza a redefinirse o reestructurar su personalidad de acuerdo a ese nuevo modelo de status adquirido, a efectos de poder diferenciar entre aquellos que han sido estigmátizados en el devenir de la vida, y aquellos que ni siquiera son presentados como desviados, esto de acuerdo al nivel subcultural.

De esta manera surge, un status que tiende a eclipsar a cualquier otro y por lo general sin retorno; es decir el individuo al ser etiquetado como desviado, deja en el lado oscuro aquellas carácterísticas o virtudes que podría tener y que seguro los tiene, ya que nadie es completamente criminal, así como nadie es completamente bueno, la variabilidad dependera de factores como el punto de vista desde donde se realice el estudio; entonces una vez que se haya asumido el status mediante su internalización e instrospección simpatética, el desviado se ve en la necesidad de darse acogida con otros etiquetados, uniéndose así irremediablemente a niveles subculturales, no teniendo retorno muchas veces.

3.8.6.2 Proceso de atribución del status criminal

1. Este proceso llamado también de selección, corre a cargo directamente del Estado como órgano de control formal, más eficaz, represivo y dañino, pero necesario al mantenimiento del orden común. Así pues dado lo complicado que resulta identificar todos los modelos de comportamiento desviado, es imprescindible que la instancia respectiva, asigne o califique a ciertas conductas como delictivas mediante el mecanismo de creación de las leyes abstractas, para que al llegar al proceso de criminalización primaria, ésta se transforma en norma concreta. Así la ley configura tan solo un marco abstracto de decisión, en cuyo seno los agentes de control social formal llevan a cabo una función creadora, propiciado por el carácter definitorial de la criminalidad y la inaccesibilidad de la esfera interna de delito. Entonces el labelling se ocupa del estudio del proceso de cirminalización de conductas representado por parte de los agentes formales de control social, quedando el interaccionismo simbólico relegado a segundo plano.

Para Melossi en cita de García Pablos de Molina, la Teoría del Labelling rectamente entendida, es aquella que se ocupa de los comportamientos individuales, y la interacción entre quien asigna la etiqueta y en quien recae la etiqueta, pero también aquella que está nutrida por otros elementos socioestructurales variables, existiendo por lo cual las probabilidades de que determinado acto se pueda observar como normal o como desviado, adoptándose que el Estado es una variable dependiente; esto porque, los cirminólogos del labelling se han nutrido especialmente de la criminología y la sociología marxista.

2. Otro aspecto importante a tratar en el proceso de atribución del status criminal es el papel que tienen en este, los agentes de control social formal, como es el caso de la Policía, los Fiscales y Jueces, recayendo en ellos el papel importante de asignación de determinada etiqueta al joven desviado, lo cual dependerá de muchos aspectos con su propia estructura organizativa a nivel de sus instituciones, cual es el papel que estos medios de control se asignan a sí mismos, teniendo que ver inclusive la determinación de una política criminal adecuada, que vaya en unión constante con los factores ambientales que determinan la propensión a la criminalidad.

3.- Sin embargo es de imperativo categórico, aquella selectividad o discriminatoriedad que realizan los teóricos del labelling en sus procesos de atribución del status criminal, llegándose a generalizar a la criminalidad, especialmente a quienes ya viven en subculturas que pueden o no ser conductas desviadas, pero por solo el hecho de vivir o cohabitar con aquellos que sí manifiestan conductas desviadas, el labelling les atribuye determinado status, y como se sabe este etiquetamiento recae sobre todo en las sociedades de economía social baja, cerrándose de esta manera aquel círculo vicioso, por el cual, el estigmatizado, se ha convertido en un criminal o delincuente, asumiendo el rol que la sociedad le ha impuesto.

3.8.6.3 El proceso de Criminalización primaria.

Este proceso se adopta porque en una sociedad plural y diversificante como la actual, las variables verdaderas de todo proceso de definición deben localizarse en las relaciones de poder existente entre los diversos grupos, es decir este proceso tendrá la magnitud que se quiera adoptar según la “estructura de dominio y poder”134.

Es este punto donde el rol del Derecho Penal juega un papel importante, toda vez que al normativizarse las supuestas conductas criminales, estas se realizan siempre a favor de las clases sociales más privilegiadas o que tiene el mayor poder en su estructura, para afianzarse en él a través de la criminalización de las conductas que ellos creen o adoptan como desviadas.

Para la criminología el labelling con posición más radical, la conducta delictiva se presenta única y llanamente por que ésta se encuentra prohibida por las leyes, la cual define a determinado comportamiento como delictivo, y es por el intereses de determinados grupos de poder.

Presentándose pues, la criminalización primaria cuando toda la prohibición que se realice, consolida las relaciones de poder existente entre los diversos grupos sociales, ya que sólo, el que tiene más poder es capaz de definir a los demás como desviados.


3.8.7 Consideraciones Finales
Una vez planteado los diferentes pocesos sociales de criminalización como estudio enfático que realiza el labelling approach, diremos que:

a. La dirección del labelling parte de considerar que es imposible comprender la criminalidad sino se estudia la acción del sistema penal que la define y que reacciona contra ella comenzando por las normas abstractas hasta llegar a las instancias oficiales.
b. Ocupándose el labelling hasta ahora, de las reacciones de las instancias oficiales de control social, consideradas en su función constitutiva respecto de la criminalidad.

c. Se estudia el efecto estigmantizante de la acción de la policía , de los órganos de acusación pública y de los Jueces. Poniendo en claro el labelling el hecho de que el poder de criminalización y el ejercicio de este poder estan estrictamente ligados a la estratificación y a la estructura de la sociedad.

d. Los teóricos del labelling, ya no ponen el acento en los procesos etiológicos de la crimnalidad quedando este relegado por los procesos de criminalización, imponiéndose el paradigma del control social en el que se pone de relieve que las definiciones de la conducta desviada no pueden disociarse de la reacción social y que en todo caso la interacción social, los factores procesales o las comunicacionales y los procesos de criminalización desempeñan un papel importante.

e. El labelling approach a sabido llamar la atención sobre el impacto criminógeno de la propia reacción social, sugiriendo la conveniencia de trasladar el centro de las investigaciones, de los factores que propician la conducta desviada a los procesos psicosociales que consolidan y amplifican ésta.
3.9 TEORIAS CONFLICTUALES

Estas teorías nacen desde un punto de vista macrosocial considerando, que cualquier tipo de desviación del comportamiento hacia el orden social imperante y por ende la aparición de la criminalidad tiene explicación; y es que su aparición se debe a los conflictos existentes en cualquier sociedad, peor aún si esta presenta modelos económicos bastos. Existiendo la criminalidad gracias a las“contradicciones internas de cultura”135en esta propia sociedad, sobre todo en las de orden económico capitalista, en las que su interacción es de constante lucha de clases antagónicas, surgiendo indudablemente conflictos de poder entre estas, por su desequilibrado reparto entre ambas; trayendo en consecuencia la desviación como reacción a ese desigual e injusto reparto de poder y riqueza en la sociedad.

Existen posiciones diversas que abarca las teorias conflictuales, así tenemos:

1.- Las teorías del conflicto social, todo el crimen es producto de los conflictos históricos existentes en la sociedad.

2.- Teorías del conflicto de corte Marxista. Asentadas con los nombres de Criminología crítica o Criminología radical y Nueva Criminología.



3.9.1 Teoria del Conflicto Social
3.9.1.1 Generalidades
Esta teoría se enmarca históricamente en la sociedad Norteamericana en la decada de 1950, haciendo frente a las teorías consensuales y hasta utópicas, actitud que toma conociendo sus postulados, desde Durkheim y Comte, tomando como principal referencia la posición controvertida y macrosociológica de las teorías estructural funcionalista y del etiquetamiento, superando las teorías de mediano alcance, visorándose un comportamiento criminológico no comprometido. Así mediante el método de recolección de datos a través de encuestas se fue planteando postulados sobre la ubicuidad del crimen, resultando positivo saber que el crimen no es monopolio de las clases sociales bajas, sino una conducta presente en la totalidad de la sociedad.

Las Teorías del Conflicto, como se dijo hacen total frente a las teorías consensuales en razon de la parsimonia de ésta última, al tratar el problema de la criminalidad, muchas veces coludidos con el tipo de gobierno que impera y que criminaliza conductas; así pues existe la “controversia a la concepción tradicional de que la ley penal debe ser un instrumento de protección de la sociedad mediante la afirmación de que aquella, es más bien el resultado de los intereses y los deseos de unos pocos que logran imponer su voluntad sobre la mayoría...”136. Durkheim manifiesta en sus pensamientos de la teoría de la anomía una orientación netamente conservadora que tuvo implicancias en su teoría sociológica; así se le critica:

  • Que estaba fascinado por el estudio de la cohesión social, descuidándo el examen de los fenómenos del conflicto .
  • Descuidó al individuo y sus demandas porque se concentró en la sociedad y sus exigencias.
  • Asentuó la función cohesionante de la religión sin considerar sus rasgos decisivos.
  • No apreció debidamente el sentido de la innovación y del cambio social, porque estaba preocupado por el orden y el equilibrio.
  • Dejando de analizar el poder y la violencia en el cuerpo político, porque se interesaba demasiado por los factores que contribuían a la armonía.137

En realidad no solo se parte del supuesto apego de la Durkheim hacia el modelo de gobierno, que también como es lógico se preocupa por frenar y hasta extirpar de completo a la criminalidad, visión por demás utópica, sin embargo las teorías conflictuales hacen oposición con sus ideas a la concepción ontológica de la criminalidad y al rompimiento del principio de la igualdad, siendo de conocimiento y deseo la totalidad de la población, que no exista el crimen, lo que conlleva como es natural a la criminalización de conductas, toda vez que “los intereses protegidos por medio del derecho penal son intereses comunes a todos los ciudadanos“138, y es verdad que cualquiera desea que exista menos criminales en las calles; pero se debe dejar de lado la percepción de una criminalidad como cualidad ontológica de ciertos comportamientos o individuos (delito natural)

Las Teorías Conflictuales, después de dejar pasar esta concepción, rechazándola y superándola, se nutre de los postulados del labelling, sobre el carácter definitorial del delito, toda vez que la desviación no es algo que precede a las definiciones y las reacciones sociales, sino más bien es una realidad construida; partiendo de este punto de vista el delito no es pues una cualidad ontológica sino un status social que es atribuido a través de procesos de definición y mecanismos de reacción.

3.9.1.2 Ralf Dahrendorf y el modelo sociológico del conflicto(1957)

Nos dice este autor en su obra “Las clases sociales y su conflicto en la Sociedad Industrial“, que “el fenómeno del conflicto se origina en torno a la autoridad”139. Para comprender la realidad es menester proceder a una revolución copernicana en el pensamiento sociológico, esto es, entender el cambio y el conflicto, no ya como desviación de un sistema normal y equilibrado sino como características normales y universales de toda sociedad. Dahrendorf acentúa la idea que la sociedad y las organizaciones sociales existen y se mantienen no a merced de un conscenso o un acuerdo universal, sino a causa de la coacción y la presión de unas sobre otras en una constante lucha por la supervivencia140. Siendo el objeto del delito para este autor las relaciones políticas de dominación de unos sobre otros. Así el objeto en la sociedad capitalista, no son las relaciones materiales de la propiedad, de producción y de distribución, sino la relación política de dominio de algunos individuos sobre otros.

Cambio, conflicto y dominio son los tres elementos que concurren a formar el modelo sociológico del conflicto que se contrapone al del equilibrio o de la integración. “La relación del dominio crea el conflicto, el conflicto crea el cambio y en un sentido altamente formal, es siempre la base del dominio la que está en juego en el conflicto social”141; y este dominio se produce en la esfera política, siendo este el punto de partida para la aplicación del modelo sociológico.

Así, el cambio es de hecho el estado normal de toda sociedad, se produce continuamente y en todos sus niveles, entonces siempre hay individuos que no comparten el orden social y se encuentran en condiciones de tratar de sustituirla, pues en realidad se debe uno preguntar si el conflicto es normal o anormal en la sociedad, teniéndose que el conflicto es normal en toda sociedad, más debiéramos asombrarnos o cuestionar a la sociedad que no manifestase conflictos, porque entonces no habría evolución.

Ralf Dahrendorf y el modelo  sociológico del conflicto

  • Toda sociedad está sometida continuamente a un proceso de cambio.

  • Toda sociedad muestra disenso y conflicto por doquier. El conflicto social es omnipresente.

  • Todo elemento de una sociedad aporta su contribución a la desintegración y al cambio de aquella.

  • Toda sociedad se basa en la coerción de algunos de sus miembros sobre otros

3.9.1.3 Lewis A. Coser y su Teoría de la Función Positiva del Conflicto (1956)
En su obra “The Functions of Social Conflict”, este sociólogo plantea la función positiva del conflicto; así sí Darendorf plantea la normalidad del delito, Coser nos da su funcionalidad; para Dahrendorf el conflicto es sólo reducible al poder o dominio, mientras que para Coser no solo el poder es uno de los objetos del conflicto sino que este va unido a otros biene materiales.

Coser nos dice que “el conflicto es funcional, porque además de asegurar el cambio, también es funcional por la integración y conservación del grupo social, sin embargo no todo los conflictos tienen esta función positiva para la estructura social”.142

Para Lewis el conflicto es una lucha que versa sobre valores y sobre pretensiones a status sociales escasos, sobre el poder y sobre los recursos, una lucha en que los fines de las partes en conflicto son los de neutralizarse, lesionarse o eliminarse recíprocamente.

3.9.1.4 Criticas a las Teorías del Conflicto.
En suma, si bien independientemente de todo criterio intrínseco ambos autores han preferido dirigir su atención a los fenómenos que se explican con el modelo del conflicto, su análisis se insertan como se observa en una teoria general de la sociedad, a nivel superestructural, que por ende no puede generalizarse como teoría el conflicto, porque solamente ve y analiza el posible conflicto surgido, entre quienes detentan el poder y quienes no, obteniéndose de todas maneras mayor dominio por quien posee el primer atributo, pues que en realidad lo que hacen estas teorias es una integración de lo que es el principo de la armonía con el del conflicto.

Baratta nos dice, que estas teorías tienen un insuficiente nivel de abstracción, ya que “el defecto fundamental de estas teorías, está en la incapacidad de descender de la superficie empírica de los fenómenos a su
perspectiva sesgada, no se puede apreciar realmente la dimensión del problema.

Estas teorías conflictuales sin embargo, no han superado los límites del labelling, toda vez que la existencia eminentemente legal-político de la discriminación no puede prescindir de un examen de los comportamientos discriminados en su heterogeneidad y en su compleja relación con la estructura social global.

Sin embargo, las teorías conflictuales han preparado instrumentos útiles para el estudio de algunos sectores de la criminalidad, como es la criminalidad en esferas políticas poderosas.

3.9.2 CRIMINOLOGÍA CRITICA
Esta tiene como base el pensamiento de Marx y Engels así como de W. Bonger, G. Rusche y O. Kircheimer, estos últimos en su obra “Castigo y Estructura Social” (1938), así como en las obras de F. Sack y König “Nuevas Perspectivas en la Sociología Criminal” (1968), I. Taylor, P. Waltón y J. Young “La Nueva Criminología. Hacia una teoría social de la desviación” (1973), B. Krisberg “Crimen y Privilegio. Hacia una Nueva Criminología” (1975).

Autores de esta corriente en Europa (Sack, Massimo Pavarini y Alessandro Baratta), en los Estados Unidos (Krisberg, A. Platt, Herman y Julia Schwendinger, Richard Quinney, W. Chambliss), y entre los latinoamericanos Roberto Bergalli(Argentino), Enrique Castillo Barrantes(Costa Rica), Lola Aniyar de Castro y Rosa de Olmo(Venezuela)

Esta teoría es denominada Crítica, radical, marxista o Nueva Criminología, la que desarrolla un enfoque radical del etiquetaje, y rechaza en todo su contenido al aspecto etiológico por ser positivista, así como la tesis funcionalista,reemplazándolo por el del control social, que apela a un consenso colectivo tanto para la adecuada estructura social como para su progreso.

3.9.2.1 La Nueva Criminología por Ian Taylor, Paúl Waltón y Jock Young
Estos autores analizan las consideraciones del delito y control social en la obra de Marx, Engel y Bonger, pues expresan que los primeros subsumen los aspectos de la humanidad en razgos de economía política, y el último de ellos refiere a la constitución del derecho penal por las clases dominantes para la protección de sus propios intereses, más no al castigo que afecte la conveniencia de la clase dominante y dominada, siendo así como Taylor, Waltón y Young describieron la teoría de Marx, Engels y Bonger no inclinándose al contenido de aquellas sino a otras teorías del conflicto no marxistas, como:

    1. Ralf Dahrendorf “Class and Class Conflict in Industrial Society” (1959), autor que toma como base las asociaciones imperativamente coordinadas, aquellas denominadas como unidades básicas de la organización social en posiciones de dominación y sometimiento las mismas que acarrean un conflicto, que va mucho más alla de un conflicto de clases de la teoría marxista, siendo rechazada por ser expresiva de un funcionalismo del conflicto, al considerar este autor que contribuye al desarrollo mas justo de la sociedad.

    1. La de Austin Turk, en su obra “Criminality and Legal Order” (1969), quien indica que el problema del delito obliga a estudiar los status y roles de las autoridades y de los súbditos, debiendo aceptar creaciones e interpretaciones de norma en que no participan, así también rechazarón este sustento al no enfatizar su estudio en la persona del desviado, a quienes se resisten a las normas si desaparecieran las relaciones de autoridad y al ser inútil las desigualdades sociales hechas por éste autor.

    1. El Constructivismo Social de Richard Quinney, en su obra “The Social Reality of crime” (1970), este autor adopta una línea subjetivista, al considerar al mundo como producto de la interacción social subjetiva, y a delito como fruto de imágenes que de él se crean los segmentos que detentan el poder y que imponen sus peculiares concepciones y realidades a través de diferentes órganos de control social. La realidad Social del delito derivaría así de peculiares definiciones formuladas por unos e impuestas a los otros, junto a segmentos organizados de la población, y quienes cometieran crímenes integrarían segmentos sociales con peculiares códigos normativos, del mismo modo es rechazada por no ser creible la realidad social del delito a que hace mención este autor, pues trata de mantener un cambio permanente en el mundo externo y los mundos sociales subjetivos de sus actores.

Siendo así, Taylor, Paúl Waltón y Jock Young en su obra “La Nueva Criminología” (1973), describen que la criminología crítica esta en función a los siguientes aspectos:

  • Que el acto desviado debe darse en función a la situación económica y política, de la que se podría denominar economía política del delito.
  • La elección de una conducta desviada, como solución a los problemas de una sociedad contradictoria.
  • Que la nueva criminología debe ser una teoría normativa capaz de resolver los problemas sin distinción alguna.

La criminología crítica tras denunciar al Derecho Penal, a la criminología y al control social, formula proposiciones políticas y penales, describiendo cada uno de ellos:

a.- En lo político:
Tenemos a Richard Quinney con su obra “Control del Crimen en la Sociedad Capitalista: una filosofía crítica del orden legal, en Criminología Crítica”, quien sostiene que tan solo con el derrumbe de la sociedad capitalista y la creación de una nueva, pero con un rango socialista, recien habría una solución para el crimen.

b.- En lo penal:
Al autor Alessandro Baratta “Criminología Crítica y Política Penal Alternativa” (1978), quien critica al derecho penal por la desigualdad de la ley penal, aduciendo que “la criminalidad es un bien negativo distribuido desigualmente según la jerarquía de los intereses reflejada en el sistema económico y según las desigualdades sociales entre los seres”.

Según García Pablos los criminólogos críticos tienen como culpable de los males de la sociedad al sistema capitalista, sobrevalorando la economía, hechando de menos a las concepciones del mundo, olvidándose de una sociedad heterogénea.
CAPITULO IV

SOCIOCRIMINOGÉNESIS DE LA DELINCUENCIA JUVENIL

4.1 DELINCUENCIA JUVENIL-TERMINOLOGÍA.
Sin duda mucho se ha especulado y/o estudiado sobre el fenómeno criminal manifestado por niños y adolescentes; determinándose conceptualizaciones para poseer un determinado marco al momento de asignar un nombre o una definición al comportamiento que escapa de los cauces normales normativos de la sociedad. En la misma que el menor es simple receptáculo de todas aquellas asignaciones llenas de estigmas, que se puedan realizar al momento de explicar la conducta desviada.

Fue desde la década de 1950, cuando se empieza a tomar connotación las definiciones para la conducta desviada dada en algunos menores, inclusive esta impera como su propia forma de vida. Así mucho antes que se diera la importancia debida al fenómeno de la delincuencia juvenil se adoptaban definiciones que no contrastaban con la criminalidad adulta, es decir no se obtenía diferencia alguna entre crimen, criminal, delincuente, delincuencia y otros términos para asignar a las conductas irregulares.
Confusión esta última que versa desde los primeros tiempos, debido a diferentes circunstancias que hicieron olvidar que el niño o joven constituye el punto neurálgico que toda sociedad debe dar importancia, así por ejemplo Gonzáles del Solar en 1860, nos dice que los comportamientos desviados, surgen -o se acrecientan- desde “ aquella quiebra del orden moral cristiano...la reforma protestante, el racionalismo y el espíritu liberatorio que inspira a las revoluciones de nuestra era, sucedía con fuerza, los pilares que sostenía la convivencia occidental y afectó de modo gravitante la familia”.143

Este autor, encuentra en aquellas manifestaciones ocurridas por el siglo XIX, un factor gravitante, para el surgimiento de una cierta manifestación de crisis moral, es decir de delincuencia juvenil. Asimismo –reseña Gonzáles del solar- que en el año de 1815 se empezó a hablar de delincuencia juvenil “como motivo de la condena que impusiera el tribunal de Old Boley en Inglaterra, a cinco niños a quienes se les condena con pena de muerte”. 144 Correspondiendo esa pena a la realidad social en que vivía el país Anglosajón, respondiendo a su propia cultura y idiosincrasia, habiéndose juzgado a menores como si fuesen adultos.

El concepto de delincuencia juvenil, tomado en muchas ocasiones sólo en el estudio que realizan jurisconsultos en materia de menores, adoptando en el siglo pasado concepciones de diversos matices, cabe recordar a López Rey, quien realizaba un estudio pragmático sobre delincuencia juvenil hablándonos de su proceso de desarrollo: así en 1956, se tiene la concepción que la delincuencia es la conducta resultante del fracaso del individuo de adaptarse a las demandas de la sociedad donde vive. En el mismo año en la India, Ciudad de Bombay, la sociedad de Asistencia Infantil, define “que la delincuencia juvenil, denota cierta forma de conducta en una persona menor de una determinada edad, que no es conforme al tipo de conducta generalmente aceptada en una sociedad y tiempo dado”. Concepto este que se aparta considerablemente de lo opinado en 1954 en el Primer Seminario de Estados Árabes que concebían la no distinción entre jóvenes vagabundos y menores que necesitaban asistencia, otorgándole a ambos la calidad de delincuentes.
Concepción ésta, que se vio superada y enriquecida en el año de 1959 con la realización del Segundo Seminario, donde se implanta por primera vez la verdadera directriz a seguirse en años posteriores, asentándose que la desadaptación y delincuencia no son términos intercambiables, por tanto los menores delincuentes constituyen un problema, muy aparte de los menores necesitados de asistencia o protección, lográndose incorporar que por delincuente juvenil debería entenderse al que comete un acto, que de ser cometido por un adulto sería estimado como delito.

Desembocándose después de este año la concepción como delincuencia juvenil a la criminalidad surgida por jóvenes, que incluye a menores; determinación esta que trajo consigo a personalizar el término delincuencia juvenil en delincuente juvenil.
Entendiéndose por la locución de delincuencia, como: operador genérico, comprensivo y más legal y adecuada para designar la calidad que tiene un acto voluntario de ser delictuoso, esto es, contrario al Derecho, que infringe, mereciendo por tanto una pena al que lo comete.145 Siendo muy parecida a esta definición la utilizada por los compiladores académicos de la Enciclopedia Omeba, la que resume como delincuencia a la conducta antisocial del hombre reprimido por la Ley Penal.

Los conceptos utilizados son correctos, siempre y cuando se hable de una criminalidad general, en razón que al ocuparse de temas de gran importancia sobre la criminalidad juvenil, no debe de ser tomada la delincuencia de manera general, sino de forma especifica, especial–sui generis- porque no se trata de delincuentes comunes o de mayores adultos reacios al cambio, sino de menores cuya personalidad aún no descubren y es por lo mismo que nos apartamos de la opinión de Gonzáles del Solar al expresar que prefiere transferir los eufemismos al ámbito pedagógico donde la protección de la misma podría interferir al tratamiento, considerando necesario volver a revisar los efectos del tratamiento negativo estigmatizante, que se adopta, para el menor que delinque y es que el término -a nuestra opinión, no debe ser delincuente.

Es el efecto estigmatizante en la utilización del término delincuente lo que en verdad preocupa, sobre todo tratándose de estudios criminológicos, en el que sin duda, la locución “delincuencia juvenil”, incluyen en ella todas las manifestaciones de disconformidad social advertible en el menor de edad, desde los hechos delictuosos más graves hasta las irreverencias en el trato con los demás, es decir desde un interaccionismo simbólico, manifestado en aquel trato al menor, tanto en la escuela, familia, como en cualquier ámbito social y como éste se llega a internalizar en esa realidad, asumiendo el papel que se le asignado, sin mediar solución intermedia, hasta ser definido como delincuente porque sus actos han transgredido Leyes penales tipificadas.

Si el término delincuente resulta estigmatizante y etiquetante para el adulto, quien asume este estigma y lo internaliza, del cual ya no habrá retorno; pues entonces, es más perjuidicial146 para el menor que aún no ha asimilado el verdadero quid de la vida, en virtud de ello en 1960 en la Ciudad de Londrés se estimó que el término delincuente y por ende delincuencia deberá utilizarse teniendo en cuenta ciertos límites que no agraven en demasía aquel factor disocializador que genera la imposición de ciertas terminologías, que por demás tienen meramente un carácter peyorativo; así en este Segundo Congreso de la Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y Tratamiento del Delincuente se llegó a las siguientes conclusiones:

1.- Que el significado de la frase, delincuencia de los menores, se limite lo más posible a las transgresiones del Derecho Penal.
2.- Que no se creen, ni siquiera con fines de protección, nuevas formas legales de delito que castiguen las pequeñas irregularidades o manifestaciones de inadaptación de menores, pero por las cuales no se procesaría a los adultos.147
De aquella confusión al delimitar la definición correcta para la criminalidad juvenil y sus ciegas visiones al confundirla con la criminalidad adulta, tal vez, por falta de atención, la misma que no acontece justamente por aquellas prerrogativas impartidas en 1960 en Londrés, sobre todo porque acarrea consigo una conceptualización de aquel comportamiento que quebranta una norma penal constituyéndose en delito (delictum), sustituyen –sin percibirlo- aquella violación por una trasgresión de normas. Encontrando así el adjetivo calificativo para el menor con conductas desviadas prohibidas por la Ley, que si hubiere sido cometido por un adulto seria delito, denominándole trasgresor.

Sin embargo, acaecemos en otra tipología que en este mundo actual y global, está prohibido por la misma colectividad que se ha desarrollado desde 1960, por lo mismo y en contribución a la no estigmatización del menor se preferirá seguir evitando tipologías, dejando a salvo que la locución delincuente juvenil se utiliza para fines que encierra pura labor académica.

4.3 CONDUCTA DESVIADA Y CONDUCTA DELICTIVA

La conducta desviada, de signo valorativo distinto de la conducta de conformidad, es intrínsecamente desvaliosa, y no un producto de la sanción. Así diversos doctrinarios consideran que los grupos sociales crean las conductas desviadas, estructurando las normas por cuya infracción ésta se constituye, aplicando las mismas normas a ciertas personas en particular y marcándolos como extraños. Desde este punto de vista, la desviación no es una cualidad del acto que la persona comete, sino más bien la consecuencia de la aplicación por otros, de normas y sanciones a un ofensor. Entonces, el desviado sería aquel a quien tal calificativo ha sido exitosamente aplicado y conducta desviada es aquella que la gente ha marcado de tal modo. Sin embargo, para la comprensión completa de la conducta desviada, es de imperativo análisis, su origen de ésta.

4.3.1 Origen de la Conducta Desviada.
La teoría de la conducta desviada tiene como antecedente los postulados planteados por la sociología general en forma mediata, e inmediata como antecedente a la sociología criminal; siendo Augusto Comte a quien se le atribuye convencionalmente la creación del campo estrictamente sociológico148 y como se sabe, existen varios apartados de la Sociología General que traen consigo el estudio de diferentes ámbitos generados en las relaciones sociales, existentes en cualquier tipo de sociedad, existiendo así una sociología económica, jurídica y política, entre otros, en la que se incluye, la propia Sociología del Derecho; teniendo en consideración que se define por sociología como aquella doctrina acerca de la sociedad y las leyes de su desarrollo, siendo ésta el tronco común del cual parte cualquier otro saber sociológico que estudie los diferentes problemas, niveles y leyes de desarrollo de la sociedad. Siendo entonces un problema, de gran relevancia en la evolución de la sociedad, aquel que se plantea en la génesis, desarrollo y mantenimiento de la criminalidad, surgiendo la Sociología criminal, ya que “ciertamente el desenvolvimiento de la teoría sociológica general, marca el desarrollo de la investigación sociocriminal; como lo accesorio sigue al principal”.149
Es la concepción doctrinaria de Sociología Criminal, la que trae consigo el planteamiento de las conductas desviadas. Teniendo ésta un doble origen. Por una parte de acuerdo al pensamiento filosófico de Jean Jacques Rousseau, quien plantea un modelo racionalista en el estudio de comportamientos criminales, asentando en el año de 1749, la idea que en el Estado de naturaleza los hombres son iguales y buenos; la sociedad es quien los ha pervertido, acuñando el influjo del factor social en el crimen.

Y por otro lado se da origen a la Sociología Criminal a través del pensamiento de Adolphe Lambert Quetelet, quien plantea a través de la Escuela Cartográfica, el uso debido de métodos estadísticos para la comprensión del factor criminalidad en la sociedad, incluyéndose en los estudios de éste doctrinario la palabra “evolución”, que es estudiado posteriormente por Herbert Spencer poniendo en acento, que la evolución es la integración de materia y concomitante dispersión de movimientos, durante este proceso la materia pasa desde una homogeneidad indefinida e incoherente a una heterogeneidad definida y coherente, y el movimiento retenido sufre una trasformación paralela.
Pese a lo anteriormente esbozado, se considera que el verdadero nacimiento científico de una sociología como rama aparte, autónoma e independiente, con propios postulados y estudio, se debe a la aparición del positivismo, especialmente por el estudioso Enrico Ferri, quien empieza con una tradición de trabajos unilaterales en la comprensión de la sociología criminal.

El nacimiento de las teorías de la desviación o de conductas desviadas, se comprende gracias a una doble canalización del estudio sobre el problema que crea el comportamiento humano antisocial, teniendo esta doble canalización alcances distintos. Así estos dos grandes sistemas en las que se canaliza la fuente de la conducta desviada son: la Continental – Europea, basado en estudios radicales del marco conceptual que brinda la Ley Penal, es decir basado en estudios netamente positivos; esto por un lado y por otro, tenemos la corriente Anglosajona, que centra sus estudios en la denominada conducta antisocial, entendida como cualquier clase de conducta que viola algún interés social.

1. Corriente Continental – Europea.

Es sobre todo en el continente Europeo, donde la sociología criminal alcanza su pleno desarrollo, sobre todo en la etapa de la post guerra –después de la 2da. Guerra Mundial- en la que se logra una real eclosión en el estudio de las ciencias sociales, desarrollándose estos estudios en la década del cuarenta, para posteriormente ubicarse en las investigaciones anglosajonas.

a) Con los positivistas se estructura un sistema de conocimientos de una realidad específica, enfatizando la necesidad de empleo del método científico. Logrando delimitar el objeto específico de la criminología; planteando sus bases a finales del siglo XIX. Llegándose a considerar la conducta misma del delincuente dentro del mismo origen de la enfermedad. Para la Escuela Positiva existen tres dogmas a interpretar así tenemos la subordinación de los fenómenos sociales a las inflexibles leyes de la naturaleza; el permanente sometimiento de la imaginación a la observación; la naturaleza relativa del espíritu positivo y la previsión nacional como destinos de las Leyes positivas.
Dentro de la Escuela Positiva cabe recodar a Enrico Ferri, quien logra tener la tentativa de querer convertir el método jurídico aplicable a las normas del Derecho Penal en una experimental, sin embargo esta escuela tiene la desgracia de haber estado siempre comprometida con los gobiernos de turno en la sociedad Italiana, tanto igual como Lombroso y Garófalo, quienes plantean sus pensamientos, no sólo desde la óptica de la medicina, sino también son acólitos a la filosofía, sin embargo sus postulados dieron origen a la internacionalización del método científico.

b) Luego de la Escuela Positiva, por la cual se implanta el método científico en toda investigación de carácter antropológico, se sigue con esta línea, pero ya, desde una visión mucho más sociológica, practicando una sociología general pura, siendo E. Durkheim quien brinda nuevos alcances del método positivo, en el estudio de los hechos sociales, acentuando las maneras de actuar, de pensar y de sentir, exteriores al individuo y dotados de un poder coercitivo, en virtud de la cual se imponen. Durkheim, perteneciente como es natural a está corriente Continental Europea, realiza estudios puros de sociología criminal, a través de la sociología general aplicada a este fenómeno, estableciendo ciertas reglas relativas a la observación de hechos sociales, ya que dice, que hay ciertos actos de carácter exterior, es decir que se da en el mundo circundante de los hombres, las mismas que determinan según sean estos hechos, gravosos o dañosos, la reacción social cuando estos actos externos se vuelven en contra de las reglas sociales comúnmente aceptadas, y otras de carácter delictivo, por consiguiente es la propia reacción social la que ha contribuido a imponer una penalidad, por estos actos, constituyéndose pues los realizadores de estos, en un grupo Sui Generis con rubrica común.
c) Después de la teoría anómica de Durkheim, se llega a un determinado desarrollo del estudio en el ámbito de la sociología criminal, en países de corte político socialista comunista, adoctrinados por concepciones socialistas Marxistas, unido a un darwinismo social, en la conservación de las especies por selección natural; y se llega a plantear lo que en el Primer capítulo se denomino las teorías sociológicas del conflicto, empezándose analizar conductas sociales desde una óptica de la Criminología radical o Nueva Criminología, entre lo principales aportes se encuentran tanto el pensamiento de William Bonger y George Bryan Vold; así el primero analiza a Ferri en 1883, aceptando que los factores físico-antropológicos también juegan un papel importante como factores que predisponen a la criminalidad, a parte claro está, de los factores sociales; el segundo de ellos nos dice que el conflicto es uno de los principales y más importantes procesos sociales de los que dependen la marcha continua de la sociedad.
Tanto el primero como el segundo de los nombrados, se consideran enemigos de cualquier forma de compromiso, es decir no se casan con ningún gobierno, esto justamente a raíz de la doctrina que se intentaba practicar, quienes desarrollan sus teorías basándose en el estudio del desarrollo y desenvolvimiento de las sociedades capitalistas.

La criminalidad para estos teóricos es algo normal en cualquier sociedad, por ese mismo nivel de conflictualidad en la que se desarrolla; y es más, uno no debería de asombrarse porque existe el crimen, sino más bien cuando este no exista, así “gran parte de la criminalidad representa la respuesta normal y natural de unos seres normales y naturales que luchan en situaciones también naturales, por conservar un modo de vida que se ha trazado”.150

2.Corriente Anglosajona.

Como el término mismo lo vislumbra, esta corriente se origina en la sociedad de los Estados Unidos de América, en el que se realizan otros tantos estudios en Sociología Criminal, y de la cual nace propiamente la teoría de la conducta desviada, no sin antes haber tomado en cuenta, muchos de sus teóricos planteamientos desarrollados por la corriente Continental Europea.

a.- En la primera parte de la presente investigación se ha desarrollado la contribución que realiza la Escuela de Chicago en la explicación de las conductas criminales; sin embargo, los primeros estudios fueron realizados nos dice Bergalli, no por criminólogos o sociólogos, sino por asistentes sociales o periodistas, situación que se presentaba de imperativo estudio, toda vez que para los anglosajones la corriente sociologista criminal Continental-Europea, tiene un ámbito de estudio microscópico, en cambio en los Estados Unidos, estos no pueden concebir, porque en una sociedad ya industrializada en los albores del siglo XIX, se presentan problemas más específicos, como la migración de otras razas, entre negros libres, asentándose entonces, estudios específicos según el problema social. En sí nos dice Bergalli que “en general el interés de las Escuelas Norteamericanas por los problemas empíricos y el progreso técnico y estructural tuvieron mayor impulso que en Europa y ayudaron en modo significativo al desarrollo de la sociología criminal que siguió las evoluciones de la sociología general considerada como ciencia empírica”.151

b.- Uno de los sociólogos representantes de la conocida Escuela de Chicago, es Edwin Sutherland, quien con su teoría de la asociación diferencial, nos enseña, la adquisición de los comportamientos humanos, a través del contacto social que se experimenta en el transcurrir de la vida del hombre, con relación al resto de congéneres; así si esas relaciones sociales, depende mucho en la formación del menor, que aprehende conductas y comportamientos, generalmente acorde con el mundo en que se desenvuelve. Explica Sutherland, que si el menor se desarrolla, en un clima social de libertinaje, pues entonces no parecerá extraño que también éste en el futuro, presente los mismos comportamientos, la cual dependerá a la vez de la frecuencia y la consistencia que estos tengan para el contagio que envuelve al menor.

c.- En la primera parte del siglo XX, por el año de 1950, aparece el mayor científico social considerado por la propia doctrina sociológica, y que marca el punto de partida de los grandes sociólogos contemporáneos, este es Max Weber, quien fue nutrido de concepciones básicas, la idealista, que concebía al mundo solo como objeto de conocimientos y la neoidealista, que observa el mundo como campo de acción. Este autor dio las bases para el empleo de la sociología en la comprensión del mundo histórico o en la resolución de problemas que aparecen en el presente, es decir se paso de una sociología meramente estática, a una dinámica, conocida como sociología aplicada. Entendiendo por sociología a la “ciencia que se propone la comprensión interpretativa de la acción social para llegar a ella a una explicación causal de su curso y efecto”.152

d.- Thorsten Sellin, expone una contrapartida al primitivo estudio del delito social de masas, llegado a un estudio legal con base jurídico penal, planteando problemas de conductas consideradas socialmente aceptables y las no aceptadas, las cuales vendrían a ser las conductas antisociales, haciendo hincapié en la diferencia que no todas estas conductas, son delito, basando esta conclusión en las estadísticas por él realizadas, en la que las conductas antisociales no delictuales no pasan de la media normal. Con este autor en vez de hablar de una sociología criminal, se empieza a esbozar lo que es la sociología de la conducta desviada, es decir ya no antisocial, llegando así Sellin a realizar una sociología de la desviación, que luego sería recogido por criminólogos para el estudio de los comportamientos criminales en menores, tales como las teorías subculturales.

Siendo pues una conducta desviada, aquélla que escapa o contraría las normas de conducta, que es la actitud social del grupo hacia las varias formas en que una persona puede actuar bajo ciertas circunstancias; actitud que se cristaliza en una regla; y cuando esta se viola provoca la inmediata reacción social, que ya le ha catalogado como un desviado.

Llegando, después de todo lo expuesto, de una sociología general, pasando por una sociología criminal para finalmente llegar a la teoría de las conductas desviadas, que como vimos no es otra cosa que aquella conducta calificada como tal y aplicada exitosamente al individuo que tiene el carácter de desviado, conducta desviada es “aquélla conducta que la gente ha marcado de tal modo.”153


3.3.2 Conducta Desviada y Delictual.

Como el mismo Sellin asentó, no todo comportamiento antisocial o mejor dicho desviado, significa que sea delito. Es decir, todo delito es comportamiento desviado, pero no todo comportamiento desviado es delito.

1. Formas de comprender a la conducta desviada.

Las conductas desviadas se pueden comprender de varias formas según el planteamiento teórico que se le puede dar; por lo mismo si se estudiase el comportamiento desviado desde un punto de vista netamente estadístico, puede ser conducta desviada tan sólo la variación de un determinado promedio normal de conducta, es decir que no siguen la media convencional, pero esto puede variar según el tipo de sociedad y cual sean los actos socialmente aceptados o normales porque puede ocurrir que no sea desviado, pudiendo presentarse el promedio normal de esa conducta la comúnmente aceptada por la sociedad, es decir, que la mayoría presenta esa conducta desviada.

De igual forma desde un punto de vista labelling, el desviado es una persona a quien se le etiqueta como tal y que se le ha sido exitosamente aplicada, siendo la conducta desviada la conducta que la gente cataloga como tal; Pedro R. David, nos dice que “una de las etapas cruciales en el proceso de establecer pautas de conducta desviada es la circunstancia de haber sido descubierto e identificado públicamente como alguien así caracterizado. A partir de allí la persona que en virtud de un acto determinado ha sido identificada como desviada, es tratada socialmente como una categoría especial de persona humana y todos sus demás actos, su personalidad toda, recibe el impacto del tal hecho”.154

Un punto importante acerca de lo antes dicho, de que desviado es quien es catalogado como tal, trae a colación, la revisión del trabajo que realiza el profesor Gonzáles del Solar en su obra “Delincuencia y Derecho de Menores”, quien nos propone, la utilización de un neologismo que hace alusión a una conducta carente de honradez como delito, llamado propiamente “delicción” y al agente comisivo “delictor”, planteamiento este que una vez más reúne otra forma de tipología acaecida en la explicación de los comportamientos desviados.

Los comportamientos desviados, no necesariamente son delictivos. En la variedad de la cultura de una sociedad determinada que impone sus propias reglas a través de usos y costumbres, se presentan conductas socialmente aceptadas como desviadas pero que no generan la determinación de considerarlas como delitos, porque aún no tiene la suficiente gravedad y dañosidad social que permita una criminalización de conductas por parte del ente coercitivo que es el Estado. Entonces se llega a la conclusión, que así como es la propia sociedad la que determina cuales son o no las conductas desviadas a través de un interaccionismo simbólico, es decir del paso al acto, solamente el Estado a través de su poder de definición puede sintetizar conductas como desviadas delictivas, que sin embargo también varían según el análisis de los pueblos.

Para efectos de la presente investigación, se consideran estas últimas, es decir sólo las conductas desviadas delictivas, en razón de que si se analizase todas las conductas desviadas, estaríamos incurriendo en un error epistemológico, porque se analizan actos propiamente considerados como delitos o trasgresiones, por tratarse de menores de edad.


4.4 ETAPAS EVOLUTIVAS DEL CRECIMIENTO DEL MENOR.

Al hablar de etapas evolutivas, se quiere poner énfasis en el crecimiento propio del menor, desde su nacimiento, hasta que alcanza la mayor capacidad para enfrentarse a su realidad subjetiva y objetiva. Estas etapas de evolución del menor se ven compilados u encuadrados en lo que es conocido como edad, entendida por “aquellas etapas de vida, caracterizada por un conjunto de hechos anatómicos y fisiológicos, producidos durante el desarrollo del organismo y que continúan imprimiendo su huella de este hasta el momento de la muerte”155, conceptualización ésta enteramente médica, utilizada sobre todo en el marco de la disciplina médico legal, sin embargo, es un dato importante a través del cual, se elabora ya un concepto jurídico de edad, es decir ha sido elaborado bajo un contexto de la Ley que rige el orden comprensivo de toda una etapa de la vida humana, como es la minoridad, donde prima el insuficiente desarrollo de la personalidad.

Los mayores estudios realizados en la comprensión del desarrollo tanto físico como fisiológico, han sido realizados desde sus orígenes por las ciencias propiamente médicas, especialmente por la psicología infantil, que se detuvo, en el estudio de los comportamientos juveniles para la comprensión de las actitudes de los adultos. Gonzáles del Solar, apunta que “el desenvolvimiento de la psicología, y en particular de la psicología evolutiva, hizo posible descubrir en los menores de edad un universo propio de los seres y acontecimientos, y ello acarreó un cambio muy significativo en las demás ciencias del hombre, alcanzando en sus últimas estribaciones a la legislación”156, lo cual no deja de ser cierto, ya que como se dijo al principio de la obra, al definir a la criminología, como ciencia interdisciplinaria, también se vale de la psicología, para la mejor comprensión de la criminalidad, siendo indudable que para llegar al entendimiento de cómo el menor llega adaptarse a la sociedad en que vive, no sólo se basa en el comportamiento exterior que éste pueda manifestar por dentro, en forma oculta, existe todo un conjunto de caracteres que el menor ha venido forjándose desde su nacimiento, contando o no con el apoyo de algunos pocos que los circundan haciéndose este círculo más amplio a medida que se fortalece en su crecimiento de conciencia, hasta llegar al cuestionamiento de algunas conductas que él creía valederas pero que luego, las combatirá, presentando algunas veces comportamientos de inadaptación visto desde fuera, pero de normalidad por quien lo realiza.

Antes de proseguir, es de preciso análisis la clasificación médica que realiza el profesor Francisco Lacassagne, en cita de Ricardo Díaz, así los clasifica en periodos característicos de las etapas de la vida humana como:

1. Vida fetal, que corresponde al período íntegro de la fecundación, desde su comienzo hasta el parto. Adolece del grave defecto de no poderse determinar el momento de la concepción.
2.- La primera infancia, comprendida entre el alumbramiento y los primeros meses de la vida del ser humano.
3.- La segunda infancia, de los 7 meses a los 2 años.
4.- La tercera infancia, de los 2 a los 7 años.
5.- La adolescencia, de los 7 a los 15 años.
6.- La pubertad, entre los 20 y los 30 años.
7.- La virilidad, entre los 30 y 40 años.
8.- La madurez, entre los 40 y los 40 años.
9.- La senectud, desde los 60 años”.157

Como se habrá podido apreciar, este autor Lacassagne, realiza una clasificación no muy apartada de la realidad, como se verá más adelante, sino más bien deja un vacío en su clasificación que comprende de la adolescencia a la pubertad, no comprendiéndose los dieciocho y diecinueve años, vacío que consideramos, no fue realizado por olvido, sino que es a esta edad, donde el menor comporta actitudes de menor comprensión, especialmente por la sociedad adulta.

Álvaro Navarro de Placencia en su obra “Sociología Criminal” complementa a juicio propio, que el concepto general de la niñez comprende en este periodo biológico lo que la fisiología clásica define con los nombres de infancia y puericia, esto es, desde el nacimiento del ser hasta su ingreso en la adolescencia que se inicia entre los trece y quince años”158, debiéndose agregar que para el estudio de la delincuencia juvenil en el presente trabajo, se tomará en consideración tanto estás dos etapas, como la más conflictiva, la juvenil, con límite a los dieciocho años.



1.- La Infancia.
Tal y como se esbozó en los primeros apartados de este trabajo, es el psicoanálisis la disciplina que se encarga del estudio completo del menor desde su entrada a la vida, es decir desde su nacimiento, el cual como sabemos, denominado etapa oral, es aquella en la que el menor se rige especialmente por el principio del placer, es decir lo placentero resulta lo bueno, lo no placentero lo malo, teniendo una directa relación entre recién nacido y la madre, de quien este depende para la satisfacción de sus necesidades.
Luego ya en la mitad del segundo año, el menor va reconociendo a nuevas personas a su alrededor, sabe que hay muchos objetos que él no conoce y que siente inquietud por ellos, por eso es común ver bebes de dos o tres años, que constantemente realizan actos de pillaje no nocivos, ocultando cosas, o tomándolas como su posesión; es decir el menor ya ha adquirido o vive dentro del principio de la realidad, desarrollándose ésta hasta los primeros periodos de latencia, alrededor de los cinco años, en que el principio de realidad se establece con mayor fuerza.

Como ya el menor empieza a regirse por esa realidad que le circunda, la familia va jugando un papel importante en la adquisición de nuevos comportamientos y es el primer ambiente social donde el menor forma su carácter, luego de ese primer componente de socialidad que significa la familia, la constituye la escuela, en donde ya el menor ha aprendido a desarrollarse al igual que el resto de su edad, adquiriendo nuevos conocimientos, donde no solamente confluye la educación sino que esta se ve complementada con la instrucción, en la que incluye su formación de valores, manifestándose un desarrollo del discernimiento ético a partir de las normas de conducta que el menor va internalizándo, porque ya se ha apartado de la esfera propia de su educador, y ahora pertenece a un círculo más amplio de personas, que se rigen quieran o no por normas comunes y que el menor toma conciencia que su infracción le traerá como consecuencia un castigo, pero que no trasgredirla le implicará un premio. Este último apartado se puede notar claramente con las medidas socioeducativas que se imparten en los colegios. Así, esa tendencia a equilibrar al premio y a la compensación, se puede observar ya desde temprana infancia, sea positivamente en el sentido de la gratitud, o sea negativa en forma de una satisfacción punitiva.

Gonzáles del Solar, plantea de que “a los seis años de vida, el ser humano experimenta un significativo adelanto por el tránsito de la heteronomía a la autonomía de la voluntad. Es cuando se marca en lo más profundo de la conciencia humana el sentimiento del bien y de lo justo, es cuando se produce un auténtico despertar de la vida moral.” 159 Sin embargo este dicho, dependerá según otros factores que acreciente o que minoren esa capacidad del ser humano de captar ciertas circunstancias que le harán ver luces, acerca de lo bueno y lo malo, porque como ya se sabe, existen cosas buenas que son malas para otros y viceversa. Pero hablando genéricamente, lo dicho por el profesor Gonzáles parece ser cierto, debido a la frecuencia con que se presentan los actos buenos.

Entonces la diferencia que se podría encontrar entre un niño de dos años y otro de ocho es una cuestión de conciencia. Ya que en tanto el de dos años juzga sus acciones sólo por el placer y el dolor que le proporcionan, el de ocho años sabe que está bien y que está mal, aún cuando no siempre sea capaz de ajustar sus actos al conocimiento.

En el periodo de latencia o mejor dicho en la tercera infancia es cuando se pueden observar los primeros signos de delincuencia, en razón de haber desarrollado su conciencia moral, así la importancia de los primeros años aquellos englobados entre la primera y segunda infancia, tienen un papel importante, porque si no se llega a superar algunos signos de desviación social, no solo por los padres, también por los hermanos u otros amiguillos que a los cinco y seis años cuentan con estos, entonces si “la plataforma sólida” que se debe tener para el desarrollo integral del menor es carente de influencias buenas, pues entonces se dará la probabilidad que a esa edad se forme en el niño una delincuencia latente, que es la antesala a la vida delictiva.


2.- La Adolescencia.

Se presenta de diferentes maneras, según el género, así en las mujeres es a partir de los doce años y en los varones a partir de los catorce, presentándose la pubertad después de dos años de transcurridos según también el género.

La adolescencia es una fase en la que se pueden presentar episodios, inclusive prolongados de disfunción de identidad o sean graves frustraciones, las cuales a menudo se presentan por la simple disfunción de las relaciones entre el adolescente que ya presenta nueva inquietudes en el desarrollo de su vida, por la misma interrelación de la cual es objeto, tanto en la familia como en la escuela, adoptando muchas veces actitudes de antisocialidad y de hundimiento, en sus propios pensamientos, deseando cada vez tener propia autonomía. Es la etapa en el cual el menor empieza a cuestionarse muchos de los sinsabores que le ha dejado su educación impartida por sus padres, llegando inclusive a contradecir o transigir los valores que le habían enseñado en sus primeras etapas infantiles.

El adolescente, así con todas sus inquietudes y el no poder dar satisfacción a sus necesidades, muchas de ellas sobre todo de carácter económico, empiezan a cometer sus primeras trasgresiones a la ley, siempre y cuando no tengan los principios y valores formados con exaltitud, presentando también otras conductas desviadas, que en realidad son catalogadas, por los mismos padres, los amigos y en general la sociedad, toda vez que el menor empieza ya a confabular sus inquietudes entre su propio grupo de pares donde comienza a encontrar las satisfacción de sus necesidades, sean éstas cuales fueren.

En suma todas estas posibles desviaciones que no son otra cosa que simples conductas normales presentadas por la generalidad de menores, debido al propio conflicto que éste tiene para consigo y peor aún para el resto de personas, es en razón de Canestari, una “crisis de identificación, una crisis de identificación ambigua o conflictual del adolescente de parte de su familia y de la sociedad más amplia”160, esto es lo que los sociólogos y criminólogos toman como un conflicto de identidad por el status del adolescente, que no es igual al de los adultos, quienes aún no consideran que estos necesitan un espacio para el desarrollo de sus emociones, y el menor en cambio piensa que es el adulto quien no lo comprende y no le da suficiente responsabilidad, como dueño de sus actos. Es por eso que manifiesta comportamientos de rebelión o de retraimiento, originados por el carácter de adaptación innovadora que el menor experimenta.

En realidad todas estas disfunciones presentadas por el menor adolescente, no es otra cosa que aquel “síndrome de adolescencia normal”161 entendida esta como una contradicción necesaria, ya que el menor presenta siempre sus comportamientos como algo patológico o semi patológico, que vuelve a aquella como algo normal, es esa frecuencia en que se manifiesta por la que la desviación se vuelve como el normal de los comportamientos, ya que la “cultura de la juventud es un fenómeno universal”162
4.5 FACTORES QUE INTERVIENEN EN LA GÉNESIS DE LA DELINCUENCIA JUVENIL

Para el estudio de la delincuencia juvenil se dieron tres interpretaciones:
  • La explicación “místico-precientífica”, dando como causa de la conducta ilícita a cierta fuerza ajena al individuo como los malos espíritus.
  • Explicación “particularista moderna”, atribuyendo un acto específico a algún factor particular, como la herencia, el hogar destruido o alguna anormalidad física.
  • La explicación “empírico-cuasi-científica moderna”, la que pone de relieve y sustento la interrelación de todas las fuerzas o condiciones que afectan la conducta.

De las cuales la última de ellas es la que tomamos en cuenta en este capítulo, teniendo presente que la delincuencia no surge en cualquier instante ni se desarrolla de un día para otro.

Así mismo, en la delincuencia se dan secuencias como una empresa antisocial en que el sujeto ha encaminado su vida, originándose como producto de diversos factores entrelazados. Siendo más específico Tomas Moro (1478-1535) quien resalta la conexión del crimen con los factores socioeconómicos, con la estructura de la sociedad y Shakespeare quien indica que “los harapos enseguida denuncian el crimen entre sus agujeros, más el oro lo oculta y defiende”163

Así también Ferri perfecciona su Teoría y estudia los factores como causas de la delincuencia y propone una serie de medidas alternativas a la pena de prisión, entendiendo que los problemas eran de orden social, económico y político, por el contrario, Hermann Mannheim dice que en la Criminología Moderna “No hay causas del crimen que sean a la vez suficientes y necesarias. Hay solo factores que pueden ser necesarios para producir el delito en conjunción con otros factores”.164

Ya más precisos Shlomo Shoham, Giora Rahaw y A. Kreizler en el libro Delincuencia Juvenil (1948), señalan tres niveles de análisis:

  • Las causas del proceso por el cual una persona comete su primer delito.
  • El problema de la reincidencia y de la transformación de un delincuente primario en delincuente persistente, profesional o incorregible.
  • El fenómeno del delito en el nivel social.

Siguiendo los pasos del autor que le precide, Cuello Calón en su obra Problema de la Infancia Delincuente indica tres factores importantes que determinan el origen del delito:

  1. La influencia del medio ambiente en que viven y el género de vida de sus familiares.

  1. La perturbación moral que este género de vida produce en ellos necesariamente.

  1. El influjo de los relatos periodísticos y de las películas sensacionales que convierten en héroes a los criminales más vulgares.

De ello se desprende que, el concepto de causa, como antecedente necesario en asignar la aparición de la delincuencia en una manera manifiesta; así también, es considerada como un antecedente que amedita una consecuencia, así mismo, López-Rey considera que la causa y sus derivados ya no denotan importancia como tradicionalmente se les había asignado en la explicación de fenómenos, no siendo factible su aplicación ya que es imposible atribuir con exclusividad a determinado fundamento el origen de la delincuencia juvenil, por lo mismo debemos recurrir al denominado “factor”165, al dejar de ser la criminología una ciencia explicativa-causal y transformarla en una ciencia comprensiva, entendida esta por la empatía, al tratar de saber porqué alguien realizó determinado acto, partiendo de la propia vivencia y de comprender mediante una trasposición esta vivencia fuera de nosotros, a fin de devenir en configurantes de su antisocialidad, haciendo una clasificación de factores internos (en el mismo ser humano) y externos los cuales trataremos a profundidad.

4.5.1 Factores sociales externos:
Son aquellos que actúan desde un emplazamiento exterior al sujeto, siendo José Antonio Encinas, quien en su Tesis Universitaria indica que las causas de la criminalidad indígena en el Perú son de orden social, por la expansión de tierras, la falta de salario, la explotación del indio, la miseria, el concepto de ahorro y el alcoholismo como los principales.

Según Paúl R. Miller en su obra “A Múltiple System Theory of Juveline Delinquency”, D.J. West “the Young Offenders”, Martín H. Neumeyer “Juvelinen Delinquency in Modern Society”, indican que los factores de la delincuencia están enmarcados dentro de tres coordenadas de la cual la más importante es:

Que la delincuencia juvenil proviene de un conjunto de focos y ambientes criminógenos, influyentes según las circunstancias, como la evolución social, religión, familia, medios de comunicación social y el sistema económico

Los delincuentes obedecen no tanto a la mala disposición de los menores, sino al mal ambiente que les circunda por todas partes. Lacassagne indica que un delincuente es el microbio y el ambiente su caldo de cultivo,166- pues otros autores opinan que no se debe pretender pensar que el medio cree la degeneración del menor, sin embargo este puede ser instruido y preparado en ese ambiente.
Debe entenderse que lo vertido no se refiere a idea original de Gabriel Tarde, quien explica que el delincuente considerado como aquel microbio que al encontrar el adecuado caldo de cultivo se desarrolla; no porque el ambiente lo conmine sino que el sujeto debe tener o contar con una cierta predisposición hacia la criminalidad, es decir que tenga una criminalidad latente, que en explicación de la ciencia psicológica esta se adquiere en la niñez temprana. Cabe resaltar a la vez, que el uso de terminología ambigua se remonta todavía a Enrico Ferri y otros exponentes de la escuela antropológica, que ya en esta era no es recomendable a la luz de nuevos principios garantístas de la dignidad del ser humano.

Las conductas antisociales o desviadas, que pueda presentar el menor se deben así a todos aquellos factores externos, que si bien no puedan ser determinantes contribuyen, aunque sean de relevancia nimia, tanto en la modelación de su carácter como en la formación de la personalidad del menor. Moras Mom nos dice que, “durante el desarrollo de este proceso formativo de la personalidad, las acechanzas de todo orden que puede brindar, y efectivamente brinda, el mundo circundante, son de una peligrosidad tal que pueden producir el desvió hacia lo anormal de la personalidad”167; esto debido al libre juego que se presenta entre aquellos factores los que están determinados a actuar de conformidad con los usos, costumbres, hábitos y demás manifestaciones sociales conductuales que puedan imperar en esa sociedad.

La presente investigación, cuenta entre sus objetivos el determinar cuáles son los factores sociales que predisponen, intervienen, ayudan o determinan a que el menor cometa una infracción, teniendo el paradigma si acaso se podría individualizar cada factor social, tomando en cuenta que existe una infinidad, cómo poder organizarlos; he aquí una contribución para evitar el desmembramiento inocuo de lo distintos factores, no sin antes sé priorice cuales son los que tienen más relevancia y quienes sólo son mero añadido de los primeros.

4.5.1.1 La familia

La familia es un sistema de normas y procedimientos aceptados para la ejecución de ciertas tareas fundamentales para la sociedad, como una agrupación de parentesco que cría y educa a los niños nacidos en su seno y satisface otras necesidades humanas168, siendo así los patrones familiares revelan una fascinante diversidad en las distintas sociedades, y los individuos de una sociedad que se encuentran complicados en las pautas familiares de otra, suelen reaccionar etnocéntricamente, pues son aquellas que deberían suministrar los medios indispensables para la formación del menor, siendo el grupo más cercano a él, quien espera amor y autoridad de sus padres, pues si se diera una familia completa conformada por los principales valores, se reuniría las mejores posibilidades educativas hacia el menor, y si en caso contrario no se dan estos supuestos, la influencia sería negativa en la tierna personalidad del menor orientándolos a adoptar actitudes y comportamiento de personas mayores o huir de su núcleo familiar a otro que estimen conveniente.

También una familia completa puede incitar a este tipo de conducta si no cumplen cada uno de los miembros los roles que les corresponde; sin embargo actualmente la sociedad tiene otro estilo de vida distinto, al alejarse uno de los padres del menor por motivos de trabajo o pero aún que ambos tengan que trabajar, dando menos tiempo de atención a su hijo, siendo criados por terceras personas (familiares o extraños), siendo necesaria ambas imágenes paternales para su desarrollo, pese a ello existen madres solteras, quienes asumen la tutela del menor. Empero, según la teoría Psicoanalítica, quien a lo largo, en el transcurrir de su vida, no habrá podido superar su etapa edípica, pudiendo manifestar en la edad adolescente ciertas conductas desviadas que no necesariamente pueden ser conductas delictivas, pero que si afecta a la psique del menor, por lo que la falta de uno de los padres si es causa condicionante para la génesis de comportamientos delictivos.

Las características de moralidad y buenos principios éticos que debe reunir la familia deben estar ligadas a un adecuado entorno físico, concretado no solo en una adecuada vivienda, sino también el barrio o comunidad en su integridad deben brindar servicios indispensables para facilitar la cohabitación, pues la promiscuidad y el hacinamiento fomentan a menudo la aparición de malos hábitos en los menores al no permanecer en sus hogares, prefiriendo salir a la calle a jugar u optar por la actividad que prefieran no siendo guiados por sus padres, dando como consecuencia el vagabundeo de los menores en las calles. Al respecto la antigua escuela cartográfica, nos demuestra que esta tesis es cierta desde la óptica de las grandes ciudades, que sin embargo en la nuestra no necesariamente se cumple en su integridad, toda vez que la mayoría de población de escasos recursos económicos adoptan la costumbre de vivir en casas hechas de barro mediante el apilamiento de tapias. Y no es necesariamente, toda vez que los menores que en el viven sobre todo su primera infancia, y luego se comunican u observan que en su realidad objetiva, existe mucho de lo que él puede aspirar y al no conseguir satisfacer sus deseos de elites, entonces vendrá aquella frustración de la que nos hablan las escuelas subculturales, que lógicamente determinará a que el individuo cometa delitos.

Por otro lado, en los niveles de hacinamiento, existe la falta de privacidad para lo más elemental, pues los padres duermen con los niños en la misma cama, observando desde muy temprana edad, V.gr. las relaciones sexuales de sus padres, repercutiendo esto en su desarrollo psicosexual, Way J. Mac. Cord, señala que la familia emerge como una decisión del factor de conducta antisocial, ya que los mismos factores que condicionan la delincuencia juvenil son los que producen la disolución de la familia, como factores desequilibrados, aduciendo con esto a una regresión que se presenta por los factores que condicionan la aparición de delincuencia desde la familia al menor y viceversa, como:

    • La disociación familiar y ambiental, pues el menor carece de una adecuada atención paternal, siendo esta indispensable para vivir en armonía con los demás.
    • Perturbaciones afectivas, como el fallecimiento o separación de los padres.
    • La identificación de modelos personales del menor hacia uno de los miembros de su ente familiar o caso contrario al de su entorno social.

Esta tesis no se manifiesta en la comunidad Huancayna, y tampoco en las familias peruanas, ya que las causas o factores que conllevan a la delincuencia juvenil no implica la desunión familiar, sino por el contrario, en razón que la familia ya se encuentra escindida, en la que cada uno de sus miembros realizan sus actividades en forma separada e independiente, no interesando los problemas o contingencias a los que los menores están sujetos presentándose entonces los presupuestos necesarios para que el menor caiga en estado anómico, separándose por completo de aquella cultura de hogar que le impartieron tal vez en sus primeros años, pero al verse envuelto en un clima de desorientación para con sus mayores, pudiendo o no buscar la compañía de sus pares y llegar al suicidio.
En realidad se considera a la familia como aquella que debe preparar al menor para adoptar conductas positivas frente a las normas y valores de la comunidad a la cual pertenece, requiriéndose de una adecuada política familiar, bajo la protección del Estado. Así según Harry M. Shulman la familia debe tener tres funciones básicas para la formación del niño:

a) Proveer un sustento y habitación bajo la supervisión paterna.
b) Que, constituya un campo primario de asociación para la experiencia de las relaciones interpersonales.
c) Debe darse la mayor fuente de transmisión de valores y conocimientos de cultura.

Algo que debe entenderse sobre la familia, es su ligazón con aquella fuente de amor y de afecto continuo de uno o varios de sus miembros, relacionada a una casa-habitación, lo que se conoce como “hogar”, entendido como aquel ambiente material que hace referencia a la existencia de una habitación que obra de domicilio, donde la familia, se forma, crece y desarrolla. Y como el ambiente Teórico que está en la capacidad de sus integrantes de reunir las condiciones de educación transmisibles que armonicen con la vida social del grupo.

Sobre la institución familiar que es el hogar existen diversas razones que contribuyen a la desnaturalización de las características probas que guarda una familia, se dividen en distintos modos:

a) Modos antiguos
- La muerte de uno o ambos padres, en el primero de ellos trayendo consigo la posterior unión con otra persona, quien ocupara el puesto que el esposo o esposa ha dejado, de donde surgen las figuras de padrastro y madrastra, trayendo generalmente más conflictos que una armonía familiar, como la huida de los menores de sus casas. Manifestándose esto en la ciudad de Huancayo en un mínimo porcentaje que no hace variar a otros factores eternos (Véase anexos)

- El confinamiento por enfermedad prolongada o prisión, este último origina la desintegración del hogar, siendo más grave que el menor se percate de la conducta antisocial de sus padres pudiendo ser imitado, más aún por el reconocimiento del medio social en que vive el menor, este es humillado hasta aislado, otros padres en cambio optan por guiar a sus hijos en la recta de la delincuencia. Sin embargo en nuestra localidad son escasos los padres que hallan delinquido, toda vez que ninguno de los menores delincuentes sigue patrones de conducta de sus padres por el mismo hecho de que estos no se encuentra en su entorno.

b)Modos clásicos,
- La miseria
- El trabajo de la madre fuera del hogar, en jornadas completas o en un lugar distinto de su domicilio.
- El vicio(la bebida, el juego)
- El maltrato psicológico y físico hacia el menor

c)Modos modernos,
- Las migraciones internas, sobre todo en la ciudad de Huancayo, arriban procedentes de la selva central. (Ver Anexos)
- La diversidad de estilos de vida, es una sociedad cosmopolita en la que vivimos. Quienes en su mayoría delinquen provienen de familias de comerciantes u obreros de trabajos eventuales.
- La falta de trabajo bien remunerado.


Tipos de hogares capaces de condicionar los modos de conducta en el menor, según Carlos Alberto de Pierris, en su libro “Delincuencia Juvenil”:

El niño como resultado de:

1. Menores sin hogar (domicilio, casa, hogar), se tiene:

  1. Abandonados.

Aquí tenemos a Quetelet, quien indica que así como los microbios necesitan de un ambiente especial para su desarrollo y reproducción, así también lo necesitan todos los seres humanos. Encontramos a niños sin hogar quienes jamás recibieron el dulce beso de su madre, desconociendo la existencia de su familia, lanzado a una vida callejera, obligado a dormir a la intemperie, y con muchas necesidades, sin instrucción sin creencias religiosas, sin sentido moral, destinado probablemente a la senda del vicio.

Aquí enfocamos otro problema contrario al tratado pero al menor en estado de abandono al haber huido de su casa, talvez por problemas familiares, por algún pedido no cumplido o por los maltratos constantes que recibía, denominado como el fenómeno “Gazmín” entendida como el adolescente que ha abandonado su hogar y deambula por las calles, sin oficio, y de la posterior agrupación que realice con jóvenes en su misma situación o similar o pero aún con delincuentes. Manifestándose los niveles subculturales a los que hace alusión Mertón.

b) Alojados en centros tutelares y hogares transitorios o interrumpidos (hijos de enfermos terminales, hospitalizados, en las cárceles), y que son recogidos por los parientes o amigos. Siendo en la primera institución donde se encuentra la mayoría de menores que ha sido desamparados o vienen de familias cuyos comportamientos no son favorables para el desarrollo del menor.

Thomas W. J., indica que la delincuencia surgiría de la familia al no lograr satisfacer las necesidades infantiles (seguridad, reconocimiento social, posibilidades, experiencias nuevas), en el niño, quien buscará éstas satisfacciones fuera de la familia, y en esta búsqueda independiente terminará por adquirir con facilidad costumbres que la sociedad desaprueba. En efecto, ni la familia de la que se aleja, ni los eventuales sustitutos de ella, difícilmente adecuados y de los que se desconfía, consiguen a menudo disciplinar su iniciativa.

Profundizando más el tema, Alejandro Solís considera como un factor criminológico a la familia, denominándola “Familia problema”, como aquella que transmite valores, actitudes, y modelos de conducta, no acordes a los lineamientos de una buena familia. Sin embargo no toda familia problema origina delincuentes, siendo factible recién cuando va acompañado de otros factores de similar negatividad, teniendo en cuenta la clasificación de familias que realiza como:

a. Familia incompleta, conocida también como hogar deshecho o familia rota ocasionando un desequilibrio en la familia.
b. Familia numerosa y promiscua
c. Familia delincuente o hogar maleante, al considerar aquí que uno de los miembros del hogar tenga como hábito la actividad delictiva, la misma que influiría negativamente en la conducta de los menores de la familia.
d. Familia inmoral o deshonesta, modelos de comportamiento reprochables como la prostitución, la mendicidad falsa, la venta de drogas y similares conductas.
e. Familia viciosa, aquí se toma en cuenta el uso y consumo de drogas, alcohol y los juegos de azar entre los más destacados.

4.5.1.1.1 La Familia en la Ciudad de Huancayo

Una de las principales actividades a las que se dedican la mayoría de familias que radican en la Ciudad de Huancayo, disgregadas en sus Distritos, es la comercial, actividad que data desde tiempos pasados169, por ser meramente una Ciudad ubicada en el mismo centro de la Nación y que constituye una vía necesaria para el traspaso de productos de primera necesidad que provienen de la misma selva con destino a las Ciudades costeras, así como los productos alimenticios que se producen en la misma Ciudad; circunstancia ésta que marca el modo o estilo de vida de las familias Huancainas de cuyo seno han de surgir jóvenes con características que si no son de delincuencia lantente, lo son de una delincuencia manifiesta.

Movimiento económico que trae como consecuencia una disgregación familiar, la cual no es causa del conflicto interior que pueda haber en la familia, sino precisamente es factor predeterminante aquella necesidad de poder dar satisfacción netamente económica a los integrantes de la familia, por lo que los padres como ejes normativos de la familia tienen que realizar diferentes clases de trabajo para obtener ese lucro que le dará satisfacción a sus primeras necesidades. Búsqueda de trabajo ésta que marca el ausentismo de los padres, durante el transcurso del día en su hogar, y consecuentemente la desatención de sus hijos sobretodo menores.

Siendo la familia el primer grupo informal de control social, esta carencia de atención genera que el menor que aún presenta una labil personalidad, ocupe la mayoría de su tiempo en actividades, primero que no le traerán ningún beneficio para su educación y segundo ocupa su tiempo en mayor compañía con sus pares, dentro de los cuales encuentra aquella familia que si le brinda la atención necesaria, no por una falta de interés afectivo, sino por una necesidad económica. Así se demuestra esto por los datos recopilados de las propias declaraciones del menor infractor, cuyos padres presentan una economía inestable, fluctuando la ganancia mensual de ambos padres en un aproximado de trescientos a ochocientos soles, circunstancia esta que se ve desvalorada por la carga familiar que se pretende solventar, así:

Las familias Huancaynas en su generalidad son legalmente constituidas, presentándose que todos estos menores infractores provienen de familias de los cuales los padres son legalmente casados, teniendo una mínima frecuencia con padres convivientes.

La Educación en la Familia

Se ha encontrado del análisis de los datos que la educación de los padres170 como miembros cultivadores de una educación prolija para con sus hijos, es factor determinante en la génesis de cualquier tipo de desviación, pues en los casos de infracción estudiados estos menores así como la carencia de interés que presentan por parte de su propia familia esta se acrecienta con la poca o mínima instrucción de sus progenitores, siendo en la mayoría de veces la madre, quien al parecer de procedencia campesina u humilde, manifiestan un grado de instrucción cuyo promedio no sobrepasa de la primaria completa, caso contrario al del padre, cuya media estándar sobrepasa la secundaria incompleta e inclusive con estudios universitarios. Entonces se concluye que la educación de los padres y demás miembros de la familia constituye en factor determinante en la génesis de la delincuencia.
El factor educación como cualquier otro aspecto social esta ligado indiscutiblemente a un sin número de otros factores de estudios eminentemente sociales, toda vez que se presentan casos de infracciones de extrema dañosidad social provenientes de menores cuyos progenitores, presentan estudios universitarios, así por ejemplo existen casos de homicidio. La falta de instrucción trae como correlato que los padres se desempeñen en diferentes oficios, siendo el papá, quien presenta una variedad de ocupaciones (carpintero, mecánico, Soldador, agricultor y otros), distinto al de la madre que opta por uno u otro oficio específico, siendo en su mayoría trabajadores de restaurantes, ya sean como cocineras o meseras y siendo un porcentaje extremamente mínimo que son amas de casa; demostrándose con esto que la ausencia de la autoridad paternal en el hogar constituye un factor determinante a la delincuencia juvenil.


Todo es correlato al parecer desde el factor educación debido al aprendizaje al que está sujeto el niño cumpliéndose así con la teoría del aprendizaje social, porque justamente, desde el ausentismo que presentan los padres en la familia, el niño no tiene aquel modelo de imitación del que nos hablaba Gabriel Tarde en la Escuela de Lyon, y que luego Sutherland acentuaría que aquellos comportamientos se van adquiriendo a través del aprendizaje social, que el menor experimenta sobre todo ante sus nuevos grupos sociales y que a la larga traerá aquella profecía autorrealizable, cayendo el menor en ámbitos subculturales y de los cuales internalizara sus moldes, aceptando el rol que juega de acuerdo al status social, que a sido asumido, debiéndose considerar a que el decaimiento en aquella subcultura no es debido pues a la pobreza en que vive la familia sino a su ausentismo.


4.5.1.2 La Escuela

Para una adecuada educación, se debe tener presente que educar proviene etimológicamente de educare, que significa “sacar de”, “llevar de un estrato a otro”. Educar sicológicamente significa socializar, sacar del individualismo e introducir a la sociedad. En si es “desarrollar lo germinal de la persona en cuanto persona”,171 así J. Stuart Mill definía a la educación como el sistema que conduce al hombre a la perfección.
Del mismo modo, Wolf Middendorf, comenta que todo valor de la institución educativa es modelador en la vida de los jóvenes, desarrollando a la vez el desafió para cada uno de ellos que acude a sus aulas por primera vez, así como de formarse y compartir con sus compañeros. Siendo la escuela el segundo órgano de control con el que cuenta el menor y, es precisamente en las escuelas públicas donde se presenta una estructura caracterológica antisocial, así como en la dificultad de comprender los derechos ajenos, un desinterés al estudio y sobre todo una fuerte actitud de rebelión contra la autoridad próxima(el profesor o el Director de la escuela)De donde, uno de cada cuatro niños no asiste y uno de cada cinco deserta rápidamente antes de concluir la primaria. Los padres conscientes de la necesidad de la educación, exigen a sus hijos la asistencia a la escuela y esto ocasiona frecuentes conflictos.

Sykes refiere que la educación no es la que otorga cierta inmunidad, sino que ésta empuja al individuo a una situación en la cual pierde ya significado el empleo de medios criminales,172por lo que la carencia de educación o la educación insuficiente no constituye tampoco por sí mismo un factor determinante, susceptible de ser considerado excluyente, si bien ello ocurre casi con todos los factores que venimos considerando, es menester destacarlo expresamente, pues algunos autores otorgan a la educación como un elemento generador absoluto del accionar desviado.

Y es el caso, que si el menor en su vida familiar a sido irregular, seguramente tendrá conflictos entre sus compañeros de estudio, más aún si en su familia no encuentra cariño y comprensión éste se juntara con otro compañero que demuestre ser mejor que los demás pero en malos hábitos y decidirá imitarlo, a fin de obtener notoriedad y de sentirse apreciado por el grupo de compañeros, llegando involucrarse en actividades que su compañero realice. Lo dicho parecería la formación de una subcultura, lo cual es cierto, sin embargo no apunta al mismo planteamiento de Cohen, en razón que en la Ciudad de Huancayo ésta formación de grupos no es a consecuencia de las clases sociales a los que pertenecen, porque los mismos factores que afectan a uno, también pueden afectar a los demás, en mayor o menor grado, considerando que toda la humanidad se encuentra inmerme a las relaciones sociales, y porque no, a su Interaccionismo.

Es más fácil encontrar resultados enseñando a golpear al enemigo propio que enseñando a perdonarle, y es aún mucho más fácil enseñar que hay que vengarse del malvado por el mal que haya cometido, que enseñar que debemos contentarnos con colocar al malvado en situación de aislamiento que le impida volver a dañar, siendo lógica natural que el ser humano siempre propenda inclinarse a las cosas que son más fáciles en su realización, y en nuestra sociedad son las acciones malas las que son más pasibles de su realización.

La desigualdad en el acceso a la escuela, origina frustraciones en los padres sobre sus aspiraciones hacia sus hijos, siendo transmitidos por ellos en forma consciente o inconsciente hacia ellos ocasionándoles deserción o fracaso. Más aún si los planes de estudio no tienen relación con las necesidades concretas de la población, trayendo dificultades en los jóvenes que desean incorporarse a la sociedad por medio de su trabajo, por las altas tasas de desempleo. Uno se preguntaría y porqué sucede esto, pues la respuesta gracias a lo teórico corresponde a la teoría de la Oportunidad diferencial desarrollado por Cloward y Ohlin, quienes apuntaban que es precisamente esa escasez de medios legítimos para alcanzar las metas que el ser humano se propone (por ejemplo: el menor que se propone tal vez sacar a su familia de la miseria) para satisfacer sus necesidades, que lo conlleva a optar por buscar otros medios ilegítimos.

En el Perú a pesar de existir planteles escolares de instrucción primaria y secundaria (que dependen del Estado, no siendo totalmente gratuitas), los menores solo concurren unos años, teniendo que retirarse ante la necesidad imperiosa de contribuir con el sostenimiento económico familiar, creciendo en un medio desfavorable, llegando incluso a estar enfermos y raquíticos por su mala alimentación, así como la falta de vestidos adecuados y sobre todo sin el calor del hogar separados de sus padres desde muy temprana edad, con poca o nula instrucción, lanzados a las calles a su suerte, estando predispuestos a cometer algún delito.

Esto se aprecia de nuestra muestra donde es considerable el número de menores que alcanzan como base de instrucción sólo hasta el primer año de secundaria (que alcanza el rango de frecuencia de cinco), él cual se explica, si se toma la ficción de existir una buena instrucción en la escuela, el rango promedio no debe pasar de uno, sino es preocupante.

Nuestra muestra presenta una generalidad, en la que el menor ha participado en su formación mediante la instrucción por parte de escuelas públicas, de la cual se puede deducir que es por la carencia de control y disciplina que manifiestan nuestras escuelas públicas, las que contribuyen a una poca o mala formación en el menor, e inclusive se encuentran experiencias en las que los menores sobre todo adolescentes estén coludidos o emparentados con sus propios maestros, quienes les permiten la participación de estos menores en actividades antisociales con conductas desviadas. Así mismo, es problema de gran relevancia la instrucción de los mismos maestros presentándose cuadros que dejan mucho de merecer, inclusive por los propios directores, quienes más se ocupan de lograr sus fines lucrativos que de impartir una real y valedera enseñanza.
En realidad este apartamiento de los verdaderos fines culturales en los que se presenta aquel conflicto generacional, en la que por una parte se encuentran involucrados los maestros y del otro lado los alumnos, presentándose aquella dualidad de valores que nos hablaba Kobrin, respaldado en las escuelas subculturales; para explicarlo mejor, diremos que los unos se encuentran en permanente rechazo de los otros porque no se comprenden y son los alumnos los que generalmente toman las medidas de agrupamiento que les puede permitir la defensa y lucha ante su mayores y/o profesores.
La totalidad de los menores considerados en nuestra muestra, presentan un nivel educativo muy por debajo de su edad cronológica, que inclusive se ha visto afectada por su misma interrelación del menor desde su temprana formación. El problema del grado de instrucción que pueda o no tener el menor no implica que éstos no sepan diferenciar entre lo bueno y lo malo, lo cual como sabemos se presenta desde la etapa de latencia, la que seguramente no ha sido enteramente superada manifestando en el futuro posibles conductas desviadas, factor educativo este que encuentra íntima relación con la carencia de buenos roles y material educativo que se pueda brindar al menor y que son los padres, luego los maestros, quienes tienen el deber de impartir, una buena educación los primeros, y una adecuada instrucción los segundos.

Gran relevancia tiene la teoría del aprendizaje social, del cual es parte todo menor, al ser integrante de las escuelas públicas o privadas de las cuales no se excluye las conductas desviadas. Así en los centros educativos, esto por experiencia de la generalidad de personas, se presentan una cosmopolita unión de estudiantes y maestros, cada quien con sus creencias, hábitos y costumbres, dependiendo a la vez de su procedencia geográfica; así, no todos los maestros educan de la misma forma, aunque si pueden instruir la materia homogéneamente, sin embargo el receptor lo percibe de distinto modo, sobre todo los adolescentes. Del mismo modo, se encuentran las relaciones entre los propios alumnos, en las cuales siempre existirán modelos a seguir por parte de uno y rechazo por otros; pero como se dijo la cultura de la juventud implica una subcultura que de acuerdo a sus interrelaciones el menor a internalizado distintos moldes que ahora lo caracteriza.

4.5.1.3 La Sociedad

Según M. Mathis “considera al delincuente como un grupo social marginal, atribuyéndole tal carácter porque la sociedad no les provee de valores morales, de sentido de autoridad, y el menor crea sus propios valores: dinero, placer, violencia y sexualidad sin amor”,173partiendo de un ejemplo clásico sobre la vida de una planta la que es traslada a distintos lugares de determinados territorios, la misma que va a sufrir distintos cambios; de donde parte la importancia del ambiente en el menor, al ser considerado como el medio donde el niño nace, crece y se desarrolla, pues las condiciones ambientales influyen en la conducta y costumbre de los pobladores, dando como resultado la influencia en el aumento de la criminalidad, por ser este el lugar donde se realiza el delito, pudiendo ser la ciudad o el campo, por tanto es necesario establecer cierta distinción:

- Ambiente rural.- Donde la población es menor, teniendo costumbres distintas, por ser así, también las condiciones de vida, ambiente y organización misma, presentándose, mayores lazos de familiaridad entre ellos, entre hijos putativos o compadrazgos, generándose poco nivel delictual.

-Ambiente urbano.- Aquella caracterizada por la densidad de población, comercio, industrias, organizaciones políticas o administrativas, que traen consigo la inmediata aparición del delito en proporción mucho mayor que en los centros rurales. Así la urbanidad cuenta con diferentes factores que pueden determinar la génesis del delito.

Las teorías conflictuales nos enseñan que en la sociedad las relaciones humanas son esencialmente dinámicas e interdependientes y se hallan sometidos a un continuo cambio, representando el conflicto del proceso social básico.

Se puede observar en este amplio mundo social en la que vivimos que a diario se presentan notas periodísticas sobre masiva delincuencia juvenil, que sin embargo no es tomado con seriedad por el resto o mayoría de la población, considerándolo como el peor mal de la humanidad, es decir se presenta un cierto desinterés al momento de tocar el tema teórico de la delincuencia juvenil, que pese a ello alcanza grandes márgenes de pensamiento y reacción cuando el afectado es propiamente ese mundo circundante del menor.

Y es que en la actualidad no sólo en la Ciudad de Huancayo, las personas están acostumbradas a practicar el hábito de juzgar a sus congeneres sean estos de diferente raza o etnia, no importando que se trate de otro ser humano, siendo más grave para el menor que aún no se ha formado al manifestar una lábil personalidad.
Es aquí donde entra a tallar algunos postulados del Labelling Approach; nos dice el interaccionismo, que el ser humano actua de acuerdo al significado que tienen respecto de las cosas y que este significado surge de la interacción de unos con otros; de esta manera se puede dar explicación a la mayoria de actitudes en las que se sumerge cada una de las personas. Por ejemplo dada la generalidad con que el menor procedente de bajos estratos sociales, se viste de una manera acorde con su ambiente en que se viene forjando, quienes sienten desprecio o lo “miran mal”, son en la mayoría muchachos de clases sociales medio o alto, e inclusive se prohíbe la empatía en sus grupos. Y de repente al menor se le considera como andrajoso, situación que este ya internalizo de una manera relativa, ya lo estigmatizaron y tanto decírselo, a llega a aceptarlo. Igual circunstancia llega a suceder con el menor que ha trasgredido las leyes, y ha sido merecedor de una medida socioeducativa. En las afueras, cuando le dicen que es el más palomilla de la banda, éste por una cuestión de virilidad lo acepta y se comporta como tal.

A) El Barrio

Determinado por el entorno del hogar o en sí el desenvolvimiento del menor con la sociedad, desde el momento que a su corta edad va al nido y confraterniza con sus compañeros, así como con sus vecinos.

Aspecto negativo: Vivir en un ambiente de promiscuidad y hacinamiento de vicios y de miseria, que imposibilita las posibilidades de su normal socialización.

No debe ser considerado como aquel slum del que hablan las teorías subculturales, es decir de aquellos barrios bajos que siempre propugnan por elevarse a la clase media y al no lograrlo se frustran y delinquen. Sino más bien como aquel conjunto de personas de diversas manifestaciones conductuales donde el menor aprende a congeniar con sus pares de distintas edades; dependiendo en gran parte, del contacto social que el menor tenga para formarse un carácter firme con la personalidad. Lo recomendable es que el barrio sea lo más prolijo posible, pero dadas las circunstancias de vida de una u otra sociedad global, siempre habrá barrios donde el menor encuentre climas delictivos.

    • Las aglomeraciones humanas, los centros urbanos de población densa, son lugares más apropiados para que el delito se origine y se mantenga. Como es el caso de los mercados, ferias y zonas de mayor circulación de personas.

Es por eso, que la calle es considerada como un influyente corruptor, al ser en principio peligrosa de donde se aprende, o se observa conductas desaprobadas por la sociedad en que se vive, al extremo de no diferenciar lo bueno de lo malo.

Lo dicho anteriormente se puede corroborar con los datos recabados de acuerdo al método utilizado, así es en el Distrito de Huancayo la zona más propicia para la proliferación de conductas ilícitas, debido a que ésta presenta dos mercados mayoristas, donde por el sin número de personas que a diario circulan realizando diferentes actividades comerciales, creándose un clima propicio para la delincuencia juvenil. Así se demuestra que un 75% de infracciones juveniles son cometidas en el área urbana del Distrito de Huancayo, y solo un 25 % en el Distrito de “El Tambo”.

      • Como ocupa su tiempo el menor, en centros de diversión, como los salones de máquinas electrónicas, discotecas, billares y otras que los menores acostumbran a frecuentar, pero con el requisito de obtener tal diversión a costa de cometer un ilícito, que contribuyen a que la criminalidad sea mayor, por ejemplo cuando van a una discoteca y no tienen recursos para hacerlo optan por robar o hurtar alguna pertenencia ajena.
Así también, estos lugares donde concurren los menores, son ambientes propicios para que aprenda nuevas conductas ajenas a lo aprendido en su familia o escuela, toda vez que en los pimballs confluyen personas de distinta clase social, cultura y edad, aprehensión que empieza por la imitación del mismo lenguaje vulgar a la vista del exterior, pero muy normal e interiorizada por el menor; es en este tipo de ambientes también como en los billares, donde el chico se relaciona tanto con sus propios pares como con adultos, esto último debido a la propensión del menor de sentir curiosidad, por cualquier situación de la cual pueda sentir asombro.

Entre los lugares de más frecuencia, que los menores asisten en la Ciudad de Huancayo son los pimballs las que manifiestan mayor frecuencia, seguido por discotecas y terminando por los billares.

      • La edad de sus compañeros, la mayoría de adolescentes tratan de identificarse y relacionarse con personas de su misma edad o superior a ellos, con el propósito de imitarlos hasta llegar aún a admirarlos, llegando a compartir diversas actividades en desmedro de su desarrollo.

Es una generalidad que se presenta en los menores, que al cursar la etapa de la adolescencia, tienden a manifestar comportamientos que hacen presumir una cierta peligrosidad latente, la cual puede o no explotar debido a que el menor aún mantiene relaciones amicales con niños menores a él. Sin embargo, al ingresar a la etapa de la pubertad, es decir a partir de los dieciséis años, los menores, por su misma interacción con otras situaciones sociales como las descritas precedentemente (lugares que frecuentan), van adquiriendo a la vez una nueva personalidad, en la cual aquellos moldes de comportamiento que les manifestaban aquellos niños menores a él con los que sentía empatía, van extinguiéndose, buscando el púber nuevos moldes acordes con su edad, o que les satisfagan hasta en lo más íntimo de su inconsciente, por eso a esta edad, el joven empieza a tener los primeros conflictos con su familia, manifestando aquel síndrome de adolescencia normal, que luego se transforma en una apartamiento de aquellas conductas enseñadas por la familia, por lo mismo toda esa aglomeración de jóvenes en la misma situación van creando aquel nivel subcultural en el que encuentra la satisfacción a sus necesidades. Grupo éste que se rige por sus propias normas, las cuales se han ido moldeando a fuerza de costumbre, en las que impera el mandato del líder. Grupo que no necesariamente debe traslucirse a un nivel de pandillaje, sino que se quiere explicar que ese conjunto de jóvenes, estén juntos o disgregados, son los que forman el ámbito subcultural.

En la pubertad y al ver el joven insatisfecha su vida familiar, va buscando el apego a un determinado molde con un status que gusta y encanta, a efectos de seguir esos mismos patrones, empezando por la misma imitación de las modas. Es por eso, que en esta etapa el muchacho concibe relaciones con otros de mayor edad, quienes son los únicos que le pueden satisfacer en sus expectativas, aduciendo muchas veces frases para expresar esta satisfacción cuando dicen ¡qué buena onda!.


    • La escuela y el barrio otorgan al menor experiencias de adaptación social extra-familiar, y de ello parte o surgen dos grandes males de la sociedad, que entre ellos se consideran:

- El consumo de alcohol

Problema social que tiene mayor arraigo en esta Provincia, debido a las celebraciones de fiestas costumbristas, las mismas que ameritan un alto índice de consumo, debiendo tan solo estar inmersas dentro de estos grupos personas mayores de edad, sin embargo los comerciantes que expenden bebidas alcohólicas hacen caso omiso a la reglamentación que sindica sobre la prohibición de la venta de tales productos a menores de edad, de ahí el gran rebrote de muchachos que ingieren alcohol, considerado éste como un producto derivado hidroxilado de un hidrocarburo parafínico o cicloparafínico en los que el grupo OH está ligado a un átomo de carbono saturado174.

El problema del consumo de alcohol resulta manifiestamente, perjudicial para el menor que por un lado aún no sabe manifestar actitudes de buen comportamiento al momento de beber presentándose en la mayoría de veces ciertas conductas desviadas que no son delito; por otro lado es un daño directo a la psiquis del menor, quien si antes del consumo no tenia una percepción real de las cosas, mucho menos las tiene al realizar este consumo. Inclusive a sabiendas del daño que le propende el menor utiliza con fines benéficos para cometer sus fechorías, determinándose con este estímulo la propensión de delincuencia manifiesta a la que ha incurrido el menor. Así un 71% de nuestra muestra presenta un cuadro extremo de consumo de alcohol, no pudiéndose determinar si se cometió el acto delictivo bajo los efectos de éste, pero es común ver a menores bajo los efectos del alcohol que presentan conductas delictivas, incurriendo en la generalidad de veces en el delito de lesiones y en otras ocasiones en los delitos de homicidio, robo y violación, surgiendo éste último después de que el menor ha compartido momentos agradables libando licor en compañía de amigos y féminas.

- Consumo de drogas

Entendiéndose por droga a toda sustancia química capaz de alterar el organismo, ejerciéndose su acción psíquica, especialmente sobre la conducta, la percepción y la conciencia. El efecto que puede producir una droga, esta dado fundamentalmente por tres factores: a) la droga, la que depende a su vez de la pureza de concentración de la dosis, de la frecuencia de su uso y la vía de suministro; b) el individuo, el cual depende de la estructura básica de su personalidad desde sus antecedentes biográficos y clínicos, de sus expectativas y fantasías, así como de su estado anímico en el momento del consumo; c) el grupo, ya sea la conformación o estado anímico de aquel que co-participa de la experiencia, como también el más amplio panorama sociocultural e histórico en el que se desarrolla175.
De ello cabe distinguir alguna de las drogas más conocidas por su consumo en la sociedad, como:
* Marihuana, arbusto que puede alcanzar los tres metros de alto, su nombre científico es cannabis sativa, teniendo variedades, como la linneo (cáñamo) y la indiaca lan (cáñamo indiano), siendo ésta última la que se produce a nivel mundial. El compuesto químico que contiene el alcaloide, el cuál produce estímulos en la personalidad, es el delta9 tetrahidrocannabidól, compuesto éste que también es el penado. Esta droga tiene varios derivados los cuales pueden ser suministrados al cuerpo de diferentes maneras, así se puede ingerir fumando, inhalando e inyectándose. Siendo las variedades más conocidas, la marihuana hembra de la cual proviene la ponzoña, la red cannabis, el scan, el jachis, entre otras variedades obtenidas a través de procesos de beneficio; inclusive se han detectado compuestos como el delta1, tetrahidrocannabidól, que se presenta en compuesto líquido.
Los pares que consumen o tiene la habitualidad de ingerir cannabis la presentan a estas en diferentes locuciones, así para referirse a la marihuana, y para pasar desapercibidos optan por llamarla “ganja”, “marimba”, “macoña”, “grifa”, “cacho”,

porro”, “joins”, entre otras denominaciones dependiendo del lugar donde se consuman.

*Clorhidrato de cocaína, esta es una droga estimulante del sistema nervioso central y anastésica de mucosas y raíces nerviosas, al procesarlas químicamente a partir de la hoja de coca, su incorporación al organismo, se hace por una vía que no exige mayor preparación, pues se absorbe a través de la mucosa nasal, de donde pasa al torrente circulatorio por los plexos de la submucosa. Incorporación ésta que es conocida en nuestro medio como “snifar”, que no es otra cosa que aspirar o jalar, siempre por la vía mucosa, es por eso que por su prologando uso se produce aquel estigma de cocainomanía que es la aparición de focos irritativos, úlceras y perforaciones en el tabique nasal.

* Pasta básica de cocaína, esta es una de las drogas más consumidas, tanto por menores como adultos, debido a razones meramente económicas, por su bajo costo en el tráfico, es una droga que presenta cuadros mucho peores al de la cocaína, por ser precisamente una etapa intermedia de la elaboración de ésta, es decir, cuando ya la hoja de coca se ha desintegrado habiendo brotado el alcaloide por consecuencia de su remojo, en ácido sulfúrico, kerosene y otros compuestos químicos, teniendo una presentación similar al queso cajamarquino, la vía para ingerirla es a través de pequeños quetes del tamaño de un cigarrillo y mezclado con el tabaco de éste, denominado en el argot de los drogadictos “tola”, “clavo”, o sino mezclándola con marihuana, quete que recibe el nombre de mixto.

*El terokal, droga alucinógena cuya creación no ha sido realizada para el consumo humano, sino por el contrario para fines industriales, especialmente para el pegado en la industria del calzado, sin embargo su venta indiscriminada ha traído como consecuencia que este producto se expanda en el ámbito de toda la colectividad, siendo aprovechado por su bajo precio, especialmente por menores que habitan en las calles. Su forma de administración es mediante la inhalación del terokal contenido en una bolsa plástica.

Si bien las drogas descritas, por su efecto psíquico en la persona, puede generar delincuencia, lo que sucede generalmente en todo ámbito, esto no ocurre en la Ciudad de Huancayo, pues de las encuestas realizadas se observa que los menores infractores, si bien han probado por única vez alguna de estas drogas especialmente el terokal y la marihuana, su frecuencia de consumo no varia en demasía, apreciándose tan solo una unidad de rango entre su consumo y no consumo.


B) El aspecto económico,

Es sin duda el sustento económico aquel factor que se vislumbra como la base de todo problema social, sin embargo es de preguntarse ¿si en países de modelos económicos capitalistas desarrollados, no se presenta estadísticas de delincuencia juvenil? planteando una comparación entre Estados Unidos de Norteamérica con nuestro Sistema Peruano, es decir, de rey a gobernado, tenemos que en el primero se presenta la delincuencia juvenil mucho más compleja, e inclusive con más casos de esquizofrenia sufridas por menores de edad, los mismos que no se observan y no se han dado en la Ciudad de Huancayo de manera pública. El problema se presenta con más frecuencia desde, el asentamiento de la influencia del industrialismo y el fenómeno de la competencia, donde se manifiesta el forcejeo entre las personas por encontrar trabajo aunque los salarios sean más bajos, ocasionando otro fenómeno como es el desempleo, la misma que determina el vagabundismo de donde surgen con mucha facilidad los delincuentes. Más aún si en las ciudades se presentan deseos de satisfacer necesidades como el lujo, el buen vivir despertando en el individuo aspiraciones de grandeza, y ante la impotencia de lograrlo con un trabajo honrado, recurren a formas deshonestas.

Una circunstancia que pasa a veces desapercibida por el menor y también de los investigadores, es el que se genera por la lucha constante surgida entre grandes potencias, una guerra suscitada ya no en forma bélica sino más bien, una guerra económica, en la cual indiscutiblemente no estamos ajenos, aunque no seamos partícipes directos si lo somos activamente, ya que con un dólar también se contribuye “ahora” a la economía global, dependiendo de ésta, para el desarrollo futuro tanto en los países con mayor tecnología como en los de menor industria, acaece el mismo problema. Guerra del siglo XXI, que se ve manifestada directamente por tres potencias, los Estados Unidos de América, La Comunidad Europea y Japón, vislumbrarse una y otra alternativa de éxito para la comunidad Europea. Es decir estamos en pilar básico –la economía- para la explicación de cualquier tipo de violencia generada, por la sociedad, desarrollada y manifestada en ella misma, no sólo por nuestros muchachos, sino por la comunidad generalizada que cada día va en peor, por el mismo consumismo que manifiesta.

      • La pobreza.
West al referirse a la pobreza, la toma como la falta de elementos básicos necesarios, aquellos que sin duda considera como un factor concomitante importante en la delincuencia juvenil, específicamente en zonas de represión económica. Es así que, mucho se relaciona a la delincuencia con barrios pobres, sin embargo no delinquen tan solo personas de recursos económicos bajos sino también menores que gozan de una buena educación además de vivir en adecuadas condiciones, así también interviene la influencia de la situación económica en el país, pues el hombre esta como un perro hambriento que acosado por la miseria en que vive exterioriza una conducta inadecuada hacia sus semejantes.

Pero Sánchez Tejerían dice que casi siempre la miseria es consecuencia del vicio (alcoholismo, vagancia, mendicidad), el delito, el vicio y la degeneración las cuales se desarrollan en el núcleo de la miseria, es así que en el país se ha olvidado los ideales de los griegos, quienes pensaban que el Estado combatía a dos enemigos, tanto a la pobreza y la riqueza. Sin embargo ya no estamos en la vieja Grecia que muchos de sus pensamientos hemos recogido, seguido y cultivado, ahora estamos en el siglo XXI, y por lo tanto uno se debe ajustar a la época, ya no es solo la pobreza, la que juega un factor determinante en la génesis de la delincuencia juvenil, si ésta se encuentra aislada no es nada, no tiene un papel determinante ni condicionante, existe ahora en esta era la delincuencia producida por la pobreza cuando esta se genera por su carácter famélico, pero en nuestra Ciudad la pobreza no es y no ha sido algún factor causal explicativo de la génesis de la delincuencia, pues como se puede observar de nuestros datos estadísticos analizados, es la generalidad de menores que trabajan, para satisfacer las necesidades que sus padres no les pueden brindar, ya que al parecer si tiene el sustento necesario en “parar la meza”, como vimos ya, todos los padres, trabajan, acumulando un capital de seiscientos soles por familia, lo que unido a lo que puede o no ganar el menor que trabaja en trabajos eventuales o perennes que les genera un aproximado de veinte soles al día.
Claro que para afrontar las necesidades que genera esta sociedad del consumo, siendo un elemento principal, también la ausencia de trabajo teniendo consigo a los bajos sueldos que se da en este país, de donde se desprende la diversidad de trabajitos “cachuelos”, se da un incremento de niños que trabajan desde muy pequeños en oficios a veces muy arriesgados para sus edades, pues los menores antes de ingresar al Centro Juvenil tenían las siguientes ocupaciones: como canillitas, negociantes, pastores, ayudantes, mozos y soldadores.
Así, el factor de la pobreza, como se dijo no presenta problemas al considerarse como una variable aislada o independiente, sino más bien esta tiene que estar unida a otra como puede ser, las libres aspiraciones del joven que busca mejores oportunidades, que las obtenidas en su seno familiar, teniendo que salir en busca de trabajo a temprana edad, es así que la generalidad de nuestra muestra, presenta, que antes de su ingreso al Centro Juvenil estaba trabajando, y es que en una Ciudad, donde impera, aún el conformismo por los padres, y la ambición de los jóvenes, quienes no esperan que se le asigne algún dividendo por parte de los adultos sino que desde los doce años, según lo permitido legalmente, ya el menor ha buscado trabajo, que le genera una economía a temprana edad, que lógicamente no sabrá administrar por su falta de capacidad, teniendo el lucro necesario para satisfacer sus necesidades, generalmente sus apetitos de juego, sobre todo en
juegos de video, como ya lo comprobamos. Así pues, el joven entra en la senda de lo insólito, donde inclusive llega a utilizar el dinero para comprar bebidas alcohólicas a falta de una adecuada administración de su dinero, que también se observa a nivel de clase media alta y alta, en las que no es asombro ver a muchachos que aún no terminan la escuela, pero que ya frecuentan bares o zonas de promiscuidad sexual.

Entonces no necesariamente, la pobreza es factor determinante, sino más bien es la generadora de otro, que es la que opera desde un marco netamente individual del menor, que aún no madura emocionalmente, aunque puede estarlo económicamente, es decir factor es la temprana obtención de lucro y su mala administración.

Se difiere del carácter teórico de la subcultura criminal esbozado desde Cohen a Clowar y Ohlin e inclusive a Ferracutti, cuyos postulados pueden haberse verificado en su momento histórico, que sin embargo en la Ciudad de Huancayo, no se expresa de la misma manera, ya que el factor económico no fue causal para que los menores delincan, es decir no es determinante, puede que sea coadyuvante toda vez que si no hubiera tenido que salir a buscar trabajo de repente no se hubiese visto envuelto en actos delictivos.
C) Los Medios de Comunicación

Estando comprendidos, la prensa, radio, televisión y el cine, y dentro de las ramas de la comunicación a la publicidad, considerados estos como el cuarto poder del Estado por la influencia abismal hacia el comportamiento de la sociedad, conforme lo indica Glaser en su Teoría de la Identificación al tomar a los medios de comunicación como una herramienta de aprendizaje hacia el televidente, más aún si tenemos presente los antecedentes que rodean a los principales medios de mayor audiencia, los cuales fueron manipulados por el gobierno del Ex-Presidente Alberto Fujimori.

Pues hasta la fecha muchos estudiosos en el análisis de los programas que se transmiten en este país, llegando a la conclusión, que los programas de televisión deforman y destruyen la idea que se tiene de familia y todo lo que les rodea, al no transmitirse programas educativos así como de escribir vulgaridades en los diarios, los cuales estimulan un ambiente de pública inmoralidad (como el aborto, el abandono infantil u otros problemas sociales similares), así también la publicidad que a veces resulta engañosa, puesto que el único fin de éste es posicionar en el consumidor el producto por tanto acceder a su compra, y así como el de los medios es el de tener raiting o un alto índice de lectores.

Y para esbozar mejor este problema explicaremos cada uno de ellos:
    1. La prensa

En este medio son muy pocas los periódicos que realmente cumplen su verdadera función que es el de informar, por el incremento de diarios sensacionalistas denominados “chichas”, los cuales manejan un lenguaje muy simple (jergoso) el que ha llegado a estimular al crimen y peor aún a logrado que un delincuente se sienta orgulloso del delito que hubiere cometido, al tratar a la información como el chisme del día y no así como una conducta reprochable.

Pues de la muestra obtenida, ninguno de los menores tiene un hábito de lectura, razón ésta por la que no se encuentran dentro del grupo de lectores, a fin de establecer la influencia de los diarios que recae sobre ellos.

    1. La radio
Medio muy variado, sin embargo se aprecia la escasa programación de temas educativos. Así como la mínima inclinación de los menores por los programas radiales al no considerarlo como su favorito, pese a estar más al alcance de ellos por la edad que presentan.

    1. La televisión
Similar a la radio tan solo le interesa tener alta tele audiencia, aunque transmita programas no saludables y peor aún que denigran la dignidad de la persona humana, como en el caso de un programa de Laura Bozo con el título de “Todo por dinero”, pues el Perú sufre una grave crisis de valores, llegando a su cumbre en el gobierno anterior, con las historias en los vladivideos.

En la XXXVIII Conferencia Anual de Ejecutivos-CADE 2000-2001, se tocaron diversos puntos entre los cuales el expositor, León Tratenberg, señaló que los niños pasan más tiempo frente a este medio que ante un maestro escolar, pues el calendario escolar anual consta de 900 horas de las cuales sólo se dictan en muchos colegios públicos unas 600 horas, entonces los niños Peruanos ven en promedio de 3 a 4 horas diarias de televisión, es decir entre 1100 y 1500 horas al año, teniendo presente que cada persona por día ve aproximadamente mil imágenes, llegando con esto al extremo a sustituir a sus padres, observando diariamente en la pantalla comportamientos distorsionados denominada “televisión basura”.

Este expositor planteó varias soluciones, entre una de ellas, está la de constituir un organismo ad-hoc como en el caso de Chile denominado Consejo Nacional de la Televisión, que entre una de sus funciones está la de verificar las transmisiones acordes con los horarios, sin embargo en el Perú no es solo luchar contra los medios sino contra el mismo público que prefiere y gusta de la vulgaridad y el escándalo que transmiten muchos programas, sin interés alguno por la cultura y educación, no siendo del todo general, pues cuando se transmitió el programa de Alejandro Guerrero sobre diversos lugares del Perú y del mundo, éstos tuvieron una alta tele audiencia, pero más allá que el gobierno asuma un rol adecuado, la sociedad también debe censurar los programas que exceden en su contenido, ya que el Perú esta enfermo pero esta enfermedad no es irremediable, si bien los valores pueden tomar generaciones en cambiar, se debe de comenzar, con el apoyo mancomunado de la televisión, cumpliendo su principal función, como vehículo de la formación de valores que contribuyan al desarrollo nacional.

Siendo así de la muestra obtenida, se disgrega que los menores se inclinan más por éste medio que por los demás, dado por la programación variada que brinda, más aún si en la mayoría de hogares de esta Provincia hay por lo menos un televisor, razón más que suficiente para que los menores permanezcan por varias horas viendo diversos programas durante el día, teniendo presente que sus padres no se encuentran conjuntamente con ellos por motivos de trabajo, logrando el menor espectar los programas que deseé, sin restricción alguna, no siendo muy asiduos en los noticieros televisivos u otros de similar contenido, optando por los programas de dibujos animados que por otros como los deportes, o series (centinela) entre otros. Pasando su mayor tiempo frente a la televisión, siendo de su preferencia los dibujos como dragón ball-Z, los caballeros del zodiaco, pokemón y otros de similar contenido, de los cuales las historias representadas por cada uno de ellos son eminentemente violentos al extremo de ser imitado por los televidentes, creando furor en los menores al querer representarlos entre juego y juego, tomando tales conductas (venganza, odio, rencor, peleas) como normales, pues aquellos programas no representan comportamientos adecuados a imitar, por el contrario tratan de llamar la atención de los espectadores por medio de personajes ilusos e irreales capaces de transformarse en otro ser con distintas características, pero siempre con el toque de violencia, logrando así que los menores tomen las armas (cuchillos, revólveres) como su principal defensa similar a los personajes de ficción, siendo una realidad que no podemos negar, que la televisión transmite violencia conllevando a la realización de comportamiento ilícitos para con la sociedad.
Es así que, Joseph Klapper en el estudio que realizo comprobó el aumento e influencia de violencia trasmitido por este medio, pese a ello otros autores lo tomaron desde tres puntos de vista distintos:
- Algunos consideran que la violencia no ejerce ninguna influencia sobre el menor.
- Que al ver tales imágenes tienen un efecto catártico o librador de tales impulsos.
- Y por último opinan que da un efecto generador de violencia, dando origen a un proceso de imitación y/o instigación, así como Albert Bandura considera a la televisión como una fuente de aprendizaje.

Del mismo modo, el Centro de Desarrollo de la Universidad Carolina del Norte en los Estado Unidos, tomó como muestra a diez parejas de niños con los mismo hábitos de televisión y juego, que después de once días, se mostró a uno de ellos un programa de televisión con alto índice de violencia, en tanto que su pareja veía otro de naturaleza no violenta, teniendo como resultado que los cinco que vieron programas violentas se hicieron más agresivos, triplicando en algunos casos su arranque de violencia, como patear y golpear, caso contrario a sus demás compañeros quienes permanecieron más o menos igual. Y de ello parte el doctor Jesse L. Steinfeld, quien señala “que la relación entre la violencia televisiva y un comportamiento antisocial queda probada ampliamente como para garantizar una inmediata acción correctiva”176.

    1. El cine

Es otro vehículo de comunicación que divulga situaciones individuales o sociales con contenidos criminales, de violencia a ser aprehendidos, siendo muy pocas películas que en su contenido inculcan valores a ser inculcados y trasmitidos. Pues según Stephan Hurwitz las películas criminales a veces actúan como ejemplos y modelos directos y con mayor frecuencia impulsan a la imaginación indirectamente por caminos delictivos de suerte que frente a esta sugestión no tiene importancia el hecho de que el criminal sea debidamente castigado al final,177dándose el caso que las secuencias de un hecho criminal proyectadas a veces son aplicadas en la vida real, más aún cuando el delincuente aparece como un héroe y su perseguidor como un tonto.












CAPITULO V

REFLEXIÓN NORMATIVA SOBRE MENORES INFRACTORES

    1. Antecedentes
Toda legislación que verse sobre derecho de Menores debe contar por la protección integral de sus derechos, si en la actualidad cualquier derecho en el menor es considerado como derecho social, toda vez que todos los seres humanos viven inmersos en una sociedad de la que surge aquella relación estrecha donde el vinculo hombre-sociedad tiene su fundamento en la libertad, la que debe ser entendida entre lo permisible y lo prohibido en el comportamiento del hombre, quien se encuentra encerrado en situación de una comunidad regida por normas preestablecidas, e aquí el límite de la libertad absoluta. Pero, si en esta época se considera al menor como sujeto de derechos antes tan solo era identificado como mero objeto de derechos que implicaba una protección como cualquier bien real, la data más antigua de protección de los derechos del menor se remonta al derecho Romano Justiniano, en el cual, sin embargo se legisla no por una protección al menor sino a la sociedad ante el menor, encontrándose márgenes de penalidad, de acuerdo a tres periodos de la edad de la persona, así tenemos que hasta menos de los siete años, el menor contaba con una irresponsabilidad absoluta, de la misma manera a los diez años y medio en el varón y nueve años en la mujer, el niño o menor era un incapaz de pensamiento criminal. Y es a partir de los catorce años en el hombre y doce en la mujer, edad en la que los menores estaban prohibidos de engendrar debido a su incapacidad de pensamiento, siendo castigados ante tal trasgresión, obteniendo una responsabilidad relativa.
La responsabilidad penal, lo tenían los menores de dieciocho años hasta los veinticinco; estableciéndose meras diferencias entre la penalidad del menor y las de los adultos criminales en la naturaleza y dosificación de la pena.

Con relación a los antecedentes encontrados en el ámbito de nuestra Legislación Peruana los textos refieren que se empieza a legislar con respecto a la conducta del menor no por sus actos delictuosos, sino por la situación precaria o de abandono en que ellos se encontraban siendo aún para la época del virreinato los menores sancionados por delitos al igual que los adultos. Así en ésta época, Carlos V en el año de 1535 dispuso que se recogiera a niños vagabundos, huérfanos y a los que tenían una edad adolescente o juvenil se les entregase a los encomenderos para la realización de distintos trabajos. Durante ésta época en el Perú tuvo gran importancia la caridad cristiana sobre el tratamiento del menor, que sin embargo solo era visto como un objeto de libre disposición de la clase dominante.
Es en la etapa Republicana en 1821 donde por primera vez se da nacimiento al Derecho de Menores gracias al Ministro Hipólito Unanue, alcanzándose con tal idea revolucionaria una línea de pensamiento, con el propósito de alcanzar la obligación del Estado de prevenir y aliviar los sufrimientos de los menores. De esta etapa a la actualidad se ha motivado a la realización de distintos eventos académicos con el único fin de lograr la protección integral del niño y del adolescente, teniendo un gran apogeo a inicios del año de 1900, como el Primer Congreso celebrado en Buenos Aires (1916)
A raíz de las innovaciones obtenidas en nuestra legislación se logra un avance con las disposiciones contenidas en las Constituciones de 1920 y 1933, aportando otra realidad jurídica sobre menores infractores en el Código Penal de 1924, al establecer la jurisdicción especial de menores, así mismo el Código Civil de 1936 elimina la desigualdad que existía en la calificación de los hijos. Es en el Código Penal (1924) en el que por primera vez se señalan medidas de seguridad social y educativas a favor del menor que ha realizado un acto reprimido por la Ley como delito en caso de haber sido cometido por un adulto, medida ésta que tiene como antecedentes según Luis Bramont Arias, el proyecto del Código Penal Italiano de 1921, el apéndice de la parte general del Código Peruano y en los proyectos Brasileños de Sa. Pereyra de 1927 y de Machado en 1938, sin embargo la regulación del Código Penal de 1924, conserva aquel sello impuesto al menor de “criminal”. Con respecto a la jurisdicción de menores el principal antecedente mundial, es la creación del Primer Penal de Menores en Chicago (1899) En nuestro Código Penal de 1924, la jurisdicción de menores estaba a cargo de un juzgado de menores compuesto por un Juez, un médico y un secretario, constituyendo como Segunda Instancia el Tribunal de Apelación de Menores o a falta de esta la Sala Civil, no pudiéndose resolver procesos contenciosos que refieran a menores en la Corte Suprema.

El Código de los Niños y Adolescentes nace en la necesidad de que exista una normativa especial que regule la vida del menor en situación social irregular, corriendo a cargo de su elaboración sobre todo el cuerpo médico de los Tribunales. Es en el año de 1939, que se presenta el Primer proyecto de Código de Menores, toda vez que no era suficiente lo estipulado por la Constitución de 1920 y 1933; este código trajo consigo el total respeto a los derechos del menor y la salvaguarda de los mismos, al estipular en su Título Preliminar, que todo menor en el Perú tiene derecho a vivir una vida sana y llegar a su completo normal desarrollo ético, intelectual y físico, así mismo prevé que el Estado asumirá la función de asegurar el desarrollo normal y la vida del menor mediante un sistema de asistencia jurídica, médica y social que garantice la eficacia de esta medida hacia menor.

Mediante Ley 2851 se promulga el primer Código de Menores dos de Julio de 1962, con el mismo que se puede afirmar el surgimiento en forma positiva y coherente de los derechos del menor, dejando de tratar a la minoridad como mero caso patológico, adoptándose una perspectiva sociológica, sobre todo respecto a los actos antisociales del menor, éste código es derogado mediante Decreto Ley 26102, de fecha veintiocho de diciembre de 1992, con los nuevos lineamientos que prevé la Convención sobre los Derechos del Niño, celebrado el 20 de Noviembre de 1989, en cuyo articulo cuarenta esboza los principios y garantías en la administración de Justicia de Menores, respondiendo el nuevo código de 1992, tanto a este carácter proteccionista de la convención como a una actualización necesaria por parte de la norma, con respecto a las nuevas Instituciones jurisdiccionales.

5.2 Reflexión Criminológica

La Legislación Peruana provee un específico marco legal cuando se trata de juzgar y sancionar a los menores que participan en un hecho punible tipificado como delito o falta en la Ley penal, así es el Código de los Niños y Adolescentes (promulgado el ocho de abril de mil novecientos noventa y nueve, mediante el Decreto Supremo 004-99-JUS) que en su Capítulo Tercero, del Título Segundo legisla sobre el adolescente infractor y de la Ley Penal, considerando su normatividad dentro de las Leyes en blanco, toda vez que este código no prevé que conductas deben ser consideradas como faltas o delitos, teniendo que recurrir al Código Penal Peruano; sin embargo en el Código de Niños y Adolescentes se establece una serie de derechos que cuentan con un debido marco constitucional, a partir de los principios de igualdad de las personas como del principio de legalidad, situación importante es la que indica el artículo doscientos uno cuando normativisa que los adolescentes que son privados de su libertad deberán ser separados de los adultos, respondiendo esto a cuestiones político criminales, basado en estudios criminológicos, ya que no se puede pretender encerrar en un mismo círculo a aquel menor que cuenta con labil personalidad, y que de repente la infracción cometida puede haber sido ocasionado por factores externos que lo impulsaron al menor a cometer el delito o falta, no siendo pasible de juntar al menor con el adulto cuya conducta delictual deviene en su conocimiento pleno y del uso de sus facultades, como persona adulta, así mismo en el capítulo sexto del citado código también encontramos una política sana al momento de juzgar al menor cuando en el artículo doscientos treinta y cuatro, se establece sobre la remisión del proceso que consiste en la separación del adolescente infractor del proceso judicial, con el objeto de eliminar los efectos negativos de un procedimiento, esta norma apunta a minorar las posibles consecuencias de una criminalización secundaria, toda ves que el efecto estigmatizante que tiene un proceso judicial, es más efectivo cuando se trata del juzgamiento de un menor, por lo que se debe evitar que el infractor se envuelva en un etiquetamiento por parte no solo del criminal sino de la sociedad en su conjunto, siendo un papel importante para el cumplimiento de este dispositivo la actitud que puedan tener los magistrados y otros operadores de justicia, toda vez que son ellos quienes deben velar por el efecto socioeducativo para la completa socialización del menor infractor.

En la separación que debe existir entre el menor infractor y el adulto delincuente se han establecido órganos de apoyo y ayuda para realizar una supuesta rehabilitación del infractor comprendiéndose entre sus órganos a los Centros Juveniles que están a cargo de la Gerencia de Operaciones del Poder Judicial, los cuales acogen al menor cuando es sujeto de una medida socioeducativa de internamiento brindándole diversos servicios para su educación e instrucción, que sin embargo se acoge al menor dotándolo de una nueva familia enseñándole principios y valores que debe seguir en el devenir de su vida cuya ficción aparentemente acaba cuando este cumple la medida o cuando alcanza la mayoría de edad, egresando del centro juvenil para insertarse de nuevo a aquella sociedad, que uno ya sabe que ha sido un infractor, tratándolo como tal; es decir el menor vuelve a aquel núcleo que lo formo en la senda de la delincuencia, por tal motivo no sirve de mucho o de nada adoptar cuales fueran las medidas socioeducativas si no se disminuye aquellos factores sociales que contribuyeron a que el menor delinca, si bien la criminología a través de sus estudios y teorías contribuye a dar luces sobre los factores que determinan a que la persona delinca, su estudio no es completo cuando se trata de obtener soluciones para la disminución de la delincuencia y la rehabilitación, resocialización y reeducación del menor delincuente, es por ello que entra a tallar conjuntamente y en ayuda de la criminología, políticas sociales que contribuyan a dar freno y poner límite no solo para que el menor no delinquir, sino también para protegerlo de aquel mundo social que lo condena.



CAPITULO VI

6.1. CONCLUSIONES

  • Reconocer que la delincuencia es un problema social, por la descomposición y desorganización de la sociedad que éste origina, descartándo ser un mal necesario en su origen como lo manifiesta Durkheim, pues el desarrollo de una sociedad no depende del de la delincuencia, sin embargo se ha vuelto funcional a la misma, por lo que no se puede visorar el exterminio de ésta, dada la circunstancia histórica que ha marcado en todos los tiempos, con la instauración de diversa legislación e institucionalización. Estando reconocido el delito como normal en una sociedad por la lucha de contrarios que se da en ésta, desde un aspecto teórico conflictivo, toda vez que mientras más convulsionada resulte la interacción de los individuos en la sociedad se dará como resultado la aparición de la delincuencia.


  • La conducta rebelde que presentan los menores, según los datos recabados, demuestran la falta de amor familiar en sus hogares, tratando de satisfacerse con otras compañías, al grado de ser identificados con ellas y peor aún imitar conductas inapropiadas para sus edades, teniendo aceptación las teorías del aprendizaje, ya que cada conducta a determinada edad es siempre aprendida, más aún si son menores que recién se está formando su propia personalidad, moldeando su carácter acogiéndose a grupos subculturales de los cuales devendrá el etiquetamiento que denota a la generalidad de los integrantes de está subcultura, pudiéndose presentar un carácter defintitorial por parte del Estado sin obtener la protección debida al menor y volviéndose un mero inquisidor de cualquier conducta desviada.

  • La pobreza no es factor determinante en la delincuencia, es decir ésta no opera desde un marco netamente individual sobre el menor, que aún no madura emocionalmente, pudiendo tener en el transcurso de su vida carencias económicas, que sin embargo no contribuirá a que éste delinca, toda vez que la pobreza tiene que actuar conjuntamente y en interacción de otros factores sociales, como por ejemplo la carencia de principios y valores para que pueda actuar como un agente que predispone a la comisión de la trasgresión. Negándose con esto la base teórica de la Subcultura de Cohen, ya que éste parte de la concepción de que es ante la frustración de las clases pobres por o llegar a una clase media que aspiraba por la que surge la delincuencia, este factor pobreza se ve ligada hacia el menor, podía o no satisfacer sus necesidades, lo que en el trabajo empírico se demuestra en su generalidad que quienes cometen transgresiones son menores que contaba con un trabajo, así como de una remuneración acorde con su costo de producción; sin embargo se puede apreciar que es más por la carencia de medios legítimos que por las clases sociales en que el menor llega a cometer actos ilícitos, explicación ésta última que surge a partir del planteamiento de la Teoría de la Oportunidad Diferencial, lo que unido como una nueva criminología, es el estado, quien debe proveer los medios necesarios para que las clases sociales de más bajo nivel económico, puedan obtener satisfacción a sus aspiraciones

  • No solo se debe tomar en cuenta el ambiente que rodea al menor, sino su desarrollo y aprendizaje que recibe de éste, que sirve como nexo a una posible conducta desviada, así nos lo enfoca la teoría de la Escuela de Chicago, siendo las zonas urbanas las mas asechadas por los delincuentes según los reportes periodísticos de esta Provincia, existiendo cierta distribución de la criminalidad en la Ciudad de Huancayo, teniendo alto margen en el Distrito de Huancayo y Chilca. Dado que en ésta parte de la Provincia están siendo denominadas como “peligrosas”, al grado de ser identificados los lugares de mayor incidencia de actos ilícitos, tanto en horarios diurnos como nocturnos, no teniendo relación con los domicilios de los menores infractores, quienes se trasladan a los citados distritos a cometer conducta delictivas.

  • El menor como un integrante de la sociedad adquiere los conocimientos y motivaciones de este mundo circundante, desde que nace, al tener a uno de sus primeros contactos a “su familia”, pues despierta en él su mente y adecua su conducta a está, y a todo ello añadimos la importancia de los factores interrelacionados que intervienen en su comportamiento, así como el más importante y destacado es el ambiente económico como factor influyente al igual que el factor social del cual se rodea.

  • Los medios de comunicación son también un factor importante en la conducta del menor, en si por el aprendizaje e imitación que de él proviene, así como lo considera Glaser en su Teoría de la Identificación, contrario a las tesis de Sutherland, siendo la televisión el medio preferido por los menores dada la diversidad de la programación que se transmite, específicamente en la categoría de dibujos animados, los que en su mayoría tienen contenidos violentos, más aún cuando el menor se identifica con alguno de los protagonistas de su serie favorita, trayendo consigo desequilibrios emocionales por caracterizar estos personajes conductas ilícitas imitadas por los menores.

  • No basta etiquetar al delincuente por su mera conducta. La sociedad debe comprender que toda conducta es adquirida a través de diversos mecanismos de interacción entre los mismos. Así, se demuestra que es la sociedad la que forma sus moldes de comportamiento, algunos generalizándose y adecuándose al orden común, sin embargo se debe observar que la delincuencia si bien es un fenómeno que sobrepasa a este orden, también se encuentra generalizado en diversas capas sociales. Pues entonces, deviene aquí la supuesta normalidad del delito, por ende la sociedad es quien, por la reacción que presenta, adopta costumbres de etiquetamiento sólo con el afán de sentirse satisfecho con la conducta “buena “ que manifiesta; no inmiscuyéndose en el problema porque no es el suyo, adoptando tan sólo moldes de rechazo.


6.2. PROPUESTAS

  • Poner al tema de la Delincuencia Juvenil como una prioridad en los problemas sociales en los que atraviesa nuestro país. Así uno de los problemas sociales es la escasez de justicia que pide el pueblo, cabria preguntarnos acaso, es la administración de justicia impartida en la ciudad, respecto a menores infractores justa. Pues la criminología juvenil en este caso, asegura ciertos aportes al momento de administrar justicia, tan ansiada por quienes cayeron en el grave error de la senda del vicio y la delincuencia. ¿Se debe tomar acaso los conceptos de criminología para una correcta elaboración, de las leyes penales que aseguren el respeto a los principios naturales y constitucionales que protegen al ser menor de edad? Pues creemos que sí debe tomarse en cuenta cualquier aporte no solo de la criminología sino también en sistemática organización y contribución con otras ciencias, con otras disciplinas, todo en aras de contribuir con lo justo. En esta era se propende por la protección del ser humano, y sus derechos que lo dignifican como tal, es real también que los menores infractores son objeto de etiquetamientos tanto por parte de la sociedad como por parte de las autoridades, no diferenciándolos en absoluto, quitándoles o restándoles la importancia que se le debe brindar cuando estos menores presentan conductas desviadas, tratándolos con desigualdad, alguna veces en extremos discriminatorios, y es que tal cual enseña las teorías subculturales, precisamente existe una generalización de las conductas adolescente, por ende se tiende a catalogarlos u definirlos como mejor parezca, se tenga o no tenga razón, ¿es entonces esto Justicia?. De otra parte el mundo adulto por así llamarlo, no diferencia edades. Se tiende a solicitar comportamientos que ellos consideran como aptos para su entorno o para su vista y que considera buenos. Un ejemplo saltante de cómo se cumplen las conductas de rebelión del adolescente como técnicas de neutralización, es la que concibe a raíz del reclamo que realiza el padre, a su hijo de dieciséis años que consume bebidas alcohólicas y consumo de cigarrillos, neutralizando el menor este reproche con el reclamo que este mismo hace a su progenitor, porque él también, bebe y fuma. Una de las medidas de evitar aquella técnica muy utilizada por el común de adolescentes y menores, es la sapiencia de que esta existe y que se puede eliminar con el simple buen comportamiento del padre como ejemplo hacia sus hijos. Entonces cuando el ser humano empiece a actuar con justicia para consigo mismo y luego expandirla, recién podremos decir que el trato al menor que cuente con justicia, igualdad, solidaridad y demás valores que dignifiquen al menor, se ha dado. Sin embargo, la situación no es fácil, esa de inculcar la tarea a todos de tratar al menor, tanto en la vida cotidiana como cuando es objeto de proceso judicial por infracciones, con justicia Y no es fácil, debido a la complejidad que presentan los sistemas sociales llena de tabúes, prejuicios, rabia, de indolencia, cuando se trata de un menor infractor y es que no se conoce que nosotros mismos los hemos generados, sea por acción un omisión, siendo el olvido por esta última causa.

  • Poner en evidencia las causas de las variaciones y transformaciones de la delincuencia. Debido a que lo que paso en un segundo no volverá a pasar, así si la sociedad desarrolla, como ahora, con su mercado capitalizante donde el hombre vale si tiene respaldo económico, donde el hombre se ha convertido en un ente más del proceso económico. He inclusive la delincuencia juvenil también contribuye al mecanismo económico, dado el carácter funcional que tiene la delincuencia en general. Los pueblos sean cual fuere su connotación evolucionan o más bien se desarrollan, toda vez que una evolución debe de ser equilibrada, pero el desarrollo no, porque de todas maneras la vida de un pueblo como la vida del hombre se desarrolla por simple transcurso del tiempo; así, en Huancayo, en el año de 1959 se realizaban ferias costumbristas, en la actualidad también se desarrollan pero en forma organizada y bajo el precio de impuestos, entonces quiérase o no se desarrollo. Haciendo un margen con la delincuencia juvenil, esta también se desarrolla, pero su evolución no consiste en el aumento de la misma sino más bien en su disminución, presentándose contradicciones que se guían en líneas paralelas, debido a que si la sociedad se evoluciona, esta crece ascendentemente desarrollándose para el bien, en cambio si la delincuencia evoluciona esta crece descendentemente desarrollándose también para bien. En la realidad sucede lo contrario ambas crecen en líneas paralelas ascendentes, pues mientras más evolucionadas sean las sociedades, generarán mayor delincuencia, la misma que involuciona y se sofistica.

  • Considerar al menor como eje principal en la sociedad, no solo en teoría sino en practica, mediante programas de asistencia educacional. Se dice comúnmente y es casi ya una profecía que no se cumplirá, que el menor es el futuro de la sociedad. Debiendo preguntarse ¿en que sociedad vive el menor?. Pues la respuesta es latente a la vista del común de la gente, solo basta abrir los ojos y ponerse a observar en detalle lo que pasa, como es que nos interaccionamos, como hemos aprehendido a vivir con los demás, si en las escuelas se les instruye y educa, si dejamos de ser verdugos en vez de juzgadores con justicia, solo cuando hayamos analizado lo que nos circunda nos daremos cuenta que el principal receptor de toda esta actividad es el menor que se formal que crece, que razona sin limites objetivos, aquel menor que no cometió una trasgresión porque estuvo confundido, es aquello que adquirió sin saber o que adquiría, porque no hubo nadie al lado que sea su preceptor, no son todos pero son muchos los que sufren este tipo de maltrato, el olvido. Debe dejarse de lado viejos estigmas y conductas que sólo nos semejan al primitivismo comunista, en el que cada quien va por su lado y decir no es mi problema, que sin embargo luego definen como la mayor aberración de la sociedad a la delincuencia, es labor especialmente de todos los profesionales y técnicos realizar labores de lucha de revolución en ideas propias, en actitudes en trabajo, tratando de conservar ese objetivo primordial de ayudar al menor a que viva en una sociedad que le garantice que después no sea su propio verdugo.

  • Implantar una Política Criminal adaptada a nuestro tiempo, con un marco teórico netamente criminológico. Como ya se dijo en el trabajo, la criminología brinda grandes aportes, no solo para el control de la criminalidad como pude ser la mera estadística, sino que apunta aun objetivo primordial que es brindar conocimientos teóricos para la elaboración de planes en política criminal que contribuya a que el Derecho penal sancionador como ultima fase de resolución de conflictos donde se aprecie el menoscabo de cualquier bien jurídico, sea un derecho idóneo, que ya no contribuya a la mera penalidad sino que por fin se de paso al objeto especifico de esta rama del derecho que es la prevención de los delitos. Si bien la criminología es una etapa ex ante al del derecho penal, ambos se encuentra vinculados porque se ocupan de similar estudio, uno de los delitos como acción final y otros de las conductas delictuales y los factores de su configuración. Por eso la Política Criminal que se adopte en determinado ordenamiento penal, debe estar basado no solo en conocimientos teóricos criminológicos y de dogmática penal sino también basado en investigaciones científicas, que hagan presumir la verdadera identidad del delito en un momento determinado.

  • Implantar centros de investigación especializados en temas de criminología. Uno de los objetivos principales de la universidades es la investigación, sin embargo tato en nuestra localidad como, al parecer a nivel nacional, no se han elaborado nuevas tesis sobre el conocimiento criminológico. Esto se refleja en la marcada influencia de tesis y teorías extranjeros, que si bien sirven como marco teórico no presenta una realidad adecuada a la nuestra por lo mismo sus conclusiones en la mayoría de veces son ajustados a sus realidades, sin embargo por provenir estos estudios de ciudades en las que se presentan géneros de delincuencia con mayor sofisticación a la nuestras pues entonces sus teorías devienen en aplicables y ciertas. Entonces a efectos del tratamiento de la delincuencia juvenil, que se debe efectivizar la creación de centros de investigación criminológicos, para lograr precisamente esos objetivos que tanto se anhela, esto es observar al menor trasgresor con justicia, estudiando los factores que lo conllevan; respetándolo porque es el eje de la sociedad y sólo así se lograra en mucho prevenir los delitos.


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1 Thurow, Lester; “La Guerra del Siglo XXI”; Javier Vergara Editor S.A.; Buenos Aires-Argentina; P.299.
2 * En el Colegio Estatal Politécnico Tupác Amaru, intervienen a menores organizados en pandillas incautándoles armas punzo cortantes; * Titular: Isabelino apuñala a amigos y mata a uno; Rosario Rodríguez V; Diario “Correo”, Sección Policial; p. 18 y 19; Huancayo-Noviembre del 2001.
* Un menor de 17 años acompañándo a un amigo de 33 años de edad asalta a un taxista con extrema violencia; Rosario Rodríguez V; Diario “Correo”; Sección Policial; p. 19; Huancayo-Setiembre del 2001.

3 Fuente INEI. Cuadros Estadísticos pag web. WWW.inei.gob.pe/biblioinei.
4 Homicidas en su infancia fueron niños agredidos; Elizabeth Gómez R.; Diario “Correo”, Sección Policial; p. 18; Huancayo-23 de Enero del 2002.
5 Niños en abandono llegan al 50%; Aydee Palian Sullca; Diario “Correo”, Sección Informe; p. 16; Huancayo-17 Agosto del 2001.
6 ¿Porqué se pudre la televisión?; Rafael Amoros; Diario “El Peruano”, Sección Tribuna Libre; p. 12; Huancayo-16 Agosto de 1999.

7 - Rechazan Delincuencia, pandillaje y prostitución; Yuri Lara Pérez; Diario “Correo”, Sección Local; p. 9; Huancayo-7 de Setiembre del 2001.
- PNP aplica plan “Delincuencia 2001”; Rosario Rodríguez V.; “Diario Correo”, Sección Policial; p. 18; Huancayo-8 de Setiembre del 2001.
8 Acercar el Código del Niño y Adolescente a la realidad; María Teresa Montes Rengifo; “Vistos”; Sección Local; p. 13; Lima-6 de Setiembre del 2000.
9 - Colegio especial para adolescentes infractores. Sara Montesinos; “Vistos”; Sección Actualidad; p. 16; Lima-9 de Junio de 1999.
- Sistema de rehabilitación de menores es altamente humanitaria; Fernando Lazo Manrique; “Vistos”; Sección Locales; p. 3; Lima-30 de Agosto del 2000.

10 García-Pablos de Molina; “Criminología”, Edit. Tirant Lo Blanch, 2da Edición, Valencia-España, 1994, P.19.
11 García-Pablos de Molina; “Tratado de Criminología”; Edit. Tirant Lo Blanch; 2da Edición; Valencia-España, 1999, p.298.
12
Ibid, p. 94.
13 Idem, p. 304.
14 García-Pablos de Molina; “Criminología”; Edit. Tirant Lo Blanch; 2da Edición; Valencia-España; 1994, p. 95.
15 Molina Arrubla, Carlos; “Introducción a la Criminología”; Colombia; Ediciones Jurídicas Dike; 1994, p. 154.
16 Gonzales Berendique, Marco A; “Criminología”; Editorial Jurídica de Chile; 1998; T. I; p. 192-193
17
García-Pablos de Molina; Op. Cit. p.96.
18 BARATTA, Alessandro; “Criminología Crítica y Crítica del Derecho Penal”; Siglo XXI Editores; Madrid-España; 1986; p.32.
19
Rojas, Nerio; “Medicina Legal”; 11ava edición; Edit. El Ateneo; Argentina; 1976; p. 256.
20 García-Pablos de Molina; 1994, p. 395.

21 Ibídem; p. 395.

22
Ibídem; p. 412.
23 Op.cit.p.418.
24 Al respecto Barrata en su obra “Criminología Crítica y Crítica del Derecho Penal”, nos dice que la teoría del psicoanálisis tiene sus raíces en el postulado Freudiano de la neurosis y en la aplicación que ha hecho el mismo Freud, para explicar ciertas formas de comportamiento delictivo. P.45.
25 Friedlander, Kate;Psiconanálisis de la Delincuencia Juvenil; Edit. Paidos, Buenos Aires-Argentina; 1950; p. 28.
26 Idem, p. 29.
27 García-Pablos de Molina; 1999, p.563 .

28 Friedlander, Kate; 1950; p. 40.

29 FRIEDLANDER, Kate;Psiconanálisis de la Delincuencia Juvenil; Edit. Paidos, Buenos Aires-Argentina; 1950. p 40.
30 Ibídem; p. 33.
31 García-Pablos de Molina; 1999; p.563 .

32 Ibídem; p. 564.
33 Friedlander, Kate;Psiconanálisis de la Delincuencia Juvenil; Edit. Paidos, Buenos Aires-Argentina; 1950; p. 74.
34 Ibídem; p. 78.
35 Baratta, Alessandro; “Criminología Crítica y Crítica del Derecho Penal”; Siglo XXI Editores; Madrid-España; 1986; p.54.
36 García-Pablos de Molina; “Tratado de Criminología”; 1999; p.581.
37 Entiéndase por inconsciente colectivo, el conjunto de vivencias de la humanidad, acumulados a lo largo de la historia a modo de legado cultural que cada hombre recibe en su persona y se transmite por herencia.
38 Ibid, p577.
39 Idem, p.582
40 Ibídem. p.584.
41 Ibídem; p.585.
42 Nicéforo, Alfredo; “Criminología; Edit. José M. Cajica; México; 1954; p. 106.
43 “Quetelet adelantándose a Comte, hizo notar el aumento de la criminalidad en forma de reincidencia y su regularidad, de la cual se dedujo la probabilidad de leyes, también posible , para su producción, entre las que indica la famosa Ley térmica del delito” Navarro de Pacencia, Alvaro; “Sociología Criminal”; Edit. Reus; Madrid-España; 1929; p.06.

44 Nicéforo, Alfredo; “Criminología”; 1954; p.106.
45 Ibid, p.109.
46 Idem, p.109.
47 Cantera Murillo, Andrés; “Criminología y Ciencias Sociales, La Sociología Criminal”; Editorial Dericht S.A; Madrid-España; 1948; p. 143.
48 Gabriel Tarde (1843-1904). Este autor expone la tesis de la imitación, a través el cual, el hombre emite a los otros una base a la proximidad de sus actos, expresándose esta tenencia social de la imitación desde las clases bajas hacia las altas, por lo mismo ante los dos modelos quienes apuntan a uno, pueden desplazar a los otros.
49 Zaffaroni, Eugenio Raúl; “Criminología Aproximación desde un Margen”; Editorial Temis; Bogota-Colombia; 1968; p.p.320.
50 la sociedad es mirada como una superestructura que integra capaz de sistemas y subsistemas, algunos aparentes y otros con cadenas estructurales que es necesario descubrir.
51 Baratta; “Criminología Crítica y Crítica del Derecho Penal”; 1986; p. 57.
52 Marco del Pont; “Manual de Criminología”; Ediciones Jurídicas; Lima-Perú; 1997; p.78.
53 Gonzales Berendique; 1998; T. II; p. 704.
54 Marco del Pont; 1997; p. 81.
55 Se debe hacer hincapié de la diferencia entre conducta desviada y conducta delictiva, a efectos de mejor comprensión de las diversas teorías, ya que el término conducta desviada es cuño propio de los enfoques sociológicos de explicación a la criminalidad, Así Lola de Anivar de Castro nos da la diferencia existente entre ambas: “aparentemente se asemejan, pues hay dentro de la colectividad una serie de valores fuertemente desaprobados por exceder el límite de tolerancia de la comunidad y que sin embargo , no llegan nunca a formar parte de la conducta reprimida legalmente, o sea, que es conducta desviada nada más, pero no conducta delictiva, la que se convierte cuando es atribuido como tal por el ordenamiento penal. En Criminología de la Reacción Social. Lola Aniyar de Castro 1977. p.23 .

56 Horacio Viñas, Raùl; “Delincuencia Juvenil y Derecho Penal de Menores”; Edit. Ediar; Buenos Aires-Argentina; 1983; p. 96.

57 Para Durkheim, el crimen es normal, en cuanto manifestación de la diversidad, inevitable, incluso en una sociedad mecánica y uniforme.
58 Clinard, Marshall B; “Anomia y Conducta Desviada”; Editorial Paidos; Buenos Aires-Argentina; p.20.
59 Gonzales Berendique; 1998; T. II; p. 703.
60 Robert Merton (1964) precisó las diferencia que existe entre los términos anomie y anomia, siendo la primera a la propiedad de un sistema social, no al estado anímico de éste o aquel individuo dentro del sistema, es decir, anomie es la escasa cohesión social. Anomia según Merton es para designar el estado animico del individuo. Cita de SOLIS ESPINOZA, Alejandro; “Criminología Panorama Contemporáneo”; Lima-Peru; 1988; p.p.211.


61 Clinard, Marshall; p. 22.

62 Baratta; 1986; p. 60.
63 Ibídem; p.p.60-61.

64 Clinard, Marshall; “Anomia y Conducta Desviada”; Editorial Paidos; Buenos Aires-Argentina; p.24.
65 Así West, en cita de A. Solís Espinoza, señala que al organizarse de tal forma, que suscita en la clase baja aspiraciones para frustrarlas después, es por eso que “la Sociedad obtiene los delincuentes que se merecen” Solis Espinoza; 1988; p.212.
66 Merton en cita de A. García-Pablos de Molina; “ Tratado de Criminología”; 1999; p. 694 .

67 Pérez Pinzón, Álvaro Orlando; “ Curso de Criminología”; 1994, en cita de Antonio José Martínez López en “Criminología Juvenil, Comportamiento Juvenil Desviado o Irregular”; Ediciones Librería del Profesional; Edit. Linotípia Bolivar; Santa Fe de Bogotá-Colombia; 1997. pp. 1-2.
68 Gonzales Berendique; 1998; T. II; p. 716.
69 Marco del Pont; 1997; p. 89.

70 Siendo criticada aquí la posición de Mertón respecto al acceso limitado sobre las metas de la sociedad por medios legítimos para los grupos socieconómicos inferiores sea una de las fuentes principales de la desviación.

71 Así Roberto Bergalli en “El pensamiento Criminológico” (1982) expresa que esta, se aprecia mejor al revisarse las conclusiones a las que arribaron en el año de 1925, los investigadores R.E. Park; E.W. Burguess y R.D. Mckensie, quienes nos dicen “que los comportamientos que podrían denominarse pre delictivos (perdida de arraigo social, debilitamiento del vinculo social etc.), tienden a concentrarse en las llamadas “delinquency Areas”; Edit. Temis; Bogota-Colombia p.p. 115-116.
72 Bergalli, Roberto, Op. Cit; p.113.
73 R.E. Park, Burguess y Mckenzie, donde aparece introducido la noción de “contagio Social” para describir el proceso típico de la vida urbana, mediante el cual los comportamientos reprochables tienden a transmitirse entre individuos de iguales o similares características sociales.
74 García-Pablos de Molina; “Tratado de Criminología” ;1999; p. 649
75 Ibídem; p.p. 657-658.
76 Gonzales Berendique; 1998; T. II; p. 758.

77 Los hombres imitan a los otros en base a la proximidad de sus contactos. Saffaroni.
78 Solis Espinoza, Alejandro; “Criminología”; 1988; p. 199.
79 Orellana Wiarco, Octavio A; “Manual de Criminología”; Editorial Porrua; México; 1993; p. 175.
80
García Pablos de Molina; “Tratado de Criminología”; 1999; p. 745.
81 Solis Espinoza; “Criminología”; 1988; p. 200.
82 Según esta teoría el aprendizaje del delito es más identificación con roles criminales que asociación o contactos con delincuentes. A. García - Pablos de Molina; 1999; p. 752.
83 Marco del Pont, Luis; 1997; p. 106.

84 García-Pablos de Molina;1999; p. 759.
85 Solis Espinoza; Op. Cit. p. 201.
86 Wolfgag, Marvin E. y otro; “La Subcultura de la Violencia”; Edit. Fondo de Cultura Económica; México; 1971; p.193 .
87 Gonzales Berendique; “Criminología”; 1998; T. II; p. 820.
88 Según Antonio García Pablos, es el aprendizaje por las consecuencia derivadas de la conducta que experimenta personalmente el autor.
89 Solis Espinoza; “Criminología”; 1988; p. 210.
90 Idem, p 203.
91 Aniyar de Castro, Lola; “Criminología de la Reacción Social”; Instituto de Criminología Facultad de Derecho de Zulta, Maracaibo-Venezuela, 1977; p. 19.

92 Wolfgan y Ferracuti; “ La Subcultura de la violencia” ; 1971; p. 116.
93 Gonzales Berendique; 1998, T. II, p. 763.
94 Así también es definida la subcultura como un conjunto de valores que se oponen en ocasiones en forma grave, a los valores de la cultura nacional o central, y de ello resultan las conductas delictivas. Orellana Wiarco, Octavio A; “Manual de Criminología”; Edit. Porrua S.A.; México; 1993; p.181.
“Es un sistema de convicciones y valores que se forman en la infancia en un proceso de interacción comunicativa..”. (Solis; 1988; p. 204).
95
García pablos de Molina; “ Tratado de Criminología”; 1999; p. 717.
datos extraídos de: Roberto Bergalli , Juan bustos Ramírez y Teresa Miralles. “El pensamiento Criminológico I”; 1983; p.123.
96 Solís Espinoza; 1988; p. 204.
97 Baratta; 1986; p. 67.
98 García-Pablos de Molina; 1999; p. 720
99 Baratta; 1986; p.p. 71-67.
100 Gonzales Berendique; 1998; T. II; p. 774.
101 Baratta; 1986; p. 68.
102 García-Pablos de Molina; 1999; p. 725.
103 el término netamente en lengua inglesa, significa “barrio bajo”.
104 Ibídem; p. 726.
105 Solis Espinoza; “Criminología. Panorama Contemponareo”; 1988. p. 206.
106 García-Pablos de Molina; 1999; p. 727, en cita a Cloward y Ohlin.
107 Wolfgang y Ferracuti; “La subucultura de la Violencia”; 1971; p.170.
108 Ibídem; p. 182.
109 Wolfgang y Ferracuti; 1971; p 200.
110 Baratta Alessandro; 1986; p. 80-81.
111 García-Pablos de Molina; 1999; p.p. 761-762.

112 Ibídem; p. 766.

113 García-Pablos de Molina; “Criminología: Una introducción a sus fundamentos teóricos para Jusristas”; Edutorial Tirant Lo Blanch; Valencia-España; 2da Edición; 1994. p. 225.
114
Baratta; 1986; p. 84.
115 El construccionismo social no es otra cosa que el constructivismo social, sin embargo diversos autores prefieren utilizar una y otra denominación en forma indiscriminada. Entendiéndose por constructivismo aquel que nace de la edificación arquitectónica, para expandirse luego a la edificación social.
116 Aniyar de Castro, Lola; 1977; p. 144.
117 Solis; 1988; p.217.
118 Baratta; 1986; p. 85.
119 García Pablos de Molina; 1999; p. 785.
120 Ibídem; p 787.
121 Aniyar de Castro; 1977; p.120.
122 Ibídem.p.219.
123 Solis Espinoza; 1988; p.219.
124 Aniyar de C; 1977; p. 125.
125 Baratta, no dice que el proceso de tipificación se debe a que “trascender los límites de la teorias de mediano alcance implica un desplazamiento del punto de partida para la interpretación del fenómeno criminal; el fenómeno mismo, a la estructura social historicamente determinada en el cual se inserta”; 1986; p. 100.
126 Sobre el estatus, García-Pablos de Molina nos dice que “para el labelling approach, el delito tiene naturaleza definitorial no ontológica. Es una cualidad atribuida a ciertas conductas, un status asignado a su autor. Como afirma K. Erickson, la deviación no es una propiedad inherente a ciertas formas de comportamiento, sino una propiedad conferida a las mismas por la audiencia que directa o indirectamente observa”. A.G.Pablos de Molina ; 1999; p. 787.
127 a) Por ejemplo que se espera de una sociedad, donde los medios de control formal primario, consienten demasiados actos delictivos a su vista y paciencia o algunas veces estan insertos en la transgresión del orden.
b) La probabilidad de sanción depende mucho de las estadísticas en criminalidad registrada tanto a nivel policial como judicial, y es el talón de aquiles en toda investigación empírica, la cifra negra o el alto grado de fabilidad en sus investigaciones.
c) La actuación esta estrechamente subsumida dentro del interés y el significado que deben prestar las autoridades a ciertos tipos de desviación que luego será acto delictivo, según el interaccionismo.
d) En realidad toda legislatura sobre infractores debe hacerce previo estudio del campo, del verdadero elan vital de la criminalidad, sino se corre el riesgo de adoptar medidas que en nada satisfacen las expectivas ahora de la audiencia social –en la que se incluyen los desviados, delincuentes como se les etiquete, hacía las autoridades, puediendo acentuar la criminaidad, en vez de aminorarla.
e) Es lógico que mientras ambas partes crezcan a igual medida, el conflicto será más agravado, sino hágase un recuento de la historia, comparándose niveles de criminalidad en el tiempo.
f) Sin embargo la posición realista, es variable, toda vez que nunca los bandos fueron iguales en lucha, además el bando de quines infringen las leyes, muchas veces no lucha por crecer, crece porque es inevitable.
128Aniyar de C; 1977; p. 129.
129 Baratta.- “porque han transportado el enfoque de la reacción social de las estructuras paritarias de los pequeños grupos y de los procesos informales de interacción que se desarollan en su interior, a las esructuras generales de la sociedad y a los conflictos de interés y de hegemonía y por tanto a las relaciones de poder entre grupos; es decir desde una perspectiva microsociológica a una perspectiva macrosociológica” ; 1986; p. 149.
130 El presente título es desarollado en su integridad a partir del plantemiento del maestro Antonio García Pablos de Molina; 1999; p.p.787-802.
131 Ibídem, p. 787.
132 Baratta; 1986; p. 113.
133
García Pablos de M; 1999; p.788.
134 Ibídem; 1999; p. 801.
135 Ibídem; p. 813.
136 Abunda Roberto Bergalli que la criminología del conflicto social es una posición opuesta a la del consenso, toda vez que “refleja una tradición intelectual diversa (...) la sociedad no está basada en el consenso sino en el conflicto originado por el interés de los distintos grupos que luchan para imponer sus pretenciones”. “El pensamiento Criminologico I Un análisis Crítico”; 1983; p. 141.
137 Ibídem; p.141.
138 Baratta; 1986; p. 121.
139 Solis; 1988; p.222.
140 Puede afirmarse: que los que juegan un papel decisivo en la genésis de la ley y fijan condiciones para su ejecución, están más ansiosos que los que disienten para ver cristalizados sus intereses y sus concepciones de cómo debe ser la sociedad.
141 Baratta; 1986; p.127.
142 García Pablos de Molina; 1999; p. 728.
143 Gonzales del Solar, José H; “Delincuencia y Derecho de Menores”¸ Ediciones de Palma-Buenos Aires; 1986; p.2.
144
Ibídem, p.2.
145 Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo Americana. Espasa Calpe S.A. Madrid-Barcelona; T. XVIII; p 1455.
146 Es perjudicial, también porque “es notorio que la acepción delicuente implica por sí algo más grave que la comisión de un hecho penalmente ilícito”, Hugo de Antonio, Daniel; “El menor ante el delito”; Edit. Astrea de Alfredo y otro; Buenos Aires-Argentina; 1978, p.41.
147 Ibídem; p. 26.
148 Es a Augusto Comte a quien se le debe el término de sociología, quien intentó crear sobre una base netamente idealista una sociología científica, la cual debía descubrir las leyes eternas e invariables de la sociedad humana, análogas a las leyes de ciencia natural.
149 Bergalli, Roberto;”Crítica a la Criminología”; Edit. Temis; Bogota-Colombia; 1982; p.25.
150
Ibídem ; Vold en cita de Bergalli, p.26.
151
Ibídem; p. 3l..
152 Op.cit; p. 28.
153David, Pedro R “Sociología Criminal Juvenil”; Edicones Depalma; Argentina; 1979; p. 27
154

Ibídem; 28
155 Elias, Ricrado y Aparicio; “Criminología” ; Edit.G.C. y P; citando al Doctor Emilio Baldizan; p.240.
156

Gonzales del Solar, José H; p. 28.
157 Elias, Ricardo y Aparicio; p. 241.
158
Navarro de Pacencia, Alvaro; “Sociología Criminal”; Edit. Reus; Madrid España; 1929; p. 60.
159
Gonzales del Solar; p. 33.
160 Canestari – Battacchi. “El menor Inadaptado”(copias); p.207
161 Gonzales del solar, José; p.39.
162 Ibídem; p.40. Cabe apuntar que la cultura juvenil como fenómeno universal ha sido utilizado por diferentes autores, tanto como psicólogos, sociólogos y por ende criminológos, pero sin embargo nos dice Raúl Horacio Viñas que en esta universalidad, “comienzan los jóvenes a inventar colectivamente su mundo”, es por eso que “esta cultura de la juventud es una subcultura frente a la sociedad, como en un todo”, en su obra “Delincuencia Juvenil y Derecho Penal de Menores”; Edit. Ediar; Buenos Aires; 1983; p.p. 81-82.
163Gonzales Berendique, Marco; 1998, T. II; p.887-888.
164 Ibídem; p.234.
165 Mayorga (hijo) define el factor como un estímulo endógeno, exógeno o mixto que concurre a la formación del fenómeno criminal. Pinatel es uno de los pocos autores que trata de establecer distinciones entre causa, factor y condición, indicando que el término factor es una de las expresiones más corrientes en criminología y tan vaga como la de factor determinante, como conclusión de su examen define al factor criminógeno como todo elemento objetivo que interviene en la producción del fenómeno criminal. López-Rey, Manuel y Arrojo. “Criminología”; Edit. Aguilar; Madrid-España; 1975; p.p 296-297.
166 López Riocerezo, Jose; “Delincuencia Juvenil”; Edit. Victoriano Suárez; Madrid-España; T.I; p.86-87
167 Moras Mom, Jorge Roberto. “Problemas Actuales de Criminología Argentina”; Edit. Argibay Molina, Ediciones Pannelille, Buenos Aires-Argentina, 1970; p.138.
168 Paúl B. Hortóny otro. “Sociología”, Edit. Mac Graw-Hill Latinoamericana S.A, 2da Edición, México, p. 154.
169
170 Para una adecuada comprensión conceptualizaremos a educación de instrucción, siendo el primero de ellos “el conjunto de reglas costumbres o modales que rigen en la sociedad”, y el segundo “aquel conjunto de conocimientos adquiridos” . Diccionario Enciclopédico Básico Salvat/Uno; Editores Salvat S.A, Barcelona-España, 1986; p. 520 y 800.
171 Beristatin Ipiña, Antonio; “Jóvenes Infractores en el Tercer Milenio”; Universidad de Guanajuato-México; 1996; p. 21.
172 Hugo D´Antonio, Daniel; “El menor ante el delito. Regimen Jurídoco, Prevención y Tratamiento””; Edit. De Palma; Buenos Aires-Argentina; 1978; p. 85.
173 Horacio Viñas, Raúl.; 1983; p. 48-49.
174 Díaz Rosas, Julia y otra; “Como influye la actitud de los familiares en la rehabilitación del alcohólico anónimo y opinión del apoyo que reciben en su núcleo familiar”; Facultad de Ciencias de la Salud-Universidad Nacional “Daniel Alcides Carrión”; Tarma-Perú; 1993; p. 29.
175 Astolfi, Emilio y otros; “Toxicomanía”; Edit. Universidad, Buenos Aires-Argentina, 1989; p.4. 238
176 Schrank, Jeffrey; “Comprendiendo los Medios Masivos de Comunicación”; Edit. Publigrafics S.A. ; Tercera Edición; México; 1989; p. 28.
177 Alfonso Reyes Echandía;“Criminología”, Edit. Temis S.A, Santa Fe de Bogota-Colombia, 1999, p.127

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